Investigadores del Hospital Universitario de Canarias desarrollan un test cutáneo que permite saber si la tercera o cuarta dosis es o no necesaria.
En plena polémica por la necesidad de inocular a toda la población una tercera o incluso una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus, investigadores como Eduardo López-Collazo llevan tiempo alertando de la importancia de medir la inmunidad celular para saber realmente quiénes la necesitan y no derrochar así cantidades ingentes de dinero y recursos.