miércoles, 22 de mayo de 2024

Journal Club: Función pulmonar infantil y deterioro temprano de la barrera cutánea en el desarrollo del asma a los 3 años

1 | INTRODUCCIÓN

El asma es uno de los trastornos respiratorios más comunes en los niños, ya que afecta a un 10 %-20 % en todo el mundo, se caracteriza por inflamación de las vías respiratorias, obstrucción reversible del flujo de aire e hiperreactividad. Los síntomas típicos del asma como sibilancias, dificultad para respirar y tos pueden desencadenarse por infecciones virales, actividad física, alérgenos y contaminantes. Los niños con sibilancias hasta la edad escolar a menudo se clasifican en trayectorias como: nunca/poco frecuentes, transitorias tempranas, de inicio tardío o persistentes. Si bien muchos superan los síntomas similares al asma, otros tienen las primeras manifestaciones de asma persistente en los años preescolares, lo que apunta a la incertidumbre de diagnosticar el asma a esta edad. Sin embargo, un estudio canadiense reciente de cohorte de nacimiento informó de un riesgo de asma de 20 a 150 veces mayor a los 5 años en todas las trayectorias de sibilancias. El tratamiento de las sibilancias recurrentes en edad preescolar tiene como objetivo mejorar el control y prevenir las exacerbaciones del asma, con énfasis  en la necesidad de una etiqueta de la enfermedad. El asma en los niños pequeños es un término paraguas que puede reconocer la incertidumbre del pronóstico, pero se destacan los síntomas y signos que se presentan y que a menudo requieren tratamiento farmacológico. Si bien las causas subyacentes del asma siguen sin determinarse, es probable que las raíces se originen en los primeros años de vida. La dermatitis atópica (DA), un trastorno inflamatorio común de la piel en la infancia, a menudo precede al desarrollo del asma, lo que indica un posible vínculo entre las enfermedades alérgicas en la primera infancia.

Se plantea la hipótesis de que el deterioro de la función de barrera de la piel contribuye al desarrollo de trastornos inflamatorios, incluidas las afecciones alérgicas de la piel y los pulmones. Como primera defensa contra los alérgenos e irritantes que entran a través de una barrera epitelial alterada, las células innatas de la piel y los pulmones inician una cascada de respuestas inmunológicas, en particular la sensibilización alérgica (SA), implicada tanto en la DA como en el desarrollo del asma (Figura 1). El gen de la filagrina (FLG) es esencial para la diferenciación epidérmica normal, con mutaciones de pérdida de función que aceleran el desarrollo de la DA. El deterioro de la función de barrera de la piel se evaluó por la pérdida transepidérmica de agua (TEWL), la cual permite que el agua se evapore de forma pasiva de la epidermis. La TEWL elevada en la infancia y las mutaciones de FLG preceden a las lesiones cutáneas eccematosas clínicas en la DA, y se asocian tanto con la DA como con la SA.

La función pulmonar en la primera infancia se puede medir mediante curvas flujo-volumen corriente (TFV), donde una menor relación entre el tiempo para alcanzar el flujo espiratorio corriente máximo (tPTEF) y el tiempo espiratorio (tE) se observó en los lactantes con obstrucción de las vías respiratorias. La disminución del tPTEF/t E en la infancia aumenta el riesgo de desarrollar asma infantil, y se realizó un seguimiento de la función pulmonar más baja desde el nacimiento hasta la adolescencia en niños asmáticos con comorbilidades alérgicas. Además, los bebés y los niños con obstrucción de las vías respiratorias en general alcanzan antes el tPTEF durante la espiración. De forma reciente, se informó de un posible vínculo entre una mayor TEWL y una menor función pulmonar medida por el tPTEF, lo que sugiere que una función deteriorada de la barrera cutánea puede desempeñar un papel en el desarrollo del asma.

Aunque tanto la disminución de la función pulmonar como el deterioro de la barrera cutánea se asocian con el asma, la contribución de los posibles factores de riesgo en la primera infancia sigue inexplorado en gran medida. La hipótesis de este estudio es que tanto la disminución de la función pulmonar como el deterioro de la función de la barrera cutánea en los primeros años de vida se relacionan con el desarrollo del asma. De forma primaria, se investigó si (1) la función pulmonar más baja, (2) la función de barrera cutánea deteriorada por una TEWL alta y (3) el eccema a los 3 meses, así como (4) las mutaciones de FLG se asociaron con el asma a los 3 años, de manera secundaria para explorar si las posibles asociaciones (1-4) diferían según el sexo, o por un diagnóstico de DA o en tercer término, por una sensibilización alérgica (SA) a los 3 años.

2 | MÉTODOS

2.1 | Diseño del estudio

El presente estudio se basa en información recopilada de forma prospectiva de la cohorte poblacional de prevención de la dermatitis atópica y las alergias en niños (PreventADALL), el cual es un ensayo controlado 2×2, diseñado de forma factorial, aleatorizado por conglomerados. Al nacer, se asignaron de forma aleatoria (1:1:1:1) a uno de los cuatro grupos: “sin intervención”, “cuidado de la piel (0-9 meses)”, “introducción temprana de alimentos (3-4 meses)” e “intervenciones combinadas de la piel y los alimentos”. Las madres se reclutaron mediante una invitación a mujeres embarazadas a un examen ecográfico de rutina a las 18 semanas de edad gestacional (EG) en Noruega y Suecia entre 2014 y 2016. Sus hijos (n = 2397), nacidos sin enfermedades graves a las ≥35 semanas de gestación, se inscribieron durante los primeros días de vida. Se retiró el consentimiento de tres niños.

El seguimiento a los 3 meses incluyó mediciones de la función pulmonar y de la función de la barrera cutánea, evaluaciones clínicas de la piel y recogida de muestras de sangre (Figura 2).

2.2 | Población de estudio

La población del estudio consistió en 1337/2394 niños de PreventADALL con información sobre síntomas, diagnóstico y/o tratamiento similares al asma a la edad de 3 años, así como mediciones disponibles de curva de TFV en estado de alerta, TEWL, eccema a los 3 meses y/o mutaciones de FLG.

2.3 | Recogida de datos

2.3.1 | Exposiciones

Función pulmonar

La función pulmonar del lactante se determinó mediante curvas TFV, con el Exhalyzer® D  (Eco Medics AG, Duernten, Suiza) y una mascarilla que cubría la boca y la nariz de los lactantes tranquilos acostados en decúbito supino. Todas las mediciones se analizaron de forma manual de acuerdo con un procedimiento operativo estándar. La disminución de la función pulmonar a los 3 meses se definió como un tPTEF/tE <0.25 y/o un tPTEF más corto <0.17 s (inferior al percentil 25).

Función de la barrera cutánea

La función de la barrera cutánea se midió mediante TEWL (g/m2/h) con el DermaLab USB de cámara abierta (Cortex, Hadsund, Dinamarca). La temperatura ambiente osciló entre 20 y 25 °C, la humedad osciló entre 6.4 % y 72.9 % (media de 30.9 %) y las ventanas y puertas se mantuvieron cerradas. Las mediciones se realizaron por triplicado en la parte superior lateral del brazo de los bebés tranquilos después de 15 minutos de aclimatación, cubiertos sólo con pañales. El deterioro de la barrera cutánea a los 3 meses se definió como un valor de TEWL >9.50 g/m2/h (superior al percentil 75).

Evaluaciones clínicas de la piel

Los exámenes se realizaron por personal capacitado del estudio. Se instruyó a los padres para que no bañaran a los bebés con aceites ni aplicaran emolientes cutáneos 24 horas antes de los exámenes.

Eccema

El eccema a los 3 meses se definió como la presencia de lesiones cutáneas eccematosas observadas de forma clínica, con exclusión del diagnósticos diferenciales comunes a la dermatitis atópica, como la dermatitis seborreica y de contacto, confirmada por los médicos.

Dermatitis atópica

La dermatitis atópica a los 3 años se definió con el cumplimiento de los criterios diagnósticos de DA por medio de los criterios del Grupo de Trabajo del Reino Unido (UKWP) (3, 6, 12 o 36 meses) y/o Hanifin y Rajka (H&R) (12, 24 o 36 meses).

Sensibilización alérgica

Las pruebas cutáneas por punción (PCP) se realizaron con soluciones alergénicas estándar para abedul, pasto Timothy, perro, gato, ácaros del polvo doméstico, huevo, leche de vaca, cacahuate, trigo, soya y bacalao (Soluprick ALK-Albelló, Hørsholm, Dinamarca). La sensibilización alérgica a los 3 años se definió como tener pruebas cutáneas por punción positivas con una mediana del diámetro de la roncha de la piel de ≥2 mm a los 6 meses y/o ≥3 mm para al menos un alérgeno a la edad de 1 y/o 3 años.

Mutaciones de filagrina

El ADN se extrajo de la sangre y se genotipificó para las mutaciones de pérdida de función más comunes en Europa en el gen FLG (R501X, 2282del4 y R2447X), mediante el ensayo de discriminación alélica basado en TaqMan, descrito por Hoyer et al. Tener una mutación FLG se definió como ser portador de cualquiera de las tres mutaciones.

2.3.2 | Resultados

Asma a los 3 años

Los episodios de obstrucción bronquial y asma diagnosticada por el médico se documentaron en todos los cuestionarios y en los seguimientos clínicos después del primer año de vida. El uso de medicamentos para el asma se registró en cuestionarios. Además, se revisaron los registros médicos de los niños para detectar la prescripción de medicamentos para el asma entre los 9 meses y los 3 años para compensar la información faltante. El asma a los 3 años se definió como tener ≥3 episodios recurrentes de obstrucción bronquial entre los 2 y 3 años, y cumplir con al menos uno de dos criterios: (1) asma diagnosticada por un médico a los 3 años, y/o (2) cualquier uso de medicamentos recetados para el asma (broncodilatadores, corticosteroides inhalados o antagonistas de leucotrienos) entre los 9 meses y los 3 años.

El asma a los 3 años con un diagnóstico de DA a los 3 años se definió como el cumplimiento de los criterios de UKWP y/o H&R a los 3 años, además de cumplir los criterios de asma a los 3 años.

El asma a los 3 años con un diagnóstico de sensibilización alérgica a los 3 años se definió como tener las pruebas cutáneas por punción positivas a cualquier inhalante o alérgeno alimentario a los 3 años, además de cumplir con los criterios de asma a los 3 años.

2.4 | Análisis estadístico

Las comparaciones se realizaron mediante pruebas t independientes para variables continuas presentadas con medias y desviaciones estándar (DE), y pruebas de chi-cuadrada para variables categóricas presentadas con números (n) y porcentajes (%). Se exploró la relación entre mutaciones de FLG, tPTEF/tE más bajos, tPTEF más cortos, TEWL alta y eccema mediante la correlación de rangos de Spearman, presentada con rho de Spearman e intervalos de confianza (IC) de 95 %. Se examinaron las asociaciones entre el tPTEF/tE más bajo y continuo y el tPTEF más corto y continuo, la TEWL alta y continua, el eccema,  las mutaciones de FLG y el asma a los 3 años en modelos de regresión logística univariados y multivariados separados, así como la regresión logística multinominal en modelos que incluían asma a los 3 años con un diagnóstico de DA o SA (sensibilidad alérgica) a los 3 años. De acuerdo con la literatura, el sexo, la edad gestacional, la exposición al humo de tabaco durante el embarazo, el entorno de vida urbano durante el embarazo, la lactancia materna, la atopia parental, el nivel educativo de los padres, el centro de estudio y las intervenciones PreventADALL se trataron como posibles factores de confusión. Los modelos que incluían mutaciones de FLG se ajustaron según el sexo. Los resultados se presentan como razón de momios (OR) y OR ajustada (ORa) con IC de 95 %. Se realizaron análisis de posibles interacciones entre las mutaciones de FLG,  tPTEF/tE, tPTEF, TEWL, eccema y el asma a los 3 años. El análisis estadístico se realizó con el programa IBM SPSS Statistics. La significación estadística se fijó en un valor de p < .05. Se describen más detalles en los Métodos S1.

3 | RESULTADOS

3.1 | Población de estudio

La población de estudio se compuso por 1337 niños, 635 (47.5 %) niñas y 702 (52.5 %) niños, con una edad media de 3.1 ± 0.3 meses y de 3.2 ± 0.3 años en los seguimientos clínicos a los 3 meses y 3 años. A los 3 meses, la función pulmonar estaba disponible en 563 lactantes con una media de tPTEF/tE de 0.39 ± 0.08 y un tPTEF de 0.20 ± 0.05 s. Se observó una menor función pulmonar en 30 (5.3 %) lactantes con tPTEF/tE y en 139 (24.7 %) lactantes con tPTEF. Se midió la función de barrera cutánea en 1173 lactantes a los 3 meses, con una TEWL media de 8.4 ± 6.1 g/m2/h y se observó una función deteriorada de la barrera cutánea en 294 (25.1 %) lactantes. El eccema a los 3 meses se observó en 168/1318 lactantes (12.7 %), mientras que 96/1045 (9.2 %) eran portadores de una mutación FLG (Figura S1). A los 3 años, 180/1337 (13.5 %) niños tenían asma (Tabla 1). En la figura S2A,B se muestra la distribución del tPTEF/tE más bajo o del tPTEF más corto, así como de mutaciones de FLG, TEWL elevada y eccema entre los niños con asma a los 3 años.

Los niños con asma a los 3 años tuvieron una mayor proporción de atopia parental en comparación con los niños sin asma: 137/167 (82.0 %) frente a 685/1084 (63.2 %) (p < 0.001).

En general, 524/1337 (39.2 %) lactantes tenían afección pulmonar (tPTEF/tE más bajo o tPTEF más corto) o cualquiera de las tres afecciones cutáneas (TEWL alta, eccema o mutaciones de FLG). Ninguno de los 1337 niños tenía las cuatro condiciones presentes en la infancia. Se observaron asociaciones entre TEWL alta, eccema y mutaciones de FLG, así como entre tPTEF y TEWL alta (Tablas S1 y S2).

Los niños tuvieron tasas más altas de asma a los 3 años en comparación con las niñas: 122/702 (17.4 %) frente a 58/635 (9.1 %) (valor de p < .05). La media de tPTEF/tE y tPTEF fue menor en los niños en comparación con las niñas; 0.38 ± 0.08 frente a 0.40 ± 0.08 y 0.20 ± 0.05 frente a 0.21 ± 0.05 (valores de p < .05), mientras que la media de TEWL, las tasas de eccema y las mutaciones de FLG se reportaron similares entre los sexos.

Mientras que las distribuciones de tPTEF/tE, tPTEF, TEWL, eccema a los 3 meses, mutaciones de FLG y asma a los 3 años eran similares entre los niños incluidos y la cohorte restante, la DA y la SA a los 3 años no lo fueron. Entre los niños con asma a los 3 años, 68/180 (37.8 %) y 51/179 (28.5 %) también tuvieron un diagnóstico de DA y SA a los 3 años (Tabla S3).

La función pulmonar más baja se asoció con el asma a los 3 años; ORa (IC 95 %) 5.4 ± 2.1, 13.7 para un tPTEF/tE más bajo y 2.7 ± 1.5, 4.9 para un tPTEF más corto. Una TEWL alta se asoció con asma a los 3 años; ORa (IC 95 %), mientras que el eccema o mutaciones de FLG no se asociaron (Tabla 2; Figura 3).

La función pulmonar más baja se asoció de forma significativa con el asma a los 3 años en los niños; ORa (IC 95 %) 7.7 ± 2.5, 23.6 para un tPTEF/tE más bajo y un tPTEF más corto, mientras que las mutaciones de FLG, los resultados altos en TEWL o el eccema no se asociaron. Ser portador de mutaciones de FLG se relacionó con el desarrollo de asma a los 3 años en las niñas; OR (IC 95 %) 3.5 (1.5, 8.2), mientras que ninguna de las otras condiciones se relacionó (Cuadro 3a, b; Figura 3).

La función pulmonar más baja se asoció de forma independiente con el asma a los 3 años, mientras que la TEWL alta sólo se asoció con el asma a los 3 años en niños con un diagnóstico de DA; ORa (IC 95 %) 3.4 (1.8, 6.4) o SA; 6.8 (3.1, 14.9) a los 3 años. De manera similar, el eccema y las mutaciones de FLG sólo se asociaron con asma a los 3 años en niños con un diagnóstico de DA (eccema; 3.2 (1.6, 6.1), mutaciones de FLG; 2.5 (1.2, 5.2) o SA (eccema; 3.3 (1.6, 6.8), mutaciones de FLG; 2.7 (1.2, 6.1) a los 3 años (Tabla S4A,B).

Mientras que un tPTEF más corto predijo el asma a los 3 años con una sensibilidad de 44.6 %, una especificidad de 78.3 % y un AUC de ROC de 0.62 (IC de 95 %: 0.54 a 0.69), ninguna de las tres afecciones cutáneas lo hizo (Tabla S5).

No se observaron efectos de interacción entre las afecciones pulmonares y cutáneas, las intervenciones de PreventADALL y el asma a los 3 años (datos no mostrados).

4 | DISCUSIÓN

En este estudio poblacional de 1337 niños, la disminución de la función pulmonar y el deterioro de la función de la barrera cutánea a los 3 meses aumentaron el riesgo de asma a los 3 años, mientras que las mutaciones de FLG o el eccema a los 3 meses no se reportaron como significativos. Al estratificar por sexo, las asociaciones entre la disminución de la función pulmonar infantil y el asma a los 3 años se reportaron significativas sólo en los varones, mientras que las mutaciones de FLG aumentaron el riesgo en las niñas. Si bien ni el eccema a los 3 meses ni las mutaciones de FLG por sí solas aumentaron el riesgo de asma a los 3 años, su presencia así como el deterioro de la barrera cutánea a los 3 meses aumentaron el riesgo de asma a los 3 años si se diagnosticaron con DA o SA a los 3 años.

La disminución de la función pulmonar infantil se asoció con el asma a los 3 años, en línea con estudios previos. De manera similar, un estudio noruego informó asociaciones entre una disminución del tPTEF/tE en la infancia y sibilancias preescolares. No se tiene conocimiento de otros que informen de un aumento del riesgo de asma a los 3 años por un tPTEF más corto en la infancia, pero se corresponde con estudios previos.

El hallazgo de que el deterioro de la función de la barrera cutánea en la infancia se asoció con el asma a la edad de 3 años es novedoso. Los autores reportaron de forma previa una asociación inversa entre el deterioro de la función cutánea y la disminución de la función pulmonar por el tPTEF en 899 lactantes a los 3 meses. Un estudio alemán encontró valores similares de TEWL con una prueba de parche entre 95 sujetos con atopia respiratoria, DA y controles. En conjunto, el hallazgo de este estudio apoya que la disfunción de la barrera puede desempeñar un papel en el desarrollo del asma. No se observaron asociaciones entre el eccema en la infancia o las mutaciones de FLG y el asma a los 3 años en ausencia de un diagnóstico de DA o SA a los 3 años, lo que se corresponde con estudios previos. Aunque se observó un riesgo tres veces mayor de asma en un estudio de 3000 niños suecos con eccema con prurito, esos niños tenían entre 1 y 2 años al inicio del estudio con el seguimiento del asma 5 años después. En esta cohorte, en 47.1 % de los niños con eccema a los 3 meses se documentó DA a la edad de 1 año, lo que junto con una edad más temprana en el momento del diagnóstico de asma puede explicar algunas de las diferencias.

Las asociaciones entre la función pulmonar inferior en la infancia en los niños y las mutaciones de FLG en las niñas y el asma a los 3 años, de forma independiente de la DA o la SA, son novedosas. De acuerdo con informes anteriores, los niños tenían con mayor frecuencia una función pulmonar más baja en la infancia y asma a los 3 años, lo que puede explicar en parte las asociaciones observadas. Dvornyk et al identificaron una asociación entre los polimorfismos de un solo nucleótido en FLG y DA en mujeres caucásicas, pero no en hombres. En contraste con una publicación australiana (n = 620) que informa que el eccema infantil se asocia con el asma en los niños, la presencia de eccema, de forma independiente de un diagnóstico de DA, no se asoció con el asma a la edad de 3 años. Sin embargo, se exploró el eccema a los 3 meses, de los cuales muchos no desarrollaron DA más adelante.

Hasta donde se sabe, los autores fueron los primeros en informar que la asociación entre el deterioro de la función de la barrera cutánea en la infancia y el asma a los 3 años en niños dependía de un diagnóstico de DA o SA a los 3 años. Cuando el prurito estaba ausente, un estudio reciente de bebés japoneses no encontró ninguna asociación entre el eccema reportado por los padres antes de los 3 meses y el desarrollo de asma a los 3 años, similar a estos resultados. Estudios anteriores encontraron asociaciones entre las mutaciones de FLG y el asma entre los niños mayores con eccema y SA, en línea con los hallazgos de este estudio.

Si bien la función pulmonar infantil más baja predijo mal el asma a los 3 años, ninguna de las afecciones de la piel lo hizo. En consecuencia, es probable que estos resultados sean relevantes para comprender mejor el papel de la función de las barreras pulmonar y cutánea en la primera infancia y los niños pequeños que desarrollan asma, en lugar de ser útiles en un entorno clínico.

4.1 | Fortalezas y limitaciones

Los niños que se incluyeron se reclutaron de forma prenatal de la población general y se caracterizaron bien de forma clínica, con información detallada sobre las exposiciones y los resultados, lo cual es una fortaleza. A los 3 meses y 3 años de seguimiento, el estudio alcanzó una tasa de respuesta de 89.1 % y de 81.2 %, de forma respectiva, y es una fortaleza adicional. El presente estudio incluye 55.8 % de niños de la cohorte PreventADALL con información sobre asma a los 3 años, función pulmonar, eccema, TEWL a los 3 meses y/o mutaciones de FLG, lo que puede introducir un sesgo de selección que reduce la generalización de estos resultados. Aunque todos los análisis multivariados se ajustaron para las intervenciones de PreventADALL, los datos se obtuvieron de un ensayo controlado aleatorizado y pueden limitar aún más la generalización, aunque ni las intervenciones cutáneas ni las alimentarias tuvieron efectos significativos sobre la DA, sino sobre el desarrollo de alergias alimentarias. Los centros de estudio de Noruega y Suecia utilizaron los mismos procedimientos operativos estándar para todos los exámenes y los profesionales de la salud se capacitaron de forma conjunta para aumentar la fiabilidad entre observadores. El registro de la función pulmonar en lactantes despiertos es un activo importante para este estudio epidemiológico. La elección del eccema en lugar de la DA podría considerarse una limitación. Sin embargo, pocos bebés de 3 meses cumplen con los principales criterios de prurito de DA de UKWP, y los médicos confirmaron el eccema. La tasa de 9.2 % de portadores de mutaciones de FLG, que corresponde con la prevalencia en los europeos, es una fortaleza, pero las cifras bajas pueden ser insuficientes para las asociaciones, incluidas las mutaciones de FLG, por lo que estos hallazgos deben considerarse con precaución. Aunque las sibilancias son un síntoma cardinal del asma a los 3 años, no siempre se relacionan, y el diagnóstico se basa de forma principal en patrones de síntomas. Por lo tanto, la obstrucción bronquial recurrente fue un criterio obligatorio, junto con un historial de asma diagnosticada por el médico y/o el uso de medicamentos para el asma, lo que en conjunto creó una definición estricta de asma. Pocos niños tenían asma a los 3 años, así como un diagnóstico de DA o SA a los 3 años, por lo que estos hallazgos, incluidos los fenotipos del asma, deben interpretarse con precaución.

4.2 | Implicaciones clínicas para investigaciones futuras

Los hallazgos de este estudio apoyan la hipótesis de que la función de la barrera epitelial puede estar involucrada en el desarrollo del asma a la edad de 3 años, lo que apunta a un papel tanto para la función pulmonar infantil temprana como para la función de la barrera cutánea. La asociación más fuerte entre la función pulmonar infantil y el asma a los 3 años se observó en niños con un diagnóstico de DA o SA a los 3 años. De manera similar, sólo se observaron asociaciones significativas entre la función deteriorada de la barrera cutánea, el eccema y las mutaciones de FLG y el asma a la edad de 3 años en bebés diagnosticados posterior con DA o SA, lo que de forma probable represente asma que puede persistir en la infancia posterior y/o sugiere que la progresión de una función reducida de la barrera cutánea a afecciones inflamatorias alérgicas es importante para el desarrollo del asma. Dado que muchos niños en edad preescolar superan su enfermedad similar al asma con la edad, se requieren estudios futuros para desenredar la posible relación entre los pulmones y la piel en el desarrollo del asma en niñas y niños mayores, quizá sean más precisos en términos del desarrollo de enfermedades obstructivas crónicas de las vías respiratorias.

5 | CONCLUSIÓN

En esta gran población pediátrica general, la disminución de la función pulmonar y el deterioro de la función de la barrera cutánea en la primera infancia se asociaron con un mayor riesgo de desarrollar asma a los 3 años. Las asociaciones con el asma a los 3 años difirieron según el sexo, con una función pulmonar más baja observada en los niños y mutaciones de FLG en las niñas, mientras que ninguna de las otras afecciones presentó significancia estadística. El eccema en la infancia, así como las mutaciones de FLG, aumentaron el riesgo de asma a los 3 años sólo entre los niños con un diagnóstico de DA o SA a los 3 años. Este estudio sugiere que la disminución de la función pulmonar infantil y el deterioro temprano de la barrera cutánea pueden contribuir al desarrollo del asma en la primera infancia, pero se necesitan más estudios.

Färdig M, Hoyer A, Almqvist C, Bains KES, Carlsen KCL, Gudmundsdóttir HK, Granum B, Haugen GN, Hedlin G, Jonassen CM, Konradsen JR, Lie A, Rehbinder EM, Skjerven HO, Staff AC, Vettukattil R, Söderhäll C, Nordlund B. Infant lung function and early skin barrier impairment in the development of asthma at age 3 years. Allergy. 2024 Mar;79(3):667-678. doi: 10.1111/all.16024.

Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC,  Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México

Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor

Dr. Dr. José Ignacio Canseco Villarreal Profesor

Dra. Silvia Rosario Avilés Vargas Residente 1er Año

Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor


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