1 | INTRODUCCIONEl asma infantil es un importante problema de salud pública que muestra un aumento en especial durante la última década, lo que contribuye a la creciente carga de enfermedades no transmisibles en todo el mundo. Esta enfermedad es compleja y multifactorial, y su etiología se relaciona con interacciones entre la susceptibilidad genética, la exposición ambiental y factores del huésped, como la obesidad y aspectos nutricionales. De hecho, durante el período prenatal existe una “ventana de oportunidad” que permite un desarrollo inmunológico adecuado, en la cual una nutrición saludable durante el embarazo representa un factor clave. En este contexto, la dieta materna durante el embarazo se identificó como un factor de riesgo que puede ser modificable para el desarrollo de enfermedades alérgicas, como el asma.
La cafeína se consume de forma extensa durante el embarazo, pero no está bien establecido si su consumo en este período debe considerarse parte de una dieta saludable. La cafeína es una metilxantina que se encuentra en diversas bebidas y alimentos, incluido el té, café, refrescos de cola, bebidas energéticas y chocolate. De acuerdo con su propiedad lipofílica, la cafeína se absorbe de manera rápida en el tracto gastrointestinal tras su ingestión, puede atravesar todas las membranas biológicas y se transmite a través de la placenta. En los adultos, las enzimas del citocromo P450 hepático son las principales responsables del metabolismo de la cafeína. Sin embargo, la vida media de la cafeína en mujeres embarazadas parece estar aumentada en comparación con las mujeres no embarazadas, lo que predispone al feto a estar expuesto a niveles más altos de cafeína durante un período prolongado.