La exposición fue DA autorreportada en los 12 meses anteriores. El resultado fue LD autorreportada, que se evaluó al realizar la pregunta: “¿Alguna vez un representante de una escuela o un profesional de la salud le dijo que [el niño] tenía una discapacidad de aprendizaje?” La regresión logística se realizó para medir la asociación entre DA y LD, al ajustar los posibles factores de confusión determinados a priori, incluidas las características sociodemográficas y otros trastornos atópicos. Como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el autismo y otros retrasos en el desarrollo suelen coexistir con LD y pueden mediar la relación entre DA y LD, se realizaron análisis estratificados secundarios. Los datos se ajustaron al peso para tener en cuenta el diseño de muestreo de NHIS y obtener estimaciones de la población. El estudio se aprobó por la Junta Institucional de Revisión de la Universidad de Pensilvania.
Un total de 7,284,818 (11.9%) de 61,012,269 sujetos reportaron DA. Los niños con DA tenían mayor probabilidad de ser más jóvenes, no hispanos o negros, y tener padres con un nivel educativo más alto (Tabla I). También tenían más probabilid de tener asma, rinitis alérgica, alergia alimentaria, TDAH, autismo y otros retrasos en el desarrollo (Tabla I).
La LD se reportó en 10.4% (IC de 95% 9.3-11.6) de los niños con DA reciente en comparación con 6.2% (IC de 95% 5.8-6.5) de aquellos sin DA (P < .001). La DA se asoció con LD con una razón de momio (RM) no ajustada de 1.77 (IC de 95% 1.55-2.01) y RM ajustada de 1.48 (IC de 95% 1.28-80 1.72) (Tabla II). El asma y la rinitis alérgica se asociaron con LD en grados menores que la DA [RM 1.20 (IC de 95% 1.06-1.37) y 1.25 (IC de 95% 1.11-1.42), de manera respectiva], mientras que la alergia alimentaria no se asoció de manera significativa con la LD (RM 1.09, IC de 95% 0.89-1.34). Entre los niños con TDAH, autismo u otros retrasos en el desarrollo, se notificó LD en 23.2% (IC de 95%: 20.7-26.0) de aquellos con DA en comparación con 15.5% (IC de 95%: 14.6-16.4) de aquellos sin DA (P < .001). Aunque la interacción entre DA y TDAH, autismo u otros retrasos en el desarrollo no fue significativa de manera estadística (P = .12), la DA se asoció con LD con una RM ajustada de 1.96 (IC de 95% 1.46-2.64) entre los niños sin estas condiciones del neurodesarrollo (datos no mostrados). En contraste, entre los niños con TDAH, autismo u otros retrasos del desarrollo, la fuerza de asociación entre la DA y la LD se atenuó (RM 1.32, IC de 95% 1.10-1.57) (datos no mostrados). No hubo modificación del efecto de la asociación entre la DA y la LD por edad (P = .55) o sexo (P = ..61).
Al entender de los autores, este es uno de los primeros estudios en examinar la relación entre la DA y la LD. Lo hallazgos de este estudio indican que la LD es más común en niños con DA y sugieren que la DA afecta al aprendizaje de manera independiente a las características sociodemográficas y las comorbilidades, incluido el TDAH y otros trastornos atópicos. Aunque no se puede inferir la causalidad de este estudio transversal, los resultados sugieren que 200,000 casos de LD en niños estadounidenses se atribuyen de manera potencial a la DA, si se toma en cuenta que existen 4,000,000 de casos de LD en la población, 11.9% de la población tiene DA, y un riesgo relativo de 1.437 para LD entre los niños con DA (estimado de la RM de 1.48 con un método de conversión común). Aunque dos estudios previos no encontraron asociaciones entre la DA y el logro educativo o el rendimiento de las pruebas estandarizadas, se limitaron por la información potencial, el sesgo de selección y un tamaño menor de muestra. Este estudio basado en la población es generalizable para los niños de EE. UU. y se enfoca en aquellos con enfermedad cutánea activa. Sin embargo, las limitaciones del estudio incluyen una posible clasificación errónea, confusión residual y el diseño transversal. Aunque la DA se evaluó mediante el reporte de un cuidador basado en una sola pregunta, este método tiene valor predictivo positivo de 87%, especificidad de 96% y sensibilidad de 70% en comparación con el diagnóstico médico de DA. Sin embargo, la evaluación de LD mediante el reporte del cuidador no está validada de manera similar, por lo que la clasificación errónea de los resultados es una limitación potencial. La relación temporal entre la DA y LD la tampoco se puede distinguir; sin embargo, la DA de manera general comienza en los primeros años de vida, mientras que la LD por lo común se identifica más tarde una vez que los niños ingresan a la escuela; por lo tanto, es poco probable que la causa inversa explique la asociación que se observó. Además, como la NHIS no recopiló datos sobre el sueño o la gravedad de la DA, no se pudo examinar su impacto en la relación entre la DA y la LD. No se realizó análisis formal de mediación para evaluar el papel del TDAH, el autismo u otros retrasos en el desarrollo, ya que estaba más allá del alcance de este estudio exploratorio. Para finalizar, existen dos posibilidades que la LD es una característica de muchas enfermedades crónicas de la infancia o que los padres de niños con DA tienen mayor predisposición para reportar comorbilidades. Sin embargo, el análisis multivariable indica una asociación distinta entre la DA y la LD, de manera independiente a muchas características sociodemográficas y condiciones comórbidas.
La DA es una enfermedad común infantil, y la discapacidades del aprendizaje tiene consecuencias para toda la vida para la salud, la educación y el desarrollo social. Se necesita trabajo adicional para comprender los impulsores y mediadores de la asociación observada entre la DA y la LD. Estudios prospectivos también son necesarios para caracterizar aún más el riesgo de LD en la DA para que los niños más vulnerables puedan identificarse y apoyarse.
Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica CRAIC
Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” UANL
Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor
Dra. Rosa Ivett Guzmán Avilán Profesor
Dra. Laura Paola Escamilla Luna Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor
The Journal of Allergy and Clinical Immunology: In Practice
Available online 26 April 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.