1 | INTRODUCCIÓN
La rinitis no alérgica (RNA) es una forma de rinitis crónica (RC) que se caracteriza por rinorrea, congestión nasal, estornudos y/o prurito nasal sin signos clínicos de infección o alergia. La rinitis crónica disminuye la calidad de vida y tiene un impacto financiero considerable. De forma reciente, se sugirió que la rinitis crónica (y, en consecuencia, la rinitis no alérgica) se defina en los estudios epidemiológicos como la presencia de al menos un síntoma nasal durante más de 21 días al año. Al aplicar esta definición a la población general, la prevalencia de la rinitis crónica fue 40% (65% de rinitis no alérgica, 28% de rinitis alérgica y en 7% se desconocía el estado de la alergia).
Rinitis no alérgica es un término genérico que abarca un grupo heterogéneo de pacientes cuyas dolencias tienen diferentes fenotipos y endotipos y, por lo tanto, requieren diferentes estrategias de tratamiento. Para elegir el mejor tratamiento para cada paciente, es necesario comprender el endotipo. Aunque en la práctica clínica la determinación del endotipo en cada paciente no es factible de manera técnica, los fenotipos pueden servir de predictor y, por tanto, pueden ayudar a adaptar el tratamiento. Además, conocer (la prevalencia de) los fenotipos de la rinitis no alérgica puede ayudar a los clínicos a prever con qué tipo de pacientes de rinitis no alérgica se encontrarán más a menudo. Los fenotipos de la rinitis no alérgica definidos/mencionados en el documento del grupo de trabajo de la EAACI (Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica) incluyen la rinitis senil, la rinitis medicamentosa, la rinitis de los fumadores, la rinitis ocupacional, la rinitis hormonal, la rinitis inducida por medicamentos, la rinitis gustativa y la rinitis idiopática. La rinitis medicamentosa es un subtipo de rinitis inducida por fármacos, que se propuso distinguir como un fenotipo separado debido a la diferente vía de administración del fármaco y al mecanismo subyacente.
El término “rinitis idiopática” se utiliza cuando un paciente no encaja en ninguno de los fenotipos mencionados y padece hiperreactividad nasal (HRN). La hiperreactividad nasal consiste en la estimulación de uno o más síntomas nasales tras el encuentro de estímulos ambientales inespecíficos, como cambios de temperatura o humedad, olores fuertes o humo, y se confirma de manera objetiva mediante la provocación por aire frío y seco. La hiperreactividad nasal es un fenómeno común en la rinitis y la rinosinusitis.
Los endotipos más importantes de RNA son el inflamatorio y el neurogénico (Figura 1).
Algunos fenotipos de rinitis no alérgica pertenecen de forma clara a un fenotipo: la idiopática, la rinorrea senil y la rinitis gustativa son del fenotipo neurogénico. Otros fenotipos, por ejemplo, la rinitis ocupacional, pueden pertenecer tanto al inflamatorio como al neurogénico, de acuerdo con el agente que provocó el desarrollo de los síntomas. Los mecanismos que subyacen a varios fenotipos, por ejemplo, los hormonales, no se conocen del todo.
Además de los subtipos obvios de rinitis alérgica y no alérgica, existen algunos fenotipos intermedios potenciales, ambos con un tipo inflamatorio: la rinitis alérgica local (RAL) y el síndrome con rinitis eosinofílica no alérgica (NARES). La rinitis alérgica local se caracteriza por la producción local de IgE específica durante la exposición nasal a los aeroalérgenos en ausencia de atopia sistémica. Es un objeto de debate si la rinitis alérgica local debe considerarse un subtipo de rinitis alérgica, rinitis no alérgica o una entidad independiente. Por un lado, la rinitis alérgica local es similar a la rinitis alérgica en términos de comorbilidades pulmonares, sensibilizaciones a los agentes aeroalérgenos comprobadas mediante pruebas de provocación nasal y estrategias de tratamiento. Por otra parte, la rinitis alérgica local no evoluciona hacia la atopia sistémica con el tiempo. Además, la rinitis alérgica local y la rinitis alérgica pueden coexistir en una forma de la llamada rinitis alérgica dual. El síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica se caracteriza por la presencia de eosinófilos en la mucosa nasal de los pacientes con rinitis no alérgica. Al tener en cuenta que la eosinofilia local está presente en ambas afecciones y el hecho de que los estudios que describen el síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica no realizaron provocaciones con alérgenos intranasales ni midieron la IgE nasal, es posible que la rinitis alérgica local sea un subtipo del síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica. Por otro lado, algunos estudios afirman que se trata de dos subtipos independientes: en el estudio de Meng et al, el síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica se caracteriza por proteína catiónica eosinofílica elevada, mientras que la rinitis alérgica local se caracteriza por histamina elevada. Otro estudio demostró la ausencia de IgE específica al alérgeno en el síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica, lo que es característico de la rinitis alérgica local. Para el presente estudio, se consideró que la rinitis alérgica local es una forma de rinitis alérgica ya que no se puede discriminar sólo con un cuestionario de la rinitis alérgica.
Los autores encontraron una prevalencia de rinitis no alérgica de 28% en la población general. Para conocimiento de los autores, se desconoce de manera actual la prevalencia de los distintos fenotipos de rinitis no alérgica. Dado que los fenotipos pueden servir como indicador de un endotipo subyacente, el conocimiento de su prevalencia puede ayudar a los clínicos a prever los fenotipos que se encontrarán con más frecuencia en la práctica diaria y a elegir estrategias de tratamiento adaptadas a la medida. El objetivo de los autores en este estudio fue determinar la prevalencia de los fenotipos de rinitis no alérgica en la población general.
2 | MÉTODO
Los autores realizaron un estudio transversal, basado en un cuestionario en una muestra aleatoria de participantes que representaban a la población general de los Países Bajos. Se obtuvo el consentimiento informado de todos los participantes. El mismo subgrupo de participantes se utilizó para un primer artículo publicado sobre la definición de la rinitis crónica. El cuestionario (Anexo 1) incluía preguntas destinadas a definir cada uno de los fenotipos.
2.1 | Definiciones utilizadas
2.1.1 | Rinitis crónica
La rinitis crónica se definió como la presencia de molestias nasales durante al menos 21 días al año o los antecedentes de una prueba positiva de alergia y el uso de medicamentos nasales (fuera de los periodos de resfriado común), de forma independiente de la duración de las molestias.
2.1.2 | RA y RNA
Cuando los participantes cumplían los criterios de rinitis crónica y respondían de manera afirmativa a la pregunta de si tenían rinitis alérgica o fiebre del heno, se consideraba que tenían rinitis alérgica (autodeclarada). Cuando la respuesta era negativa, se consideraba que tenían RNA, a menos que sólo tuvieran síntomas oculares (N = 14). Todos los pacientes que no respondieron a la pregunta “¿Tiene rinitis alérgica?” se excluyeron de este análisis.
2.1.3 | Molestias nasales
Se preguntó a los participantes cuáles eran las molestias nasales que tenían durante al menos una hora al día la mayoría de los días de la semana (en lo sucesivo denominado “molestias nasales regulares”). Además, se preguntó cuáles de las molestias mencionadas se experimentaban en el momento de completar el cuestionario (en lo sucesivo denominado “molestias nasales actuales”).
2.1.4 | Definiciones de fenotipos
Los fenotipos se definieron de acuerdo con el documento de posición de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica sobre rinitis no alérgica (presentado en la Figura 2). De acuerdo con el algoritmo, cada sujeto se asignó de forma exclusiva a un fenotipo. Si un participante no se definía como tener rinitis senil (RS), rinitis ocupacional (RO), rinitis medicamentosa (RM), rinitis del fumador (RF), rinitis hormonal (RH), rinitis inducida por medicamentos (RIM) o rinitis gustativa (RG) y tenía rinitis crónica e hiperreactividad nasal, se clasificaba en el grupo de rinitis idiopática (RI). Si no había hiperreactividad nasal, se clasificó en el grupo “otros”.
2.2 | Análisis estadístico
Los datos se resumen como frecuencias, medias y desviaciones estándar, medianas y rangos intercuartílicos. Para detectar las diferencias entre los grupos, se utilizó la prueba t de muestras no apareadas para las variables numéricas de distribución normal (edad), y una prueba U de Mann-Whitney de muestras independientes (prueba UMW) para las variables numéricas de distribución no normal (puntuación de la EVA) (SPSS).
3 | RESULTADOS
En diciembre de 2019, se enviaron cinco mil cuestionarios a los residentes de un municipio de los Países Bajos. Mil treinta y tres participantes completaron el cuestionario (tasa de respuesta de 27%).
3.1 | Resfriado común
En todo el grupo de estudio, la mediana del número de resfriados comunes fue 2 (IQR 1-3). La mediana del número total de días con resfriados comunes fue 10 (IQR 4-20).
3.2 | Rinitis alérgica y no alérgica
Fueron 363 participantes con rinitis no alérgica, 159 con rinitis alérgica y 790 controles. Veintidós participantes que no respondieron a la pregunta “¿Tiene rinitis alérgica? se excluyeron. Los individuos con rinitis no alérgica tuvieron más quejas de forma significativa en octubre-febrero, (chi-cuadrada, p < .001). Las personas con rinitis alérgica tuvieron más quejas de manera significativa en abril-agosto (chi- cuadrada, p < .05).
3.3 | Fenotipos de RNA
El fenotipo más prevalente fue la rinitis idiopática (39% del grupo RNA). La obstrucción nasal, la rinorrea y el goteo posnasal fueron las quejas regulares más frecuentes (Figura 5).
3.4 | Rinitis senil
- En la población general, los participantes con rinorrea como única queja regular eran mayores de manera significativa en comparación con el resto (64 ± 15 vs 59 ± 17 años, p = .028). En la rinitis no alérgica, se observó la misma tendencia, aunque no fue significativa de forma estadística (61 ± 16 vs 58 ± 18).
- En la rinitis no alérgica, los participantes con rinorrea como la queja más molesta eran más mayores que el resto (62 ± 19 vs 56 ±18, prueba t p = .026, prueba MWU p = .008).
- De manera independiente del corte de edad utilizado, la prevalencia de rinitis senil fue alrededor de 10% para el grupo de edad correspondiente (Anexo 2). El restante 90% de los participantes de la misma edad tenía otros fenotipos de RNA (con la misma prevalencia de cada fenotipo que para el grupo completo de rinitis no alérgica).
3.5 | Rinitis ocupacional
La mayoría de los participantes que trabajaban en el grupo de rinitis no alérgica afirmaron tener molestias nasales en el trabajo (Anexo 2), pero sólo un tercio de ellos reportó una mejoría durante los fines de semana/vacaciones.
De todos los participantes definidos con rinitis ocupacional (N = 30), sólo uno tenía molestias nasales relacionadas con factores desencadenantes específicos del trabajo. En la mayoría de los participantes (N = 11), las molestias nasales eran atribuibles a la hiperreactividad a los desencadenantes no específicos encontrados en el trabajo (como el aire acondicionado, el polvo y el aire seco). Siete participantes pensaban que sus molestias eran causadas por otras alergias, y en once participantes, el desencadenante era desconocido.
3.6 | Rinitis medicamentosa
- Sesenta y un participantes del grupo rinitis no alérgica (17%) y 42 controles (5%) reportaron el uso regular de descongestionantes nasales (Anexo 2). Cincuenta y un participantes con RNA se definieron como con rinitis medicamentosa (RM), y diez participantes se clasificaron en el grupo RO (Figura 2).
- Dentro de los participantes que declararon el uso regular de descongestionantes nasales, los que tenían rinitis no alérgica tenían una escala visual análoga mayor de manera significativa en comparación con los del grupo de control (45 ± 26 vs 19 ± 24, prueba t p < .001; prueba UMW p < .001). Del mismo modo, hubo más casos moderados/graves (ARIA) de modo significativo entre los usuarios de descongestionantes nasales del grupo de rinitis no alérgica (84% vs 36%, chi-cuadrada p < .001).
3.7 | Rinitis del fumador
3.7.1 | Fumadores actuales
- Los fumadores actuales eran más propensos de forma significativa a tener rinitis no alérgica en comparación con los no fumadores (chi-cuadrada p = .034, razón de momios 1.7 (1.04-2.8); RR 1.6 (1.004-2.6).
- Los fumadores actuales del grupo RNA tenían más paquetes años de forma significativa en comparación con los controles que fumaban de forma actual (32 ± vs 29 ± 14± 14; prueba t p = .014; prueba UMW p = .04).
3.7.2 | Antiguos fumadores
- Los antiguos fumadores tenían la misma probabilidad de tener rinitis no alérgica en comparación con los que nunca fumaron.
- El número de paquetes/año de los antiguos fumadores no fue diferente entre los de rinitis no alérgica y los controles.
3.8 | Rinitis hormonal
Dieciséis mujeres se clasificaron con rinitis hormonal. Dos de ellas tenían molestias nasales tanto durante el embarazo como durante la menstruación, ocho sólo durante el embarazo y seis sólo durante la menstruación.
3.9 | Rinitis inducida por medicamentos
- Hubo un número mayor de manera significativa de usuarios de medicamentos en rinitis no alérgica en comparación con los controles (chi- cuadrada p = .008, razón de momios 1.4 IC 95% 1.1-1.8, RR 1.2 IC 95% 1.1- 1.5).
- Las proporciones de usuarios de analgésicos (incluido paracetamol y los AINES), betabloqueadores, antidepresivos, sedantes y “otros” medicamentos no fueron diferentes de forma significativa entre la rinitis no alérgica y los controles. Tampoco se presentaron diferencias en la intolerancia a la medicación.
- Treinta y seis participantes desarrollaron sus síntomas nasales después de inicio de la medicación. De ellos, en seis participantes las molestias nasales comenzaron el mismo año en que empezaron a utilizar la medicación. De todo el grupo de participantes que desarrollaron síntomas tras el inicio de una medicación, cinco utilizaban medicamentos incluidos en el documento de posición de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica y se definieron como portadores de rinitis inducida por medicamentos. Los medicamentos que declararon (podrían ser más de uno por sujeto) eran AINES (N = 1), β-bloqueadores (N = 3), antidepresivos (N = 2) y “otros” (N = 4).
- La mayoría de la población de rinitis no alérgica utilizaba medicamentos clasificados como “otros”: anticoagulantes, antagonistas del calcio, inhibidores de la ECA, estatinas, medicamentos para reducir la glucosa, diuréticos tiazídicos, inhibidores de la PPI, inhibidores de la P2Y12, etc.
3.10 | Rinitis gustativa
- Dieciséis participantes (4% de los rinitis no alérgica) se definieron con rinitis gustativa.
- En el grupo de rinitis gustativa, la rinorrea fue la queja regular y actual más prevalente (N =10, 63% para ambos). Las quejas más molestas fueron la rinorrea (N = 7, 44%,) y la obstrucción nasal (N = 6.38%).
- La mayoría (N =11, 69%,) del grupo de reportó de hiperreactividad nasal.
3.11 | Rinitis idiopática
- Ciento cuarenta y un participantes (39% de los de rinitis no alérgica) se clasificaron como personas con rinitis idiopática.
3.12 | Otros
- Sesenta y ocho participantes (19% de rinitis no alérgica) no pudieron clasificarse en ninguno de los fenotipos.
- La gran mayoría de este grupo se representaba por participantes con molestias más leves en cuanto al número de molestias, la puntuación de la escala visual análoga y la proporción de casos leves (ARIA) (Tabla 1).
4 | DISCUSIÓN
Éste es el primer documento que describe la prevalencia de los fenotipos de rinitis no alérgica en la población general. Aunque se dispone de algunos datos sobre la prevalencia de fenotipos individuales en poblaciones concretas (como la rinitis hormonal en el embarazo y el ocupacional en los panaderos), no se reportó la distribución de cada fenotipo (como se describe en el documento de posición de la Academia Europea de Alergia e Inmunología clínica) en la población general. El fenotipo de rinitis no alérgica es esencial para elegir la mejor opción de tratamiento. Por ejemplo, la rinitis idiopática se trata de manera eficaz con capsaicina, lo que es diferente del tratamiento de la rinitis senil con bromuro de ipratropio o del tratamiento de la rinitis medicamentosa mediante la interrupción del abuso de descongestionantes nasales
Para los estudios sobre la prevalencia de las enfermedades, es obligatorio disponer de datos de la población general. En el presente estudio, se encontró una prevalencia de rinitis crónica de 40%, lo que es comparable a otros estudios europeos. Lo ideal sería utilizar algún tipo de prueba de alergia para diferenciar entre rinitis alérgica y no alérgica en los estudios, pero esto no siempre es factible. Sin embargo, Savouré et al demostraron que la pregunta “¿Tuvo alguna vez rinitis alérgica?” o “¿Tuvo alguna vez fiebre del heno?” tiene un valor predictivo positivo de 0.71 (0.64-0.78) y un valor predictivo negativo de 0.77 (0.71-0.84) en los que nunca tuvieron asma. Se espera que el presente estudio donde se utilizó no sólo la pregunta sobre la rinitis alérgica/fiebre del heno, sino también si el paciente se sometió a pruebas de alergia, tenga al menos resultados comparables. En el presente estudio se demostró que 70% de los sujetos con rinitis crónica tenían rinitis no alérgica. Esto es más alto que en el estudio de Bachert et al, donde las prevalencias de rinitis no alérgica y rinitis no alérgica tenían una proporción de 3:1, o el estudio de Bozek et al, donde la proporción era de 1:1 y es comparable con el estudio por Jessen y Janzon, donde la proporción era de 1:4. Una de las razones de esta discrepancia podría ser que se evaluó a los sujetos con rinitis crónica. Es posible que existan más sujetos con rinitis no alérgica que con rinitis alérgica que tengan síntomas durante más de 21 días al año. Además, los autores no esperan que la proporción rinitis alérgica y no alérgica influya en los resultados del análisis del fenotipo rinitis no alérgica. En el presente estudio, por lo que se sabe, por primera vez se mostró la diferencia entre dos patrones de estacionalidad distintos entre la rinitis alérgica y no alérgica, donde las quejas de la rinitis alérgica fueron más prevalentes durante la estación del polen y la rinitis no alérgica durante el invierno, cuando las infecciones virales y los factores que pueden corresponder a la rinitis no alérgica son más evidentes (por ejemplo, el aire seco y las diferencias de temperatura entre el interior y el exterior). Es posible que una parte de los pacientes con rinitis no alérgica se represente por una alergia no confirmada y monosensibilizada al ácaro del polvo, aunque la monosensibilización al ácaro de polvo es bastante rara. Por lo tanto, sólo una minoría del grupo rinitis no alérgica podría asignarse de manera errónea debido a una monosensibilización no reconocida al ácaro de polvo.
Para fenotipificar de manera adicional a la rinitis no alérgica, se utilizaron las definiciones propuestas por el documento de posición de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI). Algunos sujetos (7% del grupo de rinitis no alérgica) pueden fenotipificarse en diferentes categorías. Por ejemplo, de los 31 participantes que fumaban de forma actual, 24 se clasificaron como rinitis de los fumadores y siete como rinitis medicamentosa, aunque los últimos siete participantes tenían de manera probable una combinación de rinitis de los fumadores y rinitis medicamentosa. Para el presente estudio, los autores optaron por incluir de manera exclusiva a los sujetos en la categoría más probable y utilizaron un algoritmo como el descrito en este manuscrito (Figura 2). Por lo tanto, la definición de los autores no tuvo en cuenta los posibles solapamientos y las interacciones entre los factores provocadores, lo que es más probable en la realidad. Por lo tanto, el lector debe tener en cuenta que estos datos son una simplificación excesiva de la verdad. Por otra parte, el planteamiento de los autores de utilizar la hiperreactividad nasal como criterio para la rinitis idiopática es un intento válido de separar a los pacientes con rinitis de los que tienen otros diagnósticos, lo que se refleja en una menor carga de enfermedad en el “otro” grupo.
Todavía hay muchas lagunas en el conocimiento de los fenotipos de la rinitis no alérgica. Para facilitar la investigación en este campo, se necesitan definiciones sólidas para cada fenotipo (por ejemplo, qué duración y qué frecuencia de uso de un medicamento conducen al desarrollo de una rinitis inducida por fármacos; a partir de qué edad se considera que la secreción nasal es una rinitis senil, etc.). Además, aunque cada vez se dispone de más información sobre la relación entre los fenotipos y los endotipos de las rinitis no alérgicas con las consecuencias para la terapia, el panorama dista mucho de ser completo. En la figura 1 se proponen los fenotipos subyacentes, como el neurogénico y el inflamatorio, para los diferentes fenotipos. Sin embargo, los autores se dieron cuenta de que se podría presentar un solapamiento significativo (por ejemplo, la rinitis ocupacional y la rinitis inducida por medicamentos pueden ser inflamatorias o neurogénicas), del que no está claro si está presente en todos los sujetos. Además, la rinitis medicamentosa, además de tener un componente neurogénico, también tiene uno vascular. Para llenar de forma sistemática esas lagunas y perfeccionar las definiciones y la clasificación existentes, y debido a la escasez de opciones eficaces de tratamiento de la rinitis no alérgica. los autores sugieren que un nuevo grupo de trabajo de la Academia Europea de Alergia e Inmunología clínica aborde estas cuestiones.
Van Rijswijk planteó la hipótesis de que la rinitis idiopática representa alrededor de 50% de la rinitis no alérgica. Los resultados del presente estudio confirman esta hipótesis: la rinitis idiopática fue el fenotipo más prevalente (39% del grupo de rinitis no alérgica). La rinitis idiopática es un fenotipo neurogénico, y el reconocimiento de la enfermedad con la hiperreactividad nasal como síntoma más prominente tiene implicaciones significativas para el tratamiento.
Veinte por ciento del grupo rinitis no alérgica no pudo clasificarse en ninguno de los fenotipos. Los autores no pudieron identificar un patrón que explicara la naturaleza de las molestias nasales en este grupo. Si no se utilizara la hiperreactividad nasal como factor definitorio de la rinitis idiopática, estos pacientes se clasificarían como con rinitis idiopática. Es posible que este grupo incluya a participantes con razones anatómicas para los síntomas nasales, como una desviación del tabique y/o una hipertrofia del cornete inferior y/o algunos fenotipos no reconocidos
El segundo fenotipo más común fue la rinitis medicamentosa (17% de la rinitis no alérgica). De manera estricta, la rinitis medicamentosa es un subtipo de rinitis inducida por medicamentos, aunque se analizó por separado debido a que la rinitis medicamentosa se debe a una medicación muy específica que actúa de manera local, tiene un mecanismo fisiopatológico diferente y se asocia a condiciones psiquiátricas, como la ansiedad o los trastornos por consumo de opiáceos. Mehuys et al también demostraron unas tasas elevadas de modo alarmante de (ab)uso de los descongestionantes nasales: cerca de la mitad de los individuos con rinitis persistente que compraban medicamentos sin receta para sus molestias nasales hacían un uso excesivo de los descongestionantes nasales, a pesar de que la mayoría sabía sobre el límite de duración del uso. La prevalencia alta de la rinitis medicamentosa es una preocupación importante, ya que se trata de un fenotipo prevenible, y merece atención en la práctica diaria porque es algo que a menudo no mencionan de forma espontánea los pacientes.
De manera interesante, el patrón de quejas no predice ni el fenotipo ni el endotipo (Figura 5) (excepto para la rinitis senil, que se definió por la presencia de rinorrea). Así, las rinitis ocupacional, medicamentosa y de los fumadores presentan un patrón similar, donde la obstrucción nasal y el goteo postnasal son las quejas más destacadas, pero todos ellas pertenecen a diferentes endotipos (inflamatorio o neurogénico, neurogénico e inflamatorio, de forma respectiva). Asimismo, la rinitis hormonal y gustativa son similares en cuanto a la rinorrea y la obstrucción nasal, pero, de nuevo, pertenecen a diferentes endotipos (inflamatorio y neurogénico, de manera respectiva). Esto podría explicarse por la presencia de subtipos o por lagunas en el conocimiento de la fisiopatología de los endotipos.
El presente estudio tiene una serie de limitaciones que se describieron antes y en la publicación anterior de los autores, como la incapacidad de excluir de manera objetiva el síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica, la rinitis alérgica local, las desviaciones septales o la rinosinusitis crónica Sin embargo, debido a la prevalencia baja de la rinosinusitis crónica (~4% de la población general cuando se confirma de forma objetiva) y del síndrome de rinitis eosinofílica no alérgica (2% en pacientes holandeses de atención primaria con síntomas nasales recurrentes), se espera que sólo una minoría del grupo de rinitis no alérgica se represente por estas afecciones. Dado que la gravedad de la desviación septal no se correlaciona con las molestias subjetivas y que la rinitis crónica se definió por la presencia de síntomas nasales, los autores no esperan que la imposibilidad de excluir esta característica anatómica influya en los resultados.
Otra limitación importante es la falta de un historial médico más completo, que puede ser necesario para una fenotipificación precisa. Por ejemplo, se asignó a todos los sujetos que desarrollaron síntomas nasales después de comenzar la medicación que puede inducir la rinitis medicamentosa a este fenotipo. Pero los sujetos podían presentar otras razones para sus síntomas no relacionadas con el uso de la medicación, y no se pudo interrumpir la medicación para probar la relación. Además, ninguno de los participantes reportó el uso de inhibidores de la fosfodiesterasa-5, porque de forma probable no lo consideran un “medicamento”, aunque pueda causar rinitis inducida por medicamentos.
Además, el tamaño limitado de algunos de los grupos imposibilitó la realización de nuevos análisis de subgrupos. Por último, los patrones de estacionalidad descritos para rinitis alérgica y no alérgica deberían validarse para otras zonas climáticas.
Se planteó la hipótesis de que hasta 50%-70% de la rinitis alérgica puede estar representada por la rinitis mixta. De forma lamentable, el diseño del cuestionario no permitía diferenciar este grupo.
5 | CONCLUSIONES
Éste es el primer estudio que describe la prevalencia de los fenotipos de rinitis no alérgica en la población general. La rinitis alérgica y la no alérgica tienen patrones de estacionalidad distintos, donde la no alérgica es más prevalente en otoño/invierno y la alérgica en primavera/verano. La rinitis idiopática es el fenotipo más común de las no alérgica, seguido de la rinitis medicamentosa. La prevalencia alta de la rinitis medicamentosa es alarmante. Un nuevo grupo de trabajo de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica debería completar de manera sistemática las lagunas de conocimiento sobre los fenotipos de la rinitis no alérgica.
The prevalence of non-allergic rhinitis phenotypes in the general population: A cross-sectional study
Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL, Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor
Dr. Carlos Macouzet Sánchez Profesor
Dr. Alberto González Ruvalcaba Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.