Con un simple soplido de 15 segundos son capaces de saber si los pulmones están inflamados por el asma o una alergia
De izquierda a derecha, de pie, Ignacio Matías; Aitor Esquíroz, David Martínez, y Francisco Javier Arregui. Sentados, Juan María Pérez Azpeitia y Leyre Ruete
Cuenta Francisco Javier Arregui San Martín, catedrático de Tecnología Electrónica de la Universidad Pública de Navarra, que los biomarcadores presentes en el aliento humano son el “próximo tsunami de la Ciencia”. Gracias a estos biomarcadores, existen unos 500, será posible detectar en un futuro no muy lejano, de una manera rápida, indolora, y sobre todo, económica, si una persona padece un cáncer o si los pulmones se encuentran inflamados por culpa de una alergia o el asma.
A esto se dedica Eversens, una spin-off de la Universidad Púbica de Navarra, creada por Ignacio Matías Maestro, director del Instituto de Smart Cities (ISC), el catedrático Francisco Javier Arregui, y los ingenieros Leyre Ruete Ibarrola y Juan María Pérez Azpeitia, ambos titulados en la UPNA.
Esta empresa, spin-off de la UPNA, nace con el apoyo de Cinfa, Jofemar, Cein y el Complejo Hospitalario de Navarra
Han diseñado y patentado una máquina con la que, simplemente soplando, es posible saber la concentración de óxido nítrico en los pulmones, y por lo tanto, si las vías respiratorias se encuentran inflamadas o no. La concentración en una persona sana oscilaría entre los 0 y los 30 billones por partícula; en una con una alergia leve, entre 31 y 60. Si se supera esta cifra implicaría una alergia grave que es necesario controlar.
“Imagina un campo de fútbol como El Sadar. Si cubrieras todo el césped con guisantes verdes, el óxido de nitrato serían guisantes negros. Lo que hace el aparato es detectar en tiempo real el número de guisantes negros que hay sobre el césped”.
Esta técnica no solo es tremendamente útil para el diagnóstico de una enfermedad sino también para su posterior control. La alternativa que ofrece hasta ahora la medicina para conocer el grado de inflamación pulmonar es o una biopsia, prueba que no se practica con estos fines o el esputo inducido (consiste en tomar una muestra de secreción de origen bronquial”.
La de idea de esta empresa de base tecnológica es comercializar los primeros aparatos a finales de este año. Hospitales con departamentos de alergología o pediatría son, en una primera fase, sus potenciales clientes. Después, llegarían los centros de atención primaria.
Desde 2007
Eversens constituye un perfecto ejemplo de cómo gracias a la colaboración entre lo público y lo privado es posible explotar y trasladar el conocimiento del mundo académico a la empresa para aportar valor a la sociedad.
Este proyecto nace de la visión futurista de Julio Maset, director general de la farmacéutica Cinfa. En el año 2007, cuando el fenómeno de los biomarcadores aún era incipiente, contactó con el departamento de ingeniería eléctrica y electrónica de la UPNA con el fin de desarrollar un primer prototipo.
Después de un arduo trabajo de investigación que consistió en identificar, seleccionar y revisar la literatura científica sobre cómo medir estos biomarcadores exhalados para que la prueba sea considerada válida por la comunidad científica, fabricaron un primer prototipo.
Este proyecto empresarial creció en 2015, cuando fueron seleccionados para participar en la aceleradora empresarial Acción Impulso Emprendedor. Las firmas que lo mentorizaban eran Cinfa y Jofemar. “Nos abrió mucho la mente. Pasamos de la parte más técnica a tener una visión mucho más empresarial”, explica Juan María Pérez Azpeitia.
Una de las piezas fundamentales para impulsar este proyecto fue la validación: “Nos pusimos en contacto con el departamento de alergología del Complejo Hospitalario de Navarra. Aquí tuvimos un golpe de suerte. Conocimos a José María Olaguibel Rivera, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, y María José Álvarez Puebla. Son los mayores expertos del país en este ámbito. De hecho, ellos ya conocían a nuestra única competencia que existe en el mundo, una firma sueca”.
En este sentido, el catedrático Ignacio Matías, uno de las personas que ha puesto en marcha la empresa, relata que juntos han generado importantes sinergias: “Gracias a su conocimiento en el campo, podemos modificar el aparato para que se adapta y responda mucho mejor a sus necesidades”.
El diseño del producto que han elaborado, y que puede verse junto a estas líneas, lo ha diseñado la firma Vidorreta Design, de Tudela.
De modo paralelo, y en un mercado enormemente regulado, la firma Eversens tramitó los permisos de la Unión Europea para comercializar este aparato y también, con la ayuda de Jofemar, han patentado la máquina.
“Imagina un campo de fútbol como El Sadar. Si cubrieras todo el césped con guisantes verdes, el óxido de nitrato serían guisantes negros. Lo que hace el aparato es detectar en tiempo real el número de guisantes negros que hay sobre el césped”.
Esta técnica no solo es tremendamente útil para el diagnóstico de una enfermedad sino también para su posterior control. La alternativa que ofrece hasta ahora la medicina para conocer el grado de inflamación pulmonar es o una biopsia, prueba que no se practica con estos fines o el esputo inducido (consiste en tomar una muestra de secreción de origen bronquial”.
La de idea de esta empresa de base tecnológica es comercializar los primeros aparatos a finales de este año. Hospitales con departamentos de alergología o pediatría son, en una primera fase, sus potenciales clientes. Después, llegarían los centros de atención primaria.
Desde 2007
Eversens constituye un perfecto ejemplo de cómo gracias a la colaboración entre lo público y lo privado es posible explotar y trasladar el conocimiento del mundo académico a la empresa para aportar valor a la sociedad.
Este proyecto nace de la visión futurista de Julio Maset, director general de la farmacéutica Cinfa. En el año 2007, cuando el fenómeno de los biomarcadores aún era incipiente, contactó con el departamento de ingeniería eléctrica y electrónica de la UPNA con el fin de desarrollar un primer prototipo.
Después de un arduo trabajo de investigación que consistió en identificar, seleccionar y revisar la literatura científica sobre cómo medir estos biomarcadores exhalados para que la prueba sea considerada válida por la comunidad científica, fabricaron un primer prototipo.
Este proyecto empresarial creció en 2015, cuando fueron seleccionados para participar en la aceleradora empresarial Acción Impulso Emprendedor. Las firmas que lo mentorizaban eran Cinfa y Jofemar. “Nos abrió mucho la mente. Pasamos de la parte más técnica a tener una visión mucho más empresarial”, explica Juan María Pérez Azpeitia.
Una de las piezas fundamentales para impulsar este proyecto fue la validación: “Nos pusimos en contacto con el departamento de alergología del Complejo Hospitalario de Navarra. Aquí tuvimos un golpe de suerte. Conocimos a José María Olaguibel Rivera, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, y María José Álvarez Puebla. Son los mayores expertos del país en este ámbito. De hecho, ellos ya conocían a nuestra única competencia que existe en el mundo, una firma sueca”.
En este sentido, el catedrático Ignacio Matías, uno de las personas que ha puesto en marcha la empresa, relata que juntos han generado importantes sinergias: “Gracias a su conocimiento en el campo, podemos modificar el aparato para que se adapta y responda mucho mejor a sus necesidades”.
El diseño del producto que han elaborado, y que puede verse junto a estas líneas, lo ha diseñado la firma Vidorreta Design, de Tudela.
De modo paralelo, y en un mercado enormemente regulado, la firma Eversens tramitó los permisos de la Unión Europea para comercializar este aparato y también, con la ayuda de Jofemar, han patentado la máquina.
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