miércoles, 19 de diciembre de 2018

Reacciones de hipersensibilidad a medicamentos antiepilépticos en niños. Aspectos epidemiológicos, patogénicos, clínicos y diagnósticos


La epilepsia es uno de los principales problemas neurológicos que enfrentan los países en desarrollo y desarrollados. Cincuenta millones de personas tienen epilepsia a nivel mundial, de los cuales 20% son niños, y afecta a un estimado de 10.5 millones de niños menores de 15 años. La mayor tasa de alteraciones del sistema nervioso se debe a causas hereditarias, infecciosas e hipóxicas, este problema es más pronunciado en los países en desarrollo, donde es responsable de 80% de los 3.5 millones de casos nuevos que se identifican cada año. El tratamiento óptimo de la epilepsia requiere el reconocimiento adecuado del tipo de convulsiones, seleccionar el medicamento antiepiléptico (AE) más apropiado y su posología puede mejorar mucho la seguridad y la tolerabilidad.

Los AE se clasifican como aromáticos si su estructura química contiene al menos 1 anillo aromático, como la fenitoína (PHT), el fenobarbital (PB), la carbamazepina (CBZ), la oxcarbazepina (OXC), la lamotrigina (LTG), el felbamato (FBM), la zonisamida y la primidona (Figura 1). Todos los demás AE como el ácido valproico (VPA), la etosuximida, la gabapentina (GBP), el levetiracetam (LEV), la pregabalina, el topiramato (TPM), el clobazam (CLB) y el vigabatrin (VGB) se clasifican como AE no aromáticos. Los AE convencionales como PHT, PB, CBZ, y VPA todavía se utilizan de manera común en todos los grupos de edad debido a su eficacia y costo bajo, a pesar de su potencial alto de toxicidad e hipersensibilidad. Aunque los nuevos AE se prescriben cada vez más en los niños debido a su presunto perfil de toxicidad baja, la vigilancia de las reacciones adversas es muy recomendable, ya que la seguridad de estos medicamentos no se estableció a largo plazo. Los índices de prescripción de AE y los patrones de elección de AE en niños y adolescentes muestran variaciones sustanciales entre países y las tendencias cambiaron a lo largo de los años. La prevalencia del uso de AE en la población pediátrica varía entre 2.1 y 4.11 por 1000 niños en la última década.
En esta revisión, se reunieron todos los elementos relevantes e importantes sobre los aspectos epidemiológicos, patogénicos, clínicos, así como diagnósticos y del tratamiento de las reacciones de hipersensibilidad a AE en niños epilépticos, quienes presentan un grupo global de millones de casos nuevos identificados cada año. Se realizó una búsqueda en PubMed con el fin de identificar estudios publicados en el idioma inglés entre enero de 1990 y diciembre de 2017 que reportaron sobre la hipersensibilidad relacionada con AE o reacciones idiosincrásicas que ocurren en niños.
EPIDEMIOLOGÍA
Las reacciones adversas a los medicamentos (RAM) son comunes, experimentadas por aproximadamente un tercio a más de la mitad de los adultos y niños que reciben un tratamiento AE. Aunque los AE se encuentran entre las causas más frecuentes de RAM en niños, estas reacciones son a menudo leves y tolerables. Sin embargo, también pueden ocurrir reacciones más graves, en ocasiones fatales.
La mayoría de los estudios epidemiológicos y clínicos sobre las RAM para los AE carecen de una descripción clara y diferenciación entre las reacciones del tipo A (predecible, dependiente de la dosis, y con asociación farmacológica) y las reacciones de tipo B (impredecible, no dependiente de la dosis e idiosincrásica), que en su mayoría incluyen las reacciones de hipersensibilidad a medicamentos (RHM). Las RHM con un mecanismo inmunológico de forma clara (en su mayoría mediadas por IgE o células T, o rara vez por anticuerpos IgG o reacciones mediadas por complejos inmunes) se conocen como alergia a medicamentos. En la literatura relevante sobre los AE, las RHM referidas como reacciones “idiosincrásicas” o “reacciones adversas cutáneas”, y los estudios exclusivos de pediatría son raros. Además, muchas de las reacciones catalogadas como de hipersensibilidad o idiosincrásicas no se confirman en realidad debido a que no hay pruebas objetivas in vivo o in vitro estandarizadas.
Aunque las RHM sólo representan de 10% a 30% de todas las RAM en general, son una fuente importante de morbilidad y mortalidad. Las RHM inducidas por AE, que se reportan como más comunes en niños, se presentan con una variedad de manifestaciones clínicas que van desde erupciones cutáneas benignas a graves y a veces reacciones fatales como el síndrome de Stevens-Johnson (SSJ), la necrólisis epidérmica tóxica (NET), reacción a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS) (o el sinónimo síndrome de hipersensibilidad a antiepilépticos [SHA]/síndrome de hipersensibilidad inducida por fármacos), y rara vez pustulosis exantemática generalizada aguda (PEGA). Los anticonvulsivantes fueron la causa principal de reacciones fatales en niños de acuerdo con todos los reportes recibidos desde 1964 hasta diciembre de 2000 por el Comité sobre Seguridad de Medicina del Reino Unido.
Las reacciones de hipersensibilidad (RHS) vinculadas a la administración de AE en niños se reportaron por primera vez en 1934 por Silber y Epstein. Ellos la describieron como “enfermedad de nirvanol”, un nombre dado después de la administración de PHT que se usó como un “sedante nervioso” en Alemania, y los autores reportaron la aparición de erupción, fiebre, leucopenia y eosinofilia en un grupo de niños con corea que utilizaban PHT como tratamiento. Desde principios de 1960 a 1970, se reportó un número sustancial de casos pediátricos que mostraron un espectro amplio de RHM con la administración de antiepilépticos se reportaron de manera creciente.
La prevalencia de RHS a AE varía según las poblaciones estudiadas, los medicamentos causantes, y el diseño del estudio. Los estudios sistemáticos sobre RHM inducidas por AE en niños son raros y la mayoría de los reportes incluyen niños y adultos. Los análisis epidemiológicos y clínicos de RHM en series hospitalarias de pacientes pediátricos de diferentes países mostraron que los AE estuvieron de manera frecuente dentro de los 5 principales medicamentos implicados para el conjunto del espectro de presentaciones clínicas y los AE aromáticos tuvieron una tasa de 2 a 5 veces más alta que los de nueva generación y/o no aromáticos en poblaciones hospitalizadas y ambulatorias. Las erupciones cutáneas aisladas como la erupción morbiliforme y la urticaria son la manifestación más común de los AE y ocurren en 2% a 16% de las personas que los reciben. Los antiepilépticos, de manera particular los aromáticos, se encuentran entre las causa más comunes de reacciones adversas cutáneas graves (RACG) que incluyen SSJ, NET, DRESS y PEGA en niños y adultos. En un estudio multicéntrico en Turquía que evalúa las RACG en niños, aproximadamente un tercio de los medicamentos que causan SSSJ/NET y DRESS fueron AE. Datos recientes de Estados Unidos Unido demostraron que los riesgos absolutos para SSJ/NET eran más altos para PHT (45.86 casos/100,000 expuestos), LTG (44.17 casos/100,000 expuestos), y CBZ (20.38 casos/100,000 expuestos) y más bajos para el VPA y otros en usuarios nuevos de terapia AE. Datos pediátricos aislados sobre la relación entre medicamentos y SSJ/NET se investigaron en un análisis conjunto de 2 estudios multicéntricos internacionales de casos y controles: el estudio RACG y el estudio multinacional de reacciones adversa cutáneas graves que incluye sujetos menores de 15 años hospitalizados por SSJ/NET. Los resultados mostraron que las sulfonamidas antibióticas y los AE como PB, CBZ, y LTG, fueron los medicamentos asociados de manera más fuerte con el riesgo de SSJ y NET en niños. Un estudio multicéntrico italiano de vigilancia de niños hospitalizados por medio de los servicios de urgencias por SSJ mostró que los anticonvulsivantes presentaron el riesgo más alto ajustado (razón ajustada de momio: 26.8) para el desarrollo de SSJ entre todos los otros medicamentos y vacunas.
La anemia aplásica, la lesión hepática inducida por medicamentos (LHIM) y la pancreatitis son raras y se reportaron como RHM graves en adultos y pacientes pediátricos que reciben AE, en especial VPA y aromáticos. En una revisión general de los reportes de VigiBase, fue notoria una mayor frecuencia de notificaciones de manera desproporcionada para los niños en comparación con los adultos para anemia aplásica inducida por VPA. La LHIM idiosincrásica es rara, con una incidencia de aproximada de 19 por 100,000 individuos tratados, y los antibióticos, anticonvulsivantes y antidepresivos persisten como la causa más frecuente. En uno de los escasos reportes sobre LHIM en pediatría, los medicamentos antituberculosos fueron la causa más común, seguidos por los AE, es decir, PHT y CBZ, en una serie de 450 niños con LHIM. El levetiracetam es un AE no aromático nuevo cada vez más utilizado y se reporta que tiene un mejor perfil de tolerabilidad en general. Sin embargo, de manera reciente se reportaron casos aislados de erupción cutánea inducida por LEV y también reacciones graves en niños y adultos.
PATOGÉNESIS
La patogénesis de RHS a AE parece ser multifactorial e incluye factores metabólicos, genéticos e inmunológicos que no se comprenden por completo (Figura 2). Varios modelos se sugirieron de forma previa para explicar la naturaleza de la activación inmune durante las RHM inducidas por AE. El primero es la hipótesis de hapteno/prohapteno, que propone que los AE se metabolizan de forma oxidativa a moléculas intermedias reactivas, citotóxicas de forma potencial, capaces de interactuar de manera covalente con macromoléculas celulares, es decir, se comportan como haptenos o prohaptenos.
Estas proteínas modificadas por medicamentos podrían funcionar como inmunógenos, con el potencial de iniciar una respuesta inmune mediada por anticuerpos y/o células contra proteínas nativas o modificadas por medicamentos. Las reacciones tipo I inmediatas (por ejemplo, anafilaxia, urticaria/angioedema), las reacciones tipo II mediadas por anticuerpos (por ejemplo, citopenias, anemia aplásica) y las reacciones tipo III mediadas por complejos inmunes (por ejemplo, enfermedad del suero) se asocian con menos frecuencia con AE. Las RHS a AE están mediadas por reacciones de tipo IV no inmediatas (tardías) (por ejemplo, exantema maculopapular [EMP], DRESS, SSJ/NET, LHIM) en las que un alelo específico del antígeno leucocitario humano (HLA) presenta y activa las células T específicas para el medicamento. Además del modelo clásico de la interacción de la célula T presentadora de antígeno, un mecanismo alternativo mediante el cual puede ocurrir una hipersensibilidad tardía se describe por el llamado concepto p-i, es decir, la interacción farmacológica con los receptores inmunes. Según este concepto, los medicamentos o los metabolitos pueden interactuar de manera directa y no covalente con el CMH y/o el receptor de células T que induce la formación del HLA, los complejos de medicamentos que activan las respuestas inmune de las células T sin requerir un ligando peptídico específico. Se demostró que la CBZ y sus metabolitos reactivos activan de manera directa las células T, lo que confirma la hipótesis del “concepto pi” para la hipersensibilidad a AE. Un tercer mecanismo incluye la hipótesis del “repertorio de péptidos alterados”, que postula que los medicamentos o sus metabolitos pueden unirse de manera no covalente dentro del bolsillo del surco de unión peptídica de ciertas moléculas de HLA, para potenciar un nuevo repertorio de autopéptidos endógenos que se unirán y presentarán. Se demostró que la unión de CBZ a HLA-B*15:02 altera el repertorio de autopéptidos presentados.
Las reacciones a los AE mediadas por inmunidad se explican en gran parte, pero de manera insuficiente, por las hipótesis del hapteno/prohapteno, el “concepto p-i” y el “repertorio alterado de péptidos”. Se propuso de manera reciente la “hipótesis de peligro” que se basa en el requisito de señales “coestimuladoras” de la respuesta inmune a un antígeno derivado del medicamento. Las “señales de peligro” coestimuladoras pueden resultar del estrés químico, físico, celular o viral e interactúan con las células presentadoras de antígeno para promover una respuesta inmune adaptativa. Se reportó que la hipersensibilidad grave a CBZ puede asociarse a polimorfismos genéticos de la región promotora de la citocina proinflamatoria TNFα y con el grupo de genes de la proteína de choque térmico 70, que puede estar involucrado en las reacciones al estrés. Las infecciones virales activas, que se reportan hasta en 76% de los pacientes con DRESS, pueden promover los estímulos, de acuerdo con la “hipótesis del peligro”. Sin embargo, no está claro por completo si el herpes virus humano 6 (HHV-6) y otras reactivaciones virales son una consecuencia de una fuerte modulación inmune durante el DRESS o un cofactor que favorece el desarrollo de este síndrome.
Las alteraciones en el metabolismo de los medicamentos también pueden desempeñar un papel importante en las RHS a AE. Las enzimas del citocromo P-450 (CYP-450) como CYP2C19, CYP2C9 y CYP3A5 son las principales enzimas responsables de metabolizar los AE aromáticos en metabolitos reactivos como el óxido de areno, mientras que la epóxido hidrolasa (EPH), la glutatión S-transferasa, y los sistemas enzimáticos de la uridina glucuronosiltransferasa son responsables de desintoxicar estos metabolitos. Un equilibrio alterado entre las rutas de bioactivación y desintoxicación de medicamentos puede elevar los niveles de metabolitos reactivos que pueden causar la muerte celular de manera directa o unirse de manera irreversible a las proteínas celulares y presentarlas al sistema inmunitario en forma de proteínas modificadas por medicamentos. Como los perfiles metabólicos de los medicamentos a menudo se determinan por la variabilidad en los genes que codifican las enzimas que metabolizan los medicamentos, es razonable que las variaciones farmacogenéticas en el metabolismo de los medicamentos pueden dar lugar a un metabolismo alterado de los medicamentos, a la generación de metabolitos reactivos de los medicamentos y, por lo tanto, a las RHM. Aunque estudios anteriores no pudieron encontrar defectos genéticos potenciales relacionados con la enzima EPH, un estudio reciente encontró una asociación significativa entre los polimorfismos del gen c.337T> C de la epóxido de hidrolasa 1 y el desarrollo de CBZ-SSJ/NET en pacientes de la etnia china Han. En los últimos 10 años, un número significativo de estudios revelaron importantes diferencias entre los polimorfismos en el metabolismo de los medicamentos de los AE y ciertos tipos de RHM. Un estudio reciente de asociación amplia del genoma en pacientes taiwaneses, japoneses y malayos mostró una fuerte asociación entre la RACG inducida por fenitoína y el CYP2C9*3, una variante alélica que reduce la actividad enzimática del CYP2C9 en aproximadamente 90%. Estudios genéticos pediátricos relacionados con el metabolismo de los AE aromáticos mostraron asociaciones significativas entre las variantes RACG y CYP2C9*3 inducidas por PHT y las variantes RACG y CYP2C19*2 inducidas por PB en niños de Tailandia.
La función biológica del HLA es presentar los antígenos al receptor de las células T (RCT) y luego provocar una respuesta inmune específica dependiente de las células T. Estudios farmacogenómicos recientes demostraron asociaciones genéticas fuertes entre ciertos HLA y RHM inducidas por AE, en especial los RACG. Se comprobó una asociación muy fuerte entre HLA-B*15:02 y SSJ-TEN inducida por CBZ en las poblaciones de chinos Han y del sudeste asiático, pero no en caucásicos y japoneses. También demostró que HLA-B*15:02 era un alelo de riesgo común para SSJ/NET inducido por la mayoría de los AE aromáticos en chinos Han, y se recomienda que los AE aromáticos, como CBZ, OXC y PHT, se eviten en los portadores de HLA-B*15:02 así como tener precaución con el uso de LTG. Otro notable análisis del genoma reportó que HLA-A*31:01 se asoció de manera significativa con RHM inducidas por CBZ en coreanos, japoneses, y poblaciones europeas. El mecanismo exacto de cómo portar HLA-B*15:02 o HLA-A*31:01 da como resultado un riesgo mayor de hipersensibilidad por AE no está claro. Se cree que las moléculas del CMH codificadas por estos alelos HLA particulares interactúan con el AE o una molécula derivada del AE de manera que las células T las reconocen como “no propias”, lo que desencadena una respuesta inmune. Ko y colaboradores descubrieron que los linfocitos T citotóxicos restringidos a HLA B*15: 02 específicos para CBZ compartían clonotipos de RCT comunes, que reconocen CBZ o complejos péptido-HLA-B*15:02, e indujeron SSJ-NET. El tamizaje combinado de las variantes del CYP2C9 y el HLA-B*15:02 mejoró la sensibilidad, pero disminuyó la especificidad del SSJ/NET inducido por fenitoína, en comparación con la detección de la variante CYP2C9 sola. Estos hallazgos se suman a un número creciente de observaciones que muestran que múltiples procesos, como los mecanismos farmacológicos e inmunológicos, contribuyen a las RHM que pueden estar mediadas por el medicamento principal o sus metabolitos. Uno de los estudios farmacogenómicos más recientes sobre las RHM inducidas por AE reveló a HLA-A*24:02 como un factor de riesgo compartido para SSJ/NET inducido por los AE aromáticos en una población Han del sur de China. Existen pocos estudios que buscaron la asociación entre ciertos alelos HLA y/o isoformas CYP-450 y RHS inducidas por AE sólo en niños. Se mostró una asociación entre la hipersensibilidad a PB y HLA-A*01:01 y HLA-B*13:01 en niños tailandeses. Otros estudios revelaron que la positividad de HLA-B*15:02 aumentó el riesgo de RACG inducida por CBZ en niños de la etnia china y malaya en Singapur, pero este haplotipo no se correlacionó con la RACG inducida por AE en niños iraníes. Un estudio pediátrico del consorcio multicéntrico que incluyó pacientes de América del Norte con diversos antecedentes étnicos mostró que HLA-A*31:01 se asoció de manera significativa con DRESS y exantema maculopapular (EMP) inducidos por CBZ, pero no con SSJ inducido por CBZ. Por el contrario, HLA-B*15:02 se asoció con SSJ inducido por CBZ, pero no con DRESS o EMP.
Algunas reacciones idiosincrásicas parecen estar causadas por un efecto citotóxico directo del medicamento o sus metabolitos, sin afectación patógena del sistema inmunitario. En lo que respecta a los AE, el mejor ejemplo de tales reacciones es probablemente la hepatotoxicidad inducida por VPA.
FACTORES DE RIESGO
La incidencia y la gravedad de las reacciones idiosincrásicas o RHS a AE se pueden afectar por varios factores. Identificar individuos susceptibles y factores de riesgo, así como la monitorización clínica durante el periodo latente son la clave para la prevención de estas reacciones.
Edad y sexo
Las diferencias en el metabolismo farmacológico asociadas a la edad, en particular la reducción de conjugación de glucorónido en niños pequeños, y las tasas más rápidas de reacciones mediadas por CYP en bebés y niños en comparación con adultos pueden resultar en una mayor susceptibilidad a RHM en niños pequeños en comparación con niños mayores y adultos. El mejor ejemplo de RHM que ocurre más frecuente en niños que en adultos son las erupciones leves y graves inducidas por LTG que se observan 10 veces más que en adultos.
Los niños menores de 5 años tienen 3 a 5 veces más riesgo de RACG y otras erupciones cutáneas relacionadas a AE. La edad temprana es también un factor de riesgo mayor para hepatitis tóxica inducida por VPA, se reportó mayor riesgo en niños menores de 2 a 6 años en diferentes estudios. Un estudio poblacional de larga escala demostró que las reacciones cutáneas relacionadas a AE, de manera significativa, se desarrollan más en mujeres que en hombres.
Infecciones virales
Las infecciones virales pueden ser otro cofactor y de manera probable desempeñan un rol importante en el DRESS inducido por AE debido a que de manera frecuente se detectó la reactivación de la infección latente por HHV. Sin embargo, es controversial si la infección viral o su reactivación es un cofactor desencadenante, o un resultado de la hipersensibilidad al medicamento en sí. Tampoco se sabe con certeza si las infecciones virales más comunes en la infancia desempeñan un papel o desencadenan las RHS a los AE en niños.
Enfermedades concomitantes asociadas con epilepsia
Las RHS a los AE aromáticos se observan con mayor frecuencia en pacientes con otros trastornos del sistema inmunológico, lupus eritematoso sistémico, enfermedades infecciosas y en aquellos que están bajo tratamiento con corticoesteroides. Se demostró que se reduce la unión de los AE a las proteínas en pacientes con traumatismo craneal, y, por lo tanto, el traumatismo craneal puede ser un factor de riesgo potencial para las RHS a AE. Sin embargo, las causas de estos factores de riesgo no se demostraron de manera concluyente. Las discapacidades neurológicas y varios trastornos metabólicos se encontraron como factores significativos de riesgo para la hepatotoxicidad grave inducida por VPA.
Estructura del medicamento, dosis, y medicamentos concomitantes
La presencia de un anillo aromático es un factor de riesgo importante para las reacciones “idiosincrásicas” o de hipersensibilidad. Además, se reportó que una reacción cutánea anterior relacionada con el AE parece ser un factor de riesgo significativo para la aparición de la RHS con un AE tolerado de forma previa. Entre las variables relacionadas con el medicamento, una dosis alta inicial y un aumento rápido de la dosis se identificaron como factores de riesgo, en especial para LTG, en particular cuando se administra de forma simultánea con VPA, y también para CBZ y PHT. Sin embargo, un estudio pediátrico mostró que la positividad de HLA-B*15:02 aumentó el riesgo de RACG inducida por CBZ en niños asiáticos en dosis relativamente bajas.
Los medicamentos concurrentes, como los AE y los que no lo son, como los antifúngicos y los macrólidos, pueden afectar la susceptibilidad de desarrollar RHS a los AE como resultado de la competencia metabólica del CYP450 y la unión a proteínas. En general, los inductores enzimáticos disminuyen las concentraciones séricas de otros medicamentos metabolizados por el sistema y los inhibidores enzimáticos tienen el efecto contrario. En conjunto, los AE convencionales como CBZ, PB, PHT y VPA son más propensos a las interacciones farmacológicas, mientras que los AE más nuevos tienen menos potencial debido a su unión mínima o nula a la albúmina en la sangre (por ejemplo, acetato de eslicarbazepina [ESL], FBM, GBP lacosamida [LCS], LEV, rufinamida [RUF], TPM y vigabatrin [GVG]), y su excreción renal primaria o metabolismo por enzimas diferentes a CYP. La coadministración de inhibidores de sistemas enzimáticos como VPA, OXC, TPM y FBM puede ser muy propensa a dar como resultado un aumento de los niveles de la molécula parental o de metabolitos intermedios tóxicos de los otros AE de primera línea, como PHT y PB. Se reportó de manera consistente que una combinación de VPA con LTG (en su mayoría en pacientes que toman una dosis regular de inicio de LTG) aumenta el riesgo de RHM inducida por LTG.
Factores genéticos
Los gemelos y hermanos idénticos pueden experimentar reacciones idiosincrásicas similares a los AE. Como se mencionó en detalle de forma previa en la sección de patogenia, los estudios farmacogenómicos revelaron muchas asociaciones entre las variaciones genéticas en el metabolismo de los medicamentos y los genotipos de HLA y las RHM inducidas por AE en la última década. Las asociaciones de hipersensibilidad más importantes de HLA-AE reveladas hasta ahora son como sigue:
(a) Una asociación muy fuerte entre HLA-B*15:02 y SSJ-TEN inducidos por CBZ en los chinos Han y en poblaciones del sudeste asiático,
(b) HLA-B*15:02 como un alelo de riesgo común para SSJ/NET inducido por AE aromático en chinos Han,
(c) HLA-B*15:02 y SSJ/NET inducidos por OXC en poblaciones asiáticas (chinas y tailandesas),
(d) HLA-A*31:01 y RHM inducidas por CBZ en coreanos, japoneses, y poblaciones europeas.
(e) HLA-A*24:02 como un factor de riesgo compartido para SSJ/NET inducido por los AE aromáticos en los chinos Han del sur
Pocos estudios pediátricos que buscaron las asociaciones significativas entre ciertos alelos HLA y RHM inducidas por AE entre los niños revelaron:
(a) HLA-A*01:01 y HLA-B*13:01 e hipersensibilidad a PB en niños tailandeses,
(b) HLA-B*1502 y RACG inducida por CBZ en niños de Singapur, de etnia china y malaya
(c) HLA-A*31:01 y DRESS y EMP inducidos por CBZ, y HLA-B*15:02 y CBZ-SSJ en pacientes pediátricos de América del Norte con antecedentes étnicos diversos.
Además, en los últimos 10 años, un número significativo de estudios reveló asociaciones significativas entre los polimorfismos genéticos en las enzimas del metabolismo de los medicamentos y ciertos tipos de RHM inducidos por los AE (mencionados en detalle en la sección de Patogénesis).
HALLAZGOS CLÍNICOS
Los AE pueden causar una variedad de RHM, desde erupciones cutáneas benignas hasta reacciones graves como SSJ/NET, DRESS, agranulocitosis, anemia aplásica, LHIM, pancreatitis y rara vez PEGA. Las erupciones cutáneas aisladas, que incluyen principalmente EMP y más rara vez urticaria/angioedema, son las manifestaciones más comunes de las RHS a los AE.
Las erupciones morbiliformes/maculopapulares relacionadas con el medicamento se presentan como una erupción irregular, no confluente, parecida a la de las infecciones virales; la afectación facial suele ser menor, no hay edema facial o del cuello, y el prurito es poco frecuente. Las reacciones mediadas por IgE, como la urticaria, el angioedema y la anafilaxia, son relativamente raras en comparación con las reacciones mediadas por células T, pero pueden ocurrir con poca frecuencia tanto con los antiepilépticos convencionales como con los nuevos.
DRESS es una RHM rara, pero mortal de forma potencial, los AE se encuentran entre las causas más comunes, se reporta rara vez con VPA. Aunque se propone que el LEV es el AE más seguro, también se reportaron casos de DRESS en niños y adultos relacionados con el uso del LEV. Los criterios diagnósticos importantes para DRESS son:
(1) fiebre >38.5°C; (2) erupción cutánea inespecífica, que a menudo se resuelve con la descamación; (3) anomalías hematológicas como eosinofilia (1.5 x109/L) y/o la presencia de linfocitos atípicos en la sangre periférica; (4) afectación sistémica como linfadenopatía, hepatitis, nefritis intersticial, carditis y neumonía intersticial; (5) resolución después de más de 15 días. La definición japonesa de DRESS (el sinónimo SHA se usa de manera más común en Asia) también incluye la reactivación viral, la más prevalente es HHV-6 y otros herpesvirus, como criterio para el diagnóstico. El edema facial, que es un rasgo característico, acompaña con frecuencia a la erupción, además de otros síntomas y signos. Hay un período de latencia notablemente largo de 2 a 8 semanas entre el inicio del medicamento y los síntomas iniciales de la enfermedad, y la resolución también es gradual después de la retirada del medicamento. En hasta 20% de los casos, la enfermedad puede persistir durante varios meses con una serie de remisiones y recaídas. La exposición a medicamentos distintos al medicamento culpable puede resultar en una neosensibilización a estos agentes durante la fase activa de DRESS. Es importante que los médicos, en especial los pediatras y los neurólogos pediátricos, presten mucha atención a la aparición de DRESS durante el tratamiento con AE.
SSJ y NET se encuentran entre las RHM más peligrosas asociadas con tasas altas de morbilidad y mortalidad que alcanzan de 30% a 50% de las víctimas. Aunque la mayoría de los casos pediátricos se relacionaron con AE aromáticos, los reportes de casos que incluyen SSJ/NET se relacionaron con los AE de nueva generación como LEV estuvieron presentes. SSJ y NET se consideran de forma clínica e inmunopatogenética el mismo síndrome que representa diferente gravedad de acuerdo con la extensión del desprendimiento de la piel. SSJ/NET puede desarrollarse 4 días a 4 semanas después del inicio del medicamento respectivo, es una RHM sistémica y grave caracterizada por fiebre, malestar, lesiones cutáneas y mucosas de más de 1 sitio anatómico, en general precedida por síntomas prodrómicos inespecíficos que duran 1-7 días. La participación de las membranas mucosas se manifiesta por conjuntivitis purulenta e inflamación, erosiones, úlceras y costras de otras superficies mucosas como la boca, nariz, faringe, tracto respiratorio y digestivo, y mucosa anogenital, que puede dar lugar a complicaciones mortales de forma potencial. Las lesiones cutáneas se presentan en forma de máculas y pápulas rojas que se unen a una erupción eritematosa generalizada con lesiones atípicas en diana, y progresan a vesículas, ampollas y necrosis cutánea extendida que se desprende en grandes láminas. En las lesiones atípicas planas en diana, no hay edema palpable, hay 2 zonas concéntricas y, a menudo, hay una ampolla central dentro del eritema tipo diana. Cuando el hallazgo cutáneo principal es el eritema, la positividad del signo de Nikolsky puede ayudar al diagnóstico, aunque no es exclusivo de SSJ/NET. La recuperación puede ser lenta, y demorar varias semanas, y con frecuencia se observan secuelas a largo plazo.
Aunque hubo reportes de casos de PEGA causados por AE, estos medicamentos no están como entre las causas más comunes de este síndrome. El cuadro clínico de la PEGA se caracteriza por fiebre, pústulas estériles no foliculares del tamaño de una cabeza de alfiler en lesiones eritematosas de la piel que surgen de manera inicial en la cara y áreas intertriginosas, leucocitosis, y rara vez participación de otros órganos.
La anemia aplásica es la reacción hematológica más frecuente y grave notificada con AE, principalmente con FBM, pero también con otros AE aromáticos. Rara vez, la supresión selectiva de las células de la médula ósea también puede conducir a agranulocitosis y aplasia celular pura en los usuarios de AE. Los casos pediátricos esporádicos de trombocitopenia, probablemente inmunomediados, también se describen entre los usuarios de AE convencionales, pero también con AE nuevos.
Los AE, en especial VPA y FBM, se reconocen como causas importantes de LHIM mediada por el sistema inmunitario e idiosincrásica entre niños y adultos. El riesgo más alto (1:500) de hepatotoxicidad inducida por VPA fatal es en niños menores de 6 años que reciben politerapia, en especial en presencia de un trastorno metabólico innato. La hepatitis puede ser uno de los síntomas de DRESS u ocurrir de manera aislada, en especial si es causada por mecanismos inmunitarios o por daño citotóxico directo. La hepatotoxicidad de los AE se desarrolla de forma típica de 1 a 16 semanas (en general 4 semanas) después del inicio del tratamiento. Los pacientes pueden tener una elevación asintomática de las pruebas de función hepática o síntomas que van desde náusea inespecífica, vómitos, anorexia, hasta síntomas específicos de dolor en el cuadrante superior derecho, erupciones cutáneas, prurito, ictericia, ascitis y encefalopatía.
La LHIM mediada por la inmunidad tiene un curso más leve y mayor supervivencia, en particular en niños, y con frecuencia se acompaña de características de hipersensibilidad, como erupciones cutáneas, eosinofilia o linfadenopatía, que pueden ayudar a diferenciar la hipersensibilidad LHIM de la variedad idiosincrasia metabólica. La falta de suspensión del medicamento durante la aparición de LHIM a menudo resulta en morbilidad alta, mortalidad o cronicidad.
La pancreatitis es una complicación rara de la terapia de VPA, con una tasa alta de mortalidad entre niños y adultos. De manera ocasional, también se notificaron casos de pancreatitis con otros AE. La edad menor de 20 años, politerapia, encefalopatía crónica, y hemodiálisis son factores fuertes de riesgo para pancreatitis asociada a VPA.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de hipersensibilidad a los AE permanece difícil debido al número limitado de estudios que evalúan la eficacia de las diferentes herramientas diagnósticas disponibles, en particular en la población pediátrica. Las reacciones mediadas por IgE, como la urticaria, el angioedema y la anafilaxia, son relativamente raras cuando se comparan con las reacciones mediadas por células T, pero pueden ocurrir con poca frecuencia tanto con los antiepilépticos convencionales como con los nuevos. En las reacciones de tipo inmediato, se deben realizar pruebas cutáneas y pruebas intradérmicas con lecturas inmediatas (20 minutos) y, si son negativas, se debe realizar una prueba de provocación con el medicamento (PPM). Sin embargo, no se evaluaron ni reportaron concentraciones no irritantes para pruebas por punción y pruebas intradérmicas para los AE. Con respecto a la hipersensibilidad no inmediata a los AE, según las guías internacionales, el diagnóstico se basa principalmente en pruebas intradérmicas de lectura diferida, pruebas de parche, pruebas de transformación de linfocitos (LTT) y/o prueba de provocación del medicamento (PPM). Aunque hay datos limitados con respecto a la concentración óptima para las pruebas de parche, se encontró que el máximo recomendado de las concentraciones son de 10% en vaselina (PET) para sustancias puras y 30% en PET para formas comercializadas de los AE. En un número limitado de estudios, con varias pruebas de parche se utilizaron concentraciones de 1% a 30% con diferentes AE. Se recomienda no superar 20% para CBZ y 30% para otros AE. En pacientes con sospecha de reacción farmacológica no inmediata grave como DRESS o SSJ/NET, se recomienda comenzar con una concentración de al menos 1%. Debido a la falta de PPM confirmatoria en la mayoría de los estudios publicados, el valor diagnóstico exacto de las pruebas cutáneas y las pruebas in vitro aún se desconoce. De hecho, sólo unos pocos estudios que incluyen un número limitado de pacientes investigaron el valor diagnóstico de las pruebas de parche y/o LTT en reacciones de hipersensibilidad a AE no inmediatas, principalmente con CBZ. Basado en estos datos, se demostró que la tasa de positividad de las pruebas de parche oscila entre 19.7% y 100%. Aunque se reportó que las pruebas de parche son seguras y con un valor diagnóstico relativamente alto para identificar el culpable en el EMP y en DRESS inducidos por AE, el valor diagnóstico de las pruebas de parche para SSJ/NET inducido por AE no está bien definido. Sin embargo, en 1 estudio, 62.5% de 16 pacientes con SSJ/NET inducido por CBZ y 70% de los 10 pacientes con DRESS relacionado con CBZ de ascendencia asiática tuvieron una prueba de parche positiva de 30% para CBZ. Las pruebas cutáneas son más recomendadas en pacientes con sospecha baja, o para encontrar alternativas seguras en las RACG. Además, el valor diagnóstico de las pruebas de parche varía de acuerdo con la droga incriminada, con una mayor sensibilidad reportada para CBZ, en comparación con PHT y PB. Es de destacar que se sugirió que, las pruebas de parche con el medicamento incriminado, así como con sus metabolitos, podrían aumentar el valor diagnóstico. Sin embargo, estos datos necesitan confirmarse por estudios adicionales, en particular en la población pediátrica.
Con respecto a las pruebas in vitro, el rendimiento de LTT parece ser bajo y poco estudiado en la población pediátrica. Las pruebas deberían realizarse de manera ideal de 6 a 8 semanas después de la reacción inicial debido a un posible período refractario inmediatamente después de la reacción y la posible disminución de la sensibilidad con el tiempo. Como se mencionó de forma previa, los polimorfismos genéticos de los genes HLA demostraron de manera reciente ser una herramienta poderosa en la predicción de reacciones adversas a algunos AE, en particular CBZ. Por lo tanto, se demostró una fuerte asociación entre el alelo HLA-B*15:02 y SSJ/NET inducido por CBZ en pacientes de ascendencia asiática. Los análisis de costo-efectividad demostraron que esta prueba es útil en varios países asiáticos, pero también en otros países en pacientes de ascendencia asiática antes del tratamiento con CBZ. La detección del alelo HLA-A*31:01 antes de la administración de CBZ también se propuso como una medida rentable en los países europeos, aunque no se estableció un consenso. Se recomienda un enfoque diagnóstico en la Figura 3, que debe realizarse en caso de sospecha de alergia por AE en niños, ya que el diagnóstico excesivo es un problema común, en especial en este grupo de edad.
TRATAMIENTO
Después del tratamiento de la reacción durante la fase aguda de acuerdo con las recomendaciones internacionales, la identificación y la eliminación del medicamento responsable permanece como la piedra angular del tratamiento de los niños diagnosticados con alergia a medicamentos. Entonces, la indicación inicial para AE debe cuestionarse y reemplazar con un medicamento alternativo si es necesrio. Sin embargo, las reacciones a múltiples AE se reportaron con relativa frecuencia. La reactividad clínica cruzada, que con frecuencia se produce a partir de su homología estructural, se reportó principalmente entre los AE aromáticos tradicionales, como CBZ, PB y PHT, pero también con AE aromáticos más nuevos (OXC y LTG) entre 15% y 70%, en diferentes estudios. Sin embargo, existe una gran variación en la tasa de reactividad cruzada entre estos medicamentos. Además, la reactividad cruzada también se sugirió por las respuestas positivas a las pruebas de parche y/o la prueba de transformación de linfocitos a más de 1 AE aromático. Rara vez, se demostró que el valproato de sodio puede presentar reactividad cruzada en la prueba de parche con AE aromáticos, pero la reactividad clínica cruzada no se determinó. La reactividad cruzada entre AE no aromáticos no se reportó. Es de destacar que estos datos a menudo se basan en casos individuales y pocas veces en la población pediátrica. Además, se determinó que la reacción de hipersensibilidad después de la administración de un segundo AE puede ser una reacción de “exacerbación” y el segundo AE se tolerará de nuevo después de que transcurra un tiempo más largo desde la reacción. La reactividad cruzada en RACG inducida por AE, como SSJ y DRESS, pocas veces se reportó desde un punto de vista práctico, en general se recomienda evitar todos los AE aromáticos en pacientes que reaccionaron a uno de estos medicamentos. En estos pacientes, VPA, GBP, CLB, LEV y VGB pueden discutirse.
En casos seleccionados, se puede considerar la desensibilización, después de la reevaluación de la indicación del tratamiento y en particular si otros AE no son eficientes. La experiencia en niños persiste limitada. Los protocolos generales para reacciones inmediatas y tardías se propusieron por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, aunque la desensibilización a las reacciones inmediatas son un procedimiento establecido, la experiencia con respecto a la desensibilización por reacciones tardías es aún limitada de acuerdo con reportes de casos y en particular en poblaciones pediátricas. La desensibilización se puede aplicar en reacciones tardías leves, como EMP, erupción inespecífica o erupción fija del medicamento, y casos seleccionados de PEGA. Sin embargo, las reacciones de hipersensibilidad graves como SSJ, NET, DRESS, vasculitis y reacciones específicas de órganos son contraindicaciones para el procedimiento de desensibilización. Se aplicaron diferentes protocolos en reportes de casos y series de pacientes con RHS a AE, con tasas de éxito de hasta 95% (Tabla E1, disponible en el repositorio en línea de este artículo en www.jaci-inpractice.org).


Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC
Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL
Monterrey, México

Dra. Med. Sandra Nora González Díaz              Jefe y Profesor
Dr. José Ignacio Canseco Villarreal              Profesor
                  Dra. Gisela Herrera Escalante                   Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann              Profesor

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