miércoles, 2 de agosto de 2023

La prescripción excesiva de agonistas β2 de acción corta se asocia con malos resultados en el asma: resultados de la cohorte latinoamericana del estudio SABINA III

Introducción: El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes que afecta a más de 330 millones de personas en todo el mundo, con una prevalencia creciente en muchas regiones del mundo; muchos pacientes en países de ingresos bajos y medianos no tienen acceso a medicamentos esenciales para el asma. La prevalencia del asma en América Latina se estima en 17 %, pero con diferencias amplias dentro y entre países, lo que refleja la diversidad geográfica, cultural, económica y política de esta región de 603 millones de habitantes. El asma en América Latina se asocia con la urbanización; adopción de un estilo de vida occidentalizado, con mala alimentación asociada y niveles reducidos de actividad física; el aumento de la industrialización y la contaminación; la pobreza; y el aumento de las desigualdades socioeconómicas. A pesar del consenso mundial sobre los objetivos del manejo del asma y la disponibilidad de guías internacionales de tratamiento, el asma sigue mal controlada en América Latina, en particular entre las poblaciones desfavorecidas que viven en las ciudades. Las causas del control deficiente del asma en América Latina son multifactoriales, pero incluyen el reconocimiento deficiente del asma no controlada por parte de los pacientes, el uso insuficiente de los medicamentos apropiados, el monitoreo inadecuado de la función pulmonar y la educación del paciente, los costos de los medicamentos y los sistemas de salud débiles, incluida la infraestructura deficiente y la falta de acceso a la atención médica. En consecuencia, el asma ejerce una carga considerable sobre los pacientes, los sistemas de salud y las sociedades de América Latina.
Los corticoesteroides inhalados (CEI) son la piedra angular de la terapia de mantenimiento del asma, y desde 2019, la Iniciativa Global para el Asma (GINA) ya no recomienda el tratamiento con agonistas β2 de acción corta (SABA) según sea necesario sin CEI concomitante para pacientes ≥12 años. En cambio, GINA recomienda dosis bajas de CEI-formoterol según sea necesario como rescate preferido en todos los pasos de la terapia (Carril 1). Estas recomendaciones de tratamiento también se reflejaron en la Guía Española del Asma (GEMA) actualizada 2020. Sin embargo, la infrautilización de los CEI es común en América Latina, con mejoras mínimas observadas desde la encuesta Perspectivas y Realidad del Asma en América Latina (AIRLA) de 2003 que informó que sólo 6 % de los pacientes usaban CEI. De hecho, los resultados de la encuesta Perspectiva y Manejo del Asma en América Latina (LA AIM), realizada en 2011, informó que 65 % de los pacientes consideraba que el uso prolongado de medicamentos de mantenimiento era innecesario en ausencia de síntomas de asma y 61 % creía que el uso diario de inhaladores de rescate era aceptable. Un análisis posterior de la encuesta LA AIM también confirmó que el uso de medicamentos de mantenimiento no mejoró en los países de América Latina. Por lo tanto, la dependencia excesiva de los medicamentos de rescate, a menudo a expensas de los medicamentos CEI de mantenimiento, puede explicar las tasas bajas de control del asma en América Latina. Además, la dependencia excesiva de los medicamentos de rescate también puede aumentar el riesgo de choque séptico en pacientes con asma, lo que subraya la necesidad de precaución al prescribir medicamentos de rescate SABA. Por lo tanto, los enfoques para el control del asma, incluida la personalización de los regímenes de tratamiento, la garantía de una cobertura adecuada para los medicamentos que contienen CEI, en particular después de las exacerbaciones casi mortales, la facilitación de la derivación adecuada a especialistas y la garantía de una evaluación precisa del control de la enfermedad, se identificaron como componentes clave del cuidado eficaz del asma que pueden mejorar los resultados del tratamiento.
Una evaluación de los patrones de prescripción de medicamentos para el asma, de manera particular el uso de SABA, puede ayudar a los médicos, investigadores y legisladores de atención médica a aliviar la carga creciente del asma en América Latina al abogar por un cambio en la práctica clínica y alentar la adopción de las recomendaciones actuales de tratamiento de GINA. Sin embargo, la ausencia de bases de datos integrales de atención médica en América Latina demostró ser una limitación importante e impidió una evaluación de las tendencias de medicamentos en este continente. Para abordar esto, el estudio internacional Uso de SABA en Asma (SABINA) (SABINA III) evaluó los patrones de prescripción de SABA y los resultados relacionados con asma en 23 países de Asia Pacífico, África, Medio Oriente, América Latina y Rusia, con un enfoque armonizado y capturó información clínica mediante formularios electrónicos de reporte de casos. Por lo tanto, se reportan los patrones de prescripción de SABA en seis países de la cohorte latinoamericana del estudio SABINA III.
Métodos
Diseño del estudio
La metodología para SABINA III se publicó de forma previa. Este estudio transversal, multipaís, multicéntrico y observacional se realizó en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México, de acuerdo con las guías recomendadas para estudios observacionales. El objetivo principal fue examinar los patrones de prescripción de SABA en un nivel agregado multipaís en la población de pacientes con asma. Los objetivos secundarios fueron determinar la asociación entre las prescripciones de SABA y los resultados de salud. Los datos retrospectivos se obtuvieron de los registros médicos existentes y los datos de los pacientes se recopilaron durante una visita de estudio y se ingresaron en un formulario de reporte electrónico de caso (eCRF). Los médicos ingresaron los datos sobre el historial de exacerbaciones, comorbilidades e información sobre prescripciones de medicamentos para asma en el eCRF según los registros médicos de los pacientes. En la visita del estudio, los médicos también preguntaron si los pacientes experimentaron exacerbaciones que no se registraron en sus registros médicos. Los datos para la compra sin receta (OTC) de SABA se basaron en el recuerdo del paciente y se obtuvieron de forma directa de los pacientes en la visita del estudio, que de manera posterior el investigador ingresó en el eCRF. El estudio se aprobó por el comité de ética y la junta de revisión institucional de cada país participante (Tabla S1 en la información de respaldo). Los detalles completos de la metodología se proporcionan en la Información de respaldo.
Población de estudio
Se inscribieron pacientes con asma de >12 años con >3 consultas a profesionales de la salud (PS) y registros médicos que contenían datos de >12 meses antes de la visita del estudio. Los sitios potenciales de estudio de atención primaria y especializada se seleccionaron mediante un muestreo intencional con el objetivo de obtener una muestra representativa del manejo del asma dentro de cada país participante por parte de un coordinador nacional, quien también facilitó la selección de investigadores.
Variables
Los pacientes se categorizaron según las recetas de inhaladores de SABA (0, 1-2, 3-5, 6-9, 10-12 y >13 inhaladores) durante los 12 meses anteriores a la visita del estudio, y la prescripción excesiva se definió como prescripción de >3 inhaladores SABA/año. Las recetas de inhaladores de CEI (solos y en combinación con agonistas β2 de acción prolongada [LABA]) en los 12 meses anteriores a la visita del estudio se clasificaron según la dosis diaria promedio (baja, media o alta). Las variables secundarias incluyeron el tipo de práctica (atención primaria o especializada), la gravedad del asma clasificada por el investigador (guiada por los pasos de tratamiento de GINA 2017) y los tratamientos para asma prescritos en los 12 meses anteriores.
Resultados
Los resultados de salud relacionados con asma incluyeron el control de los síntomas de asma (definición de GINA 2017) y el número de exacerbaciones graves de asma en el año anterior a la visita del estudio (según la recomendación de la Sociedad Torácica Americana/Sociedad Respiratoria Europea).
Análisis estadístico
Las asociaciones de las prescripciones de SABA con la tasa de incidencia de exacerbaciones graves y las probabilidades de control de los síntomas del asma (referencia: asma no controlada) se analizaron con modelos de regresión binomial negativa y logística, de manera respectiva. Los pacientes con cero prescripciones de SABA se excluyeron del análisis secundario, ya que no fue posible determinar los posibles medicamentos de rescate alternativos utilizados. Para garantizar que el estudio SABINA III en general tuviera el poder estadístico adecuado, el objetivo fue inscribir hasta 500 pacientes de cada país participante, con 20-25 pacientes reclutados de cada sitio participante.
Resultados
Disposición del paciente
De los 1100 pacientes inscritos, 1096 pacientes se incluyeron en el análisis y 4 se excluyeron porque la duración del asma fue inferior a 12 meses (Información de apoyo, Figura S1). La mayoría de los pacientes se reclutaron en Argentina (31.6 %), seguidos de Colombia (22.8 %) y México (13.6 %) (Figura 1). La mayoría de los pacientes se trataron por especialistas (87.6 %; información complementaria, figura S1).
Características del paciente y de la enfermedad
En general, la edad media (desviación estándar [DE]) de los pacientes fue 52.0 (16.6) años, con una proporción similar de pacientes de >18 a 54 años (50.7 %) y >55 años (48.2 %). La mayoría de los pacientes eran mujeres (70 %), tenían un índice de masa corporal (IMC) >25 kg/m2 (70.3 %) y nunca fumaron (75.6 %) (tabla 1). Una proporción similar de pacientes tenía educación primaria/secundaria (46.1 %) y secundaria/universitaria y/o educación de posgrado (50.4 %). Un poco menos de la mitad de todos los pacientes (47.1 %) informó un reembolso completo de la atención médica.
La mayoría de los pacientes se clasificaron con asma de moderada a grave (grados GINA 3-5; 79.4 %). En atención primaria y especializada, 36.9 % y 64.8 % de los pacientes, de manera respectiva, se clasificaron por los investigadores como asmáticos graves. En general, tanto en la atención primaria como en la especializada, una mayor proporción de mujeres en comparación con los pacientes masculinos se clasificaron con asma de moderada a grave (75.7 % frente a 24.3 % en atención primaria y 70.9 % frente a 29.1 % en atención especializada). El nivel de control de los síntomas del asma se evaluó como bien controlado en 38.5 % de los pacientes, con una mayor proporción de pacientes en atención especializada con asma bien controlada en comparación con los de atención primaria (39.8 % frente a 30.8 %). Los pacientes notificaron una media (DE) de 1.0 (1.7) exacerbaciones graves, donce 47.4 % y 12.7 % experimentaron >1 y >3 exacerbaciones graves, de manera respectiva, en los 12 meses anteriores (Tabla 2). En general, 67.8% de los pacientes tenían >1 comorbilidad.
Tratamiento del asma en los 12 meses anteriores a la visita del estudio
En general, 39.8 % de los pacientes se les prescribieron >3 inhaladores de SABA en los 12 meses anteriores, lo que se considera prescripción excesiva; a 25.4 % se le prescribieron >10 inhaladores de SABA. En general, 36.2 % de los pacientes recibió 0 prescripciones de SABA (Figura 2). Aunque sólo una pequeña proporción de pacientes en esta cohorte latinoamericana se trataron en atención primaria (11.8 %), a una mayor proporción de estos pacientes se les prescribieron >3 y >10 inhaladores de SABA (56.2 % y 50.8 %, de manera respectiva) en comparación con aquellos en atención especializada (37.3 % y 21.9 %, de manera respectiva). Entre la gravedad, a una proporción comparable de pacientes con asma leve y asma moderada a grave se les prescribieron >3 inhaladores de SABA (41.2 % frente a 39.4 %, de manera respectiva) y >10 inhaladores de SABA (25.2 % frente a 25.4 %, de manera respectiva).
Monoterapia SABA
En general, 4.7 % de los pacientes, todos con asma leve, se les prescribió monoterapia con SABA, con una media (DE) de 7.2 (7.7) inhaladores en los 12 meses anteriores (Tabla 3A). De estos pacientes, a 50 % se les prescribió >3 inhaladores y a 34.6 % se les prescribió >10 inhaladores en los 12 meses anteriores. A una mayor proporción de pacientes en atención primaria se les prescribió monoterapia con SABA en comparación con los tratados por especialistas (10 % vs. 4.1 %, de manera respectiva). En particular, a 76.9 % y a 20.5 % de los pacientes se les prescribió >10 inhaladores como monoterapia con SABA en los 12 meses anteriores en atención primaria y especializada, de manera respectiva.
SABA además de la terapia de mantenimiento
En general, a 59 % de los pacientes se les prescribió SABA además de la terapia de mantenimiento en los 12 meses anteriores, con una media (DE) de 7.4 (7.2) inhaladores (Tabla 3B). En total, a 63.4 % de los pacientes se les prescribió >3 inhaladores y a 40.2 % se les prescribió >10 inhaladores. En atención primaria, a 82.9 % y a 73.7 % de los pacientes se les prescribieron >3 y >10 inhaladores como SABA además de la terapia de mantenimiento, de manera respectiva, con aproximadamente un tercio de los pacientes (30.3 %) prescritos >13 inhaladores. En atención especializada, a 60.4% y a 35.7% de los pacientes se les prescribió >3 y >10 inhaladores, de manera respectiva, y 5.3% recibió recetas de >13 inhaladores. Entre la gravedad de la enfermedad, a una mayor proporción de pacientes en atención primaria se les prescribieron >10 inhaladores en comparación con aquellos bajo atención especializada (90.6 % frente a 12 % de pacientes con asma leve y 61.4 % frente a 39.8 % de pacientes con asma moderada a grave).
SABA obtenido OTC sin recetas
En general, 17.2 % de los pacientes compraron SABA OTC, de los cuales 38.8 % y 7.4 % compraron >3 y >10 inhaladores de SABA, de manera respectiva (Tabla 3C). Entre los pacientes que compraron SABA OTC, a 80.3% también se les prescribió SABA, como monoterapia o además de la terapia de mantenimiento (Figura 3). De los pacientes con compra OTC de SABA y recetas de SABA, a 73.5 % se le recetaron >3 inhaladores de SABA, y a 53.6 % se le recetaron >10 inhaladores de SABA en los 12 meses anteriores. Los pacientes tratados en atención primaria realizaron más compras de SABA OTC que los de atención especializada (29.2 % frente a 15.6 %, de manera respectiva).
Recetas de medicamentos de mantenimiento del asma
En general, a 24.2 % de los pacientes se les prescribió CEI, con una media (DE) de 11.1 (8.2) inhaladores de CEI en los 12 meses anteriores (Tabla 4). Se prescribió CEI en dosis alta a 37.4 % de los pacientes, seguido de CEI en dosis media (31.7 %) y en dosis baja (30.9 %). A la mayoría de los pacientes (79.9 %) se les prescribieron combinaciones de dosis fijas de CEI/LABA como terapia de mantenimiento, y a 41.1 % se les prescribieron dosis medias de CEI; a 33.6 % y a 25.3 % de los pacientes se les prescribió CEI en dosis alta y en dosis baja, de manera respectiva (Tabla 4). A algunos pacientes clasificados por los investigadores como asmáticos leves también se les prescribió CEI/LABA en atención primaria y especializada (7.1 % y 20.1 %, de manera respectiva).
Prescripción de ciclos cortos de corticoesteroides orales (CEO)
Durante los 12 meses previos a la visita del estudio, se prescribió un ciclo corto de CEO a 38.5 % de los pacientes (22.5 % en atención primaria y 40.5 % en atención especializada). En atención primaria, aproximadamente a una cuarta parte de los pacientes con asma leve y moderada a grave se les prescribió un ciclo corto de CEO (25 % y 20.5 %, de manera respectiva). Sin embargo, en atención especializada, a una mayor proporción de pacientes con asma moderada-grave se les prescribió una ciclo corto de CEO que a aquellos con asma leve (45.3 % vs. 18.3 %, de manera respectiva, tabla 4).
Asociación entre prescripciones SABA y resultados
En los análisis de regresión preespecificados (Información de apoyo, Figura S2), las prescripciones más altas de SABA (6-9, 10-12 y >13 frente a 1-2 inhaladores) se asociaron con un aumento significativo en la tasa de incidencia de exacerbaciones graves, con incidencia ajustada (intervalos de confianza [IC]) que oscilan entre 1.68 (1.29-2.18) y 3.08 (2.11- 4.50; todos p < .001; Figura 4A). La asociación no fue significativa de forma estadística para 3-5 versus 1-2 inhaladores de SABA (IC, 0.96-1.79; p = .086). De manera similar, con la excepción de los inhaladores de SABA de categoría 3-5 (IC, 0.36-1.10; p = .101), las probabilidades de tener asma controlada al menos de modo parcial disminuyeron de forma significativa con prescripciones más altas de inhaladores de SABA, con razones de probabilidad ajustadas (IC) que oscilan entre 0.40 (0.21-0.76) y 0.15 (0.07-0.32; todos p < .01; Figura 4B).
Comparación de resultados entre SABINA Latinoamérica y SABINA III
En la Tabla de información complementaria S2 se resume una comparación de los datos clave sobre las características sociodemográficas y de la enfermedad, los tratamientos para el asma y los resultados clínicos relacionados con el asma en los 12 meses anteriores entre la cohorte latinoamericana y la población general de SABINA III. Las diferencias clave se destacan en la sección Discusión.
Discusión
Los hallazgos de la cohorte latinoamericana del estudio SABINA III demuestran que la carga del asma permanece alta en este continente diverso. De manera crucial, a 39.8 % de los pacientes se les prescribió SABA en exceso (>3 inhaladores/año) de las recomendaciones actuales de tratamiento, lo que destaca una necesidad insatisfecha de educación continua sobre el asma en América Latina. Además, este estudio documentó que las prescripciones más altas de SABA (frente a 1 o 2 inhaladores) se asociaron con un aumento significativo de las tasas de incidencia de exacerbaciones graves y una disminución de las probabilidades de tener asma controlada al menos de modo parcial (con algunas excepciones), lo que subraya la necesidad de un control cuidadoso de prescripciones de SABA. De hecho, una declaración de posición reciente sobre el manejo del asma en América Latina señaló que la dependencia excesiva de SABA es un problema importante de salud pública. Por lo tanto, abordar este importante problema requerirá la implementación de las recomendaciones actuales basadas en la evidencia sobre el uso de SABA y un cambio en la política de atención médica, de la misma manera que la Organización Panamericana de la Salud abordó la resistencia a los antimicrobianos en 2018. En general, las características iniciales del paciente y de la enfermedad de esta cohorte latinoamericana fueron consistentes con las observadas en la población del estudio SABINA III. En particular, aproximadamente 70 % de los pacientes eran mujeres y se clasificaron con sobrepeso/obesidad (IMC >25 kg/m2). Esto no es inesperado, dado que se observa una asociación positiva entre la obesidad y la prevalencia del asma, con predominio en mujeres, en América Latina, con pacientes obesos que tienen un control deficiente de la enfermedad y un riesgo mayor de exacerbaciones. En consecuencia, es posible que se requieran programas educativos para aumentar la conciencia sobre los beneficios de un estilo de vida más saludable, incluidos los cambios en la dieta y la actividad física regular. Además, en ambos entornos de atención, más del doble de mujeres que de hombres se clasificaron con asma de moderada a grave, lo que puede deberse al hecho de que después de la pubertad, el asma se vuelve más frecuente y grave en las mujeres. En general, la mayoría de los pacientes (79.4 %) se clasificaron como asma moderada a grave, dato que concuerda con el hecho de que la mayoría de los pacientes (87.6 %) se trataron por especialistas. Por lo tanto, esta cohorte de pacientes de América Latina es probable que represente un “mejor escenario” en términos de cómo se maneja el asma en este continente, ya que la mayoría de los pacientes se trataron con atención especializada. De manera interesante, más de un tercio de los pacientes en atención primaria (36.9 %) se clasificaron con asma grave, lo que puede ser indicativo de una derivación tardía o una falta de derivación de los pacientes a especialistas. Por lo tanto, la coordinación de la atención multidisciplinaria que implique una colaboración más estrecha entre los médicos de atención primaria y los especialistas, además de optimizar las vías adecuadas de derivación para el asma grave, puede beneficiar a los pacientes y mejorar los resultados del tratamiento.
Es preocupante que, aunque sólo a un número pequeño de pacientes se les recetó monoterapia con SABA (4.7 %), a 50 % y a 34.6 % de estos pacientes se les prescribieron >3 y >10 inhaladores de SABA, de manera respectiva, en los 12 meses anteriores, lo que los coloca en riesgo alto de exacerbaciones graves. También se observó una tendencia preocupante similar en la mayor proporción de pacientes a los que se les recetó SABA además de la terapia de mantenimiento, donde a 63.4 % se les prescribieron >3 inhaladores y a 40.2 % >10 inhaladores en los 12 meses anteriores. Además, aunque a un mayor porcentaje de pacientes se les prescribió >3 inhaladores de SABA en atención primaria que en atención especializada (56.2 % vs. 37.3 %), la sobreprescripción fue frecuente en ambas modalidades asistenciales. Sin embargo, la prescripción de >10 inhaladores de SABA fue más frecuente en pacientes con asma leve atendidos en atención primaria. Esto sugiere una subestimación de los pacientes con enfermedad más leve o un tratamiento inadecuado de los pacientes con asma “leve”, lo que da como resultado un control subóptimo de los síntomas. De hecho, tanto los médicos de atención primaria como los pacientes tienden a sobrestimar el nivel de control del asma, lo que da como resultado un tratamiento insuficiente del asma y una dependencia excesiva de SABA sólo para el rescate rápido de los síntomas durante los episodios de empeoramiento del asma. En general, estos hallazgos son consistentes con los de estudios previos de América Latina que informaron una dependencia excesiva de los SABA, donde hasta 80% de los pacientes en algunos países de este continente usaban SABA de forma diaria. El hecho de que menos de la mitad de todos los pacientes (47.1 %) tuvieran un reembolso completo de la atención médica también pudo contribuir a la prescripción excesiva de SABA, ya que la falta de seguro médico se asoció con una peor calidad de la atención del asma, incluida una probabilidad reducida de recetas para CEI. Además, factores como el acceso libre a SABA en algunos países de América Latina y el costo alto de los inhaladores combinados CEI/LABA también pudieron contribuir a los patrones elevados de prescripción de SABA observados en este estudio.
A pesar de que 80.3 % de los pacientes de esta cohorte latinoamericana recibieron recetas de SABA, casi una quinta parte (17.2 %) de los pacientes también compraron SABA OTC en los 12 meses anteriores, y 38.8 % compró >3 inhaladores. Además, es alarmante que de aquellos pacientes con compra y recetas de SABA, a 73.5% ya se les prescribieron >3 inhaladores de SABA y a 53.6% >10 inhaladores de SABA en los 12 meses anteriores. Dado que la compra OTC de SABA se asocia con una disminución de las consultas médicas, tasas bajas de medicamentos con receta y tratamiento insuficiente del asma, existe una necesidad urgente de mejorar el acceso a la atención y medicamentos asequibles y regular la disponibilidad de SABA sin receta.
De acuerdo con el hecho de que la mayoría de los pacientes tenían asma de moderada a grave, aproximadamente a 80 % de los pacientes se les prescribió una combinación de dosis fija de CEI/LABA; esto fue más alto de modo considerable que en informes anteriores de América Latina y puede reflejar el acceso a atención especializada. De forma sorprendente, a algunos pacientes clasificados como asmáticos leves se les prescribió CEI/LABA tanto en atención primaria como especializada (7.1 % y 20.1 %, de manera respectiva). Además, a 20.3 % y a 18 % de los pacientes con asma moderada a grave en atención primaria y especializada, de manera respectiva, se les prescribió CEI en monoterapia. Dichos hallazgos indican de forma potencial el tratamiento insuficiente de estos pacientes y/o la clasificación incorrecta de la gravedad de la enfermedad. Por lo tanto, los patrones de prescripción de medicamentos para el asma en América Latina no siempre están de acuerdo con las recomendaciones actuales de GINA, lo que justifica la integración de las recomendaciones existentes de tratamiento en la práctica clínica.
De acuerdo con informes anteriores, el nivel de control del asma en esta cohorte latinoamericana fue deficiente, donde sólo 38.5 % de los pacientes reportaron asma bien controlada. Además, casi 50 % experimentó al menos una exacerbación grave del asma en los 12 meses anteriores, un hallazgo que coincide con los resultados de un estudio observacional retrospectivo basado en los ingresos hospitalarios en 1994, 1999 y 2004 de 3038 pacientes de España y América Latina. Las posibles explicaciones de estos hallazgos incluyen la falta de mediciones del flujo espiratorio máximo en la sala de emergencias y un monitoreo objetivo insuficiente del asma entre las exacerbaciones, junto con las barreras socioeconómicas que limitan el acceso a la atención y medicamentos accesibles. Tomados en conjunto y en línea con los hallazgos de la población general del estudio SABINA III y los estudios SABINA adicionales realizados en el Reino Unido, Italia, Alemania y América del Norte y Europa, estos hallazgos demuestran que las prácticas de prescripción en América Latina no cumplen con las guías recomendadas de forma internacional, las cuales destacan la necesidad de programas educativos dirigidos tanto a pacientes como a profesionales de la salud, incluidos los farmacéuticos. De hecho, en Brasil, la implementación de El Programa del Niño Sibilante redujo la hospitalización y las visitas a la sala de emergencias, mientras que un programa educativo para pacientes con asma privados de forma social resultó en una reducción de los síntomas, mejoró la función pulmonar y la calidad de vida, y una mayor comprensión de la diferencia entre medicación de rescate y antiinflamatoria. Además, Argentina se enfocó en establecer instituciones libres de SABA y promover el uso de CEI, lo que lleva a una disminución de la mortalidad relacionada con el asma. Sin embargo, si bien se demuestra que dichos programas son factibles en toda América Latina y tienen cierto grado de éxito, los resultados de esta cohorte latinoamericana demuestran la necesidad de iniciativas educativas sostenidas y relevantes.
Este estudio tiene algunas limitaciones. Los datos de prescripción se usaron como un indicador del uso de medicamentos y es posible que no siempre reflejen la administración real de SABA o proporcionen información sobre la adherencia a la medicación, lo que podría contribuir a sobreestimar o subestimar el uso de SABA. Además, debido a su naturaleza observacional, el estudio puede ser propenso a sesgos, las terapias pueden prescribirse de manera diferente de acuerdo con la gravedad de la enfermedad. De hecho, los datos demostraron que algunos pacientes clasificados con asma leve o asma moderada a grave se les prescribió monoterapia con CEI/LABA y CEI, de manera respectiva. Además, los niveles altos de prescripción de SABA observados en esta cohorte pueden explicarse, en parte, porque la evaluación de la gravedad de la enfermedad se basa en las recomendaciones de GINA 2017 (vigentes en el momento en que se concibió e implementó este estudio). La población del estudio, que consistía, de manera predominante, en pacientes tratados a nivel de atención especializada, puede no ser representativa de la población nacional general de pacientes con asma en América Latina o reflejar en verdad la forma en que el asma se maneja en la actualidad en todo el continente. Además, este sesgo de selección pudo contribuir a que se incluyera en el estudio a un número mayor de pacientes con asma de moderada a grave, lo que impidió una comparación entre la gravedad del asma. Por último, este estudio no se diseñó para identificar factores asociados de forma potencial con la prescripción elevada de medicación SABA; sin embargo, dicho análisis será objeto de investigaciones futuras. Sin embargo, este estudio proporciona datos generalizables de modo amplio del mundo real en la población objetivo de seis países latinoamericanos y destaca que el asma continúa como una pesada carga en todo el continente, lo que refuerza la necesidad de un manejo del asma basado en las guías de tratamiento actuales.
Conclusiones
Los resultados de esta cohorte latinoamericana del estudio SABINA III en casi 1100 pacientes indican que aproximadamente a 40 % de los pacientes se les prescribió >3 inhaladores de SABA en los 12 meses anteriores, lo que se considera prescripción excesiva. Además, de 17.2 % de los pacientes que compraron SABA OTC, 38.8 % compró >3 inhaladores en los 12 meses anteriores. De los pacientes con compra de SABA OTC y recetas de SABA, la mayoría ya tenía recetas para >3 y >10 inhaladores de SABA en los 12 meses anteriores. Además, las prescripciones más altas de SABA (vs 1-2 inhaladores) se asociaron con malos resultados de salud. Estos hallazgos revelan la carga continua del asma mal controlada en América Latina y la necesidad de que los profesionales de la salud y los encargados de la formulación de políticas trabajen juntos para implementar con urgencia recomendaciones basadas en evidencia y promover esfuerzos educativos, relacionados de manera particular con las recetas de SABA y la disponibilidad de SABA OTC para mejorar el asma.


Montero-Arias F, Garcia JCH, Gallego MP, Antila MA, Schonffeldt P, Mattarucco WJ, Gallegos LFT, Beekman MJHI. Over-prescription of short-acting β2-agonists is associated with poor asthma outcomes: results from the Latin American cohort of the SABINA III study. J Asthma. 2023 Mar;60(3):574-587. doi: 10.1080/02770903.2022.2082305. (Full text)


Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor
Dra. Cindy Elizabeth de Lira Quezada Profesor
Dra. Gladis Abigail García García Residente Primer Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor



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