lunes, 22 de julio de 2019

La Seaic propone un protocolo de diagnóstico en la alergia a la penicilina

Según un estudio, solo el 15 por ciento de los pacientes así etiquetados resultó ser alérgico en la práctica.
La SEAIC ha puesto en marcha una campaña para reducir a cero el número de
pacientes catalogados como alérgicos a los antibióticos betalactámicos.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica ha puesto en marcha una campaña para reducir a cero el número de pacientes catalogados como alérgicos a los antibióticos betalactámicos (penicilina y derivados) que no lo son en realidad. No es una cuestión menor, puesto que este tipo de fármacos son los más empleados en el ámbito hospitalario para combatir las infecciones y se estima que entre un 10 y un 15 por ciento de los pacientes que los necesitan son alérgicos, por lo que reciben un tratamiento alternativo.

Un estudio del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid llamó la atención sobre esta situación. El trabajo puso de manifiesto que los antibióticos fueron responsables del 60 por ciento de las reacciones alérgicas registradas en el trabajo, y dentro de los antibióticos, constató que más de la mitad fueron debidas a betalactámicos. Sin embargo, tras un diagnóstico alergológico correcto, solo un 15 por ciento resultó ser realmente alérgico.
Desde la Seaic insisten en que el exceso de sujetos alérgicos a penicilina y derivados que posteriormente no se confirman en estudios diferidos constituye un factor muy relevante en el manejo ineficiente de antibióticos a nivel hospitalario, en la medida que supone emplear tratamientos alternativos menos eficaces, seguros y eficientes que este tipo de antibióticos.
“Supone un incremento del gasto, de las resistencias a antibióticos, de la toxicidad y de los días de ingreso”, remarca María José Torres, jefa del Servicio de Alergología del Hospital Regional de Málaga, que insiste en que el punto clave está en que “entre el 70 y el 90 por ciento de los pacientes ambulatorios y hospitalizados considerados alérgicos a betalactámicos puede que no lo sean y que están mal etiquetados como alérgicos a este tipo de antibióticos”, añade.
Para resolver esta situación, desde la sociedad científica se propone la realización de un protocolo de diagnóstico preciso para los pacientes sospechosos de sufrir alergia a estos fármacos. Torres defiende, en este sentido, que todos los hospitales de referencia cuenten con un alergólogo capaz de realizar este tipo de diagnósticos, con la participación de los servicios de Farmacia, Microbiología e Infecciosas.
Esther Moreno, alergóloga del Hospital Universitario de Salamanca, asegura que aunque los procedimientos diagnósticos, que incluyen pruebas cutáneas y pruebas de exposición controlada, son largos y costosos, son coste-efectivos, si se compara con la alternativa de mantener al paciente mal etiquetado como alérgico.
Solo en costes, el ingreso hospitalario y tratamiento ambulatorio de un paciente etiquetado es 355 euros más caro, y el coste asciende a 3.630 euros por paciente si se tiene en cuenta otros gastos indirectos, como estancia y ausencia laboral, añaden desde la Seaic.

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