viernes, 13 de febrero de 2015

300 millones de personas con asma

Especialistas en alergología y neumología de toda España se han dado cita en una nueva edición de la 'Universidad del Asma Grave' organizada por Novartis, con el objetivo de compartir experiencias clínicas y analizar los retos en el diagnóstico, así como novedades en el abordaje terapéutico del asma grave.

Alrededor de 300 millones de personas en el mundo padecen asma. En España, la patología afecta a cerca de un 11% de los niños entre 6 y 7 años, a un 9% de los adolescentes entre 13 y 14 años y a alrededor del 5% de la población adulta. Se estima, además, que "alrededor del 10% de la población asmática padece asma grave" ha señalado el Dr. César Picado, Doctor en Medicina, Especialista en Neumología y Consultor Sénior de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona.

El desarrollo del asma se puede considerar multifactorial y depende de las interacciones entre varios genes de susceptibilidad y factores medioambientales. Los pacientes con asma, ante situaciones de exposición a alérgenos, factores intrínsecos, ejercicio físico, etc... pueden sufrir un cuadro sintomático característico que puede tener diversos grados de intensidad (intermitente, leve, moderado o grave).
La mayoría de las personas con asma sufren ataques que pueden durar de minutos a días y se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante. Los síntomas característicos son, la dificultad respiratoria o disnea producida por la inflamación de las vías aéreas inferiores (broncoconstricción) que empeora con el ejercicio o la actividad y que puede llegar a producir un cuadro de insuficiencia respiratoria evidente, tos con o sin producción de esputo, retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal) y sibilancias (ruidos o "pitidos" frecuentes al pasar el aire por unas vías aéreas estrechadas). En casos graves se puede producir labios y cara de color azulado (cianosis), disminución del nivel de lucidez mental, somnolencia intensa o confusión, dificultad respiratoria extrema, pulso rápido y paradójico, ansiedad intensa además de todo su cortejo sintomático, también puede haber dolor torácico y opresión en el pecho.

El 5% de los pacientes asmáticos padecen asma grave no controlada. 
Según el Dr. Ignacio Dávila, Alergólogo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, "consideramos un asma bien controlada cuando el paciente no presenta sintomatología y puede realizar una vida prácticamente normal".
Así, el control del asma grave supone un reto para los especialistas en Alergología y Neumología por el alto impacto de esta enfermedad en la calidad de vida de los pacientes. Y es que tras la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el asma es la enfermedad respiratoria que causa mayor número de días de absentismo laboral, apunta Knowi.
Además, tal y como ha indicado Dr. Dávila, "el asma grave representa buena parte del gasto sanitario, con una repercusión muy importante en la calidad de vida de los pacientes, por lo que una identificación y un tratamiento adecuados pueden ayudar al control de las exacerbaciones y del proceso inflamatorio, interfiriendo en la progresión patogénica de la enfermedad".
"El asma grave representa buena parte del gasto sanitario, con una repercusión muy importante en la calidad de vida de los pacientes, por lo que una identificación y un tratamiento adecuados pueden ayudar al control de las exacerbaciones y del proceso inflamatorio".
El asma es una enfermedad muy variable, tanto en sus formas de presentación, como en su respuesta al tratamiento. Esta característica ha llevado a que los expertos vean necesario categorizar a los pacientes para valorar la respuesta a los distintos tratamientos. En este sentido, el Dr. Dávila ha comentado que "en los últimos años se ha investigado en profundidad los posibles fenotipos del asma. Aunque todavía no hay una clara clasificación, el fenotipo alérgico es un claro diferenciador, con unas características clínicas y patogénicas bastante definidas y con una repuesta mejor a los tratamientos capaces de bloquear la IgE".
La IgE es un tipo de anticuerpo que está implicado en las alergias y en la respuesta inmune contra los posibles agentes patógenos. "La IgE juega un papel central en enfermedades alérgicas como el asma alérgica grave. La introducción de nuevos fármacos que consiguen el bloqueo de la IgE está cambiando el panorama terapéutico dando una respuesta inmunológica más allá de las alérgicas" ha explicado el Dr. César Picado.
Asimismo, los expertos reunidos en el encuentro, han recordado que para mejorar la calidad asistencial de los pacientes asmáticos graves y conseguir un mejor control de la patología, los especialistas defienden la importancia de contar con unidades especializadas en asma grave en los centros hospitalarios. "Este tipo de pacientes requieren conocimientos y experiencia en su manejo, por eso consideramos que estas unidades son necesarias para tratar a los pacientes adecuadamente, evitar el infratratamiento, mejorar el cumplimiento terapéutico y efectuar un seguimiento periódico", ha concluido el coordinador de la jornada, el Dr. César Picado.

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