lunes, 30 de septiembre de 2019

Expertos advierten de los efectos nocivos del vapeo, y recuerdan que el tabaco se cobra la vida de 60.000 personas al año en España

En España el 24% de la población general de entre 15 o más años de edad consumen tabaco, lo que representa un total de 12 millones de fumadores en nuestro país. La práctica del vapeo y el consumo de tabaco a través de dispositivos electrónicos tienen consecuencias perjudiciales para la salud de los pulmones.


El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica, y además es considerada como la principal causa de muerte prematura originando en torno a 60.000 fallecimos al año en España. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), más de 12 millones de españoles se consideran fumadores activos.

Estas cifras explican que el tabaco, junto a la vacunación, el ejercicio físico y la polución, ocupe una posición relevante en la campaña Pulmones Sanos, diseñada por la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias (ERS, por sus siglas en inglés), la Fundación Europea de Pulmones (ELF, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)  para concienciar a la población sobre estas patologías.
Carlos A. Jiménez-Ruizco-chair del Congreso de la European Respiratory Society (ERS), que se está llevando a cabo estos días en Madrid, y presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), asegura que el incremento de la compra de cigarrillos electrónicos es un problema importante y se debe a “su presentación a la población general, por parte de las multinacionales tabacaleras, como una forma de consumir tabaco más segura”.
De esta manera, el neumólogo destaca que el humo que se produce en estos dispositivos libera “sustancias nocivas capaces de producir cáncer y facilitar infecciones respiratorias”. Por este motivo, desde SEPAR instan a que el Gobierno cumpla con lo que marca la directiva europea sobre la regulación de consumo de tabaco “al igual que ya se ha hecho de forma estricta en países europeos vecinos”.
“Disponemos de tratamientos eficaces y seguros para ayudar a dejar de fumar y este tipo de iniciativas son las que hay que facilitar”, insiste Carlos A. Jiménez-Ruiz. El co- chair del Congreso de la ERS se refiere de esta manera a los retos de futuro en la Atención Primaria y especializada del sistema sanitario español; a la vez que reconoce los resultados “positivos” observados desde la puesta en marcha en España de la regulación del tabaco en espacios públicos en 2010.  Asimismo, apunta que “en los últimos dos años estamos asistiendo a un ligero repunte en el número de fumadores de la población española” y achaca la causa a que “se está relajando la vigilancia en el cumplimiento de la legislación”.
En aras de concientizar a la población, el presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) sostiene que es necesario la creación de un “mayor número de unidades de tabaquismo, incrementar la formación de profesionales sanitarios sobre los tratamientos disponibles, y desarrollar medidas que faciliten el acceso al tratamiento por parte de los pacientes”. Para ello, añade, “es fundamental que en España se financien los tratamientos al igual que se hace con cualquier otra enfermedad crónica”.
Si el tabaco es un acto perjudicial para la salud de los pulmones, existen otros que benefician su buen funcionamiento. Este es el caso la actividad física, destaca Judith García-Aymerichinvestigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y jefa del Programa de Enfermedades no transmisibles y medio ambiente, que beneficia de manera “notable” la salud de los pulmones.
Asimismo, recuerda, “siempre se ha observado de manera consistente que a mayor práctica de ejercicio, existe una mayor función pulmonar”, Y, destaca que el deporte “continúa siendo mejor que el sedentarismo” aunque se realice en zonas con alto índice de polución. En este sentido, la recomendación para la población en general y para pacientes que presentan enfermedades respiratorias es optar por “espacios verdes y lejos de los focos contaminantes”, a la vez que “informarse sobre los niveles de polución para escoger el momento más adecuado para la realización de ejercicio al air libre”.
La investigadora del Instituto de ISGlobal recuerda que “estar en movimiento tiene efectos positivos, además, en los músculos y en el sistema cardiovascular” a la vez que “contrarresta los efectos inflamatorios de otras exposiciones”. En esta línea, aconseja a pacientes con enfermedades respiratorias practicar cualquier tipo de actividad física, lo que les ayudará a mejorar el pronóstico de su patología en cuanto a agudización y mortalidad.
“Muchas veces los pacientes limitan sus movimientos porque se ahogan debido a los síntomas”, explica la doctora García-Aymerich, quien insiste en la importancia del papel de los médicos en “informar y explicar que si se esfuerzan cada día un poquito más las molestias y los efectos pueden verse reducidos”.
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