Enfrentarse a una pandemia mundial de un virus altamente contagioso sin poder proteger de ese contagio a los profesionales encargados de atajarlo es, en sí mismo, una tragedia. De hecho, puede que ahí esté la causa de un triste liderato de España: el del ránking mundial de porcentaje de profesionales sanitarios contagiados.
Buscando romper con el refrán de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y al tiempo aplicar el principio de que más vale prevenir que curar, el Gobierno anunció en marzo la idoneidad de contar con reservas estratégicas de material sanitario básico ante futuros rebrotes o nuevas pandemias, como mascarillas, batas desechables, geles hidroalcohólicos, máscaras de protección facial y respiradores.
La Comisión Europea ha aprobado la creación de una reserva estratégica de material
Numerosas autononomías -como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana- han tomado buena cuenta y ya trabajan en contar con sus propias reservas de material.