El cannabis es una de las drogas más consumidas en todo el mundo. A pesar de su amplio uso, los reportes sobre la alergia al cannabis (AC) son poco frecuentes y en general se trata de un número pequeño de casos. Sin embargo, a partir de estos reportes, la evidencia indica que la AC puede manifestarse con síntomas graves y sistémicos, y una variedad de alergias alimentarias derivadas de plantas con reacción cruzada se atribuyen a una sensibilización a Can s 3, la proteína de transferencia de lípidos no específica (nsLTP) de Cannabis sativa (CS). De hecho, en algunas encuestas europeas, se demostró que Can s 3 es un alérgeno mayor. Las nsLTP son alérgenos termoestables que se distribuyen de forma extensa en todo el reino vegetal y muestran una amplia reactividad cruzada in vitro e in vivo. Tanto el fenotipo grave como la reactividad cruzada extensa asociada con AC pueden atribuirse a las propiedades fisicoquímicas de Can s 3. Otros alérgenos putativos de cannabis son la ribulosa 1,5-bifosfato carboxilasa/oxigenasa, la proteína 2 potenciadora del oxígeno, y una proteína similar a la taumatina. Sin embargo, a diferencia de Can s 3, estos alérgenos aún no se aíslan ni expresan con éxito como una proteína recombinante y en la actualidad no están disponibles para el diagnóstico.
Hasta ahora, en la mayoría de los estudios sobre AC, el diagnóstico se documenta mediante pruebas cutáneas con brotes u hojas y, por lo tanto, son difíciles de estandarizar, debido a la composición heterogénea de los diferentes materiales fuente. La gravedad clínica y la reactividad cruzada de la AC junto con lo imprevisible de los materiales fuente utilizados para las pruebas cutáneas constituyen fuertes incentivos para pruebas de diagnóstico de cannabis más confiables, in vitro o in vivo.
En 2 estudios preliminares, los autores estandarizaron y presentaron resultados iniciales de rendimiento con 4 pruebas diferentes de diagnóstico de cannabis, a saber, una prueba de activación de basófilos (BAT) con proteína Can s 3 recombinante de CS (rCan s 3), una BAT con un extracto crudo de CS, una prueba cutánea por punción (PCP) con un extracto concentrado de nCan s 3 y un ensayo específico de IgE (sIgE) rCan s 3 con una técnica de matriz de cuentas citométricas (CBA). Estas pruebas de diagnóstico se compararon con la sIgE de cáñamo industrial mediante inmunoensayo enzimático de fluorescencia (FEIA) ImmunoCAP. Las 4 pruebas de diagnóstico son confiables en el diagnóstico de AC y revelaron sensibilización a Can s 3 en hasta 75% de los pacientes con AC con un fenotipo similar a la anafilaxia. De manera alternativa, el ensayo de sIgE a cáñamo, aunque muestra una sensibilidad excelente, demostró ser poco confiable debido a una proporción importante de resultados positivos sin relevancia clínica en individuos tolerantes a cannabis sensibilizados al polen y/o nsLTP.
Es importante destacar que, para propósitos de validación sólida, el estudio reciente se restringió a pacientes con un fenotipo similar a la anafilaxia en la exposición al cannabis. Sin embargo, en la práctica general, los médicos con frecuencia pueden encontrar pacientes con antecedentes menos convincentes, como síntomas respiratorios aislados y en los que la sensibilización a Can s 3 parece menos predominante. Por lo tanto, este estudio investiga el rendimiento de las pruebas de diagnóstico y las diferencias entre estas 5 pruebas de diagnóstico en una población de estudio más amplia que expresa fenotipos clínicos distintos sobre la exposición al cannabis. En segundo lugar, este estudio explora las características clínicas y moleculares de la AC; los perfiles de sensibilización, la gravedad de las reactividades cruzadas con otros alimentos derivados de plantas y la importancia de los cofactores, ya que se reporta con frecuencia que los pacientes que presentan alergias que se relacionan con nsLTP necesitan un cofactor para volverse sintomáticos.
MÉTODOS
Inclusión
Los pacientes y los controles se incluyeron en la Clínica de Alergia para pacientes ambulatorios en el Hospital Universitario de Amberes y en el departamento de Dermatología del Hospital Universitario de Gante, Bélgica. Los comités locales de ética de ambos hospitales aprobaron este estudio (B300201524055), y los pacientes o sus representantes firmaron un consentimiento informado de conformidad con la Declaración de Helsinki. Se incluyeron pacientes con síntomas respiratorios, gastrointestinales, cardiovasculares y/o cutáneos por exposición al cannabis. La exposición al cannabis se definió como el tabaquismo activo, la ingestión y/o el contacto cutáneo directo con el cannabis. Los pacientes con síntomas generalizados en 2 o más sistemas de órganos se clasificaron con probable anafilaxia de acuerdo con los criterios definidos por Sampson. Además, se incluyeron 2 grupos de control distintos: primero, controles sanos (GC) sin sensibilización al polen o a nsLTP; en segundo lugar, el llamado grupo de control atópico que comprende pacientes con alergia documentada al polen con sensibilización a nsLTP (P+LTP+) o sin sensibilización a nsLTP (P+LTP-). Los controles se estratificaron aún más según la exposición y la tolerancia al cannabis, es decir, la exposición sin incidentes. Las definiciones de sensibilización a polen y nsLTP se muestran en el repositorio en línea de este artículo en www.jaci-inpractice.org.
La información sobre la AC, las reacciones asociadas con cofactor (alergias alimentarias derivadas de plantas reportadas con un historial de manifestar reacciones más graves/generalizadas en presencia de antiinflamatorios no esteroideos, alcohol o ejercicio físico que cuando se produjo la reacción en su ausencia), y la gravedad de las reacciones asociadas a los alimentos derivados de las plantas se recopiló mediante historia clínica y un cuestionario estandarizado. Se definieron tres cofactores en este estudio: el uso de bebidas alcohólicas, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y/o la realización de ejercicio dentro de las 3 horas anteriores a la aparición de una reacción alérgica. Una reacción sistémica se definió como grado 1 o superior según lo definido por los criterios de la Organización Mundial de Alergia de reacciones alérgicas sistémicas. Los pacientes con urticaria espontánea crónica, asma no controlada, esofagitis/colitis eosinofílica o mastocitosis sistémica se excluyeron.
Pruebas de diagnóstico
Prueba de activación de basófilos. Se realizaron BAT con rCan s 3 y un extracto crudo de CS, como se detalla en el repositorio en línea de este artículo en www.jaci-inpractice.org y que de forma previa se validó como se describe en detalle en otra parte. Los resultados se expresaron como porcentajes netos de basófilos CD63+, calculados por sustracción de la expresión espontánea de la expresión de CD63 inducida por alérgenos. Un resultado >5% de basófilos CD63+ se consideró positivo según se definió en la validación previa.
IgE total y específica. IgE total y especifica a cáñamo industrial, rBet v 1 y rBet v 2 de abedul (Betula verrucosa), rPhl p 1 y rPhl p 5b de zacate Timothy (Phleum pratense), nArt v 1 y nArt v 3 de artemisa (Artemisia vulgaris), rAra h 9 de cacahuate (Arachis hypogeae), rCor a 8 de avellana (Corylus avellana), rMal d 3 de manzana (Malus domesticus), rJug r 3 de nuez (Juglans regia), rPru p 3 de durazno (Prunus persica), rPar j 2 de la parietaria (Parietaria judaica), y nAna 2 c de la bromelina (Ananas comosus), como marcador de sensibilización a determinantes de carbohidratos de reacción cruzada, se cuantificaron mediante la técnica FEIA ImmunoCAP (Thermo-Fisher Scientific, Uppsala, Suecia) de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Todos los ensayos sIgE están disponibles de forma fácil, excepto el cáñamo industrial, que está disponible sólo para uso de investigación y fue proporcionado de forma amable por ThermoFisher Scientific. La IgE específica para rCan s 3 se cuantificó con una técnica de flujo CBA (BD Biosciences, Franklin Lakes, NJ). El método se validó como se describió con anterioridad. Los resultados mayores o iguales a 0.10 kUA/L se consideraron positivos.
Pruebas cutáneas por punción.. Para las PCP utilizaron un extracto de CS rico en nCan s 3 que se preparó como se describe en otra parte. Las respuestas de las PCP se leyeron después de 15 minutos y se consideraron positivas cuando la roncha excedió los 3 mm (diámetro mayor). Se realizó un control positivo con histamina (10 mg/ml) y un control negativo con solución salina sin alérgeno (ALK-Abello Ltd, Berkshire, Reino Unido) para descartar la falta de respuesta o el dermografismo de la piel, de manera respectiva.
Análisis estadístico
Se utilizó el programa IBM SPSS versión 24.0 (IBM, Chicago, Ill) para el análisis de datos. Los datos se expresaron como medianas y rangos intercuartiles. Se utilizaron pruebas no paramétricas y análisis de χ2 cuando fue apropiado. Los resultados de las pruebas se compararon con la prueba de McNemar. Cuando fue necesario, los valores faltantes se imputaron mediante el uso de un modelo de imputación múltiple con 5 imputaciones basadas en toda la información disponible que después se agruparon en SPSS. Los niveles de significancia para los datos imputados agrupados se calcularon de acuerdo con el método descrito por Schafer y colegas. Un valor de P de <0.05 se consideró significativo de forma estadística.
RESULTADOS
Demografía
Como se muestra en la figura 1, se incluyó un total de 371 individuos; 120 pacientes con síntomas de alergia al cannabis (AC) de los cuales 21% (n = 25) se clasificaron como probables anafilácticos (AC-A), 19% (n = 23) presentó síntomas respiratorios y cutáneos leves y localizados (AC-RC), 51% reportó síntomas respiratorios aislados (AC-R) y 9% reportó síntomas cutáneos aislados (AC-C). Los restantes 251 participantes eran individuos controles, ya sea GC o atópicos con una sensibilización al polen y sensibilizaciones a nsLTP (P+LTP+), o sin sensibilizaciones de nsLTP (P+LTP-). Como se muestra en la figura 1, de 50% a 60% de cada grupo de control reportó el uso regular de cannabis en los últimos 12 meses sin ningún síntoma además de los efectos psicoactivos conocidos; la otra mitad no reportó contacto previo con cannabis. Todos los pacientes con AC mostraron síntomas durante el tabaquismo activo, excepto 3 pacientes que negaron cualquier contacto directo previo con cannabis (no fumador activo, ingestión o contacto cutáneo) pero que experimentaron síntomas de exposición pasiva al humo de cannabis. Además, en total, 34 pacientes con AC reportaron síntomas respiratorios y/o cutáneos en exposición pasiva aislada al humo de cannabis, aparte de los síntomas en el tabaquismo activo. Por último, 4 pacientes también reportaron síntomas sobre la ingestión de cannabis procesado como pastel espacial, semillas de cannabis o aceite, lo que resultó en anafilaxia en 2 de los casos. Los síntomas individuales reportados por AC-A se muestran en la tabla E1 en el repositorio en línea de este artículo en www.jaciinpractice.org. En resumen, 23 de 25 reportaron síntomas respiratorios y/o síntomas cutáneos, 4 pacientes también mencionaron síntomas cardiovasculares que comprenden palpitaciones y/o hipotensión, y 5 pacientes reportaron además síntomas gastrointestinales que incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos. La tabla I muestra los datos demográficos de los diferentes grupos de estudio que revelan edad, proporciones de sexo y prevalencia de asma similares en todos los grupos. En contraste, la dermatitis atópica y los valores elevados de IgE total fueron más prevalentes de forma significativa en el grupo P+LTP+ que en el grupo AC y en el grupo P+LTP-. La IgE total también fue mayor de forma significativa en el grupo P+LTP- comparado con el grupo AC. En conclusión, lo más importante es que 84% de los pacientes con AC mostraron una sensibilización al polen y 72% una sensibilización nsLTP. Es importante tener en cuenta que la sensibilización al polen fue predominante por Bet v1; 72% de los pacientes con AC y 79% de P+LTP+ mostraron una sensibilización Bet v 1.
Realización de pruebas diagnósticas de cannabis
La figura 2 muestra los resultados individuales de 5 pruebas de diagnóstico diferentes de cannabis: la sIgE de cáñamo industrial, el CBA sIgE rCan s 3, las PCP con un extracto rico en nCan s 3, y la BAT con rCan s 3 y un extracto crudo de cannabis. La tabla II compara los rendimientos de las pruebas. Para obtener más detalles sobre la diferencia en el rendimiento de las pruebas para sIgE rCan s 3 e sIgE del cáñamo (se consideró 0.10 o 0.35 kUA/L de corte), se remite al lector a la figura E1 y la tabla E2 en el repositorio en línea de este artículo en www.jaciinpractice.org.
En primer lugar, los resultados de las pruebas mostraron variaciones importantes entre los diferentes grupos clínicos de AC. Los tres métodos de diagnóstico basados en Can s3 (BAT, sIgE y PCP) mostraron una sensibilidad similar, 63% a 72% en AC-A (45% a 58% en el grupo total de AC) y una especificidad similar (81 % a 87% en el grupo total de AC). Sin embargo, hasta 37% (n = 34) de P+LTP+ mostró sensibilizaciones sin relevancia clínica a Can s 3 (medidas por BAT, sIgE o PCP); 20 de 34 reportaron tolerancia al uso activo de cannabis y 14 de 34 no reportaron contacto previo con cannabis. En comparación, la sIgE rCan s 3 y BAT rCan s 3 no mostraron resultados positivos irrelevantes de forma clínica en individuos sensibilizados con polen sin sensibilización a la nsLTP (P+LTP-).
En segundo lugar, la sIgE del cáñamo industrial mostró una sensibilidad mayor de forma significativa, hasta 82% (P < .01) en el grupo total de AC en comparación con las pruebas de diagnóstico basadas en Can s 3 (45% a 58%). Sin embargo, el cáñamo también mostró un número mayor de forma significativa de resultados positivos irrelevantes de forma clínica en P+LTP- y P+LTP+, es decir, 51% a 82%, de manera respectiva, en comparación con 0% a 25% para las 3 pruebas diagnósticas de Can s3 (todas P < .01). De forma interesante, un aumento en la sensibilidad como se ve en la sIgE del cáñamo no se encontró en la BAT con un extracto crudo de cannabis. Este último alcanzó una sensibilidad general de 49% en el grupo total de AC que no fue superior a los ensayos basados en Can s3. Además, la BAT con el extracto crudo tampoco fue superior a las pruebas diagnósticas de Can s 3 en términos de especificidad, mostró 19% a 38% de resultados positivos irrelevantes de forma clínica en P+LTP- y P+LTP+. De manera colectiva, para todas las técnicas de diagnóstico, la mayoría de los resultados irrelevantes de forma clínica se observaron en el grupo P+LTP+.
En resumen, cuando se consideran todos los diferentes grupos de CA clínicos (análisis B en la tabla II), parece que las 3 pruebas de diagnóstico basadas en Can s 3 no difirieron de forma significativa en el rendimiento y tuvieron el mejor valor predictivo positivo (PPV) combinado y valor predictivo negativo (VPN) de alrededor de 80% y 60%, de manera respectiva. La sIgE de cáñamo industrial carece de especificidad, mientras que la BAT de extracto crudo de CS no mostró ninguna ventaja sobre las pruebas de diagnóstico basadas en Can s 3.
Las características clínicas y moleculares de la AC.La figura 3 compara diferentes características clínicas e in vitro para los diferentes perfiles de AC y los grupos de control. Las diferencias más destacadas se encontraron entre AC-A y AC-R con un número mayor de forma significativa en AC-A de sensibilizaciones Pru p 3, Mal d 3, Cor a 8, Jug r 3, Tri a 14, Art v 3 (todas P < .01). Además, la AC-A mostró una mayor prevalencia de reacciones sistémicas a los alimentos derivados de plantas (72% en comparación con 40%, P = .02) y reacciones alérgicas mediadas por cofactor (50% en comparación con 18%, P = .01) en comparación con AC-R. Además, AC-C y AC-RC mostraron una única diferencia con respecto a AC-A, es decir, una prevalencia menor de forma considerable de reacciones sistémicas a alimentos derivados de plantas (71% en AC-A en comparación con 43% en AC-RC [P < .01] y 18% en AC-C [p = .08]). Al parecer ninguno de los parámetros clínicos ni in vitro mostraron diferencias significativas entre AC-R, AC-C y AC-RC.
En cuanto a la comparación de la AC con sensibilización a Can s 3 y sin sensibilización (como se demuestra en la tabla E3 en el repositorio en línea de este artículo en www.jaci-inpractice.org), quedó claro que la AC con Can s 3+ tiene una prevalencia mayor de forma significativa de otras sensibilizaciones nsLTP (92%) que la AC Can s 3- (39%) con frecuencias más altas de todas las nsLTP medidas (todas P < .01), excepto para Par j 2. Además, la AC Can s 3+ mostró frecuencias más altas de sensibilizaciones de polen que la AC Can s 3- (92% comparado con 74%) y más sensibilizaciones de forma significativa a Bet v 1 en la población sensibilizada a Can s3. Además, la AC Can s 3+ mostró una prevalencia mayor de forma considerable de reacciones alérgicas mediadas por cofactores en comparación con la AC Can s 3- (41% frente a 12%; P < .01).
En otro análisis, se comparó el grupo completo de AC con el grupo P+LTP+ (como se muestra en la tabla E4 en el repositorio en línea de este artículo en www.jaci-inpractice.org). Esta exploración reveló una prevalencia mayor de forma significativa (P < .01) de sensibilizaciones a Can s 3 en la AC (63%) en comparación con P+LTP+ (35%). Además, se observó una prevalencia menor de forma significativa de sensibilizaciones a Pru p 3, Mal d 3, Jug r 3, Par j 2 (todas P < .01) pero también bromelina (P = .02) y Phl p 1 (P < .01) visto en el grupo de AC en comparación con P+LTP+. Para terminar, como ya se mencionó en el párrafo de demografía se notificó un mayor número de eccema (P < .01) en el grupo P+LTP+ que en el grupo de AC y, por consiguiente, los valores totales de IgE también fueron más altos de forma significativa en P+LTP+ que en el grupo de AC (P < .01). Aunque no hubo diferencias significativas entre AC y P+LTP+ con respecto a la frecuencia de las reacciones sistémicas a los alimentos derivados de plantas (P = .11), la AC-A mostró el doble de frecuencia de reacciones sistémicas a los alimentos derivados de plantas que P+LTP+ (71% vs 35%, P < .01).
DISCUSIÓN
Hasta donde se sabe, ésta es la encuesta más grande que investiga el desempeño diagnóstico en diferentes fenotipos clínicos de alergia a CS. Junto con la observación de que las utilidades de diagnóstico de las pruebas dependen de la presentación clínica, parece que el perfil de AC en esta población de estudio tiene las siguientes peculiaridades.
De forma primaria, en términos de practicidad, eficiencia y estandarización, las PCP con un extracto rico en nCan s 3 y la sIgE rCan s 3 son las pruebas más fáciles y rápidas para confirmar una sospecha clínica de AC, ambas confiables de la misma forma. Sin embargo, debido a la falta de disponibilidad, en la práctica clínica, los médicos necesitarán confiar en otras pruebas para evaluar a los pacientes con un historial convincente. De hecho, de acuerdo con los datos de los autores, parece que el ensayo de sIgE de cáñamo (disponible a pedido de ThermoFisher) podría servir como un diagnóstico adecuado en Europa central para excluir la AC, ya que un resultado negativo de la prueba reduce de forma considerable el riesgo de AC (sólo 18% de los pacientes con AC tienen sIgE de cáñamo negativa). De manera alternativa, los pacientes con un historial convincente junto con una prueba cutánea positiva para cáñamo deben someterse a pruebas adicionales para dilucidar la importancia clínica del ensayo de fase sólida de cáñamo. Además, la exploración de diferentes valores de corte para el sIgE rCan s 3 y el cáñamo muestra que, al considerar el valor de corte de 0.35 kUa/L, la sensibilidad de ambas pruebas disminuye en alrededor de 10% en la población total de AC. Sin embargo, la sensibilidad para detectar AC-A es la misma para ambos. Aunque la especificidad de la sIgE para cáñamo casi se duplica, todavía alcanza un máximo de 60%, lo que no es lo ideal.
Sin embargo, ninguna de las pruebas de diagnóstico parece ser predictiva de manera absoluta del resultado clínico. Sin embargo, por el momento, de acuerdo con los hallazgos, los autores proponen realizar las PCP con un extracto rico en nCan s 3 o cuantificar la sIgE rCan s 3 debido a que Can s 3 no cubre todo el perfil de sensibilización de IgE, en particular en pacientes con un fenotipo menos grave/pronunciado. Además, se podría cuestionar si los pacientes negativos a Can s 3, en especial si reportan sólo síntomas más leves al cannabis, deberían clasificarse como AC, debido a que sus síntomas podrían ser el resultado de una irritación inespecífica de la piel o las vías respiratorias.
Además, debido a limitaciones éticas y legales, es imposible confirmar la AC por un reto oral o respiratorio. De acuerdo con esta hipótesis, se deduce que los rendimientos reales de las pruebas probablemente se subestimaron en el estudio y que Can s 3 podría incluso desempeñar un papel más importante de lo que ya se sospechaba.
Además, es probable que el rendimiento de un ensayo Can s 3 muestre diferencias regionales debido a diferencias geográficas en los perfiles de reactividad de IgE. La(s) razón(es) por la cual los pacientes con AC negativos a Can s 3 no se detectan en la BAT con el extracto completo de CS son difíciles de encontrar, pero podrían relacionarse con una sensibilización a alérgenos que están poco presentes en el extracto crudo o que no resisten el procedimiento actual de extracción. Además, la presencia baja y las propiedades fisicoquímicas de los alérgenos constituyentes también pueden explicar los diferentes perfiles de sensibilización en los distintos fenotipos, es decir, la menor prevalencia de sensibilizaciones de nsLTP en AC-R en comparación con AC-A.
En segundo lugar, aunque de manera histórica se reconoce que la sensibilización a nsLTP se produce de forma principal en la región mediterránea, y se caracteriza por reacciones graves de manera importante al chabacano, según datos más recientes muestran que la sensibilización a nsLTP también puede ocurrir en otras regiones europeas y con frecuencia permanece asintomática con incertidumbre sobre la(s) ruta(s) de sensibilización. En esta investigación, se confirmó que la sensibilización a nsLTP ocurre con frecuencia en la AC y que Can s 3 es un alérgeno importante en los pacientes con AC-A, pero la AC también implica un riesgo de reacciones sistémicas a los alimentos derivados de plantas y reacciones mediadas por cofactores. Además, la sensibilización a Can s 3 puede ocurrir como resultado de la reactividad cruzada in vitro a nsLTP con relación taxonómica o más distantes, como el polen y/o alimentos derivados de plantas, como lo sugieren los pacientes positivos a Can s3 P+LTP+ sin ningún contacto previo al cannabis. Por otro lado, parece que una sensibilización Can s 3 en pacientes con AC también puede reflejar una sensibilización primaria en lugar de sólo una reactividad cruzada in vitro, como lo indica la prevalencia mayor de forma significativa de Can s 3 y la menor prevalencia de sensibilizaciones a Pru p 3, Mal d 3, Jug r 3 y Par j 2 en AC en comparación con P+LTP+.
Otro dato importante para destacar es que, debido a la falta de datos sobre la verdadera prevalencia de AC, es probable que la cantidad de pacientes por grupo de estudio en esta encuesta no refleje la verdadera prevalencia de AC. Por lo tanto, los resultados de las pruebas diferirían según las características de la población analizada y la prevalencia geográfica de la propia AC.
Para terminar, este estudio no se diseñó para investigar los diferentes tipos individuales de alergias alimentarias derivadas de plantas, ya que los síntomas de diferentes alimentos derivados de plantas sólo se evaluaron mediante un cuestionario estándar que se complementó con historia clínica sin pruebas de confirmación sistemática.. Sin embargo, sería interesante explorar más a fondo las diferencias reales en las alergias alimentarias individuales derivadas de plantas dentro de la AC, como las diferencias en la gravedad de los síntomas con alimentos con y sin cáscara, los tipos de alimentos derivados de plantas que provocan síntomas alérgicos, pero también la comparación de estos factores entre la AC y otros individuos sensibilizados con nsLTP.
En conclusión, este estudio es el más grande que explora el rendimiento de las pruebas de diagnóstico, los fenotipos clínicos y los perfiles biológicos de la AC. Muestra que las pruebas más efectivas y prácticas para confirmar una sospecha clínica de CA son las PCP con un extracto rico en nCan s 3 y la sIgE rCan s 3. Ambas pruebas muestran un VPP y un VPN de 80% y 60%, de manera respectiva. Sin embargo, debido a la falta de disponibilidad actual, el cribado con sIgE de cáñamo podría ser una herramienta adecuada para los consumidores sintomáticos de cannabis, ya que un resultado negativo reduce de manera considerable la probabilidad de AC. De forma alternativa, los autores disuaden sobre el uso general de la sIgE de cáñamo para diagnosticar la AC, principalmente debido a su VPP limitado. Además, se mostró que Can s 3 es un alérgeno mayor en pacientes con antecedentes de probable anafilaxia por exposición al cannabis y, al igual que otras alergias asociadas a nsLTP, la AC podría indicar un riesgo de reacciones sistémicas a alimentos derivados de plantas y reacciones mediadas por cofactores. Debido a que alrededor de 30% de la AC-A e incluso proporciones más altas en otros grupos de AC más leve no están sensibilizados a Can s 3, es probable que otros alérgenos de cannabis puedan desempeñar un papel en la AC. Por lo tanto, se requieren estudios adicionales para identificar y expresar otros alérgenos en la AC que luego podrían aplicarse a los extractos de espiga natural o para componer mezclas de alérgenos. Por último, la investigación adicional debería explorar más a fondo la naturaleza de las alergias alimentarias derivadas de plantas en la AC, ya que este estudio no se diseñó para evaluar alergias alimentarias específicas derivadas de plantas en la AC.
Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor
Dra. Hilda Hernández Sánchez Profesor
Dra. Gehnssy Karolina Rocha Silva Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor
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