viernes, 19 de julio de 2019

Reactividad relativa a la clara y yema de huevo o cambios después del calentamiento como marcadores para la tolerancia al huevo horneado


1 | INTRODUCCIÓN
El huevo (H) es una fuente frecuente de reacciones alérgicas mediadas por la IgE en los alimentos en la infancia, en especial para 1.2% de los europeos en los primeros 2 años de vida. La clara de huevo (CH) se considera la principal culpable con sus cuatro alérgenos (ovomucoide−OVM, Gal d 1; ovoalbúmina−OVA, Gal d 2; ovotransferrina, Gal d 3 y lisozima, Gal d 4) y la yema de huevo (YH) que incluye dos alérgenos, α-livetina (Gal d 5) e YGP42 (Gal d 6). Algunas otras proteínas de la CH, la YH o ambas se reportaron como reactiva a la IgE en estudios separados, lo que dificulta la deducción en su participación relativa.

Queda claro que existen dos fenotipos clínicos de alergia al huevo. Algunos niños toleran el huevo en los productos horneados, su pronóstico es mejor y la introducción del huevo horneado en la dieta aumenta su calidad de vida; aún se debate si esto acelera la adquisición de la tolerancia. En tanto a los retos orales, uno se realizó con la CH o el H crudo/pasteurizado y el otro con la CH del huevo duro o del huevo horneado, lo que estableció el fenotipo. El uso de productos pasteurizados, para evitar el riesgo potencial de infecciones, se respalda por estudios que reportan que se mantuvo su capacidad de unión a la IgE o de alergenicidad. Los sujetos reactivos al huevo horneado tienen pruebas cutáneas por punción (PCP) más grandes y niveles mayores de la IgE específica a CH, OVA y OVM, que los sujetos tolerantes al huevo horneado, pero con una gran cantidad de superposición. Aún faltan establecer los límites de la IgE específica y las PCP para diagnosticar la alergia al huevo horneado. Todos estos marcadores se basan en un nivel de respuesta a una fracción o a un antígeno. La hipótesis es que la respuesta relativa puede diferenciar a los pacientes que toleran el huevo horneado. Se investigó de manera prospectiva la heterogeneidad de las respuestas relativas a las fracciones del huevo o los antígenos en una cohorte de niños alérgicos al huevo y se probó su relación con el fenotipo histórico.
2 | MATERIAL Y METODOS
2.1 | Participantes
Los investigadores reclutaron niños (de 18 meses a 7 años) con alergia al huevo para participar, previo consentimiento informado de la investigación n°2008‐A01403‐52 aprobada por el Comité de Ética de Toulouse II (Francia). Se caracterizó el fenotipo histórico a partir de su práctica actual, se recopilaron datos clínicos y se realizaron las PCP con fracciones de huevo preparadas de forma especial, controles negativos y positivos (fosfato de histamina, 10 mg/ml) y extractos comerciales de la CH y aeroalérgenos (D. Pter, D. Far, Dactyle, Phleole, Alternaria, gato y perro) de Stallergen (Antony, Francia). Para la mayoría de los niños, el suero se analizó para determinar la IgE total y específica a la CH y la YH por ImmunoCAP (Phadia, Uppsala, Suecia) y se almacenó a -80°C para exploraciones adicionales.
2.2 | Fracciones de huevo para PCP
Las fracciones crudas y duras (94°C‐18 min) se prepararon con una separación cuidadosa para evitar cualquier contaminación cruzada. Los huevos comerciales pasteurizados (66 °C, 6 min) y la clara de huevo (56°C, 6 min) fueron de ABCD (Ploermel, Francia). Para cada paciente, las alícuotas (H, YH y CH sin procesar; H y CH pasteurizadas; H, YH y CH hervidas duras) preparadas en condiciones estériles se congelaron y se mantuvieron a -20°C en los centros clínicos. Se proporcionan detalles adicionales en la información de respaldo del artículo, apéndice S1.
2.3 | Proteínas CH y fracciones YH para ELISA
La ovalbúmina, la ovomucoide, la proteína de unión a la riboflavina y la ovomucina se purificaron a partir de la CH. La lisozima, la avidina y la ovoalbúmina‐X (Ova‐X) fueron de Liot (Béthune, Francia) y la ovotransferrina de Especialista de huevo en polvo (Occhiobello, Italia). El plasma y los gránulos separados por centrifugación a partir de la YH en bruto se dividieron en dos subfracciones (LDL y livetinas de plasma, HDL y fosvitinas de gránulos) como se describió antes.
Las concentraciones de la IgE total y específicas en los sueros se determinaron mediante F-ELISA24 con la estación de trabajo de automatización de laboratorio Biomek® NXP (BECKMAN Coulter, Villepinte, Francia). Las proteínas o fracciones se recubrieron a 5-20 µg/ml en tampón de carbonato o PBS, y los sueros se diluyeron de 1:10 a 1:50.
2.4 | Análisis de los datos
En las PCP el diámetro de roncha que se consideró positivo fue por encima de 3 mm o 50% del control positivo. Se calculó la reactividad relativa de las PCP (el diámetro para una muestra cruda/suma de diámetros para las tres muestras crudas) y las variaciones en el tratamiento térmico (diámetro para una muestra calentada/diámetro para la muestra en bruto correspondiente) en los pacientes. El error estándar medio ± se dio en el texto.
Los datos se analizaron con el uso del programa GraphPad Prism 5.04 (GraphPad Software Inc., La Jolla, CA, EE. UU.) Con un nivel significativo que se estableció en 0.05. Los datos a menudo no demostraron una distribución normal y las medianas se compararon mediante las pruebas de Kruskal-Wallis/Friedman con las pruebas posteriores de Dunn o las pruebas de Mann-WhitnYH/Wilcoxon. A menos que se indique lo contrario, en las figuras se muestran datos individuales con barras para la mediana o datos de clase con caja y bigotes (percentiles 10‐90). La clasificación jerárquica ascendente (HAC; método de Ward) se usó para evidenciar patrones subyacentes. HAC, las tablas de contingencia entre clasificaciones y su análisis mediante la prueba de χ2 cuadrado se realizaron con XLSTAT 2013.2.04.
3 | RESULTADOS
3.1 | Población de estudio
Se reclutaron cincuenta y cuatro niños (39 niños, 3.8 ± 1.7 años); sus características y los datos clínicos se presentan en la Tabla S1. La urticaria aguda resultó ser el síntoma más frecuente con huevos crudos y cocidos. La dieta de exclusión actual se recolectó para 49 niños; 49, 39 y 33 niños evitaban los huevos crudos, cocidos y horneados, de forma respectiva. Treinta y cinco y 22 niños sufrían de otras alergias alimentarias o alergias respiratorias. Dieciséis niños mostraron sensibilización a los ácaros del polvo (D. Pter y D. Far), 11 y 9 a Dactyle y Phleole, 11 y 7 al gato y al perro y 2 a Alternaria.
3.2 | Reactividad de las PCP hacia el huevo crudo y sus fracciones
Todos los niños tuvieron las PCP positivas para el H y la CH crudos y 39 (72%) para la YH cruda (Figura 1A). Las medias de los diámetros positivos fueron 9.8 ± 5.2 mm para H, 8.8 ± 5.1 mm para la YH y 12.6 ± 7.0 mm para la CH. La media para el extracto comercial de la CH (7.3 ± 4.5 mm, 52 positivo) es inferior de manera significativa a la del H o la CH sin procesar.
Las reactividades relativas por paciente mostraron una gran dispersión de datos (Figura 1B) y la clasificación jerárquica ascendente resultó en 3 clases (Figura 1C). Los 15 niños sin reactividad a la YH se reunieron en la primera clase (clase% crudo-1; 28%). La mayoría de los niños (33/54) reaccionaron a las 3 fracciones crudas con una menor reactividad a la YH y una mayor a la CH (clase% crudo-2; 61%). Seis niños se separaron en una tercera clase (clase% crudo-3; 11%), mostraron una mayor reactividad a la YH que al H o a la CH. Los diámetros de las PCP con H crudo se mostraron similares entre las tres clases (p = 0.06), los diámetros con la YH cruda diferían de manera significativa entre la primera clase (nula) y los otros dos (7.6 ± 0.6 mm; 15.2 ± 3.3 mm; p <0.001), y los diámetros con la CH en cruda diferían de manera significativa (p <0.001) entre la segunda clase (15.4 ± 1.2 mm) y los otros dos (8.3 ± 1.2 mm; 7.7 ± 2.2 mm).
3.3 | Variaciones de la reactividad de las PCP con el calentamiento
La Figura 2A muestra las variaciones individuales de las PCP por fracción con tratamientos térmicos. La pasteurización tuvo un efecto que se limitó en el diámetro de las PCP, excepto en cuatro y tres niños que tuvieron PCP nulas con el H y la CH pasteurizada, de manera respectiva. Las medias de diámetros positivos (9.1 ± 4.2 mm y 10.6 ± 6.3 mm, de manera respectiva) disminuyeron de forma ligera en comparación con las fracciones en crudo. La cocción dura tuvo un efecto mayor en los diámetros de las PCP. Para la YH, 15 niños tuvieron las PCP positivas (28% de la cohorte, 38% de niños positivos a YH en crudo) y la media de diámetros positivos disminuyó a 4.9 ± 2.1 mm. Para el H y la CH duros, de manera respectiva, 31 (57%) y 36 (67%) niños todavía tuvieron PCP positivas. Las medias de estos diámetros positivos (9.2 ± 5.6 mm para H y 10.8 ± 5.6 mm para CH) no mostraron cambios significativos en comparación con el H y la CH pasteurizados.
Para cada tratamiento, la clasificación jerárquica ascendente en variaciones individuales dio como resultado 2 clases (Figura 2B). La pasteurización del H o la CH no tuvo impacto en la reactividad de las PCP para 34 niños en clase pasado-1 (63%) pero disminuyó de forma significativa la reactividad para 20 niños en clase pasado-2. Los niños en la clase pasado-1 fueron mayores que los niños en la clase pasado-2 (p < 0.01) pero no difirieron de manera importante en la reactividad de las PCP con fracciones en crudo (p = 0.90, 0.97, 0.06 para H, YH y CH; Fig. S1A).
Los niños que mantuvieron cierta reactividad a las fracciones crudas se reunieron en la clase HB-1 (n = 37.69%) al contrario que los niños de la clase HB-2 que no mostraron reactividad a las tres fracciones crudas. Los niños en la clase HB‐1 no difirieron en edad (p = 0.84), ni en la reactividad en la PCP al E (p = 0.27), pero tuvieron una reactividad mayor en las PCP a la YH y la CH sin tratar que los niños en la clase HB‐2 (Figura S1B).
3.4 | Reactividad de la IgE específica a fracciones de huevo y proteínas
La sensibilización a fracciones de huevo y antígenos se probó mediante ImmunoCAP (n = 47 a CH y YH) y ELISA (n = 44) y dio lugar a dos y cuatro clases, de forma respectiva. Todos los niños que se evaluaron para la sensibilización a la YH por ImmunoCAP resultaron positivos excepto uno, y de manera significativa, menos sensibilizados a la YH que a la CH (Figura 3A a la izquierda; p < 0.001). Las sensibilizaciones comparadas por paciente (Figura derecha 3A) mostraron dos tendencias que definieron dos clases. Para 25 de 46 muestras, la pendiente (relación CH/YH) ascendió a 3.2 ± 0.2 (intervalo de confianza de 95%: 2.9‐3.5), mientras que resultó alrededor del doble (7.3 ± 0.5, intervalo de confianza de 95%: 6.2‐8.3) para los otros 21.
La ELISA (Figura 3B) reveló que, de 44 niños, 41 estuvieron sensibilizados a la fracción CH 38 a Gal d 1, 43 a Gal d 2, 32 a Gal d 3 y 26 a proteína de unión a riboflavina (RBP). La IgE de 15, 21, 15, 6 niños se unió a lisozima (Gal d 4), ovoalbúmina‐X, avidina y ovomucina, de manera respectiva. La fracción YH estuvo unida a la IgE en 25 sueros, y la fracción plasmática YH estuvo involucrada en especial con las livetinas y las subfracciones LDL unidas a la IgE en 15 y 16 sueros, de forma respectiva. Las HDL y las fosvitinas de los gránulos se unieron por la IgE en 8 y 2 sueros, de forma respectiva, con respuestas bajas. El análisis de los datos de enlace de la IgE por clasificación jerárquica ascendente reveló cuatro patrones de sensibilización (Figura 3C). La mitad de los niños (IgE-1; n = 22) mostró una gran unión de la IgE a la CH, ovoalbúmina, ovomucoide y ovotransferrina y unión media de la IgE a la RBP y la YH. El segundo patrón más frecuente (IgE ‐ 2; n = 15; 34%), se relacionó con la unión baja a media de la IgE a la CH, la ovoalbúmina y la ovomucoide. Los otros dos patrones diferían en gran medida. Uno se relacionó con la unión baja de la IgE a la CH con unión específica a la lisozima (IgE-3; n = 4; 9%); el otro a una unión media de la IgE a la CH con una mayor unión de la IgE a la ovotransferrina que a la ovoalbúmina u ovomucoide y una baja unión de la IgE a la YH con una gran unión de la IgE a la subfracción de la livetina (IgE-4; n = 3; 7%). Los niños en estas cuatro clases de IgE no difirieron de manera particular ni por edad (p = 0.98), ni por la reactividad a las fracciones en bruto en la PCP (p = 0.67, 0.18 y 0.34 para H, YH y CH, de forma respectiva).
3.5 | Análisis de los vínculos entre clasificaciones de los pacientes
Los pacientes se clasificaron en tres grupos de edad (18‐30 meses, 30‐54 meses, 54‐84 meses; n = 17, 18 y 19, de manera respectiva) y dos clases según la alergia asociada a otros alimentos, la alergia respiratoria y a los que se le permitió el huevo al horno en la dieta por los médicos. Las tablas de contingencia se analizaron mediante pruebas de x2, cuyos valores de p se reportan en la tabla 1. Se encontró que las clasificaciones basadas en respuestas relativas fueron independientes de la edad y la existencia de otras alergias alimentarias o respiratorias. Además de los vínculos conocidos entre la edad y las alergias alimentarias relacionadas y la alergia respiratoria, se encontraron mejores vínculos entre la sensibilización IgE relativa (relación CH/YH o al patrón de unión de IgE), la variación de la reactividad en las PCP con el huevo hervido duro, y el consumo de huevo horneado permitido por los médicos. Los niños que perdieron la reactividad en las PCP al hervir el huevo se mostraron en particular menos sensibilizados a las fracciones CH y YH y a la RBP junto a los alérgenos conocidos Gal d 1, Gal d 2 y Gal d 3 que los niños que mantuvieron cierta reactividad (Figura 4A). La mayoría de los niños (20/21) con una relación alta CH/YH mantuvieron cierta reactividad a las fracciones del huevo duro, lo que resulta en descensos menores de forma significativa de la reactividad de las PCP al H y a la CH en condiciones de ebullición según la proporción (Figura 4B). Al final, los niños a los que se les permitió comer huevo horneado tuvieron su PCP-reactividad al H y a la CH más reducida, en especial, con el huevo duro hervido y una relación CH/YH más baja que los niños con exclusión estricta (Figura 4C).
DISCUSIÓN
Al usar las PCP y la IgE, se evidenciaron varios patrones de reactividad relativa a las fracciones de los huevos o antígenos entre los niños alérgicos a los huevos. De manera independiente a la edad y el nivel de sensibilización, las PCP se anularon con el huevo hervido duro, la relación CH/YH y el perfil de la IgE determinaron de forma estadística que los niños podían comer huevos horneados. Todos estos niños presentaron una relación CH/YH baja (por debajo del valor de la mediana, 4.3), y la mayoría de ellos no tenía reactividad en las PCP a las tres fracciones del huevo duro hervido. En línea con las PCP con muffin recién cocinado ya propuestas, estos marcadores tienen la ventaja de usar pruebas realizadas en la actualidad por alergólogos con una fracción compleja del huevo que reúne todos los alérgenos.
Este estudio señaló además el requisito de tener en cuenta tanto la CH como la YH. Todos los niños que se evaluaron a la YH, a excepción de uno, estaban sensibilizados a la CH y la YH, 25 de los 44 mostraron un enlace de IgE a YH por ELISA, y más de 70% tuvo las PCP positivas a YH cruda. Si la reactividad a la YH en crudo es, como se asumió en general, más baja que a la CH en bruto para la mayoría de los niños, resultó mayor para 6 niños. No son mayores que los niños sin reactividad a la YH como se sugirió antes. La sensibilización a la YH involucró en especial la fracción YH plasmática (LDL o fracciones de livetinas) que se asoció con mayores sensibilizaciones a proteínas CH de acuerdo con estudios previos.
En la práctica actual, las PCP con YH y CH sin procesar podrían permitir, de forma individual, identificar el patrón de reactividad del paciente hacia las fracciones del huevo. Sin embargo, se debe tener cuidado en relación con el riesgo potencial de infección que podría evitarse al utilizar fracciones pasteurizadas o extractos, siempre que no estén contaminados de forma cruzada y se estandaricen de forma correcta. No se confirmó impacto de la pasteurización en la alergenicidad del huevo, como se asumió en general, en el H y la CH para la mayoría, pero no para todos los niños que se evaluaron. Esto puede relacionarse con el despliegue y/o agregación de proteínas, que se produce durante la pasteurización. Las clasificaciones de los niños según las variaciones de la reactividad con la pasteurización y la ebullición difieren en las PCP. Las variaciones individuales dependen de las proteínas a las que estuvieron sensibilizados y si estas proteínas se modificaron en cada tratamiento térmico.
De acuerdo con los estudios que reportaron una mayor sensibilización IgE a la CH y Gal d 1 o Gal d 2 en pacientes alérgicos a huevos cocidos, la sensibilización IgE difirió de manera significativa entre las clases HB para la CH, Gal d 1, Gal d 2 pero también para YH, Gal d 3, y RBP, lo que muestra que otras proteínas de la CH y la YH pueden estar involucradas. Se evidenciaron cuatro patrones de sensibilización, pero deberían establecerse en una cohorte más grande, en particular los dos patrones menos frecuentes, para estudiar mejor su ocurrencia y la relación con el efecto de los tratamientos térmicos o la tolerancia de los huevos horneados.
Este estudio señaló que las PCP se anulan con el huevo duro hervido o una relación CH/YH baja como posibles marcadores para la tolerancia al huevo horneado. Se requiere un estudio adicional observado por médicos, en una cohorte más grande con pruebas a huevo y de forma sistemática para establecer el fenotipo tras la inclusión y durante el control de los pacientes para establecer su relevancia clínica.
En conclusión, este estudio destaca la heterogeneidad de las variaciones de las respuestas individuales de las PCP e IgE entre los niños con alergia al huevo y que la mayoría de ellos estuvieron sensibilizados tanto a la YH como a la CH. Cualquiera que sea el nivel de sensibilización, las PCP individuales se anularon con huevo duro hervido o una relación CH/YH baja, que aparecen como nuevos marcadores para la tolerancia al huevo horneado, pero deben evaluarse más a fondo.

ORIGINAL ARTICLE

Relative reactivity to egg white and yolk or change upon heating as markers for baked egg tolerance
Chantal Brossard  Fabienne Rancé  Martine Drouet  Evelyne Paty  Agnes Juchet  Catherine Guérin‐Dubiard  Maryvonne Pasco  Olivier Tranquet  Françoise Nau  Sandra Denery‐Papini



Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz         Jefe y Profesor
Dra. med. Gabriela Galindo Rodríguez         Profesor
Dra. Natalhie Acuña Ortega                          Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann                Profesor

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