INTRODUCCIÓN El síndrome respiratorio agudo grave debido al coronavirus 2 (SARS- CoV-2) con la variante Ómicron (B.1.1.529) es la variante circulante predominante en la pandemia de COVID-19. Un número grande de forma inusual de mutaciones, que incluyen ~30 en la proteína espiga, dio lugar a una mayor transmisibilidad, con resistencia parcial a la inmunidad natural e inducida por las vacunas, e incremento de las infecciones en pacientes ya vacunados. La variante Ómicron se dominó de forma inicial por el sublinaje BA.1 y, de forma reciente, se dominó por los sublinajes BA.2 y BA.2.12.1 que se relaciona de forma estrecha. Un cuarto sublinaje, BA.3, persiste raro de forma relativa, mientras que los sublinajes BA.4 y BA.5 más recientes, comparten secuencias espiga idénticas, se están convirtiendo en las variantes más dominantes en la pandemia. Estos sublinajes de Ómicron comparten un subconjunto de mutaciones espiga, pero de forma individual, también contienen mutaciones espiga únicas.
Un solo refuerzo de vacuna homóloga después de una serie primaria de las vacunas BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) o ARNm-1273 (Moderna) genera títulos altos de anticuerpos neutralizantes contra Ómicron; sin embargo, poco se sabe sobre la durabilidad de la respuesta y el impacto del refuerzo heterólogo de la vacuna. Como parte de un estudio en curso que evalúa vacunas de refuerzo homólogas y heterólogas, se evalúa la magnitud y la durabilidad a corto plazo de la actividad neutralizante contra Ómicron.