Introducción
La exposición a alérgenos animales es un factor de riesgo relevante en el desarrollo de sensibilización, y enfermedades alérgicas. Las alergias a los animales tienden a afectar a la población en general debido de manera principal a la gran cantidad de dueños de mascotas. El contacto con animales también representa un riesgo para la salud ocupacional. Tanto la prevalencia de enfermedades alérgicas como los niveles de alérgenos se investigaron bien para los trabajadores de animales de laboratorio que manipulan ratones y ratas, y los ganaderos. De forma interesante, aunque los veterinarios se encuentran entre los más expuestos a los alérgenos animales, sólo unos pocos estudios investigaron los síntomas alérgicos entre el personal veterinario. Por ejemplo, 40% de los veterinarios de California reportaron síntomas respiratorios y/o cutáneos relacionados con animales. Las causas más comunes reportadas de síntomas fueron gatos (26%), perros (19%), caballos (7%) y ganado (7%). En una encuesta canadiense, 39 % de los participantes del estudio desarrollaron alergias durante su carrera veterinaria, y los desencadenantes de alergias reportados con mayor frecuencia fueron el pelo y la caspa de los animales de compañía. En Alemania, la “Asociación Profesional para el Servicio de Salud y Asistencia Social” (BGW), una parte del Seguro Social Alemán de Accidentes proporciona un servicio obligatorio para todas las clínicas veterinarias con el fin de identificar los riesgos de salud más importantes para los veterinarios y su personal. De acuerdo con su base de datos, las reacciones alérgicas a los animales (síntomas respiratorios o dermatitis alérgica de contacto) representaron 23.8% de todas las enfermedades profesionales verificadas en este grupo.
Se desconocen en gran medida los niveles de exposición a los alérgenos animales en las clínicas veterinarias. Hasta el momento, sólo se publicó un estudio que examina la exposición a alérgenos en un hospital de animales de compañía. Por el contrario, existen numerosas publicaciones sobre las mediciones cuantitativas de diversos alérgenos animales [perro (Can f 1), gato (Fel d 1), ratón (Mus m 1), caballo (Equ c 1)] en hogares, escuelas y otros lugares públicos. En general, la exposición a alérgenos de animales ocurre en todo tipo de ambiente intramuros, incluso en lugares donde no residen animales. Además, existe una fuerte evidencia de que la ropa y el cabello humanos son los principales medios por los cuales se transfieren los alérgenos.
Las concentraciones de alérgenos varían de forma considerable entre diferentes ambientes y dependen de numerosos factores. Por ejemplo, además de la presencia de animales, las diferencias en las concentraciones de alérgenos se asocian con la cantidad de dueños de mascotas y factores relacionados con el edificio, como el tamaño y el tipo de habitación, el tipo de piso y mobiliario, la frecuencia de limpieza y el sistema de ventilación.
En la actualidad no hay datos disponibles sobre la exposición a alérgenos de cobayos, debido a la falta de ensayos de cuantificación. Se caracterizaron varios alérgenos de cobayos, donde Cav p 1 es el alérgeno principal. La exposición a alérgenos de conejo se realizó sólo una vez en sedimento de polvo de hogares y muestras en el aire de instalaciones para animales con un inmunoensayo para Ory c 1. Otro alérgeno principal del conejo, Ory c 3, relacionado de forma estructural con Fel d 1, se aisló y caracterizó por Hilger et al. De manera reciente, se desarrollaron nuevos ensayos para medir Cav p 1 y Ory c 3, que se utilizaron por primera vez en este estudio.
La exposición a componentes microbianos, como las endotoxinas (parte de la membrana externa de las bacterias Gramnegativas) y los β-(1,3)-glucanos (parte de las paredes celulares de los hongos) se considera riesgo potencial para la salud en el campo de la medicina veterinaria. La exposición de los criadores de animales a niveles elevados de estos agentes inflamatorios se asoció con efectos respiratorios alérgicos y no alérgicos, y se propone que induce efectos de salud similares entre los veterinarios. Se encontró que los niveles de endotoxinas eran bajos en las clínicas veterinarias para animales de compañía. Aún no se investigaron los niveles de β-(1,3)- glucano.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue caracterizar los niveles de exposición a los principales alérgenos de mamíferos (Can f 1, Fel d 1, Ory c 3, Cav p 1, Equ c 1, Bos d 2), alérgenos de ácaros domésticos (APD), endotoxina y β-(1,3)-glucano en clínicas veterinarias de animales pequeños. Además, estos agentes biológicos también se midieron en los hogares de los empleados de la clínica para comparar el entorno del hogar y el trabajo.
Métodos
Diseño del estudio
El estudio se realizó en 36 clínicas de animales pequeños en Renania del Norte-Westfalia, Alemania, y en 101 de los hogares de sus empleados desde octubre de 2017 hasta febrero de 2019. El muestreo de polvo y la documentación del muestreo (es decir, la duración, la posición y la altura del equipo de muestreo, el tamaño de la sala, ventilación de las habitaciones) se realizaron en las clínicas por un trabajador profesional de campo, que trató de incluir todas las habitaciones disponibles durante el muestreo. Las habitaciones (n = 304) se agruparon en 11 categorías: recepción/sala de espera, sala de examen, sala de rayos X/ultrasonido, quirófano, sala de preparación quirúrgica, sala de hospitalización, farmacia/laboratorio, almacén/sala de servicio, sala de descanso, oficina, vestidor. Se utilizaron cuestionarios cortos para recopilar información sobre las características de la clínica (ubicación, tamaño, número de habitaciones, número de empleados, horario de apertura), tipo y porcentaje de animales tratados, y tipo y frecuencia de las medidas de limpieza. Las muestras de polvo se recolectaron en casa por los participantes del estudio, quienes recibieron instrucciones detalladas sobre cómo usar colectores electrostáticos de polvo (CEP) en las habitaciones que más ocupaban. Luego se les pidió que completaran un cuestionario que abordaba las características del muestreo, así como información sobre la presencia de mascotas (gato, perro, conejo, cobayo, hámster) en el hogar y cualquier contacto directo con los animales durante las actividades de ocio.
Este estudio fue parte del proyecto AllergoMed que se aprobó por el Comité de Ética de la Universidad Ruhr de Bochum en Alemania (número de registro: 17-6022). La participación en el proyecto fue voluntaria y todos los participantes firmaron un consentimiento informado antes de participar en el estudio.
Muestreo de polvo
El muestreo de polvo se realizó con CEP que consisten en una carpeta de polipropileno con dos paños para atrapar el polvo (TechmedTextil-Service-GmbH, Dipperz, Alemania), cada uno con un área de exposición de superficie de 0.0209 m2. Las telas se liberaron de pirógenos al calentarlas durante 4 horas a 200°C. En la mayoría de los casos, los CEP se dejaron en posición horizontal a una altura media de 1.9 m (rango: 1 a 2.6 m) sobre el piso durante el tiempo recomendado de 14 días (rango: 7 a 36 días) para recolectar la sedimentación de polvo en el aire. Después del período de muestreo, los CEP se cerraron, se colocaron de forma individual en bolsas Ziploc y se enviaron al laboratorio por correo regular en un sobre con la dirección postal. Una vez recibido, se retiró un paño de cada CEP de la carpeta debajo de un banco de trabajo estéril, se transfirió a vasos de precipitados de 150 ml esterilizados en autoclave y se almacenaron a 4 °C hasta la extracción de la endotoxina. La segunda tela se congeló en la carpeta de polipropileno, se colocó en una bolsa Ziploc durante la noche a -20 °C para eliminar la proliferación de ácaros en la tela y luego se almacenó a temperatura ambiente hasta la extracción de alérgenos y β-(1,3)-glucano.
Extracción
Los alérgenos y los β-glucanos se extrajeron de forma secuencial de las telas en 15 ml de solución salina amortiguada por fosfatos (PBS), pH 7.4 con 0-05% Tween 20 (PBST, solución salina amortiguada por fosfatos con detergente) mediante rotación durante 1 hora a temperatura ambiente. Después de retirar las telas, los extractos se centrifugaron a 3000 g durante 15 min. Los sobrenadantes se almacenaron en alícuotas a -80 °C hasta el análisis de alérgenos. Para el análisis de β-(1,3)-glucano, los sedimentos se resuspendieron con 2 ml del sobrenadante y se esterilizaron en autoclave a 121 °C y 1 bar durante 20 min. Estas resuspensiones esterilizadas en autoclave se centrifugaron a 3000 g durante 15 min y se almacenaron en alícuotas a -80 °C.
La endotoxina se extrajo del segundo paño CEP en 20 ml de agua libre de pirógenos (Aqua ad iniectabilia, DeltaSelect, Reutlingen, Alemania) mediante agitación (160 sacudidas min-1) durante 1 h a temperatura ambiente. Los extractos se transfirieron a tubos libres de pirógenos y se centrifugaron a 1000 g durante 10 min. Los sobrenadantes se almacenaron en alícuotas a -80°C hasta su análisis.
Cuantificación de alérgenos, endotoxinas y β- (1,3)-glucano
Los niveles de alérgenos de Fel d 1, Can f 1 y Bos d 2 se determinaron con anticuerpos monoclonales y estándares de calibración adquiridos de Indoor Biotechnologies Inc. (Charlottesville, VA, EE. UU.) de acuerdo con los protocolos descritos con anterioridad para perros y gatos y para el ganado. Las concentraciones de Equ c 1 se cuantificaron con un inmunoensayo basado en anticuerpos policlonales y Equ c 1 purificado de forma natural como estándar. Para mejorar la sensibilidad del ensayo, el sustrato cromogénico ABST [2,2′-azino-bis (ácido 3- etilbenzotiazolina-6-sulfónico)] se intercambió con el sustrato fluorogénico QuantaBlu. Un inmunoensayo sensible basado en anticuerpos policlonales contra extracto de Dermatophagoides farinae se utilizó para estimar los niveles de ácaros domésticos. Debido a la fuerte reactividad cruzada, este ensayo detecta alérgenos de varias especies de ácaros del polvo doméstico y de almacenamiento. Las mediciones de β-(1,3)-glucano se realizaron como se describió de forma previa. La endotoxina se determinó con un ensayo de lisado de amebocitos del Limulus (LAL) en su variante cromogénica cinética, de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
Para la detección de Ory c 3 y Cav p 1, se aplicaron inmunoensayos enzimáticos desarrollados de manera reciente. La producción de proteínas recombinantes y anticuerpos policlonales (pAb) se describe en el material suplementario proporcionada en línea. En forma breve, se recubrieron placas de microtitulación de 384 pocillos (Nunc MaxiSorp, ThermoFischer Scientific, Waltham, Massachusetts) con pAb anti-Ory c 3 o anti-Cav p 1 purificado a 0.5 µg ml-1 en PBS (50 µl pocillo-1) durante la noche a 4°C, seguido de un paso de bloqueo con albúmina de suero bovino al 3% en PBST (100 µl pocillo−1). Las muestras de polvo se añadieron por duplicado a las microplacas (sin diluir y diluidas a la mitad en PBS). Las curvas estándar se establecieron con un Ory c 3 nativo purificado de pelo de conejo con concentraciones que oscilan entre 0.01 y 50 ng ml-1, o una mezcla de isoalérgenos rCav p 1 (0.001 a 50 ng ml-1) en 50 µl pocillo-1. Los alérgenos unidos se cuantificaron con pAb anti-Ory c 3 o anti-Cav p 1 biotinilado diluido 1/2000 en tampón de bloqueo (50 µl pocillo-1) seguido de incubación con estreptavidina marcada con peroxidasa de rábano picante diluida 1/20 000 en tampón de bloqueo. Todas las incubaciones se llevaron a cabo durante al menos 1 h a temperatura ambiente mientras se agitaba, seguido de tres lavados con PBST entre pasos sucesivos. Los ensayos se desarrollaron con QuantaBlu.
Los valores por debajo del límite inferior de detección (LID) se reemplazaron por 2/3 LID. Todos los valores por encima del LID se dividieron por el número de días de muestreo y se multiplicaron por 14 para ajustar los valores a la duración recomendada del muestreo de polvo de dos semanas. Esto se hizo porque los niveles de alérgenos aumentan de manera proporcional con el tiempo de implementación durante un período de 4 semanas. Todos los valores se calcularon luego como ng m-2 o μE m-2 (microeinsteins). Los LID para las muestras de los CEP fueron 5.7 ng m-2 para Cav p 1, 7.2 ng m-2 para Fel d 1, Can f 1 y Equ c 1, 14.4 ng m-2 para Bos d 2, 16.5 ng m-2 para Ory c 3, 35.9 ng m-2 para DM, y 95.7 ng m-2 para β-(1,3)-glucano.
Análisis estadístico
Las concentraciones de todos los analitos se transformaron de forma logarítmica y se analizaron con modelos de niveles múltiples con la muestra como unidad de nivel uno y la práctica como unidad de nivel dos para determinar (i) las diferencias entre los entornos del hogar y la clínica, (ii) las diferencias entre las habitaciones con y sin animales, y (iii) factores influyentes en los niveles de exposición dentro de las clínicas. Para este último, las variables independientes en los modelos fueron: tipo de habitación, ventilación de la habitación (por ventana), frecuencia de limpieza (limpiar, barrer, pasar la aspiradora), horario de apertura, volumen de la habitación y área por empleado. Además, para cada modelo se calculó el coeficiente de correlación intraclase condicional (CCI), que es una medida del grado de homogeneidad dentro del grupo o heterogeneidad entre grupos después de controlar las variables contextuales. El CCI se aproxima a uno cuando la variación entre las clínicas es muy grande en relación con la variación dentro de la sala, lo que indica que las muestras recolectadas de una clínica son similares. Por el contrario, el CCI se acerca a cero cuando la agrupación de muestras por clínica no transmite información adicional. Cada analito se analizó en un modelo separado. Los análisis estadísticos se realizaron con SAS, versión 9.4 (Instituto SAS, Inc. Cary, NC). Si alguno de los niveles de exposición estaba por debajo del límite de detección, se estimaban los modelos multinivel con variable dependiente censurada como se describió con anterioridad y calculado con el programa R (Equipo central R, 2015). Las estadísticas descriptivas y los gráficos se realizaron con GraphPad Prism versión 8.4.3 (GraphPad Software, Inc., La Jolla, CA).
Resultados
Niveles de exposición en consultorios y hogares
Las características de las clínicas veterinarias y los hogares de sus empleados se observan en la tabla 1. En las clínicas se detectó Can f 1 en todas, Fel d 1 en 99.7%, Ory c 3 en 81.6%, Cav p 1 en 82.9% y alérgenos del APD en 64.8% de las muestras. Aunque los caballos y bovinos no se buscaron en las clínicas, se encontró Equ c 1 en 87.5% y Bos d 2 en 22% de las muestras. En los hogares, 92.1% de las muestras contenían alérgenos Can f 1, 79.2% Fel d 1, 18.8% Ory c 3, 50.5% Cav p 1 y 88.1% APD. Además, Equ c 1 se encontró en 82.2% y Bos d 2 en 20.8% de las muestras. Todas las muestras estaban por encima del límite de detección de endotoxina y β-(1,3)-glucano.
Para clasificar los niveles de exposición de alérgenos y endotoxinas en las clínicas, se compararon las concentraciones con las de los hogares de los empleados (Tabla 2), que se agruparon según la presencia del animal específico, o la presencia de mascotas para APD y endotoxina. En el caso de Equ c 1 y Bos d 2, los hogares se clasificaron según si los empleados tenían contacto con caballos o ganado durante su tiempo libre. En general, las concentraciones de analitos variaron de forma amplia (hasta tres órdenes de magnitud). Los niveles de alérgenos de los animales tratados en las clínicas (Can f 1, Feld 1, Ory c 3, Cav p 1) fueron más altos de manera significativa (hasta 30 veces) en las clínicas en comparación con los hogares donde los animales no estaban presentes, pero más bajos de manera significativa (excepto Ory c 3) en comparación con los hogares con los respectivos animales. Aunque no de forma significativa, los niveles de Ory c 3 fueron más altos en los hogares con conejos en comparación con los niveles medidos en las clínicas. Se observó una tendencia similar para Equ c 1 en comparación con las clínicas, se encontraron niveles de Equ c 1 11 veces más altos en las casas de los empleados que estuvieron en contacto con caballos fuera del trabajo. Por el contrario, los empleados que no tenían contacto con los caballos fuera del trabajo exhibieron niveles medios de Equ c 1, 6 veces más bajos en comparación con los de las clínicas. Los niveles de APD en las clínicas fueron más bajos de manera significativa que en los hogares con y sin mascotas. Además, los niveles de endotoxinas no difirieron entre los consultorios y los hogares con mascotas, y fueron dos veces más altos en los consultorios que en los hogares sin mascotas, aunque no fueron significativos.
Niveles de exposición en clínicas clasificados por tipo de habitación
Las concentraciones de todos los alérgenos, endotoxinas y β-(1,3)-glucano se clasificaron según el tipo de habitación (Tabla 3), y se clasificaron como habitaciones con o sin animales (Figura 1). No se proporciona una descripción detallada de los resultados de Bos d 2 debido al gran porcentaje de muestras por debajo del LID y a las concentraciones muy bajas en comparación con los otros alérgenos (máximo 128 ng m-2). Los niveles de todos los analitos, excepto el β-(1,3)-glucano, fueron más altos de forma significativa en las habitaciones con animales en comparación con las que no los tenían, pero estas diferencias fueron pequeñas. Por ejemplo, las concentraciones de Can f 1, Fel d 1 y Cav p 1 solo diferían 2.5 veces de manera aproximada. De todos los alérgenos, los niveles más altos se encontraron para Can f 1 seguido de Fel d 1, y los más bajos para alérgenos del APD. Los valores de Can f 1 fueron en promedio dos veces más altos que Fel d 1 y 6 veces más altos que Cav p 1. También se encontraron diferencias entre los tipos de habitaciones individuales siguiendo un patrón similar para todos los determinantes, excepto Ory c 3 y Equ c 1. En las habitaciones ocupadas por animales, las concentraciones más altas de alérgenos se encontraron en la sala de exploración y las más bajas en el quirófano. Por el contrario, las concentraciones más altas de Ory c 3 y Equ c 1 se midieron en la sala de hospitalización y la recepción/área de espera, de manera respectiva. Los vestuarios tenían los niveles más altos de alérgenos, endotoxinas y β-(1,3)-glucano entre aquellos donde no había animales presentes. De forma interesante, los niveles de Equ c 1 fueron mucho más altos en los vestuarios que en las habitaciones con animales (Tabla 3).
Influencias en los niveles de exposición en las clínicas
En las concentraciones de analitos en las clínicas influyó de forma significativa el tipo de sala en los modelos multinivel (Tabla 4), lo que confirma los resultados del análisis descriptivo. En general, la sala de examen tenía concentraciones más altas de manera significativa que la mayoría de los otros tipos de salas. Equ c 1 fue el único alérgeno en el que la concentración en la sala de examen fue menor de manera significativa en comparación con el vestuario. El segundo factor que influyó fuerte y de forma significativa en los niveles de exposición fue el área por empleado. Cuanto más espacio disponible por empleado, menor será la exposición a alérgenos y β-(1,3)-glucano. Sin embargo, este efecto no fue significativo para la endotoxina y Cav p 1. La ventilación menos frecuente condujo a una concentración reducida de analito, que sólo fue significativa para Fel d 1, endotoxina y β- (1,3)-glucano. Las medidas de limpieza, los horarios de apertura y el volumen de la sala no influyeron en las concentraciones de analitos, a excepción de los alérgenos del APD. En particular, aumentar el volumen de la habitación se asoció con niveles reducidos de alérgenos del APD. El valor más alto de CCI condicional se logró para Equ c 1 (0.76), lo que indica que alrededor de 76 % de la variación total en la medida de resultado se debió a variaciones entre clínicas. Sin embargo, ninguna clínica específica tuvo una influencia en las concentraciones de alérgenos del APD (CCI = 0.001).
Discusión
Éste es el primer estudio que compara los niveles de exposición a alérgenos de animales con pelaje y agentes microbianos seleccionados entre el lugar de trabajo y los hogares de los empleados de clínicas veterinarias alemanas. Aunque el muestreo activo de polvo en el aire mediante bombas es el estándar de oro para evaluar la exposición ocupacional, se seleccionaron CEP para el muestreo de polvo por varias razones. Los ruidos fuertes de las bombas pueden aumentar el nerviosismo en los animales, e incrementar así el riesgo de lesiones al personal. Cerca de 66% de todos los accidentes reportados en las clínicas veterinarias se deben a rasguños, mordeduras o patadas de animales. Además, el uso de bombas es costoso, requiere personal capacitado para recargar y calibrar, y debido al tiempo corto de muestreo (2 a 8 h), aumenta la probabilidad de obtener muestras con concentraciones de alérgenos por debajo del LID. Además, la recolección pasiva de polvo con CEP demostró ser un método adecuado y práctico en otros estudios, en especial si las mediciones comparativas de la exposición se realizan en los hogares, que depende de los participantes del estudio que no están capacitados en técnicas de medición de la exposición.
Niveles de exposición en consultorios y hogares
Perros y gatos
Más de 80% de los animales tratados en las consultas veterinarias eran perros y gatos. En consecuencia, Can f 1 y Fel d 1 se encontraron en todas las muestras excepto en una de todas las clínicas. Las muestras de los hogares de los empleados con perros o gatos también fueron positivas para Can f 1 y Fel d 1, de manera respectiva. El porcentaje de propiedad de perros (52 %) y gatos (38 %) en este estudio fue mucho mayor que la propiedad promedio (perros 19 %; gatos 23 %) en Alemania. Además, también hubo un porcentaje muy alto de muestras positivas en hogares sin perros (84%) o gatos (66%). En comparación, la tasa de positividad en hogares de niños y personal de guarderías fue sólo 39% (Can f 1—hogares sin perro) y 27% (Fel d 1—hogares sin gato). Se encontró que los niveles de alérgenos eran de manera aproximada 40 veces (Can f 1) y 100 veces (Fel d 1) más altos en hogares con mascotas que en hogares sin mascotas, lo que concuerda con estudios anteriores que examinaron alérgenos de perros y gatos en depósitos de polvo de pisos o colchones. Los valores de Can f 1 y Fel d 1 también se reportaron elevados en los hogares de los empleados de la clínica con y sin gatos/perros en comparación con los hogares de aquellos que no se exponían de forma ocupacional a los animales. Los niveles más altos en este estudio pueden deberse a (i) la transferencia de alérgenos de la clínica a los hogares por medio de la ropa y el cabello, (ii) una mayor cantidad de animales (hasta seis gatos o perros) en el hogar y (iii) más contacto frecuente e intensivo entre los participantes del estudio y otros dueños de mascotas o mascotas fuera de su hogar. En la clínica, los niveles de Can f 1 fueron cerca del doble de los valores de Fel d 1 (809 frente a 440 ng m-2), aunque se examinaron porcentajes similares de perros y gatos (media: 40% para gatos y 44% para perros). Una de las razones es que los perros pueden liberar más alérgenos debido a su mayor masa corporal promedio. Se informaron con anterioridad niveles similares de Can f 1 (720 ng m-2), pero menor Fel d 1 (56 ng m-2) en un hospital de animales de compañía con CEP; sin embargo, los gatos representaron sólo 15% de los animales tratados en este estudio. Aunque las concentraciones de 1 µg g-1 para Fel d 1 y 2 µg g-1 para Can f 1 se asociaron con sensibilización alérgica y 8 µg g-1 para Fel d 1 y 10 µg g-1 con síntomas de asma en personas sensibilizadas, estos umbrales no se establecieron hasta el momento. De todos modos, no se sugieron tales niveles de riesgo para muestras en el aire. Sin embargo, se demostró que se indujeron síntomas respiratorios en individuos sensibilizados con una exposición breve a niveles de Feld 1 en el aire que se encontraron en muchos hogares con gatos y de forma ocasional en hogares sin gatos. Para muestras de CEP, Sander et al definieron niveles de exposición que predijeron la presencia de perros (≥75 ng m-2 para Can f 1) y gatos (≥46 ng m-2 para Fel d 1) en viviendas. En este estudio, 280 de 304 salas de clínica tenían concentraciones que excedían ambos valores, lo que indica un riesgo probable para la salud del personal veterinario.
Conejos y cobayos
Éste es el primer estudio que mide alérgenos de conejos (Ory c 3) y cobayos (Cav p 1) con inmunoensayos desarrollados de manera reciente. Ambos se examinaron en 35 o 34 de las 36 clínicas investigadas y representaron 9 y 6% de todas las especies tratadas, de manera respectiva. En consecuencia, el porcentaje de muestras positivas en las clínicas y la media de niveles de alérgenos para ambas especies fuero más bajos en comparación con los gatos y los perros. El nivel medio de Cav p 1 (93 ng m-2) fue tres veces menor que el nivel de Ory c 3 (282 ng m-2), lo que puede relacionarse con la menor superficie de los cobayos en comparación con los conejos. Según una encuesta (7000 hogares) de la Asociación Central de Empresas Especializadas en Zoología, aproximadamente 5% de los hogares en Alemania tiene un animal pequeño (excepto gatos y perros). Entre los empleados de la clínica, el porcentaje de propiedad de animales pequeños (conejo, cobayo y hámster) era casi el doble (media de 9%). En todos los hogares con conejos o cobayos se podrían detectar alérgenos de las respectivas especies; mientras que el nivel medio de alérgenos estuvo por debajo del LID en los hogares sin ellos. Al igual que en este estudio, se encontró otro alérgeno Ory c 1 en el polvo de todos los hogares con conejos y no fue detectable en las viviendas de control.
Caballo
El altísimo porcentaje de muestras positivas de Equ c 1 en consultorios y hogares (más de 70%) fue sorprendente. La posibilidad de que en este ensayo Equ c 1 tenga una reacción cruzada con los alérgenos de perros y gatos relacionados en estructura, Fel d 4 y Can f 6 se excluyó al analizar Fel d 4 y Can f 6 recombinantes, así como preparaciones de alérgenos para perros y gatos (datos no mostrados). El reconocimiento específico de Equ c 1 también se respaldó al mostrar que los hogares de los empleados en contacto con caballos tenían valores de Equ c 1 más altos de forma considerable (70 veces) en comparación con aquellos que no lo tenían. Esto indica de manera clara que los alérgenos se pueden propagar más fácil a entornos no animales debido a la transferencia pasiva por medio de la ropa o el cabello. En comparación con los niveles de alérgenos en hogares con mascotas (1416 ng m-2 para Can f 1; 1617 ng m-2 para Fel d 1), el valor Equ c 1 alto de manera relativa (877 ng m-2) que se encuentra en los hogares de los empleados en contacto con los caballos indica que el tamaño del animal influye en la cantidad de alérgeno transferido.
Ácaro del polvo doméstico
Los niveles de alérgenos del APD fueron 2-3 veces más bajos en las clínicas que en los hogares, con o sin mascotas. Una razón puede ser una mayor frecuencia de limpieza en las clínicas en comparación con los hogares, y la ausencia de muebles tapizados, camas y alfombras‒los hábitats intramuros más importantes de ácaros‒y, por lo tanto, un reservorio para los alérgenos de los ácaros. El nivel de alérgenos del APD en las clínicas (mediana de 60 ng m−2/2 semanas) también fue mucho más bajo que los niveles medidos en las escuelas holandesas (media geométrica 133.5 ng m-2/semana) o guarderías alemanas (mediana 364 ng m-2/2 semanas) con los mismos métodos de muestreo y cuantificación. No se observaron diferencias significativas en los niveles de APD entre hogares con y sin mascotas (P = 0.255), lo que es consistente con otros estudios que muestran que la presencia de mascotas en los hogares no tiene un efecto significativo sobre los niveles de alérgenos de APD en CEP. Por el contrario, las habitaciones ocupadas por animales en las clínicas tenían niveles de alérgenos de APD más altos de forma significativa que los que no los tenían, es probable que sea debido al mayor uso y, por lo tanto, a una mayor alteración del aire en estas habitaciones. En condiciones tranquilas, las concentraciones de alérgenos de ácaros en el aire son en su mayoría indetectables.
Exposición a endotoxinas y β-(1,3)-glucano
En general, la comparación directa de los niveles de endotoxina y β-(1,3)-glucano entre diferentes estudios a menudo se obstaculiza por diferencias metodológicas. La medición de ambos agentes microbianos se puede realizar con varios ensayos cuantitativos (de diferentes fabricantes o laboratorios) que producen diferentes valores nominales que no siempre se correlacionan. Además, el procedimiento de extracción y el almacenamiento posterior pueden influir en los resultados. Por ejemplo, la actividad de endotoxinas en las muestras congeladas fue menor de manera significativa que en las muestras frescas, y la adición del detergente Tween 20 al medio de extracción generó valores más altos de endotoxinas de forma significativa. Por lo tanto, las comparaciones de los niveles de endotoxinas sólo son apropiadas dentro de un estudio. En este estudio, los niveles de endotoxinas fueron un poco más bajos en las clínicas que en los hogares con mascotas y el doble que en los hogares sin mascotas. Se obtuvo diferencia significativa entre casas con y sin mascotas (P = 0.005). Esto es consistente con otros estudios que informan que las mascotas (perros o gatos) contribuyen de forma significativa a elevar los niveles de endotoxinas en los hogares. Esto también se ve en las clínicas, donde las habitaciones ocupadas por animales tenían niveles más altos de endotoxinas de manera significativa que las habitaciones sin animales (161 versus 100 UE m-2). En el hospital de animales de compañía, los niveles más altos de exposición a endotoxinas se midieron en áreas con contacto cercano con animales.
Influencias en los niveles de exposición dentro de las clínicas
El tipo de habitación influyó de manera significativa en los niveles de exposición en las clínicas. La mayoría de los analitos investigados se distribuyeron de manera similar a lo largo de las clínicas, con las concentraciones más altas en las salas de examen y las más bajas en los quirófanos. Las salas de exploración tienden a utilizarse con más frecuencia y durante períodos más prolongados en comparación con otras salas con animales. Además, el estrés del examen puede resultar en animales más activos. Por el contrario, en los quirófanos, los animales suelen estar sedados y estas áreas se limpian y desinfectan con regularidad. De acuerdo con los resultados de este artículo, un estudio holandés también encontró los niveles más bajos de Can f 1 y Fel d 1 en la sala de operaciones. Sin embargo, los niveles de Can f 1 fueron más bajos en la sala de examen que en la sala de espera o de ultrasonido. En las habitaciones sin animales, los vestuarios tenían los niveles más altos de alérgenos y endotoxinas, lo que respalda la hipótesis de que la ropa es un importante portador de alérgenos. Para Equ c 1, la ruta principal de transferencia de alérgenos a las clínicas puede ser por medio de la ropa que usan los empleados que tuvieron contacto con caballos. Los dueños de mascotas que montan a caballo también pueden traer alérgenos a la clínica, lo que explica los niveles más altos de Equ c 1 en la sala de espera en comparación con la sala de examen. También se descubrieron niveles altos de forma significativa de alérgenos de pelo de vaca en los vestuarios de los ganaderos debido a la transferencia de alérgenos desde los establos. Además del tipo de habitación, en la exposición influyó de manera fuerte el área por empleado. Los niveles de alérgenos y β-(1,3)-glucano disminuyeron con una menor ocupación, lo que puede deberse a una menor turbulencia de aire y polvo. Esto se respaldó por niveles más altos de alérgenos medidos en las salas de descanso (utilizadas por todos los empleados) en comparación con las oficinas individuales (utilizadas de forma principal por una sola persona). La ventilación más frecuente (por ventana) no redujo los niveles de exposición. De hecho, se observó una exposición un poco menor en habitaciones que nunca se ventilaron, aunque la diferencia fue significativa sólo para Fel d 1, endotoxina y β-(1,3)-glucano. Esto también puede explicarse por una menor turbulencia de polvo en habitaciones no ventiladas. Al final, las medidas de limpieza más frecuentes no influyeron en los niveles de exposición.
Conclusiones
Los datos de este artículo demostraron que se producen exposiciones altas a alérgenos animales en ciertas áreas de las clínicas veterinarias, mientras que los niveles de alérgenos de ácaros eran bajos. Aunque las concentraciones de alérgenos animales en las clínicas veterinarias fueron más bajas que en los hogares con los animales correspondientes, no se puede excluir que tales niveles sean suficientes para causar síntomas en pacientes alérgicos. Una opción clínica para reducir los niveles de alérgenos podría ser el uso de sistemas de filtración de aire o purificadores de aire portátiles con filtros HEPA. Para evitar la transferencia de alérgenos del lugar de trabajo al hogar y viceversa, sería importante evitar en la medida de lo posible la contaminación de la ropa.
Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y profesor
Dra. Hilda Hernández Sánchez Profesor
Dra. Janet Segura Guardián Residente 1er año
Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor
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