1. Introducción
La vacunación se convirtió en una estrategia importante para mitigar las tasas y la respuesta adversa de la infección por COVID-19. Varias vacunas aprobadas en diferentes regiones geográficas demostraron ser eficaces para reducir las tasas de infección y la enfermedad grave en estudios aleatorizados. Sin embargo, los estudios aleatorizados iniciales de las vacunas contra el SARS-CoV-2 excluyeron a los pacientes con comorbilidades, incluidas las enfermedades inflamatorias mediadas por el sistema inmunitario (EIMSI). Las EIMSI pueden asociarse con una disfunción inmunitaria relacionada con la enfermedad subyacente o el uso de fármacos inmunomoduladores. De forma inicial, hubo preocupaciones con respecto a un posible mayor riesgo de COVID-19 y peores resultados de COVID-19 en las EIMSI, lo que luego se refutó. También se reconoció que ciertos medicamentos tienen un impacto adverso clínico en los resultados de pacientes con EIMSI infectados con COVID-19.