miércoles, 19 de noviembre de 2014

Consenso Internacional sobre alergia a medicamentos

 

Los medicamentos pueden inducir diferentes tipos de reacciones inmunológicas que junto con las reacciones alérgicas de hipersensibilidad a medicamentos (DHRs) comprometen hasta 15% de todas las reacciones adversas a medicamentos. Las DHRs no alérgicas simulan una alergia, pero sin ningún mecanismo inmunológico comprobado.

Las reacciones de hipersensibilidad a los medicamentos son de interés significativo para los médicos y pacientes y también son causa significativa del retiro de medicamentos del mercado. Aunque las erupciones urticarianas y maculopapulares son las manifestaciones más comunes, hay otras presentaciones clínicas. Las DHRs afectan a más de 7% de la población en general y por lo tanto representan un importante problema de salud pública. El subdiagnóstico (por no reportar los casos) y el sobrediagnóstico (debido a un sobreuso del término “alergia”, por ejemplo, en la presencia de síntomas por cofactores como infección). La clasificación errónea basada sólo en la historia clínica de la DHR limita las opciones terapéuticas y conlleva a medicamentos más caros y potencialmente menos efectivos. Además, la alergia a un solo medicamento lleva al concepto erróneo que el paciente es alérgico a todos los medicamentos.

Pocas guías y/o documentos de consensos están disponibles para respaldar que se tomen decisiones médicas en todos los aspectos de las DHR. Estos documentos varían en su metodología: Son nacionales, regionales o internacionales; conciernen a una sola clase de drogas; se enfocan específicamente en herramientas de evaluación/tratamiento; o son más generales. Aunque no hay duda de que el tratamiento integral común para el diagnóstico y tratamiento de las DHR mejora de forma considerable el resultado, la difusión y la implementación a nivel mundial aún resultan en un reto mayor.  Por estas razones, la Colaboración Internacional en Asma, Alergia e Inmunología (iCAALL), formada recientemente por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI), el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI) y la Organización Mundial de Alergia (WAO), decidió proceder con la recopilación de un CONsenso Internacional (ICON) sobre la alergia a los medicamentos. El propósito de este documento es recalcar los mensajes claves que son comunes en las guías clínicas existentes, mientras se revisa de manera crítica y se comentan las diferencias, y así proveer una referencia exhaustiva para difundir de manera más amplia. En cuanto al ICON de asma pediátrica, se generaron las necesidades no satisfechas, las investigaciones y las recomendaciones actualizadas de la guía.

Metodología

Un comité de trabajo se formó y aprobó por la junta actual de la iCAALL y las organizaciones participantes. Los criterios utilizados para la formación del comité fueron los siguientes: la representación regional, la relevancia para el campo, y la participación previa en las guías de alergia a medicamentos. Los miembros del comité propusieron documentos pertinentes para la evaluación. Estos incluyeron (i) el Consejo Conjunto de Alergia, Asma e Inmunología de AAAI/ACAAI para la actualización de los parámetros prácticos de alergia a medicamentos, (ii) las iniciativas de alergia a medicamentos de la WAO, (iii) las guías de la Sociedad Británica de Alergia e Inmunología Clínica (BSACI), y (iv) los muchos reportes de las fuerzas de trabajo y documentos de consensos del Grupo de Interés de Alergia a Medicamentos de la EAACI (DAIG) así como su grupo central, la Red Europea de Alergia a Medicamentos (ENDA). Cada miembro fue responsable de la preparación del texto y las tablas relevantes que comparan los documentos incluidos en un dominio específico. Un borrador se recopiló de manera posterior y se distribuyó (en septiembre de 2012) entre los autores para comentarios y correcciones. El documento revisado se envió después (en abril de 2013) a un comité de revisión independiente seleccionado de acuerdo a sus publicaciones de los últimos 5 años en las revistas revisadas como primer/último autor. Sus comentarios se consideraron en el último borrador, que luego se aprobó por la junta de gobierno de las organizaciones participantes. Las recomendaciones se extrapolaron de los documentos de referencia y se presentaron con los niveles de Evidencia A-D (Tabla 1).

Definición y clasificación de las reacciones de hipersensibilidad a los medicamentos

Definición

Las reacciones de hipersensibilidad a los medicamentos (DHRs) son los efectos adversos de fórmulas farmacéuticas (que incluyen medicamentos activos y excipientes) que asemejan de forma clínica una alergia. Las DHRs pertenecen a las reacciones adversas de medicamentos tipo B, que se definen por la Organización Mundial de la Salud como independientes de la dosis, no predecibles, nocivas  y con respuesta no intencionada a un medicamento tomado a una dosis normal en humanos. Las reacciones de tipo A, que incluyen las sobredosis y las reacciones farmacológicas, son dependientes de la dosis y predecible. Sin embargo, alguna dependencia de la dosis se ven de manera repetida en las DHRs (por ejemplo, antiinflamatorios no esteroides [AINES], medicamentos antiepilépticos) y algunas son predecibles debido al estadío de la enfermedad (por ejemplo, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana [HIV]/síndrome de inmunodeficiencia adquirida [AIDS], infección por el virus Epstein-Barr [EBV]) o una reacción previa similar a la misma droga o clase de droga.

Sólo cuando se demuestre un mecanismo inmunológico definitivo (ya sea por anticuerpos específicos al medicamento o células T), estas reacciones deben clasificarse como alergia a medicamentos. Como comunicado general, cuando se sospecha una reacción alérgica por medicamento, DHR es el término preferido, ya que una alergia verdadera y una DHR no alérgica pueden ser difíciles de diferenciar de acuerdo sólo a la presentación clínica, en especial en caso de DHR aguda grave.

Clasificaciones

La clasificación de las DHRs es un reto porque, para muchos medicamentos y presentaciones clínicas, se entiende pobremente el mecanismo subyacente. Una clasificación general aceptada debe facilitar la comparación de estudios y ayudar a mejorar y validar las técnicas diagnosticas validadas.

De forma clínica, las DHRs de manera común se clasifican como inmediatas y no inmediatas/tardías según su aparición durante el tratamiento. Las DHRs inmediatas son posiblemente inducidas por mecanismos mediados por IgE y ocurren en las primeras 1-6 horas después de la última administración del medicamento. De manera típica ocurren dentro de la primera hora de la administración de un nuevo curso de tratamiento. Por lo general se manifiestan con síntomas aislados como urticaria, angioedema, conjuntivitis, rinitis, broncoespasmo, síntomas gastrointestinales (náusea, vómito, diarrea, dolor abdominal) o como anafilaxia, o choque anafiláctico. En ciertas guías, cuando los síntomas de las DHR son sistémicos, las reacciones no dependientes de la IgE o las que imitan la anafilaxia, se designan reacciones “anafilactoides”. Esto ya no es el caso en las guías de la EAACI y la WAO, en donde se prefiere el término “DHRs no alérgica”. Las DHRs no inmediatas pueden ocurrir en cualquier momento desde la primera hora de la administración inicial del medicamento. Estas por lo general ocurren después de varios días de tratamiento y de forma común se asocian con mecanismos alérgicos de tipo tardío dependientes de células T. Los exantemas maculopapulares y la urticaria tardía son las presentaciones clínicas más comunes de las DHRs no inmediatas. Aunque artificial, esta clasificación es muy importante en la práctica clínica para el plan de tratamiento. En cualquier caso, son obligatorias una descripción precisa de la morfología y la cronología de estas reacciones. Aún hay limitaciones, por otros factores como la vía de administración, el rol de los metabolitos de los medicamentos, y la presencia de cofactores o la prescripción de otros medicamentos pueden acelerar o disminuir el inicio o la progresión de las reacciones.

De manera mecanística, los medicamentos son capaces de inducir todo los tipos de reacciones inmunológicas descritas por Gell y Coombs, pero las más comunes son las reacciones mediadas por IgE y células T. Algunos medicamentos, como los antiepilépticos y alopurinol, causan principalmente reacciones mediadas por células T, mientras otros, como los agentes bloqueantes neuromusculares (NMBA), provocan principalmente reacciones mediadas por IgE. Algunos otros (por ejemplo, β-lactámicos) pueden dar lugar a ambos tipos de reacción.

Patogénesis y fisiopatología

DHRS inmune/alérgica y no alérgica/no inmune

Las reacciones a medicamentos son reacciones adversas en las cuales los anticuerpos y/o las células T activadas se dirigen en contra de los medicamentos o en contra de uno de sus metabolitos. Numerosas reacciones con síntomas sugestivos de alergia se consideran con frecuencia de forma errónea como alergias reales a los medicamentos. Los mecanismos patológicos sugeridos de estas reacciones incluyen los siguientes: (i) liberación inespecífica de histamina de mastocitos o basófilos (por ejemplo, opiáceos, medios de radiocontraste y vancomicina), (ii) acumulación de bradicinia (inhibidores de la enzima convertidor de angiotensina), (iii) activación del complemento (por ejemplo, protamina), (iv) posiblemente una alteración en el metabolismo del araquidónico (por ejemplo, la aspirina o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos), y (v) la acción farmacológica de ciertos medicamentos que inducen broncoespasmo (por ejemplo, los β-bloqueadores, dióxido de sulfuro[SO2] liberado por formulaciones farmacéuticas que contienen sulfitos).

DHRS alérgicas inmediatas

Las DHRs alérgicas inmediatas se desarrollan como resultado de la producción de la IgE por linfocitos B específicos al antígeno después de la sensibilización. Los anticuerpos IgE se unen a los receptores Fc R1 de alta afinidad sobre la superficie de los mastocitos y basófilos, lo que crea un sitio de unión multivalente para el antígeno del medicamento. En las exposiciones siguientes, el antígeno—probablemente un complejo hapteno-proteína—se une de forma cruzada con la IgE, lo que estimula la liberación de mediadores preformados (por ejemplo, histamina, triptasa, algunas citocinas como el FNT-α) y la producción de nuevos mediadores (por ejemplo, leucotrienos, prostaglandinas, cininas y otras citocinas) Los mediadores preformados estimulan una respuesta en minutos, mientras el componente inflamatorio de citocinas se desarrolla después de varias horas, el tiempo requerido para la síntesis de proteínas y el reclutamiento de células inmunes. La anafilaxia mediada por β-lactámicos es la DHR alérgica inmediata mejor definida.

DHRS alérgica no inmediatas/tardía

La mayoría de las DHRs alérgicas  no inmediatas/tardías son mediadas por la acción de los linfocitos T. La piel es el órgano afectado con más frecuencia por las células T sensibles a los fármacos, pero cualquier órgano puede estar involucrado. El diclofenaco, por ejemplo, así como otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, puede causar lesión hepática mediada de forma inmunológica, lo cual puede explicarse por el mecanismo hepático y la modificación selectiva de las proteínas hepáticas. Es importante notar que el mismo medicamento quizá produzca diferentes síntomas clínicos y signos en diferentes individuos, aún y cuando la droga se administre por la misma vía y la misma dosis. Falta información referente al procesamiento específico del medicamento, pero, de acuerdo al reconocimiento inmune del péptido, el siguiente escenario es posible. Para estimular las celular T inocentes, las células dendríticas primero procesan el antígeno del medicamento. El antígeno después se internaliza y se transporta a los nódulos regionales linfáticos. Para desarrollar una respuesta inmune efectiva, el sistema inmune innato necesita activarse, lo que proporciona importantes señales de maduración, que a menudo se refieren como “señales de peligro” que incluyen estrés relacionado de forma directa a los medicamentos o a la enfermedad. A su llegada al nódulo linfático, el antígeno se presenta a las células T inocentes. De forma alternativa, algunos antígenos de los medicamentos pueden estimular de manera directa a las células T específicas al patógeno, y evitar así el requerimiento para el cebado de las células dendríticas de las células T. Sin embargo, para algunos autores, esta hipótesis es difícil de conciliar entre el tiempo inicial de la exposición al medicamento y el desarrollo de los síntomas clínicos. Las células T específicas al antígeno migran al órgano blanco y una vez reexpuestas al antígeno, se activan para secretar citocinas que regulan la respuesta y citotoxinas (por ejemplo, perforinas, granzimas y granulisinas) que producen daño tisular.

Bases químicas de las alergias a medicamentos

De acuerdo a la hipótesis del hapteno, a fin de estimular una reacción, el medicamento debe actuar como un hapteno y unirse de manera irreversible a la proteína, lo que genera antígenos. Esta teoría es relevante para los compuestos químicos, pero no para los compuestos proteicos o de carbohidratos como la insulina, enzimas, anticuerpos monoclonales y proteínas recombinantes. Esto es también relevante para medicamentos orales que se unen a proteínas como la albúmina en los fluidos gástricos del estomago. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la función gástrica péptica digiere e inactiva el complejo hapteno-proteína. Varias modificaciones de medicamentos de las mismas proteínas son posibles, lo que genera un antígeno multivalente para provocar DHRs inmediatas mediadas por IgE. Para la provocación de las reacciones tardías mediadas por células T, el rol de la proteína y/o el hapteno no siempre se define de forma plena. Además, no se sabe si hay un nivel de umbral de modificación que necesita vencerse para estimular una respuesta celular T. La mayoría de los medicamentos, sin embargo, no son de forma directa reactivos a la proteína, y en tales casos, se cree que la formación del hapteno ocurre como una consecuencia de la activación metabólica (por ejemplo, sulfonamidas) (la hipótesis del prohapteno). Mediante la generación de un metabolito reactivo, también es factible que ocurra la activación del sistema inmune innato, lo cual es un prerrequisito para una respuesta inmune clásica.

Una hipótesis alternativa (el concepto de la interacción farmacológica con el receptor inmune [p-i]) evoluciónó a partir del análisis de la respuesta de los clones de las células T a la estimulación por medicamentos, lo que sugiere que los medicamentos, aunque más pequeños que los antígenos tradicionales, pueden también interactuar de manera directa con los receptores inmunológicos por medio de una interacción reversible con los receptores inmunes. Según esta hipótesis, un fármaco puede unirse de forma directa y activar las células T (lo que proporciona también la unión al MHC) o se unen a moléculas del HLA, que luego activan las células T de manera indirecta, al alterar el surco del MHC-péptido. Este último concepto se amplió de forma reciente al mostrar que algunos medicamentos, cuando se unen a las moléculas del HLA, promueven un intercambio de péptidos incrustados. Sin embargo, la consecuencia funcional de este intercambio de péptidos todavía no está clara. El abacavir se une al sitio que fija al antígeno al bolsillo F del HLA-B*5701, y selecciona una formación de nuevos péptidos propios que inducen la activación de las células T CD8 positivas, lo que induce una DHR grave similar a la enfermedad injerto contra huésped sin eosinofilia. Este mecanismo recientemente descubierto de las DHRs puede ser aplicable a otras moléculas pequeñas con preferencias por el halotipo HLA.

Bases farmacológicas e inmunogenéticsa de las alergias a medicamentos

Las reacciones de hipersensibilidad de drogas implican ambos mecanismos inmunológicos y no inmunológicos, con interacción genética fuerte en algunas DHRs graves no inmediatas/tardías. De hecho, hay una fuerte asociación entre el síndrome de Stevens-Johnson\necrólisis epidérmica tóxica (SJS\TEN) inducido por carbamazepina que se describió para HLA-B*1502 en una población china Han, y de forma posterior en la India y Tailandia, pero no en pacientes europeos o japoneses. La asociación parece ser específica al fenotipo (SJS, pero no en el síndrome de hipersensibilidad/reacción a fármacos con eosinofilia y síntomas sistémicos (HSS/DRESS/DiHS)). En contraste, se encontró asociación del HLA-A*3101 en europeos del norte, con un espectro de reacciones inducidas por carbamazepina que incluye exantemas maculopapulares, DRESS/DiHS, y SJS/TEN. Para el abacavir, se demostró una asociación entre la expresión del HLA-B*5701 y las DHRs graves en caucásicos. La incidencia de este alelo en pacientes hipersensibles a abacavir es alta (94.4%) en una cohorte de Australia, pero más baja (22.2%) en otros estudios, aunque, de forma significativa, todavía más alta que en la prevalencia promedio de la población. Otras variantes genéticas se asociaron con DHRs (Tabla 3). En las DHRs inmediatas, algunos polimorfismos de genes de citocinas se asociaron de forma débil con anafilaxia inducida por β-lactámicos.

Papel de los virus en la patogénesis de las DHRs

Las infecciones virales pueden provocar erupciones cutáneas e imitar las DHRs si un medicamento (en su mayoría un antibiótico) se toma al mismo tiempo. A pesar de que son la principal causa de las erupciones en la piel, las infecciones virales también pueden interactuar con los medicamentos, lo que da lugar a erupciones leves en el caso de la “erupción por ampicilina” vinculada a la infección por VEB y una reacción grave durante el DRESS. El primer virus que demostró reactivarse en pacientes con DRESS fue el virus del herpes humano (HHV)-6, pero todos los herpes virus estar involucrados. De manera sorprendente, se demostró que la replicaron del HHV-6 puede inducirse in vitro por la amoxicilina.

Presentaciones clínicas

Manifestaciones agudas y tardías de las DHRs

Las DHRs inmediatas suelen presentarse en la forma de urticaria aislada, angioedema, rinitis, conjuntivitis, broncoespasmo, síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea), o anafilaxia, que puede conducir a un colapso cardiovascular (choque anafiláctico). Las DHRs no inmediatas a menudo afectan a la piel con síntomas cutáneos variables, como urticaria tardía, erupciones maculopapulares, erupciones medicamentosas fijas (FDE), vasculitis, enfermedades ampulosas (como TEN, SJS, y erupciones bullosas fijas generalizadas por medicamentos), HSS, pustulosis exantemática generalizada aguda (AGEP), y exantemas simétricos intertriginosos y flexurales relacionados con medicamentos (SDRIFE). Los órganos internos pueden afectarse, ya sea solos o con síntomas cutáneos (HSS/DRESS/DIHS, vasculitis, SSJ/NET) e incluyen hepatitis, insuficiencia renal, neumonía, anemia, neutropenia y trombocitopenia.

Señales de peligro/gravedad de las DHRs

El abordaje del paciente con una probable DHR en la fase aguda incluye los siguientes pasos: (i) una historia completa de los medicamentos que se toman (tipos, dosis, duración), (ii) una descripción detallada de los síntomas y signos (tipos, inicio, localización y evolución), con (iii) un examen completo de la piel y las membranas mucosas (que incluya la boca, los ojos y los genitales), y (iv) la búsqueda de signos de peligro/gravedad, que incluyen síntomas clínicos así como algunos parámetros de laboratorio. Este enfoque dará lugar a un diagnóstico correcto, una elección apropiada de pruebas de alergia más adelante y, durante la fase aguda, facilitará la decisión de si el medicamento se debe suspender o no. Si los signos de peligro/gravedad están presentes, los fármacos sospechosos deben detenerse de forma inmediata.

Síndrome de hipersensibilidad a múltiples fármacos

Alrededor de un tercio de los pacientes que consultan en una unidad de alergia a medicamentos reportan más de una “alergia a medicamentos”. Descrita por primera vez como alergia a dos o más medicamentos químicamente diferentes, la hipersensibilidad a múltiples fármacos (MDH) difiere de (i) la reactividad cruzada (debido a las similitudes estructurales, vías metabólicas comunes o mecanismos farmacológicos), (ii) las reacciones reagudizadas (exacerbación de una alergia existente a medicamentos por el cambio temprano de la terapia a un nuevo fármaco), y (iii) el síndrome de intolerancia a múltiples fármacos. El síndrome de intolerancia a múltiples fármacos incluye a los pacientes con intolerancia a tres o más medicamentos que no se relacionen ni estructural ni farmacológicamente, sin la confirmación posterior a la evaluación y, posiblemente impulsado por la ansiedad del paciente. En las DHRs documentadas, la prevalencia de MDH varía de 1% a 10% y puede presentarse como una DHRs moderada y grave.

La activación de las células T por diferentes compuestos se demostró de manera clara en el MDH. En estos pacientes, las células T no parecen tener ninguna deficiencia en la función o en el número de las T-reg, pero el hecho de que las células T reactivas a drogas pertenecen a una fracción de células preactivadas in vivo (CD4 + CD25dim, puede ser debido a una activación in vivo de las células T) las hace más susceptibles a la estimulación de células T vía el concepto p-i.

Historia natural de las DHRs

La respuesta de anticuerpos IgE no permanece con el tiempo, y los niveles disminuidos de anticuerpos quizá ocurran meses a años después de la ocurrencia de una DHR, como se observa en la alergia a la penicilina. Sin embargo, la sensibilización de la IgE quizá persista por años, como se observa con los NMBA. Los expertos por consiguiente recomiendan evitar de por vida el medicamentos y los medicamentos con reactividad cruzada cuando ocurrió anafilaxia inducida por medicamentos. Las células T de memoria parecer ser aún más fuertes en las DHRs no inmediatas/tardías.

En respondedores selectivos a la amoxicilina, los pacientes son capaces de tolerar otras penicilinas y no tienen un riesgo mayor de alergia con la exposición a penicilinas relacionadas de forma estrecha. Por último, los estudios de resensibilización indican que algunos pacientes con una historia positiva previa y pruebas negativas pueden llegar a ser positivos después de la administración terapéutica. Incluso si este tema persiste como debatible, en relación con el lapso de tiempo entre las pruebas, la incidencia normal de sensibilización, o el número de pruebas subsecuentes, tanto las guías de la EAACI-DAIG/ENDA y los Parámetros Prácticos están de acuerdo en que puede considerarse la posibilidad de volver a probar a los individuos con reacciones previas particularmente graves a un β-lactámico.

Diagnóstico

El diagnóstico de las DHRs requiere del conocimiento de la literatura científica con acceso a búsquedas en Medline y al Comité sobre la Seguridad de la Medicina y los Reportes de Embase para mayoría de las drogas introducidas de forma más reciente. La falta de estudios de casos que involucran un compuesto en particular no significa que no pueda inducir una DHR, pero por un medicamento utilizado de manera amplia, la DHRs se hace mucho menos probable. El diagnóstico se basa de hecho en la historia, en las manifestaciones clínicas, y si es posible, en las pruebas in vivo y algunos ensayos biológicos in vitro. Sin embargo, sólo unas pocas herramientas clínicas y biológicas están disponibles y validadas de manera completa. Más aún, se prefiere un diagnóstico definitivo de una reacción de este tipo con el fin de establecer medidas preventivas adecuadas.

Evaluación de la historia clínica

La historia clínica debe obtenerse con cuidado y debe incluir la sintomatología (si es compatible con una DHR), la cronología de los síntomas (exposición previa, tiempo de la última dosis y la aparición de los síntomas, el efecto de detener el tratamiento), otros medicamentos que toma (tanto en el momento de la reacción y otros medicamentos tomados que sean de la misma familia), y los antecedentes médicos del paciente (cualquier sugerencia de una alergia anterior, si se asoció o no con la medicación, o de una condición médica, como urticaria/rinosinusitis crónica, que puede agravarse por el consumo de ciertos medicamentos como la aspirina y AINES no selectivos para la cicloxigenasa 2). Los datos deben registrarse de manera ideal en un formato uniforme, y con el fin de organizar los procedimientos diagnósticos de las DHR, los miembros de la EAACI-DAIG/ENDA desarrollaron un cuestionario disponible en muchos idiomas diferentes. El diagnóstico es más difícil cuando los pacientes no consultan durante la fase sintomática, en dichos casos las fotografías son útiles. Cuando los pacientes se ven durante la reacción, los fármacos sospechosos deben suspenderse, después de un análisis de relación riesgo/beneficio, en especial si están presentes los signos de peligro/gravedad.

Se supone que un gran número de reacciones se relaciona con medicamentos y de naturaleza alérgica, pero un examen más profundo a menudo revela que no lo son. La historia a menudo no es confiable debido a que diferentes medicamentos se toman de manera simultánea y cada uno de ellos puede ser el causante de los síntomas, aunque a menudo con muy diferentes probabilidades a priori. La historia también puede ser muy imprecisa en muchos casos. Por último, el cuadro clínico de las DHRs es muy heterogéneo, lo que refleja muchos eventos fisiopatológicos distintos (Tabla 2). Por lo tanto, para el diagnóstico de las DHRs, muchos profesionales de la salud se basan en la historia y diversos manuales de referencia. Ellos no tratan de demostrar la relación entre el consumo de los medicamentos y los síntomas o aclarar el mecanismo patológico subyacente de la reacción. Esta práctica conduce a una falta de comprensión de la epidemiología y la fisiopatología de este campo altamente relevante. Los miembros del panel enumeraron las situaciones con el fin de determinar cuándo realizar pruebas o no ante la sospecha de DHR (Cajas 4 y 5). Un diagnóstico preciso de DHRs permite la implementación de las mejores medidas necesarias para la prevención y el tratamiento. Para medicamentos universales, como β-lactámicos, AINES, anestésicos locales, la simple evitación del medicamento no es suficiente. Este procedimiento podría dar lugar a la contraindicación de medicamentos que no necesariamente dan lugar a reacciones y que se utilizan de manera amplia. Además, un diagnóstico falso puede conducir a un sentido falso de seguridad si no se exploran y excluyen otras posibles causas de reacciones graves. Sin embargo, ésta es una opción válida hasta que se programe una consulta con el especialista.    

El estudio diagnóstico específico de alergias debe llevarse a cabo de 4 a 6 semanas después de la resolución completa de todos los síntomas y signos clínicos. Se desconoce qué tan temprano pueden realizarse las pruebas sin obtener resultados falsos. Por otra parte, después de un intervalo de tiempo de más de 6-12 meses, algunas pruebas pueden ser negativas. Estos podrían ser resultados falsos negativos (o negativos verdaderos) según los resultados de las siguientes pruebas de reto. De acuerdo a la presentación clínica, debe generarse una hipótesis sobre la patogénesis con el fin de seleccionar los procedimientos apropiados de prueba.

Algoritmos de farmacovigilancia

Los algoritmos de farmacovigilancia para el diagnóstico se basan principalmente en la historia clínica, y rara vez son específicos para las DHRs. Rara vez confirman el diagnóstico de DHRs, y las pruebas de alergia a menudo son necesarias. De hecho, los síntomas son a menudo sugestivos, pero no necesariamente definitivos en el diagnóstico de DHR. El efecto de la interrupción del fármaco no siempre es concluyente (por ejemplo, los rebotes en la urticaria después de la retirada del fármaco son posibles por varias horas) y ningún examen biológico es fiable y específico. A menudo hay una falta de información precisa (cronología imprecisa, el nombre exacto de la droga o de un tratamiento correctivo no recordado por el paciente), por lo que la evaluación de causalidad de la droga es difícil de determinar.

Pruebas cutáneas

Las pruebas cutáneas son el medio más accesible para confirmar o excluir la sensibilización. Su valor diagnóstico no se evaluó de manera completa para todos los medicamentos, y en las últimas décadas, la experiencia entre los diferentes centros rara vez cambió de una manera sistemática. Estas pruebas deben de seguir procedimientos estandarizados y deben ser aplicadas por personal experto. Deben llevarse a cabo de 4-6 semanas después de la reacción. Las pruebas cutáneas deben aplicarse en función al mecanismo patológico sospechoso de la DHRs.

Las pruebas cutáneas por escarificación y las pruebas intradérmicas son particularmente importantes para los haptenos reactivos con el fin de demostrar un mecanismo dependiente de IgE. Así, para las DHRs inmediatas, se recomienda la prueba por escarificación para el escrutinio inicial debido a su sencillez, rapidez, bajo costo y alta especificidad. Las pruebas intradérmicas se llevan a cabo cuando las pruebas cutáneas son negativas. Comparadas con las pruebas por escarificación, proporcionan una mayor sensibilidad para la IgE específica a los medicamentos. Deben realizarse con la forma inyectable intravenosa siempre que sea posible. Su sensibilidad y valores predictivos varían, de acuerdo a la droga culpable y la presentación clínica. Parecen ser “buenas” para las DHRs inmediatas a antibióticos β-lactámicos, NMBA, sales de platino, y las heparinas, pero moderadas a bajas para el resto de los medicamentos.

Con el fin de demostrar un mecanismo dependiente de células T para una DHRs no inmediata (que se manifiesta por síntomas cutáneos como un exantema maculopapular que ocurre en cuestión de horas después de la última ingesta del medicamento), deben realizarse las pruebas de parche y/o pruebas intradérmicas de lectura tardía. Por desgracia, aparte de las reacciones alérgicas a varios antibióticos y algunos otros medicamentos, para la mayoría de los alérgenos de los medicamentos, las concentraciones validadas y estandarizadas y los vehículos de pruebas no se estudiaron o están en disputa en la literatura. A veces, el medicamento no se encuentra disponible en su forma reactiva, a menudo porque es un derivado metabólico que es inmunogénico y no el fármaco original. En tales casos, se requieren pruebas de provocación para confirmar el diagnóstico. Los datos disponibles se resumieron por los expertos de la EAACI- DAIG/ENDA.

Probar a los sujetos sin una historia previa de una reacción alérgica a medicamentos no se apoya por los estudios disponibles y por lo tanto no se recomienda por ninguna de las sociedades, en particular en los entornos preoperatorios.

Aunque existe un acuerdo general entre las directrices sobre la importancia de las pruebas cutáneas en el estudio diagnóstico de la alergia a medicamentos, surgen algunas discrepancias. Los autores de los Parámetros Prácticos de los Estados Unidos consideran que las DHRs inmediatas a los medios de contraste radiológico yodado (RCM) son todas no alérgicas (descritas como “anafilactoides”) en su naturaleza y no incluyen las pruebas cutáneas en el tratamiento de un paciente que experimentó una DHRS previa a RCM yodado. Esta posición es desafiada por el estudio multicéntrico de la EAACI-DAIG/ENDA, por lo que se recomienda que se realicen más estudios.

Pruebas de provocación

Una prueba de provocación (DPT), también conocida como reto a medicamentos, reto graduado, o pruebas de dosis, es el estándar de oro para la identificación del medicamento culpable de la DHR. Mientras que todas las guías acuerdan que la DPT es el último paso en el enfoque escalonado en la alergia a medicamentos (debido a sus riesgos inherentes), persiste un significado ligeramente diferente, dependiente de las diferentes guías. Los autores de los Parámetros Prácticos de los Estados Unidos consideran que el procedimiento es para pacientes que, después de una evaluación completa, probablemente no sean alérgicos a cierto medicamento, por lo que, la DPT se realiza para demostrar tolerancia a un medicamento probablemente menos culpable. Las guías de la BSACI concuerdan que el objetivo principal de la DPT es excluir las DHR, pero también se usan para confirmar un diagnóstico. Las guías de la EAACI-DAIG/ENDA consideran su papel como un estándar de oro para establecer o excluir el diagnóstico de DHR, pero se están de acuerdo que en algunas situaciones de práctica clínica, pueden ser más útiles para buscar alternativas seguras en lugar de probar con un medicamento que fue la causa definitiva del problema. También menciona el valor científico y altruista de la DPT (es decir, otros pacientes se pueden beneficiar del conocimiento obtenido), pero en estos casos (y  no en la práctica de rutina), es obligatoria la autorización por un comité de ética.

La DPT es independiente de la patogénesis y por consecuente no puede diferenciar entre las DHRs alérgicas y no alérgicas.  Debe tenerse en cuenta factores individuales como el metabolismo y la disposición genética de un individuo. Las DPTs tienen la sensibilidad más alta, pero sólo deben realizarse bajo condiciones de vigilancia rigurosa. Por lo general se restringen a ciertos centros especializados en los cuales el equipo, el material y el personal están presentes para tratar reacciones graves, y el personal está bien entrenado y con experiencia en este tipo de procedimientos en pacientes seleccionados de manera apropiada.

Estas pruebas se requieren en particular para medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos, anestésicos locales, otros antibióticos que no sean β-lactámicos, y β-lactámicos cuando las pruebas cutáneas son negativas. Deben realizarse después de un cierto tiempo de intervalo posterior a la DHR (mínimo 1 mes), y usar, cuando sea posible, el mismo medicamento que la reacción inicial. Algunas veces, cuando la historia clínica tiene un valor productivo positivo favorable, parece ser mejor realizar la DPT con otro medicamento como alternativa (por ejemplo, un antagonista de la cicloxigenasa-2 se tolera con frecuencia sin eventualidades en el caso de las reacciones cruzadas de los AINES). Algunos autores escogen la opción de las DPTs prolongadas (realizadas en casa) en pacientes (en especial en niños) con reacciones no inmediatas y no graves, a veces sin pruebas cutáneas previas. Las recomendaciones aún no hacen eco de esta estrategia.

La ruta de administración depende del medicamento sospechoso, el cual en principio debe administrarse de la misma manera en que se dio cuando ocurrió la reacción inicial. Sin embargo, todas las guías están de acuerdo que se prefiere la vía oral cuando sea posible. El procedimiento preciso del reto varía de gran manera de un equipo a otro, y se propusieron las guías para el procedimiento de las DPTs. Un resumen de los protocolos de las DPT se reportó en estudios retrospectivos en más de mil pacientes consecutivos.

Hay un consenso general en cuanto a las contraindicaciones de las DPT, con respecto a la gravedad de la reacción inicial y la disponibilidad del tratamiento inmediato que permita la recuperación rápida y completa. Los Parámetros Prácticos de los Estados Unidos establecen que quizá existan excepciones raras, como en el tratamiento de enfermedades que amenacen la muerte, en las cuales el beneficio del tratamiento sobrepasa el riesgo de una reacción potencialmente mortal. Las discusiones en contra de las DPT serían si el medicamento ofensor se usa rara vez y si existen varias alternativas. La guías de la BSACI y la EAACI-DAIG\ENDA mencionan que las enfermedades graves concurrentes y el embarazo se deben considerar por lo general como contraindicaciones para las DPT, a menos que el medicamento sea esencial para la enfermedad concurrente (es decir, neurosífilis y terapia con penicilina, aunque la desensibilización puede considerarse primero) o se requiera durante el embarazo o el parto (es decir, anestésicos locales aunque es una DPT clásica ya que las inyecciones subcutáneas se siguen por una dosis completa de anestésico epidural).

Aunque de las ventajas de las DPT sobre todos los otros procedimientos de pruebas, tiene sus limitantes. Primero, el paciente no le gusta reexponerse al medicamento, al cual considera dañino. Segundo, las reacciones graves no se pueden someter a una DPT. Por último, una prueba negativa no comprueba la tolerancia al medicamento en un futuro, sino que no hay DHR al momento del reto y a la dosis del reto. Sin embargo, un alto valor predictivo negativo (NPV) de las DPT de retos con β-lactámicos de 94-98% se encontró en estudios grandes que involucran niños y adultos, y la mayoría de las reacciones reportadas por los pacientes fueron reacciones leves y no inmediatas. De manera similar, el NPV de las DPT con AINES también parece ser alto (arriba de 96%) con cualquier AINES (el que se comprobó negativo o una alternativa), y ninguno de los pacientes falsos negativos describieron una reacción que amenazara la vida. La desensibilización por prueba, como causa de falso negativo de la DPT, se mencionó por la guía de la EAACI-DAIG\ENDA y de los Parámetros Prácticos de los Estados Unidos, pero no se hizo referencia de la literatura existente. La resensibilización por pruebas se estableció por la guías de la EAACI-DAIG\ENDA y de la BSACI, con respecto a la alergia a los β-lactámicos. Varios estudios observaron la resensibilización (es decir, una conversión a positividad en las pruebas cutáneas) después de una DPT negativa (precedida por cursos terapéuticos completos), con una frecuencia que va desde 0.9% hasta 27.9%. Aunque este visión no se menciona en todas la guías  y no se acepta de manera amplia, una opción puede ser la de retar de nuevo (2-4 semanas después) al paciente que sufrió una reacción inmediata grave y que mostró resultados negativos en la primera evaluación, que incluyó una DPT.

Estudios biológicos

Pudiera ser altamente ventajoso tener disponibles pruebas biológicas discriminatorias, para poder establecer la naturaleza del agente culposo. Esto sería útil en particular en pacientes que de forma simultánea reciben varios medicamentos y para DHRs graves que amenazan la vida, cuando las pruebas cutáneas son negativas o no son posibles, y se contraindican las DPT. Sin embargo, con algunas excepciones (por ejemplo, los determinantes mayores y menores de la penicilina G), los métodos actuales disponibles carecen de sensibilidad para diagnosticar la alergia a medicamentos, aunque por lo general se consideran que son bastante específicos (>90%). No hay métodos establecidos para predecir el potencial inmunogénico de un medicamento. Debe también recordarse que los resultados deben interpretarse con precaución. Una prueba negativa no excluye la imputabilidad del medicamento, mientras una prueba positiva muestra una sensibilidad al medicamento, pero no confirma de manera confiable su causalidad.

Los ensayos in vitro de IgE específica para los medicamentos no están disponibles para muchos medicamentos alergénicos y, por el contrario, se ofrecen para muchos medicamentos sin evidencia de ensayos validados. La demostración de IgE aislada específica para el medicamento (para penicilinas, NMBA, quimopapaína, o toxoide tetánico, por ejemplo) no establece el diagnóstico de la alergia al medicamento. Sin embargo, en conjunto con los hallazgos clínicos (por ejemplo, síntomas graves típicos de inicio rápido), puede asumirse un mecanismo dependiente de la IgE (en particular si las pruebas cutáneas al medicamento también son positivas). Así, la EAACI-DAIG\ENDA recomienda que las pruebas cutáneas a los antibióticos deban realizarse después de probar la IgE en reacciones inmediatas graves. También puede explorarse la reactividad cruzada in vitro entre varios medicamentos con inhibición cuantitativa, al saber que su resultado clínico predicho no se validó de manera completa. La ausencia de IgE circulante específica al medicamento no excluye el diagnóstico de alergia inmediata a medicamentos. La medición de IgM o IgG específicas es de interés sólo en casos de citopenia inducida por medicamentos, DHRs tipo III a vacunas o alergias a dextranos. Sin embargo, se desconoce la sensibilidad de estas pruebas y no están disponibles de manera amplia. La liberación de histamina in vitro de sangre total en la presencia del medicamento correlaciona bien con las pruebas cutáneas y la IgE específica para los NMBA, pero no es confiable para otros medicamentos. Más que nada, es costosa y requiere de técnicas expertas de alto nivel. La utilidad de medir los leucotrienos sulfidopéptidos producidos in vitro por los leucocitos séricos periféricos aislados después de una estimulación alergénica a un medicamento aún requiere validación adicional en las DHRs dependientes no de la IgE. En caso de reacciones clínicas agudas, las mediciones séricas de histamina o triptasa pueden confirmar el involucro de los basófilos y los mastocitos sin importar la causa de la degranulación. Aunque las pruebas para la histamina no están ampliamente disponibles de manera comercial, la prueba para la triptasa es CAP FEIA. La prueba de activación de basófilos con lectura de citometría de flujo promete y está actualmente en proceso de validación para algunos medicamentos.

Para las reacciones alérgicas inducidas por medicamentos tipo II y III, las siguientes pruebas se pueden realizar en algunos centros: prueba de Coombs, prueba de hemólisis in vitro, determinación de factores del complemento y complejos inmunes circulantes. Los ensayos que involucran las células T (pruebas de transformación/activación de linfocitos) continúan en el dominio de sólo unos pocos laboratorios con experiencia en DHRs, mientras que los resultados de los laboratorios comerciales por lo general no son confiables. La búsqueda de marcadores genéticos puede resultar útil, ya que varias asociaciones genéticas fuertes entre la expresión de un alelo HLA particular y la susceptibilidad a formas específicas de DHRs se descubrieron de manera reciente (Tabla 3). Para el medicamento abacavir, una asociación entre la expresión del B*5701 y el DRESS impulsó el desarrollo de estrategias de pruebas de predicción y los cambios de etiquetado en las hojas de información sobre los medicamentos. Lo mismo es ahora cierto para la carbamazepina en chinos Han y el alelo B*1502. El valor predictivo positivo de los polimorfismos encontrados hasta el momento es muy variable (Tabla 3) y no siempre puede dar lugar a una estrategia de predicción simple y muy exitosa para abacavir y B * 5701.

Principios del tratamiento de la alergia a medicamentos

Reacciones agudas a medicamentos

La anafilaxia se debe tratar con prontitud y de manera adecuada, y todos los medicamentos sospechosos deben detenerse. Cuando los pacientes que experimentan reacciones no anafilácticas se examinan durante una reacción, los fármacos sospechosos deben detenerse si los riesgos de continuar la administración del fármaco son mayores que los beneficios, y siempre si están presentes los signos de peligro/gravedad (Fig. 2). De hecho, durante la fase aguda de una DHR grave tardía, el fármaco putativo, así como todos los medicamentos “menos necesarios” deben interrumpirse sin demora con el fin de mejorar el pronóstico.

El tratamiento de soporte para las DHRs tardías no se cubre de manera específica por las guías actuales de alergia a medicamentos, pero se pueden encontrar en revisiones generales.

Medidas preventivas individuales

El diagnóstico definitivo de DHRs permite medidas preventivas más orientadas. Cualquiera que sea la intensidad de la reacción clínica, se muestra un estado de hipersensibilidad hacia el medicamento en particular, con la posibilidad de una reacción más grave en el futuro. Las medidas individuales incluyen la emisión de la documentación por escrito que especifique el agente(s) culpable, la inserción de la alergia en la pestaña de la historia clínica electrónica, la elaboración de una lista de medicamentos que deben evitar, así como una lista de posibles alternativas. Las listas son sólo indicativas y deben actualizarse con frecuencia. La búsqueda de alternativas puede requerir DPTs en un ambiente hospitalario cuando las alternativas pertenecen a la misma clase de drogas. El cuestionamiento (para encontrar cualquier antecedente de alergia a medicamentos) de cada paciente por cada médico antes de prescribir una receta es esencial, tanto desde el punto de vista médico y médico-legal. También se pide al paciente que haga sus “alergias” conocidas antes de todas las prescripciones y operaciones quirúrgicas.

Las medidas de prevención de la premedicación (por ejemplo, inyección lenta y el tratamiento previo con glucocorticoesteroides y antihistamínicos H1) son útiles principalmente para las DHRs no alérgicas (por ejemplo a la vancomicina, algunos NMBA, RCM yodados, y quimioterapéuticos). Los corticoesteroides y los antihistamínicos H1 podrían no prevenir de manera confiable anafilaxias dependientes de IgE.

Desensibilizacion

La desensibilización a medicamentos se define como la inducción de un estado temporal de la falta de respuesta/tolerancia clínica a un compuesto responsable de una DHR. Varios términos se utilizaron en el pasado. Para abarcar la desensibilizaron clásica a medicamentos mediada y no por IgE, los Parámetros Prácticos introdujeron el término “inducción de la tolerancia a los medicamentos”. A excepción de la aspirina, las guías de la BSACI sólo proponen la desensibilización relacionada a un mecanismo mediado por IgE.

La posibilidad de desensibilización debe siempre considerarse cuando el medicamento responsable es necesario y cuando no existan alternativas o que no sean satisfactorias, como en los siguientes casos: sulfonamidas en pacientes infectados por VIH, alergia a quinolonas en algunos pacientes con fibrosis quística, infecciones graves con alergia a β-lactámicos, medicamentos antituberculosos, alergia a la vacuna contra el tétanos, hemocromatosis con alergia a desferroxamina, a taxanos, y agentes quimioterapéuticos basados en sales de platino, los anticuerpos monoclonales utilizados en varios tipos de neoplasias hematológicas y no hematológicas, aspirina e hipersensibilidad a los AINES en pacientes en los que la necesidad de estos medicamentos para el tratamiento de enfermedad cardiaca o reumática es clara.

No existen protocolos aceptados de forma general para la desensibilización de medicamentos en las DHRs inmediatas, y las guías recomiendan referirse a los protocolos existentes aplicados de manera exitosa. Para las DHRs no inmediatas, la literatura es menos extensa y más polémica. Para los expertos de la EAACI- DAIG/ENDA, la desensibilización en DHRs tardías se tiene que restringir a exantemas no complicados o exantemas fijos por medicamentos, debido a las opciones terapéuticas imprevisibles y limitadas en las DHRs graves. La desensibilización a la aspirina, como una intervención terapéutica para la enfermedad respiratoria exacerbada por aspirina o pólipos nasales, se menciona de manera breve por las guías de la EAACI-DAIG/ENDA, mientras que se recomienda en pacientes asmáticos seleccionados de forma apropiada por las guías de los Parámetros Prácticos de los Estados Unidos, basados en cierta literatura publicada.

Medidas generales de prevención

Las medidas generales de prevención incluyen una declaración para el Comité de Seguridad de Reportes de Medicina. El reporte de las DHRs conduce a consultas y decisiones de salud pública. Algunos ejemplos exitosos de informes adecuados son las reglas concernientes al uso de penicilinas durante la alimentación de los animales, la retirada del mercado de la glafenina, la reformulación del propofol para eliminar la necesidad de Cremophor EL (aceite de ricino) y su sustitución por otros lípidos, y las advertencias relativas a abacavir, carbamazepina, y nevirapina.

Necesidades insatisfechas

Necesidades clínicas no satisfechas

Las reacciones de hipersensibilidad a fármacos tienen un impacto significativo en la práctica clínica, el desarrollo de fármacos y los gastos en atención a la salud. Sin embargo, son limitados los estudios epidemiológicos o la investigación para incrementar el entendimiento y desarrollar pruebas diagnósticas y predictivas. Los factores de riesgo epidemiológico para las DHR no están bien caracterizados y es posible que estén influenciados por diferencias de tipo regional y nacional en los patrones de prescripción de fármacos y por marcadores genéticos. Todos los fármacos pueden inducir DHR pero la incidencia y los factores de riesgo para medicamentos individuales permanecen como una necesidad mayor insatisfecha. Como un ejemplo, la comedicación con diclofenaco y medicamentos antiulcerososos podría representar un nuevo factor potenciador, como podría ser el caso en el uso de folcodina de venta libre en relación con la anafilaxia inducida por NMBA. El desarrollo de una red de trabajo para aumentar el tamaño de la población de la cual se pueden capturar datos de DHR representaría un avance mayor. Este abordaje tendría por objeto superar la principal limitación del reporte espontáneo, que es, el subreporte o el reporte de casos no probados, mediante la participación de médicos interesados e involucrarlos en la red de trabajo.

Los médicos no siempre tienen la confianza de aclarar una reacción sospechosa. Cuando lo hacen, y refieren a los pacientes a centros especializados, cada uno de ellos experimenta un espectro limitado y parcialmente sesgado de la enfermedad. A pesar de que se publicaron procedimientos diagnósticos estandarizados, no existe la validación de estas pruebas clínicas para todos los fármacos y se requieren estudios de tipo metacéntrico multinacional para este propósito. Las controversias y desacuerdos actuales entre los lineamientos se deben abordar por medio de investigación adicional (por ejemplo, pruebas cutáneas para medios yodados de radiocontraste, NPV para las pruebas cutáneas a penicilinas, la utilidad de las pruebas cutáneas para una variedad de reacciones raras de hipersensibilidad a fármacos (esteroides, preservativos, etc.) y la desensibilización para reacciones tardías de hipersensibilidad a fármacos. Los procedimientos diagnósticos estandarizados se deben diseñar a la medida para fármacos específicos (por ejemplo, antibióticos β-lactámicos, antibióticos no β-lactámicos, AINES, anestésicos locales, medios de contraste, agentes quimioterapéuticos, vacunas y agentes biológicos), para manifestaciones específicas y para grupos de edad específicos (niños vs adultos). Se deben desarrollar nuevas herramientas diagnósticas, en particular para el diagnóstico de DHR graves o DHR que afectan órganos internos, tales como hígado, pulmones, riñones y médula ósea. El desarrollo de herramientas para pruebas cutáneas y el diagnóstico biológico es de hecho crucial para los casos en los que no es posible realizar una prueba de provocación a fármacos. Los procedimientos estandarizados y ampliamente aceptados para la alergia a medicamentos son cruciales tanto para la genotipicación y fenotipificación del paciente individual y para estudios epidemiológicos. Debería haber educación en las escuelas de medicina y las residencias así como en los programas de entrenamiento de posgrado que incluyan aspectos de las DHR y su tratamiento, así como fondos para la educación de posgrado de los especialistas.

El impacto de las reacciones de hipersensibilidad a fármacos en la calidad de vida de los pacientes y su costo en el sistema de salud, probablemente sustancial, se desconoce. Es por esto, que se deben tomar en cuenta no sólo los costos directos (tratamiento de estas reacciones, hospitalización y prolongación de la hospitalización) sino también los costos indirectos (permisos de ausencia por enfermedad, invalidez, costo excesivo de la alternativa de medicamento que no siempre es médicamente satisfactoria y que puede llevar a efectos adversos específicos como la inducción de resistencia bacteriana y disminución de la eficacia).

Además, la mayoría de las recomendaciones terapéuticas, incluso nuevos enfoques como la desensibilización de medicamentos, se basan principalmente en informes de casos o pequeñas series de casos. Como no se sabe el curso natural de las DHRs, no está claro si la evitación por toda la vida es realmente necesaria. Investigaciones específicas dedicadas al tratamiento de la anafilaxia también deben apoyarse. La industria farmacéutica y los programas nacionales no apoyaron por mucho tiempo la investigación de las DHR. Por tanto, existe una necesidad clara de entrenamiento, criterios estandarizados, y de grandes estudios multicéntricos. El establecimiento grandes bases de datos/registros multinacionales, con recursos suficientes permitiría recolectar todas las observaciones, lo que a su vez facilitaría el análisis epidemiológico, factores de riesgo, la farmacovigilancia y la investigación.

Necesidades de investigación básicas insatisfechas

La disponibilidad de muestras de tejidos y suero de pacientes con DHR es un requisito previo para la investigación básica en el mecanismo de las DHRs, que pueden ser alérgicas o no, con reconocimiento inmunológico o farmacológico y con los determinantes alergénicos y genéticos, en su mayoría desconocidos.

La evidencia en los últimos diez años sugiere que no todos los medicamentos necesitan unirse de forma covalente al MCH con el fin de inducir una respuesta inmune. Sin someterse al procesamiento clásico del antígeno y la vía de presentación, algunos medicamentos pueden unirse de forma directa en una manera no covalente a los receptores inmunes, lo que provoca una reacción inmune específica al medicamento (el concepto p-i) y que promueve un intercambio de péptidos incrustados. La consecuencia funcional de este intercambio de péptidos debe analizarse en un futuro. Esto puede explicar la susceptibilidad aumentada de algunos pacientes y la frecuencia de las reacciones no mediadas por IgE que se producen pocas horas después de la primera exposición. Aún se desconoce si estas reacciones están o no involucradas en las reacciones dependientes de IgE. La predicción de este tipo de reacciones también puede ser posible, pero aún no se evaluó de forma plena. La importancia aquí radica en el desarrollo de futuras medicinas, la predicción de cuales moléculas puedan participar en dichas reacciones, y el desarrollo de congéneres que retengan la actividad farmacológica, pero no que causen reacciones inmunes. Para la mayoría de los medicamentos, los determinantes alergénicos son desconocidos. La falta de comprensión completa de los mecanismos de las DHR probablemente explica la baja sensibilidad de muchas pruebas cutáneas y en ensayos in vitro. Hay muchos ejemplos donde las pruebas existentes son negativas, y esto es probable que se relacione con el uso de un antígeno inapropiado. La identificación de los determinantes alergénicos es de crucial importancia; esto permitirá una mejor predicción de las reactividades cruzadas y proporcionaría a los médicos herramientas para las pruebas cutáneas, los biomarcadores y el diagnóstico biológico. Una mejor comprensión de las interacciones virus-fármaco también es crucial. La disponibilidad y el uso de las pruebas virales adecuadas son un requisito previo para una evaluación apropiada para las infecciones virales en las DHRs.

Las diferencias genéticas pueden afectar las respuestas individuales a los medicamentos al influir en la manera en la que el medicamento se procesa o actúa en el cuerpo. Esto puede explicar por qué algunos medicamentos inducen una reacción inmune en sólo una minoría de los individuos. La variación genética en la actividad de las enzimas y de las sustancias de transporte puede ser responsable de los cambios en la absorción, el transporte, el metabolismo y la excreción de los medicamentos. Algunas variantes genéticas en (i) las enzimas que metabolizan el medicamento (farmacogenética) que interfieren con la oxidación, la conjugación, y la hidrólisis (citocromo P450, glucuronil transferasa y glutatión S transferasa), la acetilación; (ii) los receptores de los medicamentos y las proteínas efectoras; y (iii) los genes que controlan la respuesta inmune, en especial en las moléculas del MCH (inmunogenética), se asociaron con algunas DHRs. Este es un campo emergente, que tiene una gran promesa para el desarrollo de las pruebas predictivas individuales. Sin embargo, esto sólo será posible si somos capaces de conjuntar recursos para identificar y caracterizar una gran cohorte de pacientes con definiciones fenotípicas estandarizadas para diseñar estudios con poder estadístico adecuado. Esto sólo será posible por medio de la colaboración.

Para generar métodos de ensayo preclínicos para evaluar el riesgo de potenciales DHRs en nuevos medicamentos, la investigación debe abarcar la caracterización de medicamentos específicos (estructura química, metabolitos, exposición), factores de riesgo intrínsecos (genética) y extrínsecos (infecciones virales, otras señales de peligro), complementados con los modelos preclínicos de predicción.

Conclusiones

El diagnóstico de las DHRs es a menudo difícil y requiere del mismo enfoque cuidadoso, sin importar cual medicamento específico está involucrado. Se mantiene clínico en gran medida, con la ayuda de ciertas pruebas de alergia que están disponibles para algunas de las clases de medicamentos. Las pruebas de provocación son el estándar de oro para determinar la tolerancia actual, pero requieren de experiencia, tienen una cierta cantidad de riesgo, y se limitan a centros altamente especializados cuando se utilizan para establecer o descartar el diagnóstico. No se pueden aplicar para las reacciones cutáneas graves. Pruebas biológicas nuevas y validadas para el diagnóstico, disponibles para todos los médicos, son necesarias con el fin de mejorar la atención a estos pacientes. De manera reciente, la tipificación del HLA proporciónó una herramienta importante para la detección de poblaciones de pacientes susceptibles. En vista de la incertidumbre del diagnóstico de la mayoría de los estudios de reacciones adversas a medicamentos, la epidemiología de DHRs no se cubrió en este documento ICON. Sin embargo, la comprensión de la epidemiología de las reacciones adversas a los medicamentos en general y las DHRs en particular permanece como una prioridad importante de la investigación futura. Por último, la investigación básica en la fisiopatología de las DHRs debería intensificarse con el fin de entender mejor este complejo conjunto de enfermedades asociadas o inducidas por la exposición a medicamentos y mediada (o no) por el sistema inmune.


International Consensus on drug allergy

Allergy
  1. P. Demoly1,*
  2. N. F. Adkinson2
  3. K. Brockow3
  4. M. Castells4
  5. A. M. Chiriac1
  6. P. A. Greenberger5
  7. D. A. Khan6
  8. D. M. Lang7,
  9. H.-S. Park8
  10. W. Pichler9
  11. M. Sanchez-Borges10
  12. T. Shiohara11 and
  13. B. Y.-H. Thong12











Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México


Dra. Med. Sandra N. González Díaz             Jefe y Profesor

Dra. med. Gabriela Galindo Rodríguez         Profesor

Dra. Bárbara Elizondo Villarreal                  Residente 1er Año

Dra. Alejandra Macías Weinmann               Profesor

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