Al caminar en pleno verano por las playas del norte de Sydney, en los densos y húmedos arbustos se siente el zumbido de las cigarras, los chillidos de los pericos y el olor a parrilla que te hace agua la boca.
Escondida, sin embargo, en la maleza se encuentra una diminuta criatura que está obligando a algunos impenitentes carnívoros a dejar las salchichas, filetes y pasteles de carne.
Se trata de la Ixodes holocyclus, conocida comúnmente como la garrapata australiana de la parálisis.
Su picada puede ocasionar una peligrosa reacción alérgica, conocida como anafilaxia, con efectos que incluyen obstrucción de las vías respiratorias, descenso en la presión arterial e, incluso, la muerte.