Un estudio histórico ha demostrado que el asma grave se puede controlar mediante terapias biológicas, sin la adición habitual de esteroides inhalados en dosis altas, que pueden tener efectos secundarios importantes.
Los hallazgos del estudio multinacional SHAMAL, publicado en The Lancet, demostraron que el 92% de los pacientes que utilizan la terapia biológica benralizumab podrían reducir de forma segura la dosis de esteroides inhalados y más del 60% podrían suspender por completo su uso.
Los resultados del estudio podrían ser transformadores para los pacientes con asma grave al minimizar o eliminar los efectos secundarios desagradables, y a menudo graves, de los esteroides inhalados. Entre ellos se incluye la osteoporosis, que aumenta el riesgo de fracturas, diabetes y cataratas.