El 26% de los europeos sufre reacciones alérgicas a estos animales.
Estornudos, mocos, picor en la nariz y en los ojos. No es la primavera y eso ya lo sabe porque le ocurre en todas las estaciones. Además, los síntomas empeoran cuando está en casa. Sobre todo, cuando cierto minino con el que comparte piso se restriega entre sus piernas. Malas noticias: es probable que tenga alergia a su gato. Y sí, le ha empezado ahora, después de años conviviendo con él, porque las alergias son así, aparecen de un momento a otro. Lo primero que debe hacer es acudir a un alergólogo.
Cada vez que está en contacto con su gato, aunque no sea directo, su cuerpo reacciona. Esto ocurre porque confunde determinadas sustancias, generalmente inofensivas, con virus, bacterias y otros elementos invasores que provocan enfermedades. En el caso de su gato, a diferencia de lo que ser suele creer, no es el pelo lo que le da alergia.