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miércoles, 16 de octubre de 2024

Journal Club: Eficacia y seguridad de los corticoesteroides sistémicos para la urticaria: Una revisión sistemática y metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados

La urticaria es una condición inflamatoria de la piel caracterizada por la aparición transitoria de habones pruriginosos (de forma coloquial conocidos como ronchas o habones), angioedema o ambos. La urticaria provoca un malestar significativo en las personas afectadas y afecta a poblaciones de todas las edades, sexos y géneros. La prevalencia puntual de pacientes con urticaria es de manera aproximada 0.7 %, y tiene una incidencia a lo largo de la vida de 15 %.

Existen dos tipos principales de urticaria: aguda y crónica. La urticaria aguda se define como la aparición de habones y/o angioedema mediado por células cebadas durante menos de 6 semanas. Si la urticaria persiste más allá de las 6 semanas, se clasifica como urticaria crónica. La urticaria crónica puede subdividirse en dos categorías: espontánea o inducible. Si los habones y/o el angioedema se inducen por factores físicos como la presión, la condición se clasifica como urticaria crónica inducible. De lo contrario, la condición se clasifica como urticaria crónica espontánea.

Tanto para la urticaria aguda como para la urticaria crónica, el tratamiento estándar consiste en el uso de antihistamínicos H1 de segunda generación.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Los tratamientos biológicos ayudan a reducir el uso de corticoides orales en pacientes con asma grave

El 44,1% de los pacientes con asma grave eosinofílica utilizan corticoides orales de manera crónica además de otros tratamientos para controlar sus síntomas y exacerbaciones ². Su uso excesivo puede provocar efectos adversos graves a corto y largo plazo, incluyendo aumento de peso, diabetes, osteoporosis, glaucoma, ansiedad, depresión, inmunosupresión por enfermedades cardiovasculares o insuficiencia suprarrenal 3-7

El asma grave es una enfermedad a menudo debilitante que afecta a entre 12 y 40 millones de personas aproximadamente en todo el mundo8,9,10. El 44,1% de los pacientes utilizan corticoides de manera crónica2, cuya dependencia puede ocasionar efectos adversos graves a corto y largo plazo3-7. Los tratamientos biológicos pueden reducir de manera sólida y sostenida en el tiempo el uso de corticoides1.
“Los fármacos biológicos son terapias dirigidas contra moléculas específicas que participan en la cascada inflamatoria del asma.

miércoles, 13 de enero de 2021

Setenta años después del premio Nobel de Hench: revisitar el uso de glucocorticoides en el lupus eritematoso sistémico

Introducción A mediados de la década de 1930, Edward Kendall y Tadeus Reichstein aislaron los corticosteroides, llamados así por la corteza suprarrenal de la que se obtuvieron. Una década más tarde, en 1948, el reumatólogo Philip Hench le dio la primera inyección intramuscular del compuesto E, más tarde conocido como cortisona, a una mujer de 29 años, en silla de ruedas con artritis reumatoide. Un par de dosis después, ella fue capaz de caminar de nuevo. Hench, Kendall y Reichstein fueron galardonados con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1951 y se generalizó el uso de este compuesto casi milagroso. Setenta años después, todavía aprendemos a lidiar con esta poderosa pero también de manera extremada peligrosa arma terapéutica, los glucocorticoides.