Científicos del Imperial College de Londres, analizaron la publicitada capacidad de distintas leches “de fórmula hidrolizada” para la prevención de algunas patologías que se desarrollan durante la lactancia pero descubrieron que no hay evidencia suficiente de tales ventajas.
El equipo de especialistas encabezado por el doctor Robert Boyle, del Colegio Imperial de Inglaterra, descartó las recomendaciones que en tal sentido efectúa la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, considerando que “lamentablemente los datos no son concluyentes”, según publica el British Medicine Journal.
Distintos lineamientos sobre la alimentación de los bebés en América del Norte, Asia y Europa, recomiendan enfáticamente la fórmula “hidrolizada” de leche de vaca en lugar de la fórmula infantil estándar para evitar trastornos autoinmunes durante los primeros meses de vida.
Tampoco encuentran ventajas en relación a los eczemas
La investigación tampoco encontró evidencia suficiente que respaldara la afirmación respaldada por la FDA de que la fórmula hidrolizada es capaz de reducir el riesgo de eczemas en la piel, así como que la misma fórmula pueda evitar la alergia a la leche de vaca.
El relevamiento estadístico sobre cientos de recién nacidos y su posterior evolución mostró que los bebés a los que se alimentó con fórmula hidrolizada de leche de vaca no presentaron índices más bajos de aparición de casos de asma, alergias, eczemas, fiebre del heno, e incluso diabetes tipo 1, que los bebes que se alimentaron de leche materna o de una fórmula estándar de leche de vaca.
Especialistas que comparten la línea de investigación reconocieron que podría haber vínculos entre las recomendaciones y el valor comercial de los productos, en tanto las leches de fórmulas “especiales”, son no solamente más exclusivas en cuanto a lugares de venta refiere, sino también mucho más caras.
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