viernes, 1 de septiembre de 2023

Neurodesarrollo a los 6 años en niños con dermatitis atópica

Introducción

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad común en niños, caracterizada por una inflamación crónica y recurrente de la piel. La DA tiene una mayor prevalencia en los niños que en los adultos y por lo general comienza dentro de los primeros 2 años de vida en 90 % de los casos. Aunque la fisiopatología de la DA no se entiende por completo, se propusieron múltiples causas, como factores genéticos, disfunción de la barrera de la piel y desregulación inmunológica. Se informó que los trastornos autoinmunes, infecciosos, cardiovasculares, malignos y neuropsiquiátricos se asocian con el mecanismo fisiopatológico de la inmunidad sistémica y la desregulación en la DA. Se reportaron asociaciones entre trastornos psicológicos, como depresión, ansiedad y trastorno por déficit de atención con hiperactividad y DA tanto en niños como en adultos. Sin embargo, la relevancia de la DA para el retraso en el desarrollo, así como para la habilidad motora y la disfunción cognitiva, se reporta de manera inconsistente y no concluyente.

Además, los trastornos del neurodesarrollo en la infancia son complejos y multifactoriales y se sabe que se afectan por diversas condiciones clínicas en los niños, como anemia, asma e infecciones recurrentes. Aunque la DA es una enfermedad crónica común en niños y la edad preescolar es un período crítico en el desarrollo de la función neuropsiquiátrica, hay escasez de estudios sobre la asociación entre la disfunción del neurodesarrollo y la DA.

Por lo tanto, se planteó la hipótesis de que la DA durante este período crítico se asocia de manera importante con la disfunción del neurodesarrollo. Se utilizaron datos administrativos de una cohorte de población general de niños nacidos entre 2008 y 2012 en Corea para investigar la asociación entre el desarrollo de DA antes de los 2 años y la disfunción del neurodesarrollo a los 6 años, se utilizó una herramienta de evaluación del desarrollo, que incluye seis dominios (motricidad gruesa, motricidad fina, cognición, lenguaje, sociabilidad y cuidado personal).

Métodos

Diseño y escenario del estudio

Al realizar este estudio se utilizaron los datos de 2,395,966 niños nacidos entre 2008 y 2012 en Corea de la base de datos del Servicio Nacional de Seguro Médico (SNSM). El SNSM es un sistema de aseguranza único que cubre casi 98 % de toda la población de Corea. El Programa Nacional de Exámenes de Salud para Bebés y Niños (PNESBN) es un programa de vigilancia de la población que proporciona siete rondas de servicios de detección para todos los suscriptores de seguros de salud de 4 a 72 meses de edad. El uso de datos individuales identificados con fines de investigación está autorizado por la Ley Nacional vigente de Seguros de Salud. La cohorte se rastreó hasta que la edad de los participantes era de 72 meses. El protocolo del estudio se revisó y aprobó por la Junta de Revisión Institucional del Instituto Nacional de Corea para Política de Bioética (P01-201603-21-005). El estudio siguió las pautas recomendadas para estudios observacionales que utilizan datos de salud recopilados de forma rutinaria (Tabla complementaria 1).

Población de estudio

La cohorte incluía niños que se sometieron a la primera ronda del PNESBN a los 4-6 meses de edad y la séptima ronda del PNESBN a la edad de 66-71 meses y con nacimiento y peso registrado de forma correcta. Se excluyeron niños que (1) nacieron antes de las 37 semanas de gestación, (2) tuvieron un peso al nacer de <2.5 kg o >4.5 kg, (3) se ingresaron en la unidad de cuidados intensivos durante al menos 1 día antes de la edad de 6 meses o durante >5 días antes de cumplir 1 año, (4) murieron, (5) nacieron como gemelos, y (6) se diagnosticaron con códigos de diagnóstico relacionados con una afección perinatal que puede afectar después el neurodesarrollo. Además, se excluyeron los niños del grupo de control que se diagnosticaron con el código CIE-10 L20.9 como diagnóstico principal o secundario al menos una vez y que recibieron esteroides tópicos al menos una vez. Se excluyeron los niños del grupo DA sin resultados de la prueba de detección del desarrollo en la séptima ronda del PNESBN. Al final, 89,452 y 30,557 niños se asignaron a los grupos control y DA, de forma respectiva (Fig. 1).

Dermatitis atópica

La exposición de interés fue un diagnóstico de DA. La DA se definió como cinco o más diagnósticos del código CIE-10 L20.9 antes de los 24 meses de edad. Se realizaron análisis adicionales al dividir el grupo de DA en grupos de hospitalización y uso de esteroides sistémicos. Los esteroides sistémicos se clasificaron como esteroides intraorales o intravenosos. El grupo de DA con esteroides sistémicos se definió como niños con diagnóstico principal de DA a los que se les recetaron esteroides sistémicos, y el grupo DA sin esteroides sistémicos se definió como niños con diagnóstico principal de DA a los que nunca se les prescribieron esteroides sistémicos. El grupo de DA con hospitalización se definió como niños que alguna vez se hospitalizaron con un diagnóstico de DA, y el grupo de DA sin hospitalización se definió como aquellos que nunca se hospitalizaron con un diagnóstico principal de DA.

Prueba coreana de detección del desarrollo 

La K-DST es una herramienta validada de evaluación del desarrollo adaptada a las características de los niños coreanos (se muestran datos de validación en la Tabla Suplementaria 2). La K-DST es una herramienta de evaluación útil para la vigilancia del desarrollo, la detección y el postratamiento cambios en bebés normales. La K-DST consta de seis dominios: habilidades motoras gruesas, habilidades motoras finas, cognición, lenguaje, sociabilidad y cuidados personales. Cada dominio consta de ocho preguntas (enumeradas en el cuadro complementario 3), cada uno de los cuales puede puntuarse de 0 a 3 puntos. Los resultados de la K-DST se pueden interpretar en cuatro niveles basados en el puntaje total para cada dominio: desarrollo avanzado (1 desviación estándar [DS] puntuación ≤ puntuación total), apropiado para la edad (-1 DS puntuación ≤ puntuación total <1 puntuación DS), necesidad de seguimiento (-2 DS puntuación ≤ puntuación total < 1 DS puntuación), y recomendación para más evaluación (puntaje total < -2 puntuación DS). Los niños con resultados de necesidad de seguimiento deben someterse a una nueva prueba o evaluación adicional si las entrevistas sugieren un problema. La recomendación de una evaluación adicional implica que se requiere un examen cuidadoso. El resultado de interés fue la sospecha de disfunción del neurodesarrollo, definida como resultado de la “necesidad de seguimiento” o “recomendación para una evaluación adicional” en cada dominio de la K-DST a la edad de 66-71 meses. Si alguno de los seis dominios mostraba sospecha de disfunción del neurodesarrollo, la puntuación total se definía como sospecha de disfunción del neurodesarrollo.

Trastornos del neurodesarrollo

Además de la sospecha de disfunción del neurodesarrollo, se analizó la asociación entre la DA y el diagnóstico de trastornos del neurodesarrollo. Los trastornos del neurodesarrollo incluyen TDAH, retraso mental, trastornos del desarrollo psicológico, trastornos del comportamiento y emocionales. Primero, se estableció el resultado del control positivo como TDAH. Es bien sabido que las personas con DA tienen una probabilidad mayor de desarrollar TDAH que los controles. La definición de TDAH se basa en pacientes que recibieron un diagnóstico de TDAH con dos o más visitas ambulatorias con al menos 1 año de diferencia después de 48 meses de edad.  Además, el retraso mental se define como el diagnóstico principal del código CIE-10 F70. X a F79. X, el trastorno del desarrollo psicológico se define como el diagnóstico principal del código CIE-10 F80. X a F89. X, y los trastornos emocionales y del comportamiento son definidos como el diagnóstico principal del código CIE-10 F91. X a F99.X.

Fuentes de datos

Las características demográficas y los datos de utilización de la atención médica (tipo de visita e información sobre la enfermedad según los códigos de la 10.ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades [CIE-10]) se obtuvieron de la base de datos del SNSM). La residencia al nacer se dividió en Seúl, metropolitana (Busan, Daegu, Incheon, Gwangju, Daejeon y Ulsan), urbana y rural. La situación económica, determinada por el monto de los copagos del seguro, se clasificó según quintiles. En la primera ronda del PNESBN, se registró el peso al nacer, y se midieron el peso corporal y la circunferencia cefálica. Además, se respondieron los cuestionarios sobre el síndrome de muerte súbita del lactante, sentido visual y sentido auditivo por los tutores legales de los niños y se realizó un examen físico general de los niños por un médico. La Prueba Coreano de Detección del Desarrollo (K-DST) se implementó en la séptima ronda del PNESBN cuando los niños tenían entre 66 y 71 meses. Toda la información sobre las bases de datos y los códigos administrativos se muestra en la Tabla complementaria 4.

Covariables

El neurodesarrollo en la infancia es multideterminado y varía según el estado nutricional y médico, la herencia genética y el contexto social. Por lo tanto, se preespecificaron 84 covariables, que incluyeron el estado sociodemográfico (situación económica, zona de residencia al nacer, edad, y sexo) y el estado de salud (peso al nacer, cambio en el peso al nacer desde el nacimiento hasta los 4-6 meses, perímetro cefálico, condiciones perinatales y enfermedades en la infancia), que podrían influir en el neurodesarrollo en la infancia (Tabla complementaria 4). Las variables demográficas de los niños incluyeron año de nacimiento, sexo, situación económica, y residencia al nacer, y esta información se recolectó del año de nacimiento de cada niño. El estado de lactancia materna en la infancia se identificó mediante un cuestionario administrado por el PNESBN a padres de niños de 4 a 6 meses. Los resultados de los exámenes físicos (desde la cabeza hasta la otra extremidad) realizados por médicos se evaluaron a los 4-6 meses. Las condiciones perinatales se evaluaron con los códigos CIE-10. Las 45 enfermedades más prevalentes se usaron para evaluar las condiciones clínicas de los niños dentro de los primeros 6 meses de vida. Se evaluó el historial de hospitalización o visitas a urgencias y el número de visitas al pediatra en los primeros 2 años de vida. El asma se definió como dos o más diagnósticos del código CIE-10 45. X y al menos una prescripción de un medicamento para el asma (corticoesteroide inhalado, broncodilatador inhalado o antagonista del receptor de leucotrienos), así como al menos una hospitalización con diagnóstico de código CIE-1045.X.36. La rinitis alérgica se definió como cinco o más diagnósticos de los códigos CIE-10 J30.1- 30.4 y al menos una prescripción de un medicamento para la alergia (corticoesteroide nasal, antihistamínico o antagonista del receptor de leucotrienos).

Análisis estadístico

 Se evaluó la asociación de DA con sospecha de disfunción del desarrollo neurológico y se utilizó la K-DST en un estudio administrativo a nivel nacional. Las puntuaciones de propensión (PP) se derivaron de la probabilidad predicha de sujetos con DA (grupo DA) versus aquellos sin DA (grupo control) con un modelo de regresión logística multivariable con ajuste para las 84 covariables elegidas a priori. En la cohorte principal, se utilizó la probabilidad inversa estabilizada de la ponderación del tratamiento (PIEPT) en la PP para equilibrar los grupos DA y de control. Los participantes del grupo control se ponderaron mediante la fórmula: proporción no expuesta a DA/[1-PP] y los participantes del grupo DA se ponderaron mediante la fórmula: proporción expuesta a DA/PP; por lo tanto, se estimó el efecto promedio del tratamiento. Después de la ponderación, 76,472 y 29,973 niños se asignaron a los grupos de control y DA, de forma respectiva. Las diferencias entre grupos en las características iniciales se compararon y se utilizaron diferencias estandarizadas en las muestras no ponderadas y ponderadas (las diferencias >10 % se consideraron significativas). Todos los valores faltantes de las covariables resultaron inferiores a 5 %: residencia al nacer (999, 0.8 %), tipo de alimentación (1,311, 1.1 %) y quintil de ingresos (5,170, 4.3 %). Un modelo ordinario de regresión logística con una función logit se utilizó para evaluar el riesgo de sospecha de disfunción del neurodesarrollo en el grupo DA en comparación con el del grupo control. Se calcularon las razones de momio (OR), las OR ajustadas (aOR) y los intervalos de confianza (IC) de 95 % para cada resultado de interés. Los modelos se ajustaron por comorbilidades alérgicas, como asma y rinitis alérgica. Además, las asociaciones entre la sospecha de disfunción del neurodesarrollo y la DA se ajustaron aún más para el uso de esteroides sistémicos y antihistamínicos ya que se informó que estos medicamentos tienen efectos potenciales sobre el neurodesarrollo en la infancia. La multicolinealidad se evaluó mediante el factor de inflación de la varianza. Para predecir la gravedad de la DA, el grupo DA se estratificó por el estado de uso de esteroides u hospitalización. Dado que fue imposible usar un método estadístico para balancear los tres grupos que incluyeran el control y los subgrupos del grupo DA (DA con esteroide sistémico y DA sin esteroide sistémico, o DA con hospitalización y DA sin hospitalización) con el método PP en la base de datos, para reducir el sesgo se realizaron modelos de regresión logística ordinal en los datos observados, y se ajustaron por variables sociodemográficas (sexo, lugar de residencia al nacer, nivel económico, año de nacimiento y lactancia materna) y estado de salud (peso al nacer, cambio de peso desde el nacimiento hasta los 4-6 meses, circunferencia cefálica a los 4-6 meses y condiciones perinatales). Para evaluar la solidez de los resultados, se realizaron varios análisis de sensibilidad. Primero, para confirmar las asociaciones similares entre la sospecha de disfunción del neurodesarrollo y la DA, se establecieron las otras cohortes, se usaron varios métodos PP y métodos estadísticos: (A) PIEPT estabilizada con 84 covariables elegidas a priori como en la cohorte principal y recorte de truncamiento de peso extremo en los percentiles 1 y 99 (B) imputaciones múltiples para todos los valores perdidos y PIEPT estabilizada con 84 covariables elegidas a priori como en la cohorte principal (C) PIEPT estabilizada con nueve covariables elegidas limitadas, incluidas variables sociodemográficas (sexo, año de nacimiento, residencia al nacer, estado económico y lactancia), estado de salud (peso al nacer, cambio en el peso corporal desde el nacimiento hasta los 4-6 meses y perímetro cefálico) y condiciones perinatales (D) PIEPT estabilizada con nueve covariables elegidas limitadas y recorte de truncamiento de peso extremo en los percentiles 1 y 99; y (E) coincidencia de PP 1: 1 con nueve covariables elegidas de forma limitada. En segundo lugar, se definió el resultado del control positivo como TDAH y las asociaciones entre los trastornos del neurodesarrollo y la DA se calcularon mediante un modelo de regresión logística ajustado para el asma y la rinitis alérgica.

Se realizó un análisis al dividir cada resultado (necesidad de seguimiento o recomendación para una evaluación adicional) de la sospecha de disfunción del neurodesarrollo en la K-DST. La asociación entre cada resultado de sospecha de disfunción del neurodesarrollo y la DA se evaluó mediante regresión logística multinomial y se ajustó por comorbilidades alérgicas.

Para tener en cuenta el error tipo 1 debido a las comparaciones múltiples, se consideraron significativos de forma estadística los valores de P de dos colas < 0.01. Además, se utilizaron valores de P < 0.001. Todos los análisis estadísticos se realizaron con SAS versión 9.4 (SAS Institute Inc., Cary, Carolina del Norte, EE. UU.)

Resultados

Participantes

Las características demográficas básicas se muestran en la Tabla 1. La cohorte incluida constaba de 89,452 y 30,557 niños en los grupos control y DA, de forma respectiva. En los datos observados, hubo 43,270 (48.4 %) y 15,547 (50.9 %) participantes masculinos en los grupos control y DA, de forma respectiva. El peso medio (DE) al nacer fue 3.22 (0.32) kg en el grupo de control y 3.23 (0.33) kg en el grupo DA. No se observaron diferencias significativas en el perímetro cefálico a los 4-6 meses de edad entre el grupo control (media [DE], 42.71 [1.60] cm) y el grupo DA (42.69 [1.61] cm). Después de la ponderación, 76,472 y 29,973 niños se asignaron a los grupos de control y DA, de forma respectiva. Todas las diferencias estandarizadas entre los grupos control y DA resultaron <10 % en las características demográficas básicas. Las características clínicas basales de los niños de los dos grupos se muestran en la tabla 2. Se observaron desequilibrios entre los dos grupos en el número de visitas al pediatra y el número de niños que acudieron a urgencias (diferencias estandarizadas = 15.4 % y 19.1 %, de forma respectiva. Sin embargo, después de la ponderación, todos los datos sobre la utilización del hospital se equilibraron entre los dos grupos. Con respecto a las condiciones perinatales y la prevalencia de enfermedades diagnosticadas dentro de los primeros 6 meses de vida, todas las diferencias estandarizadas entre los dos grupos resultaron <10 %. El conjunto completo de características clínicas se presenta en la Tabla complementaria 5. En los datos observados de los resultados del examen físico a los 4-6 meses de edad, la sospecha de piel anormal fue más común en el grupo DA que en el grupo control. Sin embargo, después de la ponderación, todos los resultados fueron similares entre los dos grupos (Tabla complementaria 6).

Asociación entre la sospecha de disfunción del neurodesarrollo y la DA 

La Tabla 3 muestra la asociación entre sospecha de disfunción del neurodesarrollo y DA.

El número de niños con sospecha de disfunción del neurodesarrollo de la puntuación total de la K-DST fue 6863 (7.67 %) en el grupo control y 2418 (7.91 %) en el grupo DA (aOR ponderada [IC 95 %], 1.10 [1.05-1.16]). El número de niños cuyos resultados de motricidad gruesa sugirieron disfunción del neurodesarrollo fue 1739 (1.94%) en el grupo control y 648 (2.12%) en el grupo DA, con una aOR ponderada (IC 95%) de 1.14 (1.04- 1.25). La sospecha de disfunción del neurodesarrollo en el dominio de la motricidad fina fue 2127 (2.38 %) en el grupo de control y 811 (2.65%) en el grupo DA, con aOR ponderada (IC 95%) de 1.15 (1.06-1.25). En comparación con el grupo de control en la cognición, lenguaje, sociabilidad y dominios de autocuidado, no hubo diferencias significativas en la estadística en el riesgo de sospecha de disfunción del neurodesarrollo en el grupo DA. Los resultados de cada prueba sugestiva de disfunción del neurodesarrollo (necesidad de seguimiento o recomendación para una evaluación adicional) se muestran en la Tabla complementaria 7. En los dominios de puntaje total, habilidad motora gruesa y habilidad motora fina, el riesgo de “necesidad de seguimiento” fue significativa en el grupo DA.

Análisis de subgrupos

La Figura 2 y la Tabla complementaria 8 muestran la asociación entre la sospecha de disfunción del neurodesarrollo y la DA, estratificada por sexo. Entre los niños varones, los del grupo DA tenían un riesgo mayor de sospecha de disfunción del neurodesarrollo en la puntuación total, la motricidad fina y los dominios del lenguaje (aOR ponderada [IC 95 %], 1.12 [1.05 a 1.20], 1.13 [1.02 a 1.26] y 1.11 [1.01 a 1.22], de forma respectiva). Entre las niñas, las del grupo DA tenían un riesgo mayor de sospecha de disfunción del desarrollo neurológico en los dominios de habilidades motoras finas (aOR ponderada [IC de 95 %], 1.20 [1.03 a 1.40]).

Uso de esteroides sistémicos y hospitalización.

La tabla 4 muestra la asociación entre la sospecha de disfunción del neurodesarrollo y DA con uso de esteroides sistémicos. Hubo 8351 niños en el grupo de DA con esteroides sistémicos y 22,206 niños en el grupo DA sin esteroides sistémicos. En comparación con el grupo de control, los niños del grupo DA con esteroides sistémicos mostraron un riesgo mayor de sospecha de disfunción del neurodesarrollo en la puntuación total (aOR ponderada [IC de 95 %], 1.21 [1.12-1.31]), habilidades motoras gruesas (1.30 [1.12-1.50]), motricidad fina (1.37 [1.20-1.56]), cognición (1.20 [1.07-1.35] y sociabilidad (1.22 [1.06-1.41]). Por el contrario, el grupo DA sin esteroides no tuvo una asociación significativa con sospecha de disfunción del neurodesarrollo en ninguno de los dominios.

En la tabla 5 se muestra el riesgo de sospecha de disfunción del neurodesarrollo en niños del grupo DA con hospitalización. El número de niños hospitalizados por tratamiento DA fue de 1,540, mientras que 29,017 niños no se hospitalizaron. En comparación con el grupo control, los niños del grupo de DA con hospitalización mostraron un riesgo mayor de sospecha de disfunción del neurodesarrollo en la puntuación total (aOR [IC de 95 %], 1.28 [1.06-1.55]) y habilidades motoras finas (1.65 [1.24-2.20]) y cognición (1.33 [1.01-1.74]). Por el contrario, el grupo DA sin hospitalización mostró una asociación significativa con sospecha de disfunción del neurodesarrollo en la puntuación total (1.09 [1.04-1.15] y los dominios motricidad gruesa (1.13 [1.03-1.25]) y fina (1.13 [1.04-1.23]).

Trastornos del neurodesarrollo y DA

Las asociaciones entre trastornos del neurodesarrollo y DA se muestran en la Figura 3. El grupo DA mostró una asociación significativa con el TDAH (aOR ponderada [IC 95 %], 1.29 [1.07-1.60]). Además, el grupo DA se asocia a un riesgo mayor de retraso mental, trastornos del desarrollo psicológico y trastornos emocionales y del comportamiento (aOR ponderada [IC 95 %], 1,38 [1.04-1.84], 1.61 [1.34-1.93] y 1.19 [1.05-1.35], de forma respectiva).

Análisis de sensibilidad

Se analizaron las asociaciones entre la sospecha de disfunción del desarrollo neurológico y la DA en cohortes, se utilizaron varios métodos de PP y métodos estadísticos (Fig. 4, Tabla complementaria 9). Todas las asociaciones fueron consistentes con los resultados del estudio de cohorte principal.

Discusión

Este estudio de cohorte nacional y de población general mostró que los niños con DA tienen una asociación significativa con disfunción del desarrollo neurológico en el puntaje total, la habilidad motora gruesa y los dominios de la habilidad motora fina de la prueba de detección del desarrollo a la edad de 6 años. El grupo DA con esteroides sistémicos y la hospitalización tuvieron asociaciones notables con la disfunción del desarrollo neurológico. La asociación entre la disfunción del desarrollo neurológico en dominios más amplios de la prueba de detección del desarrollo y la DA fue más pronunciada en hombres que en mujeres. Además, los niños con DA se asocian con un riesgo mayor de trastornos del neurodesarrollo, incluidos el TDAH, el retraso mental, los trastornos del desarrollo psicológico y los trastornos emocionales y del comportamiento.

Éste es el primer gran estudio de base poblacional que evalúa la asociación entre la DA y el neurodesarrollo en niños, incluidos los resultados de las pruebas de detección del desarrollo. Los resultados respaldan estudios previos que informaron que la DA podría afectar los resultados del desarrollo neurológico. En este estudio, el riesgo de disfunción de las habilidades motoras y gruesas aumentó en niños con DA. Algunos estudios previos mostraron asociaciones entre los resultados reales de las pruebas de desarrollo y la DA. Un estudio utilizó los resultados del Cuestionario de Edades y Etapas-3 y encontró que los niños clasificados en las dos categorías más bajas de desarrollo de habilidades de comunicación a la edad de 3 años tenían más probabilidades de ser diagnosticados con alergia alimentaria o eccema. Sin embargo, varios estudios demostraron que la DA no afecta la función del desarrollo neurológico, pero estos estudios fueron estudios de casos y controles de poblaciones pequeñas y no pudieron controlar las covariables debido a la falta de datos. Hay resultados representativos de encuestas nacionales que muestran una correlación alta entre DA y trastornos específicos del neurodesarrollo, como el trastorno del espectro autista, el TDAH, los trastornos del lenguaje y los trastornos del aprendizaje. Sin embargo, la mayoría de estos estudios utilizaron datos de poblaciones seleccionadas al azar de encuestas nacionales de salud o estadísticas de código de diagnóstico usados. El presente estudio también mostró asociaciones significativas entre la DA y los trastornos del desarrollo neurológico, incluido el TDAH, el retraso mental, el trastorno del desarrollo psicológico, y los trastornos del comportamiento y emocionales. Se mostró cada asociación entre la DA y los resultados de las pruebas de detección del desarrollo y entre la DA y los trastornos del neurodesarrollo. No se puede concluir que la asociación de disfunción del neurodesarrollo en las pruebas de detección del desarrollo en niños con DA sea atribuible a trastornos del neurodesarrollo.

El mecanismo por el cual la DA interfiere en el neurodesarrollo puede ser multifactorial. La DA se considera una enfermedad sistémica asociada a inflamación crónica. Un estudio de modelo múrido de DA mostró que las reacciones inmunitarias polarizadas Th2 crónicas que implican citocinas Th2 pueden desactivar la microglía en el hipocampo. La interleucina (IL)-4, una citocina Th2, puede afectar la cognición al reducir la mielinización durante el desarrollo. La IL-17 puede contribuir a la ruptura de la barrera hematoencefálica y la disfunción neurovascular y se sugirió que interactúa de forma directa con las neuronas. Además, el factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC) es uno de los principales factores celulares implicados en el aprendizaje y la memoria. Los niveles del FNDC se asocian con la gravedad de la DA, y los niveles elevados del FNDC pueden afectar las funciones de aprendizaje y memoria. En el cerebro en desarrollo de los niños, el desarrollo motor es la herramienta fundamental para el desarrollo cognitivo más allá de los simples cambios relacionados con la edad. Buske Kirschbaum et al sugirieron que la vía inflamatoria T2 afecta los sistemas de neurotransmisores en desarrollo y las regiones maduras de la corteza prefrontal (CPF) involucradas de forma directa en la patogénesis del TDAH. Las regiones alteradas de la CPF se correlacionan con trastornos cognitivos, como una respuesta motora inadecuada, toma alterada de decisiones y control reducido de la atención. Aunque todas las hipótesis anteriores pueden explicar algunos de los efectos de la DA en el cerebro en desarrollo, se necesitan estudios mecanísticos más específicos.

Se sabe que la gravedad de la DA contribuye a la disfunción cognitiva en adultos. Una mayor gravedad de la DA, que resulta en un aumento de la picazón, dolor en la piel y trastornos del sueño, se asocia con una función cognitiva más baja. Se estratificó el grupo de DA en participantes con uso de esteroides sistémicos y participantes con hospitalización para tratamiento con DA para evaluar la asociación de sospecha de disfunción del neurodesarrollo con DA de moderada a grave. La clasificación de gravedad de la dermatitis atópica basada en el uso de esteroides y el historial de hospitalización puede no ser consistente con la clasificación de gravedad basada en los resultados de los exámenes físicos del médico. Como no se pudo acceder a los registros médicos electrónicos de niños con DA, no se pudo utilizar un índice preciso de gravedad basado en síntomas. Sin embargo, estudios previos basados en una cohorte administrativa dividieron la gravedad según el uso de esteroides sistémicos y el historial de hospitalización. Además, múltiples cursos de esteroides prenatales y el tratamiento con esteroides posnatal en bebés prematuros se asocian con un desarrollo neurológico adverso. Sin embargo, se sabe poco acerca de los efectos del uso de esteroides sistémicos durante la niñez y la edad preescolar sobre el desarrollo neurológico en niños que nacieron a término y con peso normal al nacer. Por lo tanto, se necesitan más estudios para confirmar los efectos de los esteroides sistémicos sobre la disfunción del neurodesarrollo en niños con DA. De forman interesante, los hombres con DA tenían mayores probabilidades de disfunción del desarrollo neurológico en más dominios de la K-DST que las mujeres. Como es bien sabido por los estudios epidemiológicos, el sexo masculino es un factor de riesgo para el retraso del desarrollo. Este resultado es consistente con un estudio anterior que mostró que los hombres con DA tenían mayores probabilidades de tener un retraso en el desarrollo que las mujeres con DA.

Este estudio tiene fortalezas importantes. Primero, se realizó en una cohorte representativa de toda la población coreana, en lugar de en un grupo específico de enfermedad. En segundo lugar, debido a que se dispuso de información como daño cerebral u otras enfermedades, sexo, edad y situación económica, la posibilidad de un retraso en el desarrollo debido a factores distintos de la DA podía excluirse en la mayor medida posible. En tercer lugar, los efectos de la DA sobre el neurodesarrollo pueden evaluarse no sólo en el grupo de disfunción grave del desarrollo sino también en el grupo de disfunción límite del desarrollo.

Sin embargo, es necesario considerar varias limitaciones de este estudio. En primer lugar, es difícil determinar el resultado general del desarrollo si se utilizan sólo los resultados de la K-DST en un único momento (a la edad de 6 años). Los niños individuales se desarrollan a ritmos diferentes, e incluso los niños en quienes se sospecha que tienen un retraso en el desarrollo a menudo muestran un desarrollo normal. Por lo tanto, si el resultado de la K-DST es anormal, es necesario un examen o seguimiento detallado. Se requiere precaución al interpretar los resultados. Como el presente estudio es un estudio observacional con datos administrativos, los resultados no pudieron probar una relación causal. En segundo lugar, la base de datos no pudo evaluar información sobre los antecedentes familiares o genéticos de enfermedades alérgicas o la disfunción del desarrollo neurológico. Estos factores no medidos de confusión residuales pueden sesgar la asociación entre la DA y la neurodesarrollo en los métodos de PP. Por lo tanto, se necesitará más investigación con una nueva base de datos o mediante la realización de un análisis estadístico ideal para confirmar los resultados. Por último, se realizaron análisis adicionales y se estratificó a los participantes en el grupo de DA con prescripción de esteroides sistémicos para el tratamiento de DA y hospitalización para el tratamiento de la DA para estimar la gravedad de la DA. Como esto puede no reflejar con precisión la gravedad de la DA en los niños, es posible que estos eventos fueran exacerbaciones agudas transitorias debidas a una infección de la piel. Además, se necesita una técnica estadística sofisticada como el paquete twang para equilibrar los tres grupos. Sin embargo, es imposible importar este paquete a la base de datos actual, por lo que se esperan investigaciones futuras.

En conclusión, este estudio de cohorte administrativa nacional mostró que los niños con DA antes de los 2 años tienen una asociación significativa con la disfunción del neurodesarrollo en las pruebas de detección del desarrollo a la edad de 6 años. Además, los niños con DA tienen un riesgo mayor de trastornos del neurodesarrollo, incluidos TDAH, retraso mental, trastornos del desarrollo psicológico y trastornos emocionales y del comportamiento. Como los mecanismos subyacentes de estas asociaciones siguen sin estar claros, se requieren más estudios.

Kim JH, Yi YY, Ha EK, Cha HR, Han MY, Baek HS. Neurodevelopment at 6 years of age in children with atopic dermatitis. Allergol Int. 2023 Jan;72(1):116-127. doi: 10.1016/j.alit.2022.08.002. 

Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México

Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor

Dra. Med. María del Carmen Zárate Hernández Profesor

Dra. Claudia Anai Estavillo Gómez Residente 1er Año

Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor


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