El asma y los trastornos mentales se encuentran entre las enfermedades crónicas más prevalentes en todo el mundo, co-ocurren más a menudo de lo esperado. Los pacientes con asma tienen tasas más altas de trastornos mentales. Del mismo modo, los pacientes que sufren de trastornos mentales tienen un riesgo mayor de asma. La comorbilidad entre el asma y los trastornos mentales conduce a una diferencia sustancial, reduce la calidad de vida relacionada con la salud e impone cargas significativas de salud pública.
Un número creciente de estudios epidemiológicos basados en la población informan asociaciones entre el asma y los trastornos mentales. Sin embargo, la atención se centró de manera principal en el estado de ánimo y los trastornos de ansiedad, con 2 estudios sobre el déficit de atención/ trastorno de hiperactividad y trastornos del espectro autista que muestran más tarde asociaciones con asma. Además, los estudios a menudo investigaron asociaciones en 1 dirección o asociaciones de por vida, lo que impide la evaluación de la ordenación temporal. Dos estudios examinaron las asociaciones bidireccionales, reportaron un riesgo mayor de asma subsecuente en aquellos con depresión y trastornos de ansiedad y viceversa.