miércoles, 20 de noviembre de 2019

Lípidos epidérmicos: mediadores clave de la patogénesis de la dermatitis atópica

La barrera de la piel mantiene el “adentro adentro” y el “afuera afuera”, forma una manta protectora contra los insultos externos. Los lípidos epidérmicos, como las ceramidas, los ácidos grasos (AG), los triglicéridos y el colesterol, son componentes integrales que impulsan la formación y el mantenimiento de la permeabilidad de la barrera epidérmica (PBE). Una brecha en esta barrera lipídica establece la plataforma para el inicio y progresión posterior de la dermatitis atópica (DA). Tales lípidos también son importantes en el funcionamiento normal de los organismos, tanto plantas como animales, y en enfermedades, como el cáncer. Dada la duplicación del número de casos de DA en los últimos años y la naturaleza crónica de este trastorno, en este artículo los autores brindan luz sobre el papel multifacético de diversos tipos de lípidos en la mediación de la patogénesis de la DA.

Más allá de la pared de ladrillo: el estrato córneo y las funciones de la barrera epidérmica
La piel es la frontera entre el organismo y el medio ambiente y tiene dos funciones clave: (i) como una barrera externa robusta que es resistente a los estresores ambientales; y (ii) como una barrera interna hermética que evita la pérdida transepidérmica de agua (PTEA) y la colonización de la piel y los tejidos subyacentes por patógenos. Por lo tanto, la piel actúa como una doble barrera versátil que proporciona una doble protección externa-interna. La piel también participa en funciones reguladoras en asociación con los órganos del cuerpo. Por ejemplo, la piel sirve como una plataforma común para el intercambio de señales entre los órganos internos y el medio ambiente por medio del sistema neuroendocrino cutáneo que sigue, por ejemplo, la inmunoestimulación o la exposición a la radiación solar, mediante la producción de neuropéptidos, aminas biogénicas, melatonina, opioides, cannabinoides, secoesteroides, factores de crecimiento y citocinas.
Aunque la funcionalidad esencial de la barrera se localiza de manera principal en la capa más externa de la piel [la epidermis o el estrato córneo (EC)], las glándulas sebáceas incrustadas en las capas más profundas de la piel mantienen la lubricación de la piel y evitan su deshidratación. También proporcionan fotoprotección y acción antimicrobiana, que sirve como otro mediador crucial de la barrera de permeabilidad epidérmica. En esta revisión, los autores discuten sobre el papel de los lípidos epidérmicos en la PBE. El principal constituyente lipídico que se involucra en la formación de la PBE se representa en la figura 1.
El EC se asemeja a una pared de ladrillos que comprende corneocitos enriquecidos con proteínas (“ladrillos”) incrustados en una matriz intercelular de lípidos no polares (“mortero”) entre las capas granular y el estrato córneo. Los corneocitos representan el complemento celular de la estructura del EC y contienen una variedad de enzimas, agua y filamentos de queratina, que dan lugar a la resistencia mecánica del EC. Están encerrados en una capa cruzada de proteínas, como filagrina, loricrina e involucrina, que unen las células con la matriz extracelular (MEC) rica en lípidos, el “mortero”. Esta matriz lipídica hidrofóbica contiene 50% de ceramidas (CER) y 15% de ácidos grasos libres (AGL), con el remanente 25% compuesto de forma principal de colesterol y un pequeño porcentaje de especies de triacilglicerol (TAG), con AGL y bases de cadena larga liberadas de TAG sebáceo y CER epidérmica, de manera respectiva, que sirven como agentes antimicrobianos potentes. La formación de la PBE implica la expresión adecuada de proteínas que se involucran en la diferenciación epidérmica terminal y la reticulación de la envoltura cornificada. La formación inadecuada de PBE contribuye a la pérdida de agua transepidérmica y desencadena la aparición de enfermedades inflamatorias de la piel, como la DA. Esto valida el papel crucial del EC en el mantenimiento de la función de doble barrera de la piel. Además, el EC tiene propiedades antioxidantes potentes que lo ayudan a prevenir el daño oxidativo de la piel mediante la secreción de enzimas, como la catalasa, así como moléculas no enzimáticas, como la vitamina E, el glutatión y el ácido úrico.
De hecho, muchas enfermedades de la piel, como la ictiosis lamelar (IL), la psoriasis, el síndrome de Netherton (SNT) y la DA, son el objetivo de esta revisión (Cuadro 1), se caracterizan por una funcionalidad defectuosa o debilitada de la barrera epidérmica. Existen varios factores e hipótesis que gobiernan el resultado final de la DA, que se detallan en el Cuadro 2. Aquí, los autores explican el papel de los genes clave que se involucran en la formación apropiada de la PBE, cómo su deficiencia conduce a una formación inadecuada de la barrera y cómo resulta una barrera interrumpida en un aumento de la respuesta inflamatoria Th2, que puede actuar como un circuito de retroalimentación positiva para empeorar aún más la integridad de la barrera, lo que lleva a la naturaleza crónica de la DA.
Genes clave que se involucran en la formación de la PBE y la respuesta inflamatoria Th2 en la DA debido a brechas en la pared de ladrillos
Cualquier alteración en la expresión de genes que se involucran en la biosíntesis de lípidos y las vías del metabolismo de los lípidos que constituyen la PBE destruye la funcionalidad de la barrera, lo que resulta en la DA. Las proteínas reguladoras de la transcripción COUP-TF que interactúan con la proteína 1 y 2 (CTIP1 y CTIP2) están involucradas en la regulación del metabolismo de los lípidos epidérmicos. Li y colegas reportaron alteraciones en el nivel de expresión de varios de esos genes en ratones Ctip1-/-. La expresión de genes que codifican 3-cetodihidroesfingosina reductasa (Kdsr), UDP-glucosa glucosilceramida transferasa (Ugcg), N-acilesfingosina amidohidrolasa (Asah1), y ceramida sintasa 6 (Cers6), disminuyeron su expresión 0.6 veces, mientras que la de esfingomielina sintasa 1 y 2 (Sgms1 y Sgms2), ELOVL FA elongasa 4 (Elovl4), y esfingosina fosfato-1 fosfato fosfatasa 1 (Sgpp1) disminuyeron su expresión 0.5 veces en comparación con los ratones control. Por el contrario, genes como los que codifican la esfingosina cinasa 1 y 2 (Sphk1 y Sphk2) mostraron un aumento de la expresión de 1, la esfingomielina fosfodiesterasa (Smpd1) en 0.5 veces, la subunidad 3 de la cadena larga de la serina palmitoil transferasa (Sptlc3) y la ceramida sintasa 2 (Cers2) en 0.3 veces. Wang y colegas reportaron que CTIP 2 es un regulador de genes como Ugcg, Asah1, Cers6 y Sgms2, con disminución de la expresión de Ugcg 0.2 veces, Asah1 por 0.1 veces y CerS6 por 0.25 veces en ratones Ctip2-/- en el día embrionario (E)16.5, mientras que Sgms2 aumentó su expresión en 0.5 veces. Por lo tanto, los estudios anteriores establecieron el papel central de CTIP1 y CTIP2 en la formación inmediata de la PBE en la piel del ratón adulto (todos los cambios porcentuales se toman en la aproximación más cercana).
La filagrina es otra proteína multifuncional con un papel clave en la formación de la PBE. Hay dos vías principales explotadas por la deficiencia de filagrina que resultan en la DA: (i) interrupción de los eventos normales de diferenciación epidérmica terminal; e (ii) inducción de la expresión aumentada de la linfopoyetina del estroma tímico (TSLP) en la epidermis y la respuesta Th2 aberrante posterior. Las mutaciones de filagrina también se correlacionan con asma y alergias alimentarias, de manera independiente a la DA. La filagrina genera ácido trans-urocánico, el principal filtro UV-B en la epidermis y, por lo tanto, la disminución de la filagrina predispone al desarrollo de cánceres de piel no melanoma.
Los estudios previos también establecieron con éxito el vínculo entre las respuestas inmunes Th2 y la patogénesis de la DA. Hatano y colegas describieron por primera vez la disminución de la expresión mediada por la IL-4 de la síntesis de ceramida y la función de la barrera, mientras que Berdyshev y colegas reportaron que las alteraciones en los perfiles de lípidos, en especial aquellos con especies de AGL de cadena más corta, se relacionan con el desarrollo de lesiones cutáneas por DA causadas por la IL-13. El análisis de secuenciación de ARN reveló que las elongasas de AGL (ELOVL3 y 6) se inhibieron por las IL-4/IL-13 de manera dependiente a STAT6, con la disminución de la expresión de ELOVL3 y ELOVLl6mediada por la IL-13 (en 0.77 veces y 0.57 veces, de manera respectiva) en la piel lesionada de los modelos múridos en comparación con los ratones controles. Un estudio paralelo mostró que la presencia de la IL-4 disminuyó los niveles de ARNm que codifica la esfingomielinasa (SMasa) en 50% y la glucocerebrosidasa (GBA) en 70% y aumentó los niveles de expresión de ARNm que codifica la ceramidasa ácida en 20%, lo que resultó en niveles totales disminuidos de ceramidas en equivalentes de piel viva epidérmica humana (LSEs) (consiste en una capa epidérmica de células cultivadas de queratinocitos, una capa de colágeno no poroso y una capa dérmica de células de fibroblastos cultivadas en una matriz de esponja de colágeno reticulada porosa). Estos cambios también se asociaron de forma fuerte con el aumento de los fenotipos de PTEA y DA mediante análisis de arrancamiento de cinta. En otro estudio que involucra LSEs, las citocinas Th2 (IL-4, IL-31 e IL-13) redujeron de manera significativa los niveles de expresión de genes que codifican enzimas metabólicas de lípidos epidérmicos, como SMasa (0.7 veces), GBA (0.6 veces) y ELOVl1 (0.5 veces) en comparación con los controles. El perfil lipidómico realizado para analizar los cambios correspondientes en el perfil lipídico mostró disminución de forma significativa de los niveles  de CER(AS) y (NS) (ver Figura 2 para la nomenclatura de las subclases de ceramida) sintetizados por SMasa y GBA, de manera respectiva y AGL de cadena larga y especies de CER sintetizadas, en parte, por elongasas, como ELOVL1, que también correlacionó de forma significativa con el fenotipo de la DA.
En general, estos estudios indicaron el papel de varias proteínas reguladoras en la formación de la PBE, su regulación, así como también muestran irregularidades inmunes (hipótesis de “adentro hacia afuera”), como la hiperactivación tipo 2, que sirven como un factor importante en la progresión de la DA. Por lo tanto, una investigación amplia en esta área tiene el potencial para ofrecer objetivos terapéuticos benéficos.
Alteración de la composición de ceramida en la DA
La síntesis de ceramida ocurre mediante cuatro vías principales en la epidermis: (i) vía de novo; (ii) vía de la esfingomielinasa; (iii) vía de rescate; y (iv) vía de reciclaje de ceramida exógena (Figura 3 y Cuadro 3).. Hasta ahora, se identificaron 12 clases de ceramida (figura 2). Las ceramidas fueron uno de los primeros lípidos en relacionarse con deficiencias de la función de barrera de la piel y la DA. Estudios posteriores mostraron que la función deficiente de la barrera se asocia con una disminución general de las llamadas ceramidas de “cadena ultralarga” (es decir, aquellas con más de 26 carbonos de longitud) y un aumento de las ceramidas de cadena corta. Este estudio se validó aún más por la disminución de la expresión de ARNm que codifica elongasas en pacientes con DA. De forma consistente, la ablación genética de Elovl1 o Elovl4 en ratones resultó en niveles disminuidos de ceramidas con cadenas acilo muy largas, con CER (C30-C36) reducidas en casi 45% en ratones nulos y en 5% en ratones heterocigotos en comparación con los ratones de tipo salvaje, lo que resulta en un aumento de la PTEA y muerte poco después del nacimiento.
La correlación entre la longitud de la cadena de ceramida y la DA se aclaró por primera vez por Ishikawa y colegas. Una longitud de cadena promedio reducida de ceramidas en la DA puede atribuirse a aumentos en CER C34 así como a una reducción en las subclases de cadena ultra larga omega hidroxi CER(EO) ligadas a éster. Un estudio en humanos mostró que, en el subgrupo CER C34, las subclases (NH), (NS), (AS) y (AH) se incrementaron en gran medida, donde (NH) y (NS) representaron 0.6% y 0.78%, de forma respectiva del contenido total de CER en comparación con el control en tanto que [NH] como [NS] comprenden 0..18% del contenido total de CER. (AS) y (AH) en pacientes con DA también comprenden 2% y 0.5%, de manera respectiva, del contenido total de CER, en contraste con sujetos sanos (0.4% y 0.2%, de manera respectiva). También se observaron tendencias similares en la piel múrida con la eliminación de la línea germinal de Ctip2 (muy expresada en la piel con DA) y su homólogo Ctip1.
Las ceramidas, en especial CER(NS) y CER(EOS), se relacionan con el embalaje de corneocitos en el estrato córneo. Después de la aplicación tópica de una formulación que contiene CER(EOS) o CER(NS) a un modelo de reparación de barrera cutánea, se descubrió que una mayor fracción de lípidos se involucra en asumir una organización ortorrómbica en comparación con las formulaciones sin CER, lo que respalda el papel crucial de CER(EOS) y CER(NS) en la formación de la PBE intacta.
ABHD5/CGI-58 es una proteína involucrada en la regulación de una lipasa epidérmica específica que libera ácido linoleico de un conjunto de triglicéridos que está enriquecido en ácido linoleico, y hace posible la transesterificación para generar acil-ceramida, que es crucial para la formación de barrera (y es catalizada por PNLPA1). La mutación en el gen que codifica ABHD5/CGI-58 da como resultado el síndrome de Chanarin-Dorfman, que se caracteriza por piel seca y escamosa al nacer, similar a DA. Esto subestima aún más la importancia del metabolismo epidérmico CER y TAG en la generación de la PBE adecuada y cómo su deficiencia conduce a la DA.
Variación en el contenido de AGL en DA
Los AGL son una parte integral de la matriz de lípidos del EC y la epidermis se involucra de forma dinámica en su biosíntesis y procesamiento. La interrupción de la permeabilidad de la barrera da como resultado un aumento rápido y marcado en la síntesis de AG en el queratinocito epidérmico para restaurar la integridad de la PBE. La alteración de la barrera aumenta las actividades y los niveles de ARNm de las dos enzimas clave necesarias para la síntesis de novo de AG, acetil-CoA carboxilasa (ACC) y sintasa de ácidos grasos (SAG). Dado que los ácidos grasos (AG) tienen un papel importante en la formación de la PBE, se descubrió que la disminución en la expresión de las enzimas sintetizadoras de AG, como las elongasas, y la mayor expresión de desaturasas se correlacionan con el fenotipo de longitud reducida de la cadena de acilo graso y el mayor nivel de AG insaturados en lesiones asociadas con DA. Malecheidt y colegas reportaron una reducción aparente en la longitud de la cadena de AGL en pacientes con DA, con AG de cadena corta que comprenden 7.7% y 7.6% de la fracción total de AGL en la piel con DA lesionada y no lesionada, de forma respectiva, en comparación con sujetos sanos, en los que los AG de cadena corta sólo comprendían 5.4% de la fracción total de AGL. Los AGL son en general tóxicos para las células vivas. Por lo tanto, no se almacenan como AGL en cuerpos lamelares, sino como fosfolípidos que luego se metabolizan en la interfaz de estrato granuloso (EG)-EC, con AG como uno de los subproductos. Aunque los fosfolípidos de forma normal se degradan por completo, persisten en la DA, lo que valida la importancia del metabolismo de los fosfolípidos en la interfaz EG-EC para la posible liberación de AGL que afectan la formación adecuada de la barrera y cómo la falta de un metabolismo adecuado de los fosfolípidos y su acumulación posterior sirven como marcas distintivas de la DA.
Además de una reducción bien documentada en la longitud de la cadena de AGL, también parece haber alteraciones distintas en los niveles de AGL insaturados en la DA. Reportes recientes observaron aumentos en los niveles de AGL insaturados, como las especies de AG monoinsaturados (AGMIS) de 20% en los controles a casi 30% en la piel de pacientes con eccema atópico lesional en comparación con aquellos con eccema atópico no lesional y sujetos sanos. Por el contrario, Li y colaboradores reportaron una gran disminución en los AGMIS C16:1 y C18:1, que se correlacionó con una mayor susceptibilidad a la infección por Staphylococcus aureus y una PBE deteriorada. Dada la naturaleza contradictoria de estos conjuntos de observaciones, se deben realizar estudios más extensos para determinar por completo el papel de los AGMIS en la DA. Un estudio paralelo que se realizó por Mojumdar y colegas, usó un modelo del sistema de membrana del EC constituido in vitro que imita la composición y la organización de los lípidos del EC en humanos, demostró que la mayor prevalencia de AGMIS interrumpió la PBE al promover una conformación de embalaje hexagonal en lugar de una conformación de embalaje ortorrómbica.
Los papeles cruciales de las elongasas epidérmicas que provocan los cambios en la composición lipídica característicos de la DA se estudiaron de forma amplia. Por ejemplo, Park y colegas demostraron, mediante análisis de Western blot, que los niveles de ELOVL1 y ELOVL4 se redujeron de forma significativa en un modelo múrido de DA inducido por oxazolona. Estos niveles de expresión redujeron el alargamiento de AG más allá de C22 y, por lo tanto, los niveles de CER C22 y C16 aumentaron 0.2 y 3 veces, de manera respectiva, en comparación con los controles, mientras que los niveles de CER C24 y C26 disminuyeron 0.25 y 0.75 veces, de manera respectiva, en comparación con los controles, como lo revela el análisis de espectrometría de masas por cromatografía líquida (LC-MS). Sassa y colegas reportaron la reducción en C26-CoA y el aumento en C28-CoA como resultado de ELOVL1 y ELOVL4, de manera respectiva, y se estableció el papel de ELOVL1 epidérmico en la conexión de la síntesis de AG de cadena larga o muy larga (AGCL/AGCML) a AG de cadena ultra larga (AGCUL), que son cruciales para la formación de la barrera. Los cambios enzimáticos subyacentes a los niveles de saturación de los AGL también se encontraron en la DA. La estearoil CoA-desaturasa 1 (SCD-1) es responsable de la formación de AGL insaturados 16:1 y 18:1, donde otros SCDs introducen niveles crecientes de desaturación.. Un estudio mostró que el nivel de expresión de ARNm de la desaturasa 2 de AG (FADS2) fue el doble que en los controles. La cuantificación detallada de los niveles de proteína de FADS2 y SCD1 podría ayudar para determinar con certeza sus roles en la DA.
Como se mencionó con anterioridad, la IL-4 y la IL-13 inhiben la expresión de ELOVL3 y ELOVL6 en cultivos de queratinocitos humanos. Además, los factores genéticos que influyen en la homeostasis de la barrera epidérmica también pueden contribuir a alterar el metabolismo de los AGL (por ejemplo, Ctip1 yCtip2). Por lo tanto, el metabolismo de los AGL parece estar regulado por citocinas inflamatorias dependientes de Th2 y genes que se relacionan con la formación y el mantenimiento de la barrera. Las estrategias actuales de tratamiento de la DA tienen como objetivo utilizar agentes antiinflamatorios o inmunosupresores para influir en la composición final de AGL del EC. Las estrategias futuras que involucran la suplementación directa de especies deficientes en AGL pueden ser útiles en el tratamiento de la enfermedad.
Cambios en el contenido de colesterol en la DA
La epidermis es un sitio activo de síntesis de colesterol. Hay dos tipos principales de colesterol que se encuentran en el EC (colesterol y colesterol-3-sulfato) y la síntesis de colesterol es vital para mantener la homeostasis de la piel humana. La interrupción de este equilibrio puede conducir a PTEA y después a DA.
También hay derivados del colesterol que tienen papeles importantes en la homeostasis de la PBE. Por ejemplo, los oxiesteroles que derivan de la oxidación del colesterol por medio de procesos enzimáticos, o como productos de la vía biosintética del colesterol tienen un papel importante en inducir la diferenciación epidérmica e inhibir la proliferación para permitir la formación de una barrera epidérmica intacta.
CYP11A1 es otro gen que se expresa en la piel y se involucra en la producción de diversos derivados del colesterol. Es importante para la síntesis local de glucocorticoides para atenuar la respuesta inflamatoria, y también tiene un papel en la activación de la vitamina D mdiante vías no canónicas, así como de 7 dehidrocolesterol o lumisterol. Estos son importantes para su capacidad de atenuar las respuestas inflamatorias y, por lo tanto, también pueden contribuir al mantenimiento de una barrera intacta. Por último, existen varios objetivos potenciales para la regulación de esteroles, lípidos y secoesteroides, que incluyen una variedad de receptores nucleares, vitamina D, ácido retinoico o arilhidrocarburos.
El nivel de expresión génica de varias enzimas en la vía biosintética del colesterol aumenta en la epidermis superior e inferior después de la interrupción aguda de la barrera. Por ejemplo, la reductasa HMG-CoA (Hmgcr), la sintasa HMG-CoA (Hmgcs), la sintetasa farnesil pirofosfato (Fdps) y la sintasa escualeno (Fdft1) aumentaron casi una vez, 1.5 veces, 0..8 veces y 0.9 veces, de manera respectiva, en comparación con los controles tras la interrupción aguda de la barrera, lo que resulta en una síntesis aumentada de colesterol epidérmico, mediada por las proteínas de unión al elemento regulador de esterol 1 y (SREBP-1 ySREBP-2) (Figura 4). Estas observaciones demostraron el papel del colesterol en el mantenimiento de la integridad de la PBE.
Li y colegas reportaron niveles elevados de sulfato de colesterol-3 en pacientes con DA y lo identificaron como un contribuyente potencial a la ruptura de la barrera. Estudios recientes en queratinocitos epidérmicos humanos normales (QEHN) destacaron al colesterol-3-sulfato como un inductor de la expresión de la proteína de barrera cutánea profilagrina en los queratinocitos epidérmicos. En este estudio, 10 μM y 40 μM de sulfato de colesterol-3 disminuyeron el nivel de expresión de ARNm de profilagrina en 0.66 veces y 0.86 veces, de manera respectiva, en comparación con los controles, en las células de eliminación de RORα, respaldaron el papel del sulfato de colesterol-3 al inducir la expresión profilagrina por medio del aumento de la expresión de RORα. Sin embargo, estas observaciones no respaldaron el papel del sulfato de colesterol-3 como un disruptor efectivo de la barrera debido a que el aumento de la expresión de profilagrina y su conversión en proteína filagrina madura se asocian de manera normal con la integridad mantenida de la PBE. Aunque se encontró que los aumentos en el colesterol-3-sulfato en pacientes con DA se correlacionan con una mayor expresión de profilagrina, puede ser que la proteína profilagrina no madure a la proteína filagrina y, por lo tanto, se produce una violación de la barrera. El aumento de la expresión de colesterol-3-sulfato en la piel de pacientes con DA se correlacionó de forma positiva con la colonización por S. aureus, lo que aumenta aún más la gravedad del fenotipo de la DA.
Impacto de la composición de triglicéridos modificados en el desarrollo de la DA
La epidermis es un sitio activo de síntesis de triglicéridos, pero su papel en la homeostasis de la PBE está mal definido. La aciltransferasa del diacilglicerol (Dgat2) expresada en la epidermis tiene un papel crucial en la acilación del linoleoil CoA que contiene diacilglicerol (DAG) a TAG. Los ratones que carecen de Dgat2 mostraron un contenido reducido de forma notable de ácido linoleico que contiene TAG (en 0.97 veces) en comparación con controles y, por lo tanto, una síntesis reducida de acil-ceramidas en su piel, lo que lleva a una PBE interrumpida y muerte poco después del nacimiento. Otros estudios en modelos múridos también demostraron un papel adicional de los triglicéridos en la regulación de la proliferación epidérmica y la integridad de la barrera por medio del influjo controlado de calcio en los queratinocitos epidérmicos.
Radner y Fischer señalaron que las mutaciones en el gen que codifica la proteína ABHD5/CGI-58 se relacionan con la degradación de los triglicéridos en la piel humana, como se observa de forma común en pacientes con trastorno de almacenamiento de lípidos neutros. Otro gen que se relaciona de forma potencial con la alteración de los niveles de triglicéridos en la piel con DA es el que codifica la filagrina, dado el aumento general en el número de triglicéridos en pacientes con DA con aumento en la expresión de la filagrina. De forma más específica, Li y colegas reportaron que ciertos grupos de triglicéridos (46:1, 46:2, 48:1, 48:2, 50:1, 50:2, 50:3 y 56:2) se alteraron en pacientes con DA con colonización por S. aureus. Además, el aumento de la PTEA se asoció con niveles disminuidos de triglicéridos 46:2. Un estudio paralelo mostró un aumento en los niveles de triglicéridos en el grupo 52:2 por un cambio de 2.33 y una disminución en el grupo 52:5 por un cambio de 0.5 en la piel de los ratones que carecen del factor de transcripción CTIP1/BCL11A, que controla el metabolismo de los lípidos y las funciones de barrera. Por lo tanto, la acumulación de triglicéridos de cadena larga en el EC podría afectar las funciones de la barrera e influir en la patogénesis de la DA.
Conclusiones
Las estrategias para contrarrestar la DA son un área activa de investigación. Las opciones iniciales de tratamiento incluyeron la aplicación de emolientes y la administración de inmunosupresores y medicamentos antiinflamatorios, como los corticoesteroides. Sin embargo, no son específicos y tienen eficacia transitoria. La aplicación tópica de lípidos como estrategia de tratamiento podría ser una alternativa prometedora en la DA leve a moderada. Estos implican el uso de lípidos no fisiológicos, como vaselina y cera de abejas, o lípidos similares al conjunto intrínseco de lípidos presentes en los cuerpos lamelares. Sin embargo, sus mecanismos de acción aún son desconocidos. Otras estrategias terapéuticas incluyen el uso de anticuerpos anti-receptor IL-4/13 y anticuerpos anti-IL-13 para reducir la inflamación sistémica Th2 reportada en la DA grave. Se necesitan estudios adicionales que utilicen enfoques ‘ómicos para identificar nuevos genes candidatos potenciales que se asocien con el desarrollo de varios endotipos de DA. Abordar cómo las mutaciones de filagrina afectan el metabolismo de los lípidos epidérmicos o el papel del colesterol-3-sulfato en la alteración de la barrera, puede ayudar a conocer mejor los factores que rigen la patogénesis de la DA y permitir desarrollar mejores terapias contra esta enfermedad.

Review
Epidermal Lipids: Key Mediators of Atopic Dermatitis Pathogenesis


Centro regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL.
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz        Jefe y Profesor
Dra. med. Gabriela Galindo Rodríguez        Profesor
Dra. Gehnssy Karolina Rocha Silva              Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann                Profesor

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