INTRODUCCIÓN
Las reacciones de hipersensibilidad inducida por fármacos (HSR) aumentaron en los últimos 10 años, lo que compromete la seguridad de los pacientes tratados con quimioterapia y biológicos, incluidos los anticuerpos monoclonales (MoAbs). Las reacciones anafilácticas inducidas por estos agentes son poco reconocidas y poco reportadas debido a la falta de pruebas definitivas en el momento de las reacciones. La triptasa, una de las principales proteasas de las células cebadas, se eleva en el suero durante las reacciones anafilácticas, como las reacciones inducidas por quimioterapéuticos y MoAbs, y su elevación se correlaciona con la gravedad de las reacciones; sin embargo, actualmente se utiliza poco. La prueba cutánea, en retrospectiva, es la prueba in vivo más específica y sensible disponible para determinar el agente culpable, pero sólo está disponible para una minoría de medicamentos, incluidos algunos MoAbs y de manera más reciente para los taxanos. Debido a que las HSR pueden ser graves e incluso potencialmente mortales (como la anafilaxia), se evita la medicación después de una reacción y se utilizan medicamentos alternativos, muchos de los cuales se consideran como terapia de segunda línea. Este cambio puede dar a lugar a la disminución de la esperanza de vida y disminución de la calidad de vida. Las pruebas cutáneas y la estratificación de riesgo pueden definir candidatos a una nueva modalidad de tratamiento para los pacientes alérgicos a la terapia de primera línea, llamada desensibilización rápida de medicamentos (RDD).