1 |
INTRODUCCIÓN
Las reacciones de hipersensibilidad a
medicamentos (RHM) afectan a más de 7% de la población y son una preocupación
para médicos y pacientes por igual. La piel es, por mucho, el órgano más
afectado, con un espectro amplio de tipos de reacción con morfología,
cronología y mecanismos diferentes. Las diferentes entidades no sólo tienen
características clínicas únicas, sino que también tienen implicaciones propias
para los medicamentos causales, los métodos de diagnóstico y tratamiento. Se
describen estas entidades donde las diferencias en las presentaciones clínicas
y el pronóstico son claras, por ejemplo, EFM (erupción fija por medicamentos),
DRESS (reacción por medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos), SSJ/NET
(síndrome de Stevens-Johnson/necrólisis epidérmica tóxica) y anafilaxia.
Para
la RHM cutánea benigna (RHMC), se intentó una subclasificación, por ejemplo,
morbiliforme, liquenoide o maculopapular), pero estos términos son sólo
descriptivos ya que no hay evidencia de implicaciones patológicas o pronósticas
para distinguir los fenotipos benignos. Por lo tanto, se etiquetaron de forma
colectiva todos las RHMC benignas como exantemas maculopapulares. La
clasificación errónea puede llevar de manera fácil a una conclusión errónea con
respecto al diagnóstico y el tratamiento. Esta guía se centra en las manifestaciones
clínicas de RHM que ayudan a una clasificación diagnóstica correcta. Según lo
recomendado por el consenso internacional sobre alergia a medicamentos, se usa
el término RHM para síntomas o signos reproducibles de manera objetiva que
inician a la exposición a un medicamento definido a una dosis tolerada por una
persona normal que de forma clínica parece alergia, y los autores se enfocaron
en RHMC. Otros términos utilizados para la nomenclatura de RHMC se explican en
la Tabla S1.
El objetivo de la guía es ayudar a todos
los clínicos que tratan la RHM y proporcionar el enfoque necesario para que los
doctores clasifiquen de forma correcta las RHMC. Es importante destacar que se
incluyeron definiciones precisas de RHMC, que esperan los autores se conviertan
en una herramienta estándar de referencia. En esta guía se incluyen criterios
para cuándo pensar en RHM; una visión general y una clasificación de las
reacciones cutáneas de hipersensibilidad (RHMC); una descripción clínica detallada
de los aspectos morfológicos en la piel; las diferencias entre urticaria y
exantemas; diagnósticos diferenciales; cómo distinguir entre diferentes formas
de RHMC; signos de peligro; y consideraciones importantes para el diagnóstico y
el tratamiento.
Otra parte de la guía se dirige a los
pacientes para darles una descripción más estandarizada y mejor de sus
manifestaciones en la piel, así como la información importante que debe darse al
paciente por el médico. Por último, se incluyen recomendaciones para el
diagnóstico y el tratamiento.
2 | MATERIAL
Y MÉTODOS
Esta guía fue encargada por la Academia
Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) y realizada por el Grupo de Trabajo
sobre la Clasificación de Reacciones de Hipersensibilidad a Medicamentos. Se
basa en la evidencia, así como en la opinión de expertos. La preparación
incluye una búsqueda bibliográfica en MEDLINE que se centró en las palabras de
búsqueda listadas en la Tabla S1. Se restringió el contenido de este documento
a RHMC después de exposición sistémica. Durante el desarrollo de estas guías,
el proceso de consulta incluyó reuniones en Múnich en noviembre de 2016, Zúrich
en abril de 2017 y Helsinki en junio de 2017. Los comentarios y las sugerencias
se consideraron de manera cuidadosa y se aceptaron por todo el grupo.
3 | DESCRIPCIÓN
DE LAS RHMC
3.1 | Cómo
clasificar las reacciones cutáneas de hipersensibilidad a medicamentos
La clasificación correcta de RHMC en
entidades bien definidas depende en gran medida de un examen clínico y una
descripción correcta de las características morfológicas de la piel. Puesto que las lesiones de la piel
constituyen la base esencial para el diagnóstico, se explican y resumen en la
Fig. S1 y la Tabla S2 en línea. Además, los términos dermatológicos utilizados
para la descripción morfológica se explican en la Tabla S3.
Las RHM también se clasifican de acuerdo
con la cronología. Las RHM inmediatas (agudas) son correspondientes a urticaria,
angioedema y/o anafilaxia que ocurren casi siempre dentro de la primera hora y
los exantemas no inmediatos (tardíos) después de las seis horas, en su mayoría
24 horas después de la ingesta del medicamento. Mientras que la clasificación
morfológica a partir de la caracterización de las lesiones primarias y las
características clínicas persiste como la más importante, a veces la cronología
proporciona más información clave para el diagnóstico, o ayuda a la exclusión
de RHMC, o la diferenciación entre las RHMC. Por ejemplo, la cronología es muy
útil para distinguir entre la urticaria y el exantema maculopapular temprano (EMP)
(Tabla 1). Es importante reconocer que la cronología del historial de reportes,
post hoc, es de forma potencial poco confiable, ya que depende de la
información proporcionada por el paciente. La morfología es más confiable, si se
evalúa por médicos con experiencia en la fase aguda, pero necesita describirse
y clasificarse de manera correcta. Se puede describir la extensión de la
enfermedad como generalizada (extensa; las regiones importantes de piel no están
exentas), diseminada (varias regiones de la piel están involucradas) o
localizada (limitada a una cierta área del cuerpo).
3.2 | Fenotipos
clínicos de RHM generalizada o diseminada
3.2.1 |
Urticaria, angioedema y anafilaxia
La urticaria se caracteriza por la aparición
repentina de ronchas (áreas circunscritas de eritema elevado y edema de la
dermis superficial) en número y tamaño variables acompañada o no por angioedema
(Fig. 1, Fig.2). Las ronchas se pueden localizar en cualquier lugar del cuerpo.
La urticaria tiene una naturaleza fugaz, donde la piel vuelve a su apariencia
normal, por lo general, dentro de las 24 h, pero es característica la aparición
y desaparición continuas de nuevas lesiones.
Cuando el edema en la piel es más grande e
involucra la dermis más profunda + subcutis, la condición se llama
angioedema. El angioedema a menudo afecta la cara (mejillas, párpados, labios u
orejas) y genitales, pero también mucosa bucal, lengua, laringe y faringe. A
menudo se acompaña de dolor y calor más que prurito. Su resolución es más lenta
que la de las ronchas y puede durar varios días. La urticaria y el angioedema
se asocian en aproximadamente la mitad de los casos.
La urticaria y el angioedema pueden
acompañarse de afectación sistémica (por lo general afectación cardiovascular o
respiratoria), que se define como anafilaxia y puede provocar colapso
respiratorio, choque y muerte. La anafilaxia en su mayoría se compaña de
lesiones en piel como urticaria o enrojecimiento generalizado, pero rara vez
puede ocurrir sin alguno de los dos. La urticaria relacionada con el fármaco,
el angioedema o la anafilaxia por lo general comienza dentro de la hora posterior
a la administración del fármaco. Sin embargo, el angioedema solo (sin
urticaria) inducido como efecto secundario de los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina, puede comenzar después de meses o años de
tratamiento, aunque esto no es una verdadera reacción de “hipersensibilidad”.
3.2.2 |
Exantemas diseminados y generalizados
Un exantema no es una enfermedad, sino una
descripción de un cuadro clínico. No hay un consenso de la definición de
exantema. Los diccionarios médicos lo definen como cualquier erupción, o una
erupción con una propagación generalizada, o como erupción de aparición rápida
que puede tener características diagnósticas de una enfermedad infecciosa. En
griego, exantema (ἐξάνθημα exánthēma)
significa “florecimiento” o “ruptura” lo que destaca la aparición repentina y el
cambio de color de la erupción. Se define un exantema como múltiples erupciones
pequeñas redondas a máculas ovaladas y/o pápulas eritematosas con diferentes
grados de confluencia con una distribución generalizada. Las lesiones persisten
en el individuo durante varios días (en contraste con las ronchas de la urticaria
que se resuelven de manera más rápida). Antes del diagnóstico de exantema
maculopapular se deben descartar otras entidades donde el exantema se asocia
con ampollas, pústulas o distribución especial (Tabla 2, Fig. 1, Fig. 2).
Exantemas
bullosos
Pequeñas vesículas y pústulas aisladas
pueden desarrollarse en cualquier EMP. Las entidades bullosas más graves se
denominan síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) y necrólisis epidérmica tóxica (NET).
El SSJ y NET se consideran como variantes de gravedad de la misma entidad
patológica, la cual se denominó de manera reciente necrólisis epidérmica o
epitelial (NE) y debe diferenciarse del eritema multiforme majus (EM con
afectación mucosa; EMM). El EMM se presenta con lesiones blanco típicas con o
sin lesiones diana atípicas elevadas, cualquier desprendimiento epidérmico
mínimo se limita a lesiones muy pequeñas en los centros de las lesiones diana,
y las lesiones no muestran confluencia. El EMM a menudo se restringe a las
extremidades, pero a veces puede ser diseminado. En contraste, las lesiones en SSJ/NET
son máculas y blancos planos atípicos que muestran confluencia y en las que
aparecen ampollas que conducen a varias cantidades de desprendimiento de piel.
Las erosiones hemorrágicas de las membranas mucosas y la fiebre están presentes
en ambas condiciones y por lo tanto no son criterio de diferenciación. El EMM se
debe principalmente, si no es que de manera exclusiva por infecciones (en especial
virus respiratorios o Mycoplasma
pneumoniae) y a menudo se asocia con una enfermedad similar a la gripe. Los
casos de SSJ/NET son, en las circunstancias mayoritarias, causados por medicamentos.
El SSJ/NET por lo general comienza con ampollas pequeñas que surgen de máculas
púrpuras y lesiones atípicas planas generalizadas y en general predominan en el
tronco. La piel puede ser dolorosa de forma inicial. Las lesiones bullosas se
desarrollan rápido, a menudo dentro de las primeras 12 horas, tanto en la piel
como en las membranas mucosas (oral, nasal, conjuntival, genital, anal). Los
pacientes están enfermos de gravedad y con frecuencia desarrollan fiebre. El
área de bullas confluentes lleva a un desprendimiento de la piel de <10% (como
se calcula en las quemaduras) de la superficie corporal total en el SSJ, 10-30%
en SSJ/NET superpuesto y >30% en la NET. El signo de Nikolsky es positivo
(extensión lateral de una ampolla con la presión ligera de un dedo). La
mortalidad es alta (9% en el SSJ, 29% en la superposición de SSJ/NET, 48% en la
NET) y depende principalmente de la edad del paciente y de la extensión del
desprendimiento de piel. Además, el momento en el que se suspende el medicamento
es importante de forma pronóstica. La latencia típica de tiempo entre la
primera dosis del fármaco y el inicio de SSJ/NET es de 4 días a 4 semanas, pero
puede ser de hasta 8 semanas para medicamentos con una vida media larga. Los medicamentos
implicados de manera más común en SSJ/NET son alopurinol, sulfonamidas
antibacterianas como sulfasalazina, ciertos antiepilépticos (carbamazepina,
lamotrigina, fenobarbital, fenitoína), nevirapina y oxicam AINES.
A veces se producen erupciones fijas a medicamentos
multiloculares. Si son bullosas y generalizadas sobre el cuerpo, se les llama
erupción fija por medicamentos generalizada de tipo bulloso (EFMGB). A
diferencia de a los pacientes con SSJ/NET, los pacientes con EFMGB no tienen
síntomas sistémicos, las lesiones están bien demarcadas y las membranas mucosas
rara vez se afectan o sólo de forma mínima. En contraste al SSJ/NET, el fármaco
culpable por lo general se tomó y toleró antes (período de sensibilización) y a
menudo se reportan episodios anteriores más leves. Sin embargo, los eventos
recurrentes pueden aumentar en gravedad, lo que lleva a una tasa sustancial de
mortalidad en pacientes de edad avanzada (hasta 22%).
Pustulosis
exantemática generalizada aguda (PEGA)
Inicio súbito de pústulas pequeñas, no
foliculares, estériles, diseminadas en el fondo de un exantema confluente
generalizado son las características de PEGA. A menudo se involucran áreas
intertriginosas y tronco. Las pústulas pueden volverse confluentes y formar
grandes superficies de desprendimiento que a veces se diagnostican de forma
errónea como una progresión a SSJ/NET. Los pacientes tienen fiebre, y
leucocitosis con neutrofilia y, a veces, eosinofilia leve en la sangre
periférica. La afectación de los órganos internos suele estar ausente, pero se
observa en pacientes ancianos. La resolución de la erupción se asocia con la
descamación pospustular típica y a veces descamación extensa. La mortalidad se
calcula en un 4% y afecta principalmente a pacientes de edad avanzada. Los
medicamentos con un riesgo alto de PEGA son aminopenicilinas, cefalosporinas,
macrólidos y otros antibióticos, pero también terbinafina, (hidroxilo)
cloroquina y diltiazem. La reacción por lo general se desarrolla después de 1-2
días de la ingesta de antibióticos sistémicos, pero se necesita más tiempo para
otros medicamentos (hasta 11 días), por ejemplo, diltiazem.
Vasculitis
La vasculitis se sospecha con frecuencia y
rara vez se confirma que sea causada por la ingestión un medicamento. El tipo
más común, la vasculitis leucocitoclástica inducida por medicamentos, se
presenta con púrpura palpable, petequias, ampollas que pueden conducir a
necrosis y no se pueden distinguir de la vasculitis por otras causas. Cuando se
acompaña de fiebre, artralgia, hematuria o proteinuria, así como
linfadenopatía, puede sospecharse una reacción de enfermedad del suero. Se
describen reacciones similares a la enfermedad del suero, en particular en
niños después de la ingesta de cefaclor.
Reacción
a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS)
El DRESS es una condición grave que a
menudo comienza con exantema maculopapular que también involucra órganos
internos. La hinchazón facial central eritematosa es típica. En la mayoría se
encuentra fiebre, malestar y linfadenopatías. En sangre periférica a menudo se
encuentra eosinofilia, leucocitosis y linfocitos atípicos. Puede ocurrir
agranulocitosis y anemia. Sobre el compromiso mayor de los órganos internos, lo
más frecuente es encontrar hepatitis con elevación de las enzimas hepáticas (el
doble del valor normal en al menos dos días diferentes). La afección de otro
órgano visceral como nefritis, neumonitis, colitis y pancreatitis o artritis,
es menos frecuente. El exantema por lo general comienza tarde de forma relativa
después de la primera dosis del medicamento (2-12 semanas). Como en SSJ/NET y
en la mayoría de los casos de PEGA, el DRESS por lo general surge durante el
primer uso continuo del medicamento culpable. La mortalidad se reporta de forma
variable, por lo general relacionada con insuficiencia hepática, pero en una
serie grande de casos de DRESS validados de forma estricta fue 2%. Sin embargo,
los cursos prolongados y las exacerbaciones, incluso después de la interrupción
del fármaco culpable, son comunes. Esto se vincula a reactivación del virus del
herpes (virus del herpes humano 6/7, virus de Epstein Barr, citomegalovirus),
los cuales se detectados de forma común en DRESS. Los medicamentos con riesgo alto
de DRESS incluyen medicamentos antiepilépticos (por ejemplo, carbamazepina,
lamotrigina, fenobarbital y fenitoína), minociclina, alopurinol y dapsona. En
un estudio reciente, alopurinol y carbamazepina representaron 38% de los casos
de DRESS.
Exantema
simétrico intertriginoso y flexural relacionado con medicamentos (ESIFRM)
Es un patrón especial de exantema
maculopapular con un patrón de distribución característico. La participación de
áreas de flexión e intertriginosas se llama ESIFRM. De forma típica, se ve un
eritema fuertemente delineado en el área perigenital y perianal, así como
axilas y otras zonas intertriginosas. Los varones son más afectados que las
mujeres. Se observan pocas pústulas y puede haber una superposición con la
pustulosis exantemática generalizada aguda. Los pacientes por lo general se
encuentran bien, sin síntomas y signos sistémicos. A menudo se ve descamación
postexantemática. Los principales inductores de ESIFRM son las
aminopenicilinas.
Exantema
maculopapular
Las RHM más frecuentes son los exantemas
maculopapulares (EMP). Los EMPs de manera usual aparecen entre cuatro y 14 días
después de que se inició un nuevo medicamento. Sin embargo, en los individuos
sensibilizados, los síntomas iniciales pueden aparecer en pocas horas y
convertirse en un exantema típico después de uno o dos días. El EMP también puede
surgir unos días después de que se detuvo la ingesta del fármaco. Las máculas
eritematosas y las pápulas infiltradas son las principales lesiones. El tronco
y las extremidades proximales suelen estar involucrados con una distribución
simétrica. Sin embargo, los exantemas generalizados pueden volverse confluentes
y convertirse en eritrodermia. Mientras que en fases tempranas de forma típica
no se produce descamación, la descamación es común en la fase posterior de aclaramiento.
Las membranas mucosas de manera normal no se involucran. El prurito es típico,
la fiebre y la afectación sistémica pueden ocurrir de manera ocasional, pero
son muy leves. Es importante entender que los exantemas con máculas y pápulas
pueden ser los primeros signos de la presentación de una RHMC grave (por
ejemplo, DRESS, SSJ/NET), que por lo general se hacen evidentes dentro de las
48 horas (ver señales de riesgo).
Distinguir
el EMP de otros exantemas diseminados y generalizados
Es importante tener en cuenta que el EMP
se diagnostica de manera esencial por exclusión. Aunque el paciente con EMP
puede desarrollar fiebre, síntomas sistémicos leves o rara vez vesículas
mínimas o pústulas, no muestra las características típicas de una de las
entidades graves específicas (como se describió arriba). Por lo tanto, el curso
del EMP debe monitorizarse de forma regular en su fase inicial para excluir
signos tempranos de DRESS, SSJ/NET o PEGA. Un diagnóstico de EMP se retiene por
el curso benigno y el cuadro clínico.
Hay casos, que muestran características de
dos entidades diferentes de las entidades, por ejemplo, DRESS y SSJ/NET, PEGA y
SSJ/NET o PEGA y ESIFRM, o cualquiera de estos y EMP. No se recomienda el uso
rutinario del término “superposición” y se recomienda utilizar un diagnóstico
basado en las características clínicas más importantes, aunque esto puede ser
difícil en algunos pacientes.
3.3 | Reacciones
localizadas
3.3.1 |
Erupción fija por medicamentos
La erupción fija por medicamentos (EFM) se
caracteriza por una placa eritematosa a violácea a veces edematosa que puede volverse
bullosa de manera central. Esta lesión siempre surge en el mismo sitio menos de
dos días después de la reexposición al medicamento culpable. La lesión se
resuelve de manera característica con hiperpigmentación residual. Pueden
ocurrir erupciones fijas ampollosas multisitio por fármaco (ver EFMGB arriba).
3.3.2 |
Reacciones fotoalérgicas sistémicas
Las reacciones fotoalérgicas y fototóxicas
a los medicamentos de aplicación sistémica se desarrollan después de la ingesta
del medicamento sensibilizador donde la luz inicia una respuesta inmune o
fototóxica. En el caso de reacciones fotoalérgicas, éstas se manifiestan por la
interacción entre el sistema inmune y un fotohapteno. Las reacciones
fototóxicas están mediadas por estrés oxidativo epidérmico farmacológico y no por
hipersensibilidad clásica. La fotoalergia sistémica induce dermatitis (eccema)
que afecta de manera predominante a las áreas expuestas al sol (también puede
extenderse a sitios cubiertos del cuerpo), mientras que las reacciones
fototóxicas causan cambios similares a las quemaduras solares (eritema
delineado con o sin vesículas y ampollas y su hiperpigmentación posterior). El
inicio de la fotoalergia después de la exposición al fármaco varía desde unos
pocos días hasta 3 años de ingesta diaria de medicamentos. Dicha variabilidad
puede deberse al hecho de que el desarrollo de la fotoalergia también depende
de la exposición altamente impredecible a la luz provocadora. Las reacciones
fotoalérgicas y fototóxicas pueden ser difíciles de diferenciar y a menudo
requieren de una evaluación especializada. En el caso de reacciones
fotoalérgicas, los bordes de las áreas involucradas suelen estar menos
delineados, con eritema, edema y pápulas que a menudo se extienden a áreas cubiertas
de la piel. La erupción a menudo demuestra un patrón agravante en “crescendo”
que dura unos pocos días después de la interrupción de las exposiciones,
mientras que las reacciones fototóxicas por lo general desaparecen de manera inmediata
después de la retirada de cualquiera factor provocador (medicamento, luz). La
prueba de fotoparche con los medicamentos sospechados es esencial para el diagnóstico.
3.3.3 |
Reacciones en el lugar de inyección
Las RHMC en los sitios de inyección son de
forma típica parches o placas eritematosas pruríticas induradas no inmediatas,
a veces hinchazones edematosas, que se desarrollan pocas horas o días después
de la administración de medicamento intramuscular o subcutáneo. En casos
extremos, se puede desarrollar EMP, si se continúa la aplicación del
medicamento. Las reacciones más graves pueden revelar vesículas, ampollas,
necrosis o ulceración.
3.4 | Patrones
específicos de reacción clínica a la quimioterapia y productos biofarmacéuticos
La quimioterapia y los productos
biofarmacéuticos se asocian con urticaria y anafilaxia (a menudo provocadas por
las sales de platino, taxanos y medicamentos biológicos como cetuximab,
infliximab o rituximab). Además, los productos quimioterapéuticos y
biofarmacéuticos pueden conducir a una variedad de RHMC con una cronología
distinta y rasgos clínicos específicos, que son características individuales de
cada fármaco. Mientras que las reacciones adversas cutáneas graves, como SSJ/NET
o DRESS son raras, las toxicidades cutáneas, como la alopecia y la estomatitis
a muchos quimioterapéuticos son frecuentes. Además, es importante reconocer se asocian
muchos mecanismos inmunológicos, pero no alérgicos a la quimioterapia moderna.
Si bien una revisión completa de estas reacciones está fuera del alcance de
este manuscrito, se discuten temas seleccionados importantes: a) Los agentes
antiangiogénicos, como el sorafenib, pueden causar síndrome mano-pie, lesiones
similares al eccema y eritrodisestesia palmoplantar. b) El síndrome mano-pie es
una RHMC específica que comienza de 2 días a 3 semanas después un ciclo de
quimioterapia con enrojecimiento y sensación de hormigueo o ardor en las palmas
y plantas de los pies, se desarrolla un eritema simétrico, bien demarcado de
las palmas y plantas y puede implicar ampollas dolorosas, fisuras y edema. Las
lesiones pueden extenderse al resto del cuerpo, en especial en las zonas
intertriginosas (por ejemplo, axila, ingle). c) Las dermatosis flageladas son
rayas lineares pruríticas eritematosas con o sin inducción por rascado, que se resuelven
con hiperpigmentación en el tronco o las extremidades y pueden ocurrir 12 horas
a 6 meses después del inicio de la quimioterapia (por ejemplo, bleomicina). d)
Las reacciones en el lugar de inyección son causadas de manera común por
biofarmacéuticos inyectables, mientras que los exantemas son menos comunes. e)
Los inhibidores de puntos de control suelen inducir prurito y vitíligo. Sin
embargo, también son frecuentes las RHMC genuinas, que varían de leve (EMP) a
grave (por ejemplo, erupciones ampollosas a medicamentos). f) La fototoxicidad
también es un problema común, en especial para erlotinib y vemurafenib. Este
último también causa a menudo foliculitis, quistes, prurito y exantemas. g) Los
inhibidores del receptor de factor de crecimiento epidérmico (FCRE) (cetuximab,
panitumumab, cefitinib, erlotinib) pueden causar una erupción papulopustular
(erupción acneiforme), que se desarrolla de 1-2 semanas después o más tarde.
Las pápulas y las pústulas pueden causar prurito o dolor. Las reacciones por FCRE
de manera característica incluyen la parte central de la cara, la parte
superior del pecho y la espalda, y la gravedad se correlaciona con la respuesta
de la enfermedad al tratamiento. También pueden desarrollarse dermatosis tipo
eccema crónico, ubicadas principalmente en la cara y las extremidades y, a
veces, predominan en zonas expuestas a la luz. La xerosis puede ser aislada o
asociada con eritema y prurito. Los apéndices cutáneos pueden estar
involucrados con anomalías en las uñas o el cabello y paroniquia dolorosa.
4 | PROBLEMAS
DE DIAGNÓSTICO, TRAMPAS Y PISTAS
4.1 | Identificación
del cuadro clínico
Una diferenciación importante y a veces
muy difícil es entre urticaria y exantema. Ambas manifestaciones pueden distinguirse
por sus diferentes lesiones cutáneas primarias. (Tabla S2). La roncha individual
en la urticaria es siempre temporal y desaparecerá en 24 (-36) horas, mientras
que cada lesión individual en un exantema persistirá durante varios días,
porque se compone por un infiltrado celular en la piel. El tratamiento previo
con corticoesteroides o antihistamínicos pueden reducir el componente edematoso
y dejar sólo el aspecto macular de una urticaria. Se recomienda rodear una o
varias lesiones de un paciente con un bolígrafo y verificar la persistencia de
estos delineados para la diferenciación después de uno y dos días. La
información cronológica, el seguimiento del curso de la enfermedad y la duración
de las ronchas (+ rara vez la histología) pueden ser necesarios para
diferenciarlos.
Los exantemas pueden subdividirse de
manera morfológica de acuerdo con sus lesiones cutáneas primarias dominantes,
forma o semejanza de otras enfermedades como exantema maculopapular, liquenoide
(parecido a liquen plano), urticarial (similar a la urticaria, pero lesiones
más duraderas), morbiliforme (como el sarampión), vesicular (con vesículas),
pustular (con pústulas), acneiforme (que se parece al acné vulgaris) (tabla S4).
Se resumen todas estas formas bajo el diagnóstico exantema maculopapular para
evitar confusiones en la nomenclatura y debido a que la imagen predominante
puede cambiar con el tiempo y no ser consistente en todas las áreas de la piel.
4.2 | Signos
de peligro
Es importante destacar que EMP y SSJ/NET o
DRESS son entidades diferentes y se cree que una RHMC grave no puede
desarrollarse a partir de un EMP persistente. Sin embargo, una RHMC en fases
tempranas (dentro de los primeros 2 días) puede parecerse a un EMP y se deben
buscar características de identificación de manera repetida (señales de
peligro) para RHMC grave. Los signos tempranos específicos de peligro que
apuntan a SSJ/NET son vesículas pequeñas o costras, lesiones dolorosas color
gris-violáceo u oscuro o ardor en la piel y/o mucosa además de fiebre y
malestar. Cuando están presentes erosiones hemorrágicas de las membranas
mucosas y desprendimiento de la piel, la reacción es de manera obvia más grave
y se debe considerar el diagnóstico diferencial de SSJ/NET y otras afecciones
inflamatorias. En casos de DRESS, las lesiones cutáneas pueden aparecer como EMP
por varios días, pero la progresión a más de 50% del área de la superficie
corporal debería incitar a medidas diagnosticas más específicas, como la
verificación repetida de valores de laboratorio (hemograma diferencial,
parámetros hepáticos, renales, etc.). Además, el edema facial y el infiltrado
inflamatorio de la piel pueden apuntar a una reacción más grave. El edema
facial puede surgir en DRESS, así como PEGA y los recuentos sanguíneos pueden
diferenciarse al revelar eosinofilia o neutrofilia, de manera respectiva. De las
RHMC graves, es menos probable que la PEGA se diagnostique de forma errónea
como EMP en etapas iniciales, ya que por lo general se presenta con áreas más
grandes de eritema, a menudo de forma predominante en pliegues de flexión del
cuerpo y extremidades. Docenas de pústulas no foliculares suelen aparecer
dentro de 1-2 días después de la aparición del eritema. La fiebre aguda de
38.5°C o más se ve de forma típica en PEGA, DRESS y SSJ/NET, pero rara vez
puede también acompañar al EMP. En PEGA y SSJ/NET, se puede observar la elevación
transitoria de las enzimas hepáticas y los parámetros renales, pero tampoco son
diagnósticos. Sin embargo, las anormalidades bioquímicas son sellos de marca de
DRESS, donde la secuencia de eventos es más bien variable. La mayoría de las
reacciones comienzan con una erupción cutánea, seguida de eosinofilia después
de varios días (en ocasiones más de una semana más tarde) y compromiso hepático
otra semana después. Por lo tanto, las pruebas repetidas de laboratorio son
necesarias para confirmar o excluir DRESS, en especial cuando se produce una
erupción cutánea extensa con síntomas constitucionales presentes.
4.3 | Diagnóstico
diferencial
Hay múltiples diagnósticos diferenciales
para RHMC. El diagnóstico diferencial más importante a nivel poblacional es un
exantema de causa viral. A nivel poblacional, la causa más frecuente de
exantema es una infección viral en particular en niños. De manera tradicional,
se describen seis exantemas infecciosos clásicos, es decir, sarampión
(infección por el virus del sarampión), escarlatina (infección por estreptococo
del grupo A), rubéola (infección por el virus de la rubéola), eritema
infeccioso (niño abofeteado/quinta enfermedad; infección por parvovirus B19) y
exantema subitum (Roseola infantum; infección por HHV-6). Enfermedad de Duke,
sinónimo cuarta enfermedad, ya no se considera una entidad específica. Los
exantemas se caracterizan por características patognomónicas (Tabla S5). Los exantemas “atípicos” causados por una
variedad de virus o bacterias, como el estreptococo, son aún más comunes y
difíciles de diferenciar de los exantemas por medicamentos, en especial porque
los medicamentos se prescriben a menudo durante una infección viral y/o
bacteriana. Se demostró que la gran mayoría los exantemas que se producen durante
un tratamiento con antibióticos se deben a una infección viral. La distinción
entre aquellos y los exantemas inducidos por medicamentos durante la fase aguda
es difícil. La cronología del desarrollo del exantema en comparación con la
línea del tiempo de exposición al fármaco, puede dar pistas importantes (Tabla
1). A veces la histología es útil, aunque rara vez es diagnóstica por sí sola.
La serología o la PCR pueden ser útiles durante el proceso de diagnóstico,
aunque una infección aguda concomitante no excluye totalmente la
hipersensibilidad al fármaco (es decir, EBV e hipersensibilidad a la
amoxicilina). En los casos donde no se puede descartar una RHMC por motivos
clínicos, la evitación de medicamentos es obligatoria después de la resolución
de la enfermedad hasta que se puedan realizar pruebas de alergia a los
medicamentos si es que están indicadas.
Además, otras enfermedades dermatológicas
pueden imitar la RHMC y deben reconocerse. El diagnóstico diferencial más
importante para la urticaria inducida por medicamentos es la urticaria aguda
espontánea. La urticaria, el angioedema y la anafilaxia a menudo tienen
desencadenantes distintos de los medicamentos y pueden ocurrir de manera espontánea
(idiopático). La cronología es importante para sospechar que los medicamentos
sean un desencadenante (Tabla 1). La urticaria aguda puede ser el primer signo
de anafilaxia en evolución. Sin embargo, si la urticaria está en curso durante
algún tiempo sin la participación de otros órganos en las primeras horas, el
desarrollo de anafilaxia es altamente improbable. Los diagnósticos
diferenciales para exantemas incluyen psoriasis, liquen plano, eccema y
pitiriasis rosácea. Las lesiones características de la psoriasis se presentan de
forma típica con escamas blancas plateadas en placas eritematosas marcadamente
demarcadas, lesiones de tamaño de moneda o lesión en gota con distribución
típica de cuero cabelludo, codos extensores y rodillas. La variante pustulosa
de la psoriasis debe distinguirse de la PEGA. Varios medicamentos pueden
provocar o exacerbar de manera no inmunológica la psoriasis (como los
bloqueadores beta o incluso los bloqueadores alfa del TNF). En una persona con
antecedentes genéticos de psoriasis, un exantema inducido por medicamentos
puede inducir la psoriasis. El liquen plano se caracteriza por sus lesiones
tipo pápulas violáceas planas que predominan en muñeca, antebrazos y a menudo
en la mucosa bucal con diferentes variantes clínicas. La diferenciación entre un
EMP de apariencia liquenoide inducido por medicamentos y el liquen plano puede
ser desafiante. En el eccema, la presentación clínica de las lesiones es más
difusa y muestra una descamación primaria que refleja la inflamación epidérmica
(en comparación con lesiones menores diseminadas sin descamación en los
primeros días de EMP). La eritrodermia (Tabla S3) también puede inducirse por medicamentos,
pero se induce con más frecuencia por dermatitis atópica, psoriasis, pitiriasis
rubra pilaris y linfoma cutáneo. La pitiriasis rosada una forma autolimitada
pruriginosa de erupción, principalmente en adolescentes y adultos jóvenes. En
esta enfermedad, una placa primaria bien demarcada en el tronco se sigue por
una erupción de numerosas placas más pequeñas con escamas finas centrales a
menudo en un patrón de “árbol de navidad”. Otras enfermedades dermatológicas
que pueden imitar los exantemas por medicamentos incluyen el lupus eritematoso
sistémico y la dermatomiositis, y, en casos con ampollas, las enfermedades
autoinmunes como el penfigoide bulloso o la dermatosis lineal por IgA. La
enfermedad de Kawasaki, el exantema unilateral laterotorácico y la púrpura de Henoch-Schönlein
son diagnósticos diferenciales de RHMC principalmente en niños.
5 | CONCLUSIONES
Y NECESIDADES FUTURAS
El diagnóstico de RHMC puede ser difícil
debido a sus múltiples diagnósticos diferenciales, en particular la urticaria
espontánea aguda y los exantemas infecciosos, pero también otras enfermedades dermatológicas.
Para sospechar de una RHMC;
1. Se debe haber introducido un nuevo
medicamento (o la ingesta repetida de un medicamento) al paciente con un
intervalo específico de tiempo entre la ingesta y el desarrollo de los primeros
síntomas (Tabla 1) y
2. Las manifestaciones clínicas típicas
deben estar presentes (Tabla 2). Estas características difieren de manera sustancial
entre las diversas condiciones clínicas. Para realizar el diagnóstico correcto
basado en la morfología, es crucial identificar lesiones primarias y
secundarias (Tabla S2) y utilizar de forma adecuada los términos alergológicos
(Tabla S1) y dermatológicos (Tabla S3).
La mayoría de los casos son provocados por
medicamentos clásicos culpables (Tabla 1). Sin embargo, esta RHMC debe considerarse
debida a medicamentos no clásicos si se cumplen los puntos 1 y 2. La historia
clínica y el cuadro clínico tienen implicaciones importantes para el
tratamiento en la etapa aguda de la enfermedad y para planificar las pruebas
diagnósticas a realizar más adelante. Si es posible, los pacientes deben evaluarse
por expertos durante la fase aguda de una reacción, lo que permite la exclusión
de varios diagnósticos diferenciales tanto por cuadro clínico como por
histopatología, clasificación de manifestaciones clínicas, registro de los
medicamentos utilizados y seguimiento del curso de la reacción. Se encuentra
disponible un cuestionario estandarizado para recopilar información relevante
(Tabla 3) y se recomienda su uso para registrar la información relevante para
planificar el tratamiento del paciente. Las traducciones de este cuestionario a
diferentes idiomas están disponibles en (http://www.eaaci.org/organisation/eaaci-interest-groups/ig-on-drug-allergy/resources.html).
A menudo, la información sobre la reacción clínica sólo está disponible por
parte del paciente o cuidador, en algunos casos con registros médicos (por
ejemplo, carta de alta, historial médico, protocolos de anestesia). En estos
casos, la fotografía de la reacción clínica por parte del paciente (a menudo
con teléfonos inteligentes) para identificar el patrón de lesión y la
distribución del cuerpo, es muy útil y debe pedirse. El Anexo 1 describe un
cuestionario para que el paciente identifique la información principal sobre la
reacción. Sin embargo, es importante reconocer que la información proporcionada
por el paciente es propensa a errores con limitaciones significativas debido a
la falta de formación médica. Para monitorizar los estándares internos de estas
recomendaciones se dan puntos de revisión (Tabla S6).
EAACI position paper on how to classify cutaneous manifestations of drug hypersensitivity
Centro Regional de Alergia e Inmunología
Clínica CRAIC, Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio
González” UANL, Monterrey, México
Dra. Med. Sandra Nora González Díaz Jefe y Profesor
Dra. med. Lucía Leal Villarreal Profesor
Dr. Germán de la Garza Fernández Residente 1er Año
Dra. Alejandra Macías Weinmann Profesor
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