jueves, 3 de junio de 2021

Dermatitis por contacto alérgica ocular por medicamentos tópicos

INTRODUCCIÓN

La dermatitis por contacto alérgica (DCA) es una enfermedad cutánea inflamatoria frecuente que se producen en el lugar del contacto recurrente con una molécula química no proteica. Una condición difícil de manera relativa e infradiagnosticada por los profesionales de la salud visual, cuando no se tratan los signos y síntomas clínicos pueden causar suficiente incomodidad como para llevar a la falta de cumplimiento en los pacientes.

En esta revisión, se incluye la información actual relacionada con la dermatitis por contacto alérgica ocular. Se describirán las características de la DCA, en contraste con las de la dermatitis por contacto irritativa. Se discutirán la epidemiología, el diagnóstico diferencial, la patogenia y la presentación clínica de la DCA.

Se presta especial atención a las alergias a varios fármacos oftálmicos tópicos, ya sea el conservante u otros ingredientes inactivos, o el fármaco activo de varias categorías de fármacos, seguido de una discusión de las opciones actuales de tratamiento de la dermatitis por contacto.

DERMATITIS POR CONTACTO ALÉRGICA

El principal diagnóstico diferencial de la DCA es la dermatitis crónica en los párpados que incluye dermatitis atópica y dermatitis seborreica. Estas dos entidades tienen características clínicas distintas y, por lo general, carecen de antecedentes de fármacos tópicos crónicos utilizados en la superficie ocular y los párpados.

La dermatitis por contacto se divide en dos formas: dermatitis por contacto irritativa (DCI) y dermatitis por contacto alérgica (DCA). La DCI es la más frecuente en una proporción de 4: 1 a la DCA. Hay muchas similitudes entre las dos condiciones y algunas distinciones. La DCI se debe a una reacción tóxica local a un irritante, de manera común en forma de álcali, ácido, solvente o jabón. La DCA manifiesta una reacción retardada de hipersensibilidad tipo IV específica a un alérgeno que es el resultado del contacto de la piel y la reacción a una sustancia extraña después de una exposición previa y la consiguiente sensibilización inmunológica a menudo en forma de metales, conservadores o fragancias. Es la principal causa de dermatitis alérgica periorbitaria. Ambas formas evolucionan de una fase aguda a una crónica y muestran respuestas cutáneas similares tanto desde una perspectiva histológica como clínica. Es importante diferenciar entre respuesta irritativa y alérgica, ya que se sabe que muchos de los ingredientes de las soluciones oftálmicas son irritantes. Las tres fuentes más comunes de dermatitis por contacto del párpado son los cosméticos, los medicamentos oftálmicos tópicos y las soluciones para lentes de contacto.

La DCA periorbitaria se asocia con medicamentos oftálmicos tópicos en todas las formulaciones, incluidas gotas, ungüentos, cremas, cosméticos u otros productos para el cuidado de la piel, y es una afección que a menudo se pasa por alto. Como la piel del párpado es muy fina de manera particular, 0.55 mm, es más susceptible a la penetración y sensibilización de alérgenos que la mayoría de las zonas del cuerpo. Se expone a irritantes en el aire, tiende a ser tocada con frecuencia y es un sitio popular para muchos productos. Los factores que afectan la reacción alérgica incluyen los atributos del alérgeno, su concentración, frecuencia y cantidad de tiempo de exposición.

La respuesta inicial a la sustancia extraña en la DCI puede variar de semanas a meses según la potencia de los irritantes, mientras que en la DCA ocurre mucho más rápido, entre 48 y 96 horas. El diagnóstico de la DCI se realiza mediante exclusión y no existe una prueba diagnóstica específica, lo que hace que sea un proceso difícil y, en ocasiones, que requiere mucho tiempo. La DCA se puede diagnosticar con una prueba de parche junto con un historial completo del paciente.

En la DCI, las lesiones tienden a permanecer localizadas, sin extenderse más allá del área de contacto, mientras que en la DCA, la piel afectada puede ir mucho más allá de los márgenes del contacto original del material ofensivo. El tratamiento para pacientes con DCI y DCA es similar, de forma inicial es tomar distancia del desencadenante o alérgeno, terapia antiinflamatoria y humectantes o ungüentos para restaurar la función de barrera de la piel. Las lesiones eccematosas que afectan a los párpados o la piel periorbitaria son un signo común de DCA, mientras que la conjuntivitis es una manifestación clínica rara.

Aunque la mayoría de los casos de DCA por medicamentos para los ojos se atribuían por lo general a los ingredientes activos, algunos de los aditivos inertes también pueden ser la causa.

EPIDEMIOLOGÍA

La causa de la dermatitis periorbitaria en los ancianos suele ser la medicación tópica. La sensibilidad de los pacientes jóvenes suele ser a los cosméticos o productos para el cuidado de la piel que provocan atopia y alergias cutáneas.

La prevalencia de dermatitis en adultos es mucho más alta en mujeres que en hombres (87.6%), de manera aproximada la mitad de los afectados tienen entre 40 y 59 años (45.9%) y tiende a disminuir con la edad. El estudio de la prevalencia de la dermatitis atópica entre diferentes etnias en 60 países encontró que ocurre con más frecuencia en individuos asiáticos y negros que en blancos.

En los niños, la dermatitis atópica es el trastorno cutáneo más prevalente, pero hay poca información sobre cuál es el porcentaje de alergia por contacto. La información en la literatura que especifica alergias por contacto relacionadas con fármacos oftálmicos es escasa, excepto a la atropina al 1%. En otro estudio con niños diagnosticados con dermatitis atópica, el porcentaje de alergia por contacto fue 45.2% de los niños. La mayor proporción de pruebas positivas de parche se registró en el grupo de niños más jóvenes, así como la detección general más alta de alergia por contacto. Esto se atribuyó a la inmadurez de la barrera epidérmica en los primeros años de vida.

PATOGÉNESIS DE LA DERMATITIS POR CONTACTO ALÉRGICA

El paciente entra en contacto con una sustancia química que penetra en el estrato córneo y se procesa en la epidermis por las células de Langerhans. Las células de Langerhans-antígeno abandonan la epidermis hacia los ganglios linfáticos locales donde presentan los antígenos a las células CD4+. Las células T que responden se estimulan mediante un proceso complejo para propagarse hacia las células de memoria y T efectoras. Son las subsiguientes exposiciones del alérgeno original a un entorno de células T ya preparado para reaccionar, seguido de la liberación de citocinas y factores quimiotácticos lo que genera la respuesta alérgica. Después de esa sensibilidad inicial, sólo se necesita una pequeña cantidad de la sustancia química para crear la reacción típica que ocurre entre 48 y 96 horas después de la reexposición.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La inflamación puede afectar los márgenes de los párpados, la piel, la conjuntiva y los párpados de forma aislada o asociada con una conjuntivitis crónica, queratoconjuntivitis u otras manifestaciones sistémicas. Retrasar el tratamiento puede causar complicaciones secundarias como lagrimeo, ectropión, ptosis y un aumento de la dermatocalasia. El prurito, el eritema, el edema y la descamación de la región periorbitaria son algunos de los signos clínicos más frecuentes de la dermatitis por contacto (Fig. 2) y la identificación y la eliminación del elemento infractor es la primera línea de manejo.

La DCA tiene tres estadios clínicos: agudo, subagudo y crónico. Los signos agudos de DCA incluyen eritema, edema, prurito y, a veces, vesiculación.

La siguiente etapa puede considerarse una etapa de transición que ocurre cuando hay una exposición en curso, llamada DCA subaguda. La presentación característica es eritema, costras e hiperqueratosis. A medida que la enfermedad progresa a dermatitis crónica, la inflamación exudativa aguda disminuye, pero la piel se engrosa, se desarrollan fisuras y comienza la liquenificación.

DIAGNÓSTICO

La historia del paciente es la clave para encontrar el origen de la inflamación. Se debe prestar especial atención al entorno laboral, los pasatiempos, la frecuencia y la duración de la exposición a metales, cosméticos, medicamentos tópicos y los antecedentes de sensibilidad en el pasado. Se recomienda evitar los alérgenos sospechosos y así el seguimiento de la reacción cutánea después de la eliminación puede ayudar con el diagnóstico. La prueba de parche, donde la piel se expone a un alérgeno sospechoso y se observa en busca de signos de una reacción alérgica, se considera el estándar de oro para el diagnóstico y tiene una sensibilidad de 70% y una especificidad de 80%.

DESENSIBILIZACIÓN Y TOLERANCIA

La DCA es de manera esencial el resultado de un delicado equilibrio entre los mecanismos efectores y reguladores del sistema inmunológico. Las células reguladoras no son un solo tipo de subpoblación de células T. Se presume que con un fenotipo efector predominante para un alérgeno particular, cualquier otro fenotipo puede actuar como células reguladoras. Los primeros datos sugieren que las células productoras de citocinas tipo 2 pueden ser las células reguladoras más prominentes en la DCA, ya que la hipersensibilidad por contacto alérgica se incrementó y la tolerancia se invirtió con un tratamiento programado con precisión con fármacos citostáticos. La estimulación preferencial, estable y específica a alérgenos de las células reguladoras administrada a pacientes no sensibilizados con alérgenos de contacto a veces fue eficaz para desarrollar una tolerancia activa a un agente agresor. La idea de que la supresión activa es posible se demostró en experimentos con animales en los que la tolerancia específica a alérgenos acumulada en un animal se transfirió por células linfoides de animales tolerantes a animales no expuestos.

Se intentó la desensibilización local y se logró mediante la aplicación repetida de alérgenos en el mismo sitio de la piel. Sin embargo, esta desensibilización local se perdió rápido (en 1 semana) después de cesar la exposición al alérgeno. Tanto las condiciones clínicas como la investigación demostraron que la tolerancia completa y persistente sólo puede inducirse antes del contacto con el alérgeno sensibilizante. En la DCA, los mecanismos subyacentes a la desensibilización específica de manera probable dependen del antagonismo directo del alérgeno con la función de las células T efectoras, al bloquear o desregular los receptores de las células T, pero como el inicio de la desensibilización es inmediato, ningún mecanismo supresor pueden estar involucrado en esa etapa temprana. Aún no se logra una reversión permanente de la DCA existente en individuos sanos. Las moléculas definidas de interacción celular y los mediadores son objetivos alentadores para futuras terapias antiinflamatorias, algunas de las cuales entraron en ensayos clínicos.

DERMATITIS POR CONTACTO ALÉRGICA A MEDICAMENTOS OFTÁLMICOS ESPECÍFICOS

Aunque los medicamentos oftálmicos pueden ser responsables de hasta 20% de las DCA, es difícil diagnosticar y determinar el agente responsable, ya que estos medicamentos tienen ingredientes activos e inactivos con capacidad alergénica. Aunque la prueba de parche es la herramienta de diagnóstico estándar de primera línea, existen algunos problemas al utilizar este método para las alergias periorbitales oculares. La prueba se realiza en la espalda, que es una piel mucho más gruesa que la de los párpados. Un desafío adicional presentado en la literatura son los numerosos reportes de resultados falsos negativos de las pruebas de parche a fármacos oftálmicos. Se recomienda probar el medicamento oftálmico real además de la bandeja oftálmica estándar disponible para la prueba de parche, ya que muchos productos químicos en las composiciones oftálmicas no forman parte de los kits disponibles de manera común.

MEDICAMENTOS OFTÁLMICOS TÓPICOS ALERGÉNICOS

Se agruparon aquí los principales componentes alergénicos conocidos hasta la fecha en los medicamentos oftálmicos tópicos en sus respectivas clasificaciones de medicamentos. En orden de frecuencia decreciente en los estudios publicados, los fármacos más comunes notificados como sensibilizadores potentes son los agentes antiglaucoma, midriáticos, antialérgicos y conservantes. Otros incluyen antibióticos, antivirales, corticoesteroides y antiinflamatorios no esteroideos (AINES).

MEDICAMENTOS PARA EL GLAUCOMA

Una causa común de dermatitis alérgica es la sensibilidad a los medicamentos tópicos para el glaucoma. Estos se clasifican como β-bloqueadores, agonistas α-adrenérgicos, inhibidores de la anhidrasa cálcica, análogos de prostaglandinas y colinérgicos. Tanto el ingrediente activo como el conservante pueden ser la causa de la DCA. La preocupación es que la eliminación del agente causante y el uso de un esteroide tópico en estos pacientes, incluso de manera temporal, puede tener consecuencias graves. Los análogos de las prostaglandinas tienen reacciones adversas locales bajas. El clorhidrato de dorzolamida tiene pocos reportes de dermatitis periorbitaria, conjuntivitis o ambas. Los parasimpaticomiméticos parecen ser no irritantes de manera práctica, ya que sólo un rastro de pacientes en la literatura confirmó reportes de dermatitis por contacto. Los β-bloqueadores mostraron prueba de reacción cutánea positiva en 12.9% de los pacientes que utilizan los fármacos, las reacciones más frecuentes fueron al timolol, metipranol y levobunol.

Hay reportes de reactividad cruzada entre los diversos β-bloqueadores. Se demostró sensibilidad cruzada entre befunolol y carteolol, betaxolol y timolol, timolol y levobunolol, y befunolol y levobunolol. En la población pediátrica, el tratamiento del hemangioma infantil con timolol puede cursar con DCA. El uso de apraclonidina, un potente agonista α-adrenérgico utilizado en el tratamiento del glaucoma de ángulo abierto y la hipertensión ocular, se interrumpió debido a la alta incidencia de DCA, 48% en una serie. La brimonidina, un agonista adrenérgico α-2 gran selectivo, muestra tasas más bajas de alergia que la apraclonidina debido a su mayor estabilidad oxidativa. La DCA por inhibidores de la anhidrasa carbónica y análogos de prostaglandinas no es común. Hay pocos reportes de casos de reacción a dorzolamida y latanoprost, y un solo reporte de reacción al bimatoprost. No hay reportes de DCA a brinzolamida o travoprost. En el manejo del glaucoma, existe una tendencia creciente a prescribir inhibidores de la rho quinasa que disminuyen la presión intraocular (PIO) al aumentar el flujo de salida. Kusakabe y colaboradores reportaron de un solo caso de DCA por el uso de la solución Glanatec al 0.4%.

Los simpaticomiméticos son medicamentos que se utilizan a menudo antes de la capsulotomía de granate de itrio aluminio (YAG) en combinación con la medicación máxima tolerada para el glaucoma por los pacientes para prevenir un aumento de la PIO después del procedimiento. Por lo general, se usa como terapia a corto plazo ya que las reacciones adversas sistémicas y locales son comunes. Las tasas de reacciones adversas varían en los reportes cuando se analizan los diferentes tipos de simpatomiméticos e incluso dentro de la misma categoría. Por ejemplo, los reportes de reacciones alérgicas al tartrato de brimonidina varían de 4.8 a 9% a más de 17% de los pacientes.

MIDRIÁTICOS Y CICLOPLÉGICOS

Los midriáticos se utilizan con frecuencia en oftalmología para permitir un examen y tratamiento adecuados de las enfermedades del segmento posterior al dilatar la pupila. La fenilefrina es una fuente conocida de DCA y es responsable de forma aproximada de 30% de los casos. Aunque se notifican de manera amplia en los adultos, las reacciones en los niños son raras. La fenilefrina reacciona de forma cruzada con la seudoefedrina, que se encuentra en muchos tratamientos de venta libre para el resfriado común. Las reacciones a la fenilefrina pueden ser muy graves y debilitantes. Kato y colaboradores describieron la DCA periocular a la fenilefrina que se presentó como una queratoconjuntivitis fulminante con seudomembranas densas en una mujer japonesa de 51 años. Las reacciones alérgicas a la tropicamida son raras y sólo se encuentran tres reportes en la literatura. Es de destacar la incidencia cada vez mayor de DCA en pacientes sometidos a inyecciones intravítreas. La mayoría de los pacientes reaccionan a los componentes de los fármacos utilizados antes del procedimiento, 56% de los cuales se debe a la fenilefrina.

En los últimos años, hubo un aumento en el uso de atropina, un antagonista muscarínico no selectivo, para la prevención de la progresión de la miopía infantil. En general, 2.9% de estos niños desarrollan una alergia, en general en niños que usan atropina en dosis altas (0.5-1%).

ANTIALERGIAS

Los medicamentos antialérgicos, de manera paradójica, pueden causar con poca frecuencia síntomas de hipersensibilidad por contacto. Los antihistamínicos y los estabilizadores de las células cebadas se utilizan en el tratamiento de pacientes con alergia ocular y se debe sospechar cuando los síntomas empeoran con el uso o cuando hay una nueva aparición de inflamación periocular. Se siente una disminución en los reportes de DCA con los antihistamínicos más nuevos. En el pasado, el cromoglicato de sodio, la clorfeniramina y el amlexanox se implicaron como causantes de DCA. Los fármacos alergénicos recientes, aunque infrecuentes, incluyen la olopatadina y la alcaftadina. El ácido aminocaproico épsilon (EACA) es un agente antifibrinolítico con propiedades antiinflamatorias utilizado en Japón desde la década de 1980 como fármaco antialérgico. Su uso se detuvo después de varios reportes de reacciones alérgicas, pero parece estar resurgiendo. 

CONSERVANTES

Los conservantes son aditivos inactivos importantes para muchos medicamentos oftálmicos que retrasan la descomposición y previenen la contaminación del fármaco. Desde 1969, cuando Raymond y Gross informaron sobre la DCA causada por el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) en las gotas para los ojos, se sabe que los conservantes son un alérgeno común en las preparaciones oftálmicas. Algunos pueden causar reacciones adversas, en particular cuando se trata de un tratamiento frecuente o prolongado, pero casi siempre la reacción alérgica es al principio activo. Los conservantes más comunes que se reportaron en la literatura que causan DCA son cloruro de benzalconio (BAC), EDTA, parabenos, timerosal, sales fenilmercúricas, metabisulfitos y clorobutanol.

En la actualidad, el timerosal se usa rara vez como conservante y la mayoría de las preparaciones oftálmicas usan BAC que tiene baja alergenicidad. Hay varios reportes de reacciones a BAC en preparaciones tópicas para la piel, pero no hay reportes de casos de DCA relacionada con BAC de gotas para los ojos. Sólo 1.1-1.6% de los pacientes con dermatitis periorbitaria desarrollan una reacción de sensibilidad tipo IV al BAC de 0.1%, y la mayoría muestra reacciones débiles.

Las preparaciones oftálmicas sin conservadores están cada vez más disponibles y ayudan a reducir la toxicidad y las reacciones y simplifican la identificación del alérgeno en casos de dermatitis.

ANTIMICROBIANOS

Los antimicrobianos pueden causar reacciones alérgicas leves a mortales de manera potencial. Con respecto a la dermatitis por contacto ocular, es una ocurrencia rara en la mayoría de los compuestos ya que muchos antibióticos sólo se preparan para uso sistémico. Los aminoglucósidos como tobramicina, neomicina, kanamicina y gentamicina son los antibióticos más comunes en las preparaciones oftálmicas que causan DCA. Las reacciones al cloranfenicol son menos comunes ahora y, aunque no se reportan, pueden ser de naturaleza grave.

Sólo hay un reporte de DCA por gotas para los ojos de dihidrato de azitromicina en un paciente de 76 años después de una cirugía de cataratas. Otros antibióticos que causan DCA incluyen sulfato de polimixina B, bacitracina y vancomicina. El ungüento de sulfato de fradiomicina (neomicina) está disponible en Japón en combinación con metilprednisolona o betametasona y de manera reciente se reportó que es una causa importante de DCA en esta población, aunque muchos médicos continuaron recetándola. Se sabe que los antibióticos de sulfonamida causan reacciones sistémicas de hipersensibilidad tipo tardía como el síndrome de Stevens-Johnson, pero no se publicaron reportes de preparaciones oftálmicas, quizás porque no están disponibles de manera comercial. Durante la última década, el voriconazol ganó popularidad en el tratamiento de la queratitis fúngica y puede causar DCA, como reportaron Sahay y colaboradores en dos pacientes.

ANTIVIRALES

Los antivirales tópicos se utilizaron durante muchos años en el tratamiento de la queratitis por herpes simple y varicela-zóster. La mayoría de los reportes sobre idoxuridina son de los años setenta y ochenta, donde hasta 2.3% de los usuarios presentan DCA. Hay pocos reportes disponibles para la trifluridina y los pacientes pueden mostrar sensibilidad cruzada a la idoxuridina. La dermatitis por contacto documentada para aciclovir tópico es rara y afecta de manera principal a la piel no ocular, aunque puede causar queratopatía puntiforme. Aparte de la posibilidad de subregistro por reacciones insignificantes, la ausencia de casos puede relacionarse con la menor dosificación en las preparaciones oftálmicas (3%) en comparación con 5% en otras pomadas tópicas.

MEDICAMENTOS ANTIINFLAMATORIOS

Aunque contradictorio, las gotas para los ojos con corticoesteroides y AINES pueden causar DCA. Debe considerarse en pacientes con inflamación periorbitaria que no mejoran o empeoran después del tratamiento. Puede resultar de la aplicación local con gotas para los ojos, geles y cremas o por transmisión de mano a ojo después de la aplicación a otras partes del cuerpo. La hidrocortisona es la causa más común de DCA y una gran proporción de estos pacientes tienen sensibilidades múltiples a otros fármacos activos, conservantes y componentes de vehículos. Gilissen y colaboradores reportaron que los corticoesteroides eran los ingredientes activos que reaccionaban con mayor frecuencia en los medicamentos oftálmicos después de los antibióticos, y los principales culpables son la hidrocortisona, el acetato de hidrocortisona, la dexametasona, el acetato de prednisolona y el pivalato de prednisolona. La DCA a los AINES es poco común, pero puede causar hipersensibilidad cutánea. Se notificaron al menos dos casos de alergia ocular, la mayoría de las veces causada por el diclofenaco sódico, que también se reportó que tiene una reacción combinada con la indometacina. No hay reportes de que el nepafenaco cause DCA.

ANESTÉSICOS

Los fármacos anestésicos oftálmicos utilizados por vía tópica pueden provocar una reacción alérgica, pero en general no hay sensibilidad cruzada, por lo que, si es necesario, se puede cambiar la terapia por otra de la misma familia. Los anestésicos oftálmicos que se sabe que pueden causar dermatitis por contacto o conjuntivitis son la tetracaína, la oxibuprocaína [benoxinato] y la proparacaína.

OTROS MEDICAMENTOS ALERGÉNICOS

Se reportó que varios ingredientes activos en las preparaciones oftálmicas causan DCA, pero su incidencia es rara, con reportes de casos únicos encontrados en la literatura. El reporte más reciente fue sobre el ácido tióctico, un antioxidante gran reductor utilizado en las gotas oftálmicas de hipromelosa para el tratamiento del síndrome del ojo seco que causó inflamación periorbitaria en una mujer de 64 años durante siete meses hasta que se realizó la prueba de parche con sus propias gotas oftálmicas. Cumurcu y colaboradores describieron la DCA a gotas oftálmicas de mitomicina C al 0.02% tópica utilizadas después de la extirpación quirúrgica de un carcinoma invasivo de células escamosas en una mujer de 63 años. Las lesiones aparecieron dos días después del inicio del tratamiento y desaparecieron tras la suspensión y el tratamiento con corticoesteroides tópicos. Las pruebas de parche fueron positivas a mitomicina C (MMC) al 0.01%. Se encontraron otros reportes sobre lanolina, pirfenoxona, N-acetilcisteína, bismuto, óxido de mercurio amarillo, resorcinol, penicilamina y yoduro de rubidio. Aunque la pomada de tacrolimus al 0.1% puede causar DCA, no hay reportes que afecten al área periocular. Se reportó un caso único de DCA periocular causado por ofloxacina.

TRATAMIENTO

Además de la eliminación del agente causal, los esteroides son el tratamiento de elección para controlar la DCA, y el objetivo es minimizar la inflamación y reducir los síntomas y las manifestaciones clínicas antes de la etapa crónica de la enfermedad. Un estudio retrospectivo trató de determinar si había una disparidad significativa entre el diagnóstico y la curación en pacientes tratados con varias combinaciones de terapias. Reportaron que no había diferencias significativas entre el tratamiento combinado de esteroides tópicos y antibióticos versus esteroides solos, pero la combinación de antihistamínicos orales y esteroides tópicos fue mucho más eficaz que la monoterapia con esteroides tópicos.

Los pacientes con dermatitis crónica que no responden a los esteroides tópicos o sistémicos pueden recibir tratamiento con psoraleno y ultravioleta A (UVA), tratamiento con ultravioleta B de banda estrecha (UVB), tratamiento sistémico con inmunomoduladores o terapia biológica dirigida como el dupilumab.

CONCLUSIÓN

La dermatitis por contacto alérgica a fármacos oftálmicos puede ser responsable de hasta 20% de los casos de DCA. El problema principal es el conocimiento por parte de los médicos de la posibilidad de DCA por medicamentos oftálmicos tópicos, el reconocimiento inmediato del agente causal y el cese del agente infractor. Más allá de los efectos perjudiciales a largo plazo de la dermatitis, es importante reducir los síntomas, ya que conducen a un cumplimiento deficiente, seguido de una menor eficacia del tratamiento previsto. Aunque la terapia hasta este momento fue principalmente la evitación, ya sea en una forma de amplio espectro o al aislar un alérgeno específico, el futuro se dirige hacia el desarrollo de opciones más personalizadas y precisas.

EYE ALLERGY: EDITED BY LEONARD BIELORY AND ABRAHAM SOLOMON

Ocular allergic contact dermatitis from topical drugs

Erdinest, Nira; Nche, Eleanora; London, Naomib; Solomon, Abrahama

Author Information
Current Opinion in Allergy and Clinical Immunology: October 2020 - Volume 20 - Issue 5 - p 528-538
doi: 10.1097/ACI.0000000000000677

Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México

Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor

Dra. Hilda Hernández Sánchez Profesor

Dra. Daniela Robles Rodríguez Residente 1er Año

Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor


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