miércoles, 10 de octubre de 2018

El positivo impacto de los probióticos en la práctica clínica: “Primer Curso Internacional: Probióticos en la práctica clínica”

La ciencia está fortaleciendo la evidencia sobre los beneficios de estos microorganismos para prevenir una gama cada vez mayor de enfermedades.

El consumo de los probióticos –microorganismos vivos que optimizan el funcionamiento del organismo más allá de la nutrición básica natural– está demostrando su efecto positivo en una gama creciente de ámbitos de la salud. A las reconocidas ventajas en el fortalecimiento del sistema inmune y el equilibrio de los sistemas digestivos, respiratorios y urogenital, la ciencia está arrojando nuevas evidencias sobre su impacto preventivo de enfermedades como cuadros gastrointestionales, hígado graso, patologías odontológicas, rinitis crónica o infecciones vaginales, entre muchas otras.

En este marco se desarrolló el “Primer Curso Internacional: Probióticos en la práctica clínica”, que pasó revista a los principales hitos en esta área con participación de destacados expertos internacionales y locales. “En esta mirada, se pudo comprobar que existen usos promisorios para los probióticos en muchas áreas en el futuro, tanto en el ámbito de la prevención como en el terapéutico. Hay muchas aplicaciones nuevas cuya utilidad se verá cada vez más en los casos clínicos”, señaló la doctora Ana María Agar, inmunóloga de Clínica Alemana y directora de esta jornada que organizaron el Departamento de Medicina Interna y el Departamento Científico Docente de la institución.
Así como en el área gastrointestinal se ha demostrado sus beneficios contra distintas infecciones –como las asociadas a la bacteria Helicobacter Pylori, que provoca diversos problemas gástricos aumentando el riesgo de úlcera y cáncer–, la especialista destacó sus buenos resultados en temas tan diversos como las alergias, la depresión postparto y ciertos casos de dislipidemia (aumento anormal de la concentración de grasas en la sangre).
En su exposición, la Dra. Agar detalló cómo los compuestos elaborados con estos microorganismos pueden prevenir trastornos del aparato urogenital como la vaginosis bacteriana –que tiene una importante incidencia en las embarazadas– o la disbiosis, junto con aumentar la protección contra enfermedades de transmisión sexual, entre ellas las clamidias. También subrayó la importancia de mantener el equilibrio de la flora bacteriana para evitar las infecciones urinarias, patología que ha afectado al 10% de las mujeres al menos una vez, y representa la causa de consulta ginecológica más frecuente.

Expertos internacionales

En la oportunidad, el Dr. Arthur Ouwehand, gerente de investigación y desarrollo de DuPont Nutrition & Health en Kantvik (Finlandia), abordó las evidencias que demuestran el impacto positivo de los probióticos en el manejo de enfermedades del tracto respiratorio, en términos de una menor duración de los cuadros infecciosos y del uso de antibióticos, junto a la reducción de los costos en la salud pública y del número de licencias médicas. A partir de estudios desarrollados en países como Francia, el experto indicó que una adecuada utilización de estos compuestos “ha permitido ahorrar cientos de millones de euros, a partir de la menor recurrencia de este tipo de patologías".
Por su parte, el Dr. Alfonso del Cuvillo, otorrinolaringólogo del Hospital Andaluz de Salud Jerez de la Frontera, España, explicó los avances en el conocimiento de los mecanismos con los que operan los ecosistemas de microorganismos (microbiomas) en el aparato respiratorio, además de su incidencia en enfermedades como la rinitis crónica y la fibrosis quística. En este ámbito, destacó que los trabajos científicos internacionales están registrando grandes adelantos para sentar las bases de una aplicación más intensiva de los probióticos en los tratamientos médicos. 

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