Introducción
Los antibióticos beta lactámicos, en especial las aminopenicilinas, son los fármacos que están involucrados con más frecuencia en las reacciones adversas a los medicamentos en los niños. Aunque un número notable de niños tratados con b-lactámicos desarrollan exantema maculopapular o urticaria después de la exposición, la frecuencia de la confirmación de la alergia a estos medicamentos es menor que en los adultos.
En la práctica clínica, el enfoque diagnóstico adoptado para estos pacientes es inconsistente a pesar de los esfuerzos de la comunidad científica para crear algoritmos bien definidos. Por lo general, los resultados de las pruebas cutáneas por punción (PCP), las pruebas intradérmicas (PID) o la IgE sérica específica (IgEs) para la penicilina, la amoxicilina y/o sus reactivos deben ser negativas para realizar una prueba de provocación con medicamento (PPM) (el estándar de oro para el diagnóstico de alergia a la penicilina) incluso en las reacciones no inmediatas.