Actualmente no hay tratamientos aprobados que prevengan o reduzcan los síntomas de cualquier tipo de alergia a los alimentos. Las personas con alergia extrema al maní, caracterizada por una respuesta inmune inflamatoria potencialmente mortal a la proteína del maní, deben permanecer constantemente vigilantes para evitar incluso la exposición accidental más mínima, y muchas deben tener un inyector de epinefrina a mano en todo momento.
Incluso comer algún producto que haya sido fabricado en una planta de procesamiento donde también se elaboran comestibles con maní, podría causar efectos como salpullidos, inflamación y bloqueo de las vías respiratorias y hasta la muerte.
Un nuevo tratamiento experimental, llamado AR101 -por el momento-, no es una cura para las alergias al maní, sino un régimen diario de cápsulas de proteína purificada y tratada de maní que reduce la reacción del cuerpo a través de la exposición sostenida pero controlada.
“Esta no es una solución rápida, y no significa que las personas con alergia al maní puedan comer cacahuetes cuando lo deseen. Pero definitivamente es un gran avance”, dijo en un comunicado el doctor Jay Lieberman, investigador de AR101 y vicepresidente del Comité de Alergias Alimentarias del Colegio Estadounidense de Alergias, Asma e Inmunología.
Los detalles completos del estudio se publicaron en el prestigioso New England Journal of Medicine, lo que hace que el tratamiento esté un paso más cerca de ser aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).
Tratamiento que salva vidas
En el ensayo de fase 3, AR101 se evaluó en 496 niños de 4 a 17 años y 55 adultos de 18 a 55 años con alergias tan graves que no pudieron ingerir más de 100 miligramos de proteína de maní (equivalente a aproximadamente un tercio de un maní) sin experimentar una reacción de moderada a extrema. La mitad de los participantes en cada grupo de edad fueron asignados al azar para recibir AR101 píldoras de dosis crecientes hasta que alcanzaron los 300 miligramos, y luego permanecieron con esa dosis durante 24 semanas. La otra mitad recibieron pastillas de placebo.
Un año después de estar probando el tratamiento, 67% de los niños que recibieron el AR101 toleraron una ingesta promedio de 600 miligramos de proteína de maní sin sufrir afectos desagradables o peligrosos, y más del 50% pudo soportar una dosis máxima probada de 1.000 miligramos.
Solo el 4% y el 2.4% de los pacientes con placebo pudieron igualar estas hazañas, respectivamente.
Fuente: http://www.lr21.com.uy/
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