lunes, 20 de junio de 2022

Beneficios en el mundo real de los biológicos para el asma: Eventos de exacerbación y uso de corticoesteroides sistémicos


INTRODUCCIÓN

El asma afecta a 235 millones de personas en todo el mundo, lo que representa 338,000 muertes y 15 millones de años vida perdidos por incapacidad acumulada cada año. Los pacientes con asma grave se definen como individuos que requieren tratamiento con dosis altas de corticoesteroides inhalados (CEI) más un segundo corticoesteroide sistémico y/o controlador para evitar que se “descontrolen” o que permanecieron “descontrolados” a pesar de estar en tratamiento. El asma grave, que se estima que está presente en 5-10 % de la población de pacientes con asma, es una carga elevada por la presencia de exacerbaciones frecuentes, lo que afecta la calidad de vida. Además, los corticoesteroides sistémicos utilizados para pacientes con asma grave pueden provocar complicaciones adicionales relacionadas con su uso. Se requieren nuevas terapias complementarias para reducir esta carga, y en la última década, están ya disponibles diferentes productos biológicos dirigidos a la inflamación tipo 2 para la práctica clínica.

La inflamación tipo 2 es un mecanismo molecular importante del asma, y ya que progresó su entendimiento, se desarrollaron agentes biológicos para inhibir la actividad de los mediadores implicados en este tipo de inflamación, como la inmunoglobulina E (IgE), interleucina (IL) -4, 5, 13, 33 y linfopoyetina estromal tímica. Diferentes ensayos controlados aleatorizados (ECA) demostraron que los biológicos reducen las tasas de exacerbación del asma y permiten manejos libres de corticoesteroides. Los biológicos que se encontraron disponibles en Japón a partir de julio de 2020 incluyen anticuerpos antiinmunoglobulina E (omalizumab), antiinterleucina 5 (mepolizumab), antirreceptor de interleucina 4 (dupilumab).

Al considerar la capacidad limitada de los ECA, la efectividad de los productos biológicos en el mundo real se verificó con varios registros y bases de datos. Sin embargo, estos registros se crearon para un producto biológico específico, y rara vez se intentó la validación mediante un registro único que contiene múltiples tipos de productos biológicos, lo que puede ser un enfoque menos sesgado, en especial cuando se describen los antecedentes de los pacientes. Por lo tanto, las diferencias entre los antecedentes de los pacientes en un entorno clínico real también permanecen inciertas. Este estudio utiliza una base de datos de gran escala de seguros en Japón, el cual tuvo como objetivo describir los antecedentes de pacientes que usaron productos biológicos para el asma y examinar la eficacia de los biológicos para reducir las exacerbaciones del asma y las dosis totales de corticoesteroides sistémicos en un entorno real.

MÉTODOS

Fuente de datos

Se utilizó la base de datos de los seguros de salud administrada por JDMC Inc. (Tokio, Japón). La base de datos incluye los datos anónimos médicos de los pacientes (internos y externos) y farmacéuticas (dispensadoras) de 9.8 millones de empleados y sus familiares, que cubren un aproximado de 10 % de la población total de Japón (hasta junio 2020). Se incluyeron los datos demográficos de los pacientes, así como información sobre servicios para pacientes hospitalizados y ambulatorios (por ejemplo, diagnósticos, procedimientos, costos e instituciones médicas). A menos que el empleado se retire de los programas de seguro médico participantes (al renunciar o cambiar de trabajo), el historial médico y de tratamiento del individuo de todos los procedimientos de atención medica con compensación del seguro se puede rastrear con esta base de datos.

Selección de pacientes

De todos los pacientes en la base de datos que presentaron un diagnóstico de asma (CIE-10 código J45/46) y se les prescribió CEI o CEI con agonistas beta 2 de acción prolongada (LABA), se incluyeron de manera inicial a aquellos que recibieron un biológico para el asma al menos una vez entre el 1 de marzo de 2009 y el 31 de julio de 2020. La fecha índice se define como la fecha de la primera administración de un medicamento biológico para el asma (omalizumab, mepulizumab, benralizumab o dupilmab).

Los pacientes se incluyeron si cumplen con todos los siguientes criterios: al menos 1 registro de administración de un producto biológico para el asma; edad ≥12 años en la fecha índice; al menos 4 recetas separadas de CEI o CEI/LABA dentro de los 12 meses anteriores a la fecha índice, o 3 recetas separadas de CEI o CEI/LABA dentro del periodo antes mencionado y al menos 1 receta de CEI o CEI/LABA dentro de los 4 meses anteriores a este periodo. Estos criterios de inclusión en el estudio se establecieron para excluir los efectos estacionales sobre el estado del asma y otras enfermedades como las infecciones gripales. Se excluyeron los pacientes que cumplieron con alguno de los siguientes criterios: uso combinado de productos biológicos; diagnóstico de granulomatosis eosinofílica con poliangeítis (GEPA); y ya sea la observación final o el retiro de la base de datos o la interrupción de los productos biológicos dentro de los 3 meses posteriores a la fecha índice.

Comorbilidades

Se identificaron las siguientes comorbilidades dentro de los 12 meses anteriores a la fecha índice según los códigos de la CIE-10: 1) rinitis alérgica (J30); 2) enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE; K21); 3) enfermedad pulmonar obstructiva crónica (J43/44); 4) diabetes mellitus (DM; E10 - 14); 5) sinusitis paranasal crónica (J32); 6) dermatitis atópica (L20); 7) osteoporosis (M80/81); 8) apnea del sueño (G47.3); 9) pólipo nasal (J33); 10) GEPA (M30.1); 11) micosis broncopulmonar alérgica (B44.1, B49); y 12) intolerancia a la aspirina (T88.7, J45.1, L50.8).

Prescripciones y dosis de medicamentos

La identificación de los medicamentos de tratamiento y dosis de los corticoesteroides sistémicos e inhalados para el asma se basaron en el siguiente periodo: desde la fecha más reciente de visita de asma con prescripción de CEI o CEI/LAVA entre 12 y 16 meses antes de la fecha índice hasta la fecha índice (no se incluyó la prescripción de la fecha índice). Si no existía tal fecha, la fecha de inicio se fijó en 12 meses antes de la fecha índice. Los cálculos de dosis de corticoesteroides sistémicos durante el uso de productos biológicos se basaron en el siguiente periodo: desde la fecha índice hasta la “fecha de finalización” que se menciona a continuación. Como suele hacerse en la investigación de bases de datos sobre el asma, las dosis de CEI por día se calcularon de acuerdo con la siguiente fórmula: (suma de las dosis de CEI en el periodo mencionado en la fecha de finalización) ÷ (número de días de periodo X 0.8).

Las dosis aprobadas de los productos biológicos para el asma en Japón a partir del 31 de julio de 2020 son las siguientes: omalizumab se administra cada 2-4 semanas según los niveles basales de IgE total y peso corporal; mepolizumab se administró a dosis de 300 mg cada 4 semanas; benralizumab se administra a una dosis de 30 mg cada 4 semanas las 3 primeras veces y luego cada 8 semanas; dupilumab se administra a una dosis inicial de 600 mg que se reduce a 300 mg cada 2 semanas.

Diseño del estudio y análisis estadísticos

Se llevó a cabo este estudio de cohortes con métodos autocontrolados para evaluar las tasas de incidencia de eventos de exacerbación del asma y las admisiones relacionadas con la exacerbación. Un evento de exacerbación del asma se define como un evento que requería corticoesteroides orales (CEO) equivalentes a 15 mg de prednisolona por día durante 3 a 9 días o un evento que requiera una inyección de corticoesteroides. Los eventos dentro de los 14 días se trataron como un solo evento. Una hospitalización debida a una exacerbación del asma se identifica si la enfermedad principal de la hospitalización era asma (código CIE-10 J45/46) o por tener al menos 1 receta de un corticoesteroide inyectable si el nombre de la enfermedad principal estaba en blanco.

El diseño de análisis estadístico basado en el método autocontrolado se muestra en la figura 1. La fecha de la primera administración de productos biológicos sirvió como fecha índice para definir la exposición. El inicio del tiempo de observación fue 12 meses antes de la fecha índice, y la terminación del tiempo de observación se define como la fecha posterior de 60 días después de la última administración del producto biológico o la fecha de retiro de la base de datos. Si el intervalo de administración supera los 3 meses, el punto de tiempo previo al intervalo se considera como la última fecha de administración. Se definió “intervalo de exposición” como el intervalo desde la fecha del índice hasta la fecha de finalización del tiempo de observación.

Se estimaron los cocientes de tasas de incidencia de los eventos de exacerbación del asma y los ingresos relacionados con la exacerbación durante el intervalo de exposición en comparación con el intervalo de control con un modelo de regresión de Poisson condicional con el logaritmo de la duración de la exposición o del intervalo de control como compensación. Como análisis de sensibilidad, se estimó el índice de tasa de incidencia como se indicó de forma previa después de limitar la población de estudio a pacientes con al menos 12 meses desde la fecha índice hasta la fecha de finalización y se definió el “intervalo de exposición” como el intervalo desde la fecha índice hasta 12 meses después la fecha índice. Algunos pacientes se les cambió a otro biológico, pero como se enfoca en el primer biológico, el segundo o el tercero no se incluyeron en el “intervalo de exposición”.

Además, se compararon las dosis totales de corticoesteroides sistémicos por persona año con la prueba de Wilcoxon.

Se realizó un análisis de datos de sensibilidad adicional para evaluar los hallazgos del estudio. Se limitó la población de estudio a aquellos que tuvieron el menos 1 de las comorbilidades asociadas con inflamación tipo 2 (rinitis alérgica, sinusitis, dermatitis atópica, pólipo nasal e intolerancia a la aspirina).

Las variables continuas con distribución normal se presentaron como media (DE) y las que no tuvieron distribución normal como mediana [IQR]. Las variables continuas se compararon entre grupos mediante el análisis de varianza (ANOVA) y las variables categóricas se compararon mediante la prueba de Kruskal-Wallis. Un valor P < 0.05 se consideró de manera estadística significativo. Todos los análisis estadísticos se realizaron con el software R versión 4.0.2.

El artículo se preparó de acuerdo con la Declaración de Fortalecimiento de los Informes de Estudios Observacionales en Epidemiologia (STROBE) (Ver eTabla S1).

RESULTADOS

Características clínicas de la población de estudio

Se identificaron 1699 pacientes a los que se les administró cualquiera de los productos biológicos definidos para el asma al menos una vez entre marzo 2009 y julio 2020. De los 570 pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión, un paciente (0.1 %) se excluyó debido al uso combinado de omalizumab y mepolizumab, 60 pacientes (10.5 %) debido a la comorbilidad de GEPA y 154 (27 %) debido a la retirada o interrupción de los productos biológicos dentro de los 3 meses posteriores a la fecha índice (figura 2). Al final, 119, 82, 69 y 85 pacientes se clasificaron en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab, de manera respectiva.

La Tabla 1 resume los datos demográficos y las comorbilidades dentro de los 12 meses anteriores a la fecha índice (intervalo de control). Las edades medias en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab fueron 43.5 (16), 53.1 (13.4), 51.4 (11.1) y 44.8 (11.8) años, de manera respectiva. El sexo masculino fue menos predominante en el grupo de omalizumab (33.6 %) frente al grupo de dupilumab (61.2 %). Las comorbilidades comunes (≥10 %) fueron rinitis alérgica (omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab: 87.4 %, 82.9 %, 85.5 % y 80.0 %), ERGE (47.9 %, 53.7 %, 55.1 % y 37.6 %), DM (16.8 %, 34.1 %, 24.6 % y 23.5 %), sinusitis paranasal crónica (31.1 %, 46.3 %, 49.3 % y 25.9 %), y dermatitis atópica (18.5 %, 22.0 %, 14.5 % y 75.3 %). La comorbilidad de pólipo nasal fue más común en los grupos de mepolizumab y benralizumab (6.1 % y 13.0 %) que en los grupos de omalizumab y dupilumab (4.2 % y 2.4 %).

En cuanto a los registros de prescripción, los antagonistas de los receptores de leucotrienos (omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab: 95 %, 81.7 %, 82.6 % y 70.6 %), antihistamínicos (78.2 %), 67.1 %, 72.5 % y 94.1 %) y las xantinas (teofilina 67.2 %, 54.9 %, 46.4 % y 32.9 %) se usaron de manera común como un segundo controlador en todos los grupos (tabla S2). Los porcentajes de terapia diaria con CEO (días de prescripción ≥183 días por año) fueron diferentes entre los grupos (12.6 %, 35.4 %, 31.9 % y 7.1 %, P < 0.001).

La dosis mediana de CEI por día de budesónida son 1480, 1563, 1409 y 944 µg en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab (P < 0.001; ver tabla S3). La dosis promedio diaria de CEO de prednisona fue de manera aproximada 5 mg en todos los grupos de pacientes que requirieron CEO diarios.

Riesgo de exacerbación del asma e ingreso

Se presentaron 337 eventos de exacerbación del asma por 100 años persona durante el intervalo de control y 218 durante el intervalo de exposición (cociente de incidencia, 0.68; intervalo de confianza [IC] de 95%, 0.62-0.74; Tabla 2). Para los 4 productos biológicos, se detectaron reducciones significativas; los cocientes de tasas de incidencia en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab fueron 0.65 (0.55-0.77), 0.66 (0.57-0.76), 0.67 (0.56-0.81) y 0.86 (0.73-0.99). Los resultados fueron sólidos en un análisis de sensibilidad en el que la población del estudio se limitó a pacientes con al menos 12 meses de intervalo de exposición, y el intervalo de exposición se truncó a los 12 meses. En estas condiciones, hubo 261 eventos de exacerbación del asma por 100 personas año durante el intervalo de control y 147 durante el intervalo de exposición (0.68; 0.63-0.74; Ver tabla S4).

En cuanto a las hospitalizaciones por exacerbación de asma, se presentaron 26 hospitalizaciones por 100 personas año durante el intervalo de control y 17 durante el intervalo de exposición (incidencia, 0.65; IC 95 %, 0.55-0.77; Tabla 2). Todos los productos biológicos, excepto omalizumab, redujeron de manera significativa las tasas de hospitalización; las de tasas de incidencia en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab fueron 0.82 (0.60-1.12), 0.64 (0.45-0.89), 0.45 (0.31-0.45) y 0.48 (0.33-0.69). En el análisis de sensibilidad, este resultado se confirmó como robusto; hubo 35 hospitalizaciones por 100 personas año durante el intervalo de control y 22 durante el intervalo de exposición (0.63; 0.50-0.78; Ver cuadro S4).

Dosis total de corticoesteroides sistémicos

La dosis total de corticoesteroides sistémicos equivalente a prednisolona por persona año se redujo de manera significativa de 600 [90-1713] mg durante el intervalo de control a 164 [0-1010] mg durante el intervalo de exposición (P < 0.001; tabla 3). En pacientes que requirieron tratamiento regular con CEO, la dosis también se redujo de 2310 [1381-3924] mg a 831 [248-3053] mg (P = 0.013). En el análisis de sensibilidad, los resultados fueron similares. La dosis de corticoesteroides se redujo en todos los pacientes de 615 [93-1738] mg a 150 [0-889] mg (P < 0.001) y en pacientes con uso regular de CEO de 2482 [1722-4440] mg a 953 [305-2151] mg (P < 0.001; Ver tabla S5).

Las dosis totales de corticoides sistémicos resultaron diferentes de manera significativa al inicio entre los productos biológicos examinados. Las dosis administradas fueron de 721.2 [180.0-1927.5] mg, 936.1 [340.4-1781.1] mg, 1024.0 [224.0-2328.0] mg y 75.0 [0.0-375.0] mg en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab (tabla 3). Aunque la reducción en el uso de corticoesteroides no alcanzó significación estadística en el grupo de omalizumab, se lograron reducciones significativas en los otros 3 grupos de productos biológicos.

Análisis adicional de sensibilidad

Después de limitar la población del estudio a aquellos que presentaron al menos 1 de las comorbilidades asociadas con la inflamación tipo 2, 106, 73, 61 y 83 pacientes se clasificaron en los grupos de omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab. Todos los productos biológicos, excepto dupilumab, redujeron de manera significativa las tasas de exacerbación, y todos los productos biológicos, incluido omalizumab, redujeron de manera significativa las tasas de hospitalización (ver tabla S6). Se lograron reducciones significativas en todos los productos biológicos, incluido omalizumab (ver tabla S7).

DISCUSIÓN

Se encontró que, en un entorno del mundo real, las tasas de incidencia de los eventos de exacerbación del asma y el ingreso por exacerbación se redujeron de manera significativa durante el uso de productos biológicos en comparación con las tasas antes de su uso. Se demostró que los antecedentes de los pacientes son diferentes en un entorno de la vida real, como se explica a continuación; sin embargo, el número de eventos de exacerbación disminuyó de manera significativa durante el uso de todos los productos biológicos examinados, al igual que el número de admisiones durante el uso de todos los productos biológicos, excepto omalizumab. También se encontró que la dosis total de corticoesteroides sistémicos durante el uso de productos biológicos se redujo cerca de un tercio después de administrar productos biológicos. Estos resultados fueron contundentes en los análisis de sensibilidad.

Las exacerbaciones del asma son todavía un riesgo importante para la salud, asociadas con costos sustanciales de atención médica y carga psicológica, y un indicador de la eficacia del tratamiento. Según una revisión sistemática reciente que evaluó 14 ECA (5 para omalizumab, 3 para mepolizumab, 3 para benralizumab y 3 para dupilumab) que incluyeron pacientes de 12 a 75 años, todos los productos biológicos reducen de manera confiable las tasas de exacerbación; los cocientes de incidencia agrupados se calcularon como 0.56 (0.40-0.77) para omalizumab, 0.49 (0.38-0.66) para mepolizumab, 0.53 (0.39-0.72) para benralizumab y 0.43 (0.32-0.59) para dupilumab. Además, los análisis de datos del mundo real explicaron la asociación de los productos biológicos con una reducción de los eventos de exacerbación. En el presente estudio, los cocientes de incidencia de eventos de exacerbación del asma y hospitalizaciones por exacerbación durante el uso de productos biológicos son en total 0.68 (IC del 95 %: 0.62-0.74) y 0.65 (0.55-0.77), en comparación con el período anterior a su uso. Los análisis adicionales asociaron todos los productos biológicos individuales con una reducción en los eventos de exacerbación y todos los productos biológicos, excepto omalizumab, con una reducción en las hospitalizaciones. Estos resultados sugieren que, en términos de exacerbaciones, los pacientes con asma grave se beneficiaron de todos los productos biológicos examinados. Cabe señalar que la razón de incidencia en un tipo de biológico no debe compararse de manera directa con la de otro biológico porque los antecedentes de los pacientes fueron diferentes, como se menciona a continuación.

Se encontró una reducción significativa en la dosis total de corticoesteroides sistémicos en todos los pacientes e incluso en pacientes que requirieron CEO de mantenimiento. Para los productos biológicos individuales, se detectaron reducciones significativas en todos los productos biológicos, excepto en omalizumab. Se demostró que cada producto biológico incluido en este estudio tuvo efectos ahorradores de CEO en varios ECA. Una revisión sistemática reciente que investigó la extensión y la carga en el mundo real de los corticoesteroides sistémicos para el asma mostró que los corticoesteroides orales o sistémicos se usaron de manera continua para el control del asma y que tanto el uso a largo plazo como el uso repetido a corto plazo de corticoesteroides orales o sistémicos se asociaron con un riesgo mayor de eventos adversos agudos y crónicos. Los médicos tienen que equilibrar los beneficios del uso de corticoesteroides contra estos riesgos. Antes del presente estudio, los datos que evaluaron los efectos ahorradores de corticoesteroides por parte de los productos biológicos eran escasos, excepto para omalizumab. Los hallazgos demostraron que el uso de un biológico distinto de omalizumab también se relaciona con una disminución en la dosis sistémica de corticoesteroides, donde cada paciente tiene una dosis basal diferente.

En cuanto a la edad y el sexo de los pacientes, los usuarios de productos biológicos no antieosinófilos (omalizumab y dupilumab) fueron más jóvenes que los usuarios de productos biológicos antieosinófilos (mepolizumab y benralizumab), y los usuarios de omalizumab fueron mujeres de manera predominante, lo que contrasta con el predominio masculino en el grupo de dupilumab. Aunque pocos estudios evaluaron más de un tipo de productos biológicos a la vez, este resultado está de acuerdo con los hallazgos de estudios anteriores que mostraron que los usuarios de omalizumab fueron más jóvenes que los usuarios de mepolizumab en entornos del mundo real. Las edades más altas en los pacientes que usaron productos biológicos antieosinófilos podría reflejar que en la población con asma grave, el grupo de pacientes caracterizado por eosinofilia es mayor. Asimismo, el predominio femenino en pacientes con omalizumab en este análisis puede explicarse por la dominancia femenina reportada en la población con asma alérgica grave, como lo demostraron diversos análisis grupales. No se pudo dar una explicación clara para el predominio masculino en pacientes con dupilumab, pero al tener en cuenta que el dupilumab fue el único agente biológico aprobado para la autoinyección a partir de julio de 2020 en Japón y, por lo tanto, contribuyó a visitas hospitalarias menos frecuentes, los hombres que contaron con empleo prefirieron el dupilumab.

Un estudio previo con la misma fuente de datos que este estudio evaluó las prevalencias de asma grave controlada y no controlada en Japón y describió sus características. Este estudio determinó los porcentajes de comorbilidades de la siguiente manera: rinitis alérgica (controlada, no controlada: 58.1 %, 65.2 %), ERGE (34.9 %, 34.5 %), DM (20.5 %, 27.7 %), sinusitis paranasal crónica (10.3 %, 16.5 %), dermatitis atópica (8.3 %, 9.4 %) y pólipo nasal (0.5 %, 1.5 %). En comparación con estos datos, los usuarios de productos biológicos dirigidos a la inflamación tipo 2 en este estudio tuvieron con más frecuencia comorbilidades con enfermedades asociadas con inflamación alérgica/eosinofílica (rinitis alérgica, sinusitis paranasal crónica, dermatitis atópica y pólipo nasal). El omalizumab y el dupilumab se aprobaron para la rinitis alérgica y la dermatitis atópica, y estas comorbilidades estuvieron, como era de esperar, presentes de manera más frecuente en pacientes que utilizaron omalizumab y dupilumab. Aunque el dupilumab se aprobó en marzo de 2020 en Japón para la sinusitis crónica con pólipos nasales, la sinusitis paranasal crónica y los pólipos nasales se detectaron con menos frecuencia en pacientes con dupilumab. Por el contrario, las tasas de sinusitis y pólipos nasales comórbidos fueron más altas en los usuarios de biológicos antieosinófilos. Como el análisis de conglomerados más grande hasta la fecha, se reveló que el grupo caracterizado por eosinofilia se asocia de manera más frecuente con antecedentes de pólipos nasales y sinusitis, y los pólipos nasales se identificaron como un predictor de buena respuesta en un análisis agrupado de dos ECA (los estudios SIROCCO y CALIMA), estos resultados sugieren que los pólipos nasales y la sinusitis comórbidos afectaron la toma de decisiones clínicas, lo que favoreció a los biológicos antieosinófilos.

En cuanto a los patrones de tratamiento del asma, se seleccionó CEI/LABA para casi todos los pacientes (97.7 % en total). Aunque se observaron algunas diferencias en las tasas de prescripción entre los tipos de productos biológicos, se prescribieron antagonistas de los receptores de leucotrienos, antihistamínicos y xantinas a tasas altas en todos los grupos de estudio. Se presentaron más pacientes con productos biológicos antieosinófilos que necesitaron CEO de forma regular en comparación con los pacientes con productos biológicos no antieosinófilos, lo que reflejó la tendencia a la exposición a los corticoesteroides sistémicos. Al tener en cuenta que esto se corresponde con el hallazgo de que las poblaciones caracterizadas por eosinofilia requieren un uso más frecuente de corticoesteroides incluso en entornos del mundo real, los productos biológicos antieosinófilos se seleccionaron de manera adecuada para las poblaciones de pacientes caracterizados por eosinofilia. La dosis de CEI en el grupo de dupilumab fue menor que las dosis en todos los demás grupos. Esto se debe a la circunstancia específica para Japón de que sólo para dupilumab se aprobó el uso de productos biológicos para pacientes con CEI a dosis media.

Este estudio tiene varias limitaciones. En primer lugar, la edad de los pacientes inscritos se limitó a 75 años debido a que los datos utilizados en este estudio (base de datos JMDC) se recopilaron por las sociedades de seguros de salud. En consecuencia, la población del estudio podría ser más joven que la población general de usuarios de productos biológicos en Japón, lo que causó sesgos hasta cierto punto. Como el benralizumab y el dupilumab estuvieron disponibles más tarde (años 2018 y 2019) que el omalizumab y el mepolizumab (años 2009 y 2016), los problemas observacionales fueron más cortos para los medicamentos anteriores. Para abordar este problema, se empleó el tiempo de intervalo como un término de compensación en los modelos de regresión de Poisson. Además, se truncó el intervalo de exposición (durante el uso de productos biológicos) a 12 meses en el análisis de sensibilidad, lo que mostró resultados similares. En tercer lugar, se debe considerar la posibilidad de confusión por variables dependientes del tiempo (por ejemplo, patrones estacionales y de prescripción). Fue difícil tener en cuenta los diferentes patrones de prescripción ya que los intervalos de visitas al hospital variaron de un paciente a otro. Para ajustar los efectos estacionales, se realizó un análisis de sensibilidad que excluyó los efectos estacionales. Los pacientes se pueden tratar con otro biológico para el asma antes de su inclusión en la base de datos, lo que afecta las tasas de incidencia de los resultados. Para abordar este problema, el protocolo del estudio aseguró que no se administró ningún biológico del asma durante al menos 1 año antes de la fecha del índice, y se mostraron los beneficios de los productos biológicos incluso con la posibilidad de administración de cualquier tipo de biológico antes de ingresar en la base de datos.

En conclusión, se aclararon las diferencias de fondo entre los pacientes que utilizaron los productos biológicos (omalizumab, mepolizumab, benralizumab y dupilumab) y se demostró una asociación significativa entre el uso de productos biológicos y la reducción de las exacerbaciones del asma en un entorno del mundo real. Además, se confirmaron los efectos ahorradores de corticoesteroides de esos productos biológicos. Se necesita investigación adicional con registros que contengan más de 1 tipo de biológico para confirmar la reproducibilidad de los hallazgos.

Kimura Y, Suzukawa M, Inoue N, Imai S, Akazawa M, Matsui H. Real-world benefits of biologics for asthma: Exacerbation events and systemic corticosteroid use. World Allergy Organ J. 2021;14(11):100600. Published 2021 Nov 5. doi:10.1016/j.waojou.2021.100600

Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México

Dra. med. Sandra Nora González Díaz         Jefe y Profesor

Dra. med. Gabriela Galindo Rodríguez        Profesor

Dr. Daniel Eduardo Verduzco Félix             Residente 1er Año

Dra. Alejandra Macías Weinmann                Profesor

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