El 37% de la población puertorriqueña en Estados Unidos padece esta peligrosa condición respiratoria, de acuerdo con un estudio publicado en 2016. La magnitud de este dato apunta a un impacto negativo en la calidad de vida individual y colectiva, así como en la productividad.
Es importante conocer los detonantes de esta condición crónica, que generalmente comienza a temprana edad e impacta en mayor proporción a los niños. Los esfuerzos para la búsqueda de una cura son igualmente fundamentales.
En ese sentido, consideramos muy pertinente la investigación sobre las causas del asma en la niñez puertorriqueña que se ha propuesto llevar a cabo un grupo de experimentados médicos, científicos y académicos del más alto calibre de la isla y varios estados de Estados Unidos.
El “Puerto Rican Infant Metagenomic and Epidemiology Study of Respiratory Outcomes” es una iniciativa muy necesaria en vista de la extensión de esta enfermedad respiratoria que ataca a uno de cada siete niños en Puerto Rico. Menores con entornos familiares que tienen ingresos de menos de $15,000 al año tienen mayor prevalencia de asma.
Los progresos en la identificación de las causas del asma pueden guiar con mayor asertividad otras investigaciones científicas. Son esenciales también para la formulación de la política pública para la prevención y el tratamiento. El objetivo a largo plazo debe ser contribuir a elevar el nivel de la salud pública.
Sin soluciones científicas, el asma seguirá afectando las actividades cotidianas de los pacientes, con el riesgo de que sufran ataques o hasta la muerte. Además, el impacto del padecimiento sobre los sistemas de salud y las economías familiares continuará siendo muy alto.
Un estudio de 2012 determinó que la mortalidad a consecuencia del asma registrada entre los puertorriqueños en Estados Unidos fue de 4.4%, un porcentaje superior al de otros grupos con alta incidencia, como los afroamericanos y mexicoamericanos. El estudio propuesto deberá arrojar luz sobre estas disparidades, como, por ejemplo, la mayor predisposición de puertorriqueños y afroamericanos a padecer la condición, en comparación con otras razas y etnias. Hay también mayor probabilidad de muerte por causas vinculadas a la condición entre los niños afroamericanos e hispanos, según el Asma National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI). Identificar los factores genéticos, sociales y ambientales de riesgo para el desarrollo y la prevalencia del asma contribuirá a explicar estas disparidades.
Hay que felicitar al doctor José Rodríguez Santana y al equipo de biólogos y tecnólogos médicos del Centro de Neumonología Pediátrica del HIMA San Pablo, y al doctor Esteban G. Burchard, de la Universidad de California en San Francisco por la iniciativa de llevar a cabo la investigación. Ello muestra su compromiso y el de las instituciones de educación superior con la salud pública.
El estudio comenzará con el próximo reclutamiento de 3,000 embarazadas. Tras el alumbramiento se estudiará a sus bebés durante cinco años. Los análisis de biología molecular y de epidemiología se realizarán en universidades en Denver, Colorado, y California. Una subvención de $10 millones por parte de los Institutos Nacionales de la Salud financiará la investigación.
El sólido respaldo científico y económico muestra el alto grado de profesionalismo, compromiso y preparación que ha reunido el equipo investigador y las expectativas que su propuesta ha despertado.
La investigación colaborativa será una pieza clave en el esfuerzo por erradicar el asma, lo que requerirá educación, cuidados médicos, eliminación de los factores desencadenantes de la enfermedad y modificación de conductas asociadas a la alta incidencia. Los conocimientos que surjan sobre el asma entre puertorriqueños tienen el potencial de influenciar a millones de seres que sufren una condición crónica muy peligrosa.
Fuente: https://www.elnuevodia.com/
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