Su tratamiento contempla un enfoque empático y multidisciplinario que incluye terapia cognitivo-conductual y medicación, al estar generalmente asociado a aspectos psicológicos, además de factores como la carencia de vitaminas y ácido fólico, entre otros.
El síndrome de la boca ardiente “está caracterizado por la continua y anormal sensación de punzada o quemazón en la boca, la alteración del gusto, sequedad bucal, anomalías en la mucosa bucal e intolerancia a las prótesis”, como así lo explica la dra. Pilar Muñoz, odontóloga del Hospital Vithas Medimar.