La compañía farmacéutica GSK ha anunciado la publicación de los resultados de un estudio sobre la seguridad y eficacia de Nucala (mepolizumab), un tratamiento biológico para pacientes con un tipo específico de asma, conocido como asma eosinofílica grave, en el que se mostró que los pacientes con esta afección que fueron tratados con mepolizumab redujeron significativamente los ataques graves de asma, conocidos como exacerbaciones, y experimentaron mejoras en el control de los síntomas relacionados con el asma.

Carolina Cisneros

Asimismo, este laboratorio indica que los datos reflejaron que el tratamiento con mepolizumab tiene un perfil de seguridad similar al de estudios anteriores controlados con placebo cuando los pacientes recibieron inyecciones de mepolizumab durante un promedio de 3,5 años y un máximo de 4,5 años.
Los resultados, publicados en la revista The Journal of Allergy and Clinical Immunology (JACI), también mostraron que un tercio de los pacientes en el estudio tratados con mepolizumab no experimentó ataques de asma, a pesar de incorporarse al estudio con un promedio de casi dos ataques por año.

La responsable de la Unidad de Asma del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, la doctora Carolina Cisneros, explica que, “en España, la prevalencia de asma en la población adulta se encuentra en torno al 5,7 por ciento”. De ellos, añade que “un pequeño porcentaje padece asma grave no controlada”.

Episodios de agudización. Dentro de esta población, dicha especialista concreta que “existe un porcentaje elevado de pacientes con perfil eosinofílico. Estos pacientes presentan frecuentes episodios de agudización de la enfermedad cada año. Esto les hace precisar tratamientos con corticoides sistémicos y tener que acudir a los Servicios de Urgencias. Incluso, tener que ser hospitalizados”. Por tanto, GSK destaca que “la prevención de los ataques de asma es una prioridad en el tratamiento del asma grave porque se sabe que afectan a la función pulmonar y a la calidad de vida”. Además, matiza que “aquellos pacientes que no han logrado un control con la terapia inhalatoria u oral necesitan nuevas opciones terapéuticas específicas que se ha mostrado que se pueden utilizar a largo plazo”.
El asma eosinofílica grave es un tipo de asma que no se controla bien a pesar del tratamiento estándar a dosis altas y que está provocada por la inflamación relacionada con la presencia en la sangre de un número de eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco, superior al normal. Cuando los niveles son normales, los eosinófilos pueden desempeñar un papel en la protección del cuerpo contra las infecciones, pero una producción excesiva puede causar inflamación en los órganos y tejidos vitales, incluyendo los pulmones, que produce daños que, en ocasiones, son permanentes.