De los casi ocho millones de mexicanos que tienen asma no todos han sido diagnosticados y de los que ya están en tratamiento 90 por ciento no están bien controlados, indicó el secretario de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Torax, Francisco Javier Torre Bolio.
En el Foro de Expertos en Asma 2016, comentó que entre siete y ocho por ciento de la población mexicana presenta el padecimiento, pero si se toma únicamente a menores de 10 años la prevalencia aumenta a 12 por ciento, porque afecta principalmente a los infantes.
Indicó que al no estar diagnosticados o estar mal controlados por falta de apego al tratamiento, la hospitalización de esas personas es frecuente, lo que incrementa la carga económica de la enfermedad.
Torre Bolio mencionó que de 2004 a 2013 el asma se ubicó entre las cuatro principales causas de hospitalización en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Enfatizó que la mortalidad por esa enfermedad sigue siendo alta, de 1.8 por ciento por cada mil egresos hospitalarios, es decir, cada año mueren unos cuatro mil 500 pacientes, principalmente por la falta de control en el tratamiento.
Al respecto Emilio Pizzichini, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil, mencionó que en su país anualmente mueren tres mil personas como consecuencia de la enfermedad.
Refirió que, incluso, es común que en países como Canadá haya pacientes (30 por ciento) sin un diagnóstico adecuado.
Los expertos mencionaron que está disponible en el mercado una terapia que anteriormente sólo se utilizaba en pacientes con EPOC, que permite un mejor control de la enfermedad por su fácil administración y más eficiencia.
El fundador del Instituto del Pulmón de la Universidad del Cabo, en Sudáfrica, Erick Bateman, mencionó que con el medicamento cuyo componente es el tiotropio, se puede llegar a un buen control de 80 por ciento en pacientes con asma resistente.
Comentó que a diferencia de los tratamientos dirigidos que pueden costar hasta mil dólares mensuales, esa nueva terapia ofrece buenos resultados a menos costos para los enfermos que siguen teniendo tos a o algún otro síntoma a pesar de estar ya en tratamiento.
Detalló que este fármaco debe utilizarse en combinación con otro medicamento que ya esté recibiendo el paciente para potenciar el efecto y lograr una vida normal.
El asma es una enfermedad de las vías respiratorias que puede ser incapacitante, pues durante las llamadas crisis que presentan los pacientes no pueden asistir a la escuela o el trabajo y tampoco pueden realizar actividad física.
Quienes sufren asma experimentan episodios recurrentes de sibilancias (silbidos en el pecho), disnea (falta de aire), opresión en el pecho y tos.
Esos episodios pueden ser interrumpidos por períodos de deterioro más grave y sostenido en el manejo de los síntomas, llamados exacerbación de asma, crisis asmática o ataques de asma.
Las exacerbaciones del asma (ataques o crisis de asma) se definen como un empeoramiento de los síntomas, son comunes y muy desagradables para el paciente, además de potencialmente mortales.
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