viernes, 23 de noviembre de 2018

Síndrome de la boca quemante


Afección bucal crónica caracterizada por una sensación quemante de la mucosa oral sin causa obvia
Autor: Dres Mariano Marcolongo, Josefina Etchevers, Juan Andrés De Paula, Emilio Varela: Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano TRASTORNO 
El problema clínico
El síndrome de boca quemante (SBQ) es una afección bucal crónica caracterizada por una sensación quemante de la mucosa oral sin causa obvia. Su etiopatogenia es oscura, pero impresionan estar implicados factores psicológicos y neuropáticos.
No existe cura para el SBQ. El tratamiento, ya sea local o sistémico, va dirigido al alivio de los síntomas y a mejorar la calidad de vida. En los casos refractarios la intervención psicológica o psiquiátrica puede ser de ayuda.

Sintomatología
La parte anterior de la lengua es la más comúnmente afectada, seguida por la mucosa labial y ocasionalmente el paladar. La sensación quemante frecuentemente se acompaña de hormigueo o entumecimiento y sequedad bucal. A pesar de que la mucosa oral y el flujo salival son normales, 2 de cada 3 pacientes refieren disminución del sentido del gusto y sienten un sabor amargo o metálico.
La sensación quemante es habitualmente simétrica y de intensidad moderada a severa; es mínima a la mañana temprano o durante las comidas y generalmente no perturba el sueño.
Epidemiología
Afecta a ambos sexos, pero es más frecuente en mujeres, especialmente las postmenopáusicas a partir de los 60 años.
Frecuentemente se asocia con circunstancias estresantes o estado anímico alterado, con ansiedad o depresión, aunque es difícil establecer en qué medida el síntoma es primario o secundario al trastorno.
Etiopatogenia
En la patogenia del síndrome de boca quemante, además de los factores psicogénicos, ciertas alteraciones neuropáticas centrales y periféricas parecen desempeñar algún papel. A veces, una enfermedad no diagnosticada provoca el síndrome de boca ardiente. En estos casos se denomina “boca quemante secundario”.
Síndrome de boca quemante secundario
Los problemas preexistentes que pueden estar relacionados con el síndrome de boca quemante secundario comprenden los siguientes:
  • Sequedad bucal (xerostomía), que puede vincularse con diversos medicamentos, trastornos de la glándula salival o efectos secundarios del tratamiento oncológico. La prevalencia de la sequedad bucal tiende a aumentar con la edad.
     
  • Otros trastornos bucales tales como la candidiasis oral, un trastorno inflamatorio denominado liquen plano y la “lengua geográfica” que le da a la lengua un aspecto similar al de un mapa.
     
  •  Deficiencias nutricionales como falta de hierro, cinc, folatos, vitaminas del complejo B.
     
  •  Dentaduras postizas, especialmente si no se fijan bien.
     
  •  Alergia o reacciones a alimentos o condimentos.
     
  •  Reflujo de ácido estomacal (enfermedad por reflujo gastroesofágico) cuando llega a ingresar a la boca desde el estómago.
     
  • Determinados medicamentos, particularmente los antihipertensivos.
     
  • Hábitos bucales como sacar la lengua, morderse la punta de la misma y rechinar los dientes (bruxismo).
     
  • Trastornos endócrinos como diabetes o hipotiroidismo.
     
  • Irritación bucal excesiva, que puede ser resultado de cepillarse demasiado la lengua, usar dentífricos abrasivos, emplear enjuagues bucales en exceso o tomar demasiadas bebidas ácidas.

    Tratamiento
    • Terapéutica tópica
    El clonazepam es una benzodiazepina que activa las vías inhibitorias del dolor en la médula espinal y en los nociceptores periféricos. Se ha comunicado que su empleo tópico (1 a 2 gotas tres veces al día de una solución de 2,5 mg/ml) disminuye la excitabilidad de las fibras nerviosas sensoriales y baja la intensidad del dolor.
    La capsaicina es el componente ardiente del ají picante y ha sido usado en forma tópica en el tratamiento del SBQ; actuaría a través de un efecto bloqueante sobre la sustancia P, que se halla involucrada en la percepción del dolor. Sin embargo, no suele usarse por su mala tolerancia
    • Terapéutica sistémica
    Tanto el clonazepam como la capsaicina han sido utilizados por vía digestiva. Esta última menos frecuentemente por sus efectos colaterales.
    Los antidepresivos tricíclicos a baja dosis (amitriptilina) han aliviado la sintomatología a un número significativo de pacientes.
    Existen varias comunicaciones sobre el beneficio del ácido alfa lipoico (ácido tióctico), un potente antioxidante, en dosis de 600 mg diarios durante 30 días, solo o asociado con otros tratamientos en la terapéutica del SBQ.
    El anticonvulsivante gabapentina, habitualmente empleado en el tratamiento de las neuropatías, también fue referido como beneficioso en el SBQ
    A pesar del gran número de tratamientos disponibles, el informe del grupo Cochrane del 18/11/2016 concluyó que hasta ese momento no había suficiente evidencia para apoyar o desaprobar alguna de las terapéuticas empleadas.
    Resultado de imagen para Burning Mouth Syndrome
    Errores comunes
    A veces algunos pacientes y también algunos médicos interpretan que el trastorno obedece a reflujo gastroesofágico y son tratados con antiácidos o inhibidores de la bomba de protones infructuosamente.

    Lecturas recomendadas
    Feller, L. et al. “Burning Mouth Syndrome: Aetiopathogenesis and Principles of Management.” Pain Research & Management (2017): 1926269. PMC. Web. 27 Mar. 2018
    Fuente: 

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