INTRODUCCIÓN
Los antibióticos se pueden clasificar como β-lactámicos y no β-lactámicos. Los β-lactámicos contienen un anillo β-lactámico de 4 elementos y se dividen en 2 categorías mayores, las penicilinas (penames) y las cefalosporinas (cefemes), y los carbapenemes, monobactámicos, oxacefemes y clavames. Los antibióticos no β-lactámicos, tales como los macrólidos, las sulfonamidas, las quinolonas y los aminoglucósidos, son muy diferentes de forma tanto química como inmunológica.