Introducción
Las enfermedades atópicas infantiles se vuelven cada vez más comunes en los países de ingresos altos y bajos y son una preocupación importante para la salud pública. La historia familiar se consideró durante mucho tiempo como un factor de riesgo importante para la enfermedad atópica. Sin embargo, más de 50% de los niños alérgicos no tienen antecedentes familiares de atopia. El papel de la historia familiar de atopia como factor de riesgo para el desarrollo de alergia alimentaria sigue sin estar claro a la luz de estudios recientes sobre alergia al huevo y al cacahuate.
Las fórmulas parcialmente hidrolizadas (FPH) se desarrollaron de manera original para mejorar la tolerabilidad y reducir la alergenicidad en comparación con la fórmula de proteína de la leche de vaca (FPLV) intacta y podrían tener beneficios en disminuir la aparición de enfermedades atópicas. Las FPH se usan en todo el mundo en bebés sanos, y en ciertos países se usan por la prevención potencial de eccema hasta los 2 años en bebés que pueden estar en riesgo alto de alergia. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) permite la comercialización de FPH en los Estados Unidos para esta posible indicación. La guía actual sobre el uso rutinario de FPH versus FPLV intacta en lactantes sanos que no se amamantan de manera exclusiva es limitada y, a veces, es conflictiva. La Comisión Europea (CE), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Comisión del Codex Alimentarius, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN) y Salud Canadá destacan la importancia de los datos científicos para demostrar que un producto cumple con las necesidades nutricionales y los requisitos de seguridad del bebé. La FDA y la EFSA proporcionaron marcos para respaldar los reclamos sobre las FPH como opciones de alimentación de rutina para bebés sanos.