Sin planificación ni asistencia, el impacto del teletrabajo puede ser negativo en términos físicos, psicológicos y de bienestar social.
Entre los beneficios destacan una menor incidencia de hipertensión y estrés, y alimentación más saludable; los perjuicios incluyen aislamiento, riesgo de irritabilidad y problemas esqueletomusculares por falta de equipo apropiado. Todos los hallazgos son preliminares, reportan dos agencias de la ONU.