Según se ha expuesto en un webinar organizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) dentro de su plataforma online (SEMERGENVIVO), tanto el asma como la EPOC son comorbilidades infrecuentes en los pacientes hospitalizados por COVID-19 (en la serie más amplia publicada hasta el momento, de 1590 casos analizados ninguno tenía asma y solo 24 -un 1,5%- documentaban EPOC).
Sin embargo, como comenta Gómez Sáenz, “en series españolas la prevalencia de enfermedades respiratorias en pacientes ingresados por COVID-19 alcanza el 12%, duplicando la de los pacientes no ingresados”.
Mientras que tener asma no parece modificar el pronóstico en pacientes con COVID-19, la EPOC sí. “Se ha observado que la existencia previa de enfermedad pulmonar obstructiva crónica se asocia con unos peores resultados: generalmente desarrollan enfermedad más grave, tienen peor pronóstico y su índice de mortalidad es mayor”, asegura Marina Blanco, que es coordinadora del Área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Lo que hay que saber
En esta sesión divulgativa online, moderada por Leovigildo Ginel, secretario del Grupo de Trabajo de Respiratorio de SEMERGEN, se han aclarado cuestiones controvertidos y de actualidad sobre la vinculación entre la COVID-19 y las principales enfermedades respiratorias crónicas. Entre otros aspectos, como ha recordado Ginel, que trabaja como médico de Familia en el Centro de Salud Ciudad Jardín (Málaga), “los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas no tienen un mayor riesgo de infectarse por el virus SARS-CoV-2”. Y, según este experto de SEMERGEN, “la presentación clínica de la COVID-19 en asma o EPOC no difiere del resto de la población”; además, ha indicado que “lo más importante es que estas patologías estén bien controladas y, en este sentido, la principal recomendación es que los pacientes cumplan correctamente con su tratamiento habitual”.
En esta sesión divulgativa online, moderada por Leovigildo Ginel, secretario del Grupo de Trabajo de Respiratorio de SEMERGEN, se han aclarado cuestiones controvertidos y de actualidad sobre la vinculación entre la COVID-19 y las principales enfermedades respiratorias crónicas. Entre otros aspectos, como ha recordado Ginel, que trabaja como médico de Familia en el Centro de Salud Ciudad Jardín (Málaga), “los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas no tienen un mayor riesgo de infectarse por el virus SARS-CoV-2”. Y, según este experto de SEMERGEN, “la presentación clínica de la COVID-19 en asma o EPOC no difiere del resto de la población”; además, ha indicado que “lo más importante es que estas patologías estén bien controladas y, en este sentido, la principal recomendación es que los pacientes cumplan correctamente con su tratamiento habitual”.
El problema principal surge en caso de aparición de episodios de agudización de estas enfermedades respiratorias. Como resalta Marina Blanco, “los pacientes con asma o EPOC, si tienen síntomas o agudizaciones de estas enfermedades, a pesar de estar utilizando su tratamiento de base habitual, deben consultar al médico para ajustar la dosis o seguir el plan de acción en aquellos casos que dispongan de él”. Si esto no es posible, deben seguir las instrucciones que le dio su médico cuando tuvieron otra crisis (plan de acción) y estar pendientes de reconocer y controlar los síntomas cuando aparezcan.
Otro mensaje sobre el que los expertos ponen el acento es que no existe incompatibilidad de los fármacos habitualmente prescritos para asma y EPOC con los tratamientos que se están administrando a personas infectadas con coronavirus. En este caso, la recomendación es clara: “los pacientes con asma que estén recibiendo fármacos biológicos en el hospital deben continuar con su uso y, siempre que sea posible, realizar autoadministración; por su parte, los pacientes que reciban corticoides no deben suspenderlos”, apunta Marina, quien insiste en que “si están bien controlados con su medicación habitual, no deben realizar modificaciones en su tratamiento y lo deben tomar adecuadamente”.
En concreto, en los pacientes con una crisis de asma moderada o grave se aconseja utilizar corticoides orales en una pauta corta de 5 a 7 días, sin que sea necesario una reducción paulatina de estos. Y en los pacientes con EPOC que sufren una agudización, se aconseja el empleo de antibióticos si existe un aumento de los síntomas (tos y expectoración, fundamentalmente) con cambio de color del esputo; si además aumenta la disnea, será necesaria una pauta corta de corticoides orales durante cinco días.
Por otra parte, tanto en asma como en EPOC, “es preferible utilizar los inhaladores de cartucho presurizado con cámara de inhalación, en lugar de utilizar nebulizadores, ya que estos últimos aumentan las posibilidades de contagio al producir aerosoles en el ambiente”, detalla Ginel.
El webinar completo está disponible en envivo.semergen.es, junto con sesiones previas también focalizadas en el coronavirus y sus efectos en distintos grupos de pacientes o colectivos sociales.
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