- Según un informe, es más peligroso mandar un whatsapp cuando estás al volante que los daños cerebrales que te pueden producir las ondas del teléfono
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Después de años de especulaciones, así como teorías y leyendas acerca de los posibles efectos adversos de las ondas móviles sobre las personas, ahora puedes pasear sin miedo a que una antena ejerza sobre ti un efecto nocivo o mortal.
El Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) acaba de realizar un informe en el que, tras revisar 350 estudios anteriores sobre el tema, asegura que no hay evidencias científicas de que exista una relación causal entre el riesgo de padecer cáncer cerebral con el uso de los móviles, debido a la baja radiación magnética que emiten. Ya puedes desterrar la idea de que cuando hablas por tu smartphone más minutos de la cuenta, pueda estar “friendo tu cerebro”.
“El estudio revisa los principales efectos sobre la salud que se han atribuido a la radiofrecuencia proveniente de radios, televisiones, antenas de telefonía, WIFI y las de los móviles. Respecto al tema de los tumores y de la hipersensibilidad electromagnética, hemos revisado la información científica publicada desde 2013 hasta junio de 2016 y hemos seleccionado 350 artículos para realizar el informe”, asegura Francisco Vargas Marcos, epidemiólogo, director científico del CCARS y autor del informe.
“El problema ha sido adoptar unos criterios de calidad para filtrar los trabajos, dado que se publican al año gran cantidad sobre el tema”, continúa el experto.
No hay evidencias científicas de que exista una relación causal entre el riesgo de padecer cáncer cerebral con el uso de los móviles, debido a la baja radiación magnética que emiten.
Además afirma que no se ha podido confirmar la clasificación de la IARC (International Agency for Cancer Research), quien puntuó como 2B(clasificación no muy alta en comparación con otras sustancias cancerígenas como el tabaco que es tipo 1) el uso intensivo del teléfono móvil con un aumento de los tumores cerebrales en el 2011.
“Desde entonces se han intentado llevar a cabo muchos estudios clínicos para intentar confirmar esta hipótesis. Pero, después de analizar estos estudios se observa que a nivel global no hay evidencias de esta relación”, señala Vargas.
“Los límites a los que estamos expuestos son muy bajos. Estamos hablando de 0,6 microvatios que no pueden producir efectos. La cantidad de energía que emite una antena es tan extremadamente baja que es imperceptible”, sentencia el experto.
Navegar más rápido y más seguro
Los falsos mitos sobre el 4G y el Wi-Fi, también son cuentos chinos. “El 4G y los siguientes que se implanten representan una mejora de la eficiencia en cuanto a la señal y el uso de la energía. Por ello, podemos quintuplicar la velocidad de transmisión de la información, pero al mismo tiempo reducir la cantidad de energía necesaria. Esto es una buena noticia ya que significa que va a reducir la exposición global”.
Los límites a los que estamos expuestos son muy bajos. Estamos hablando de 0,6 microvatios que no pueden producir efectos. La cantidad de energía que emite una antena es tan extremadamente baja que es imperceptible”
El experto asegura que tanto La Generalitat como el Ministerio de Energía tienen sistemas para vigilar que no se sobrepasen los límites permitidos”. “Nosotros no estamos a favor ni en contra de las antenas, solo pretendemos dar un mensaje tranquilizador a la población en base a unos datos científicos”, afirma Vargas.
¿Alergia al Wi-Fi?
Otro tema candente es la llamada hipersensibilidad electromagnética o lo que algunos llaman “alergia al Wi-Fi”, como el caso de Ricardo de Francisco, quien consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le concediese la invalidez por padecer esta supuesta dolencia.
“Nosotros hablamos de que se produce un efecto nocebo, contrario al placebo, cuando muchas personas por tener una antena cerca y ser conscientes de ello, comienzan a experimentar dolor de cabeza u otro tipo de sintomatología. Además, la mayoría de los que describen son muy amplios y pueden coincidir con muchos tipos de enfermedades. Por ello, la OMS no reconoce esta enfermedad, ya que no hay un diagnóstico claro”, sentencia el epidemiólogo.
“No quiero negar ni desprestigiar lo que dicen o sienten, pero no podemos afirmar que sea cierto por una expectativa ante algo que ellos creen que les hace daño sin una base científica que lo acredite”, continúa
La OMS no reconoce la alergia al Wi-Fi, ya que no hay un diagnóstico claro”
El embarazo y la esterilidad
También hay gran cantidad de historias sobre el embarazo y los peligros para el bebé cuando un móvil está cerca. Sin embargo, el informe no ha podido negar la relación por completo, pues ha incluido menos estudios sobre este punto.
“Anteriores revisiones científicas de otras agencias ni lo confirman ni lo desmienten. Es un tema complicado de demostrar porque debes reunir y hacer un seguimiento de cuándo usan el móvil numerosas mujeres embarazadas durante un tiempo. Aún así, en los que se ha llevado a cabo, no se observa ningún efecto nocivo o causal. Es muy difícil que llegue la radiación al feto de un aparato que, además, se usa en la cabeza”, asegura Vargas.
Y definitivamente es falso que si guardas el teléfono en tu bolsillo del pantalón, te vas a quedar estéril. “Cuando el móvil está inactivo, la cantidad de energía que emite para ponerse en contacto con la antena es extremadamente débil”, señala el autor del informe.
También podemos quedarnos tranquilos cuando nos encontramos en un hospital y no queremos sacar el móvil por si causa interferencias en los aparatos electrónicos, ya que se encuentran en UCIS, UVIS o salas de emergencia donde es más restringido el acceso. El informe establece tomar una distancia de seguridad de un metro entre el paciente monitorizado y el sujeto que habla.
Es muy difícil que llegue la radiación al feto de un aparato que, además, se usa en la cabeza”
Tampoco deben temer aquellos que tengan un marcapasos o algún aparato electrónico relacionado con su salud, pues tendría que estar a menos de 15 centímetros para causar algún problema.
Un uso responsable del móvil
El mensaje que pretende dar el CCARS es que es más peligroso mandar un whatsapp cuando estás al volante, que lo que puedan dañar nuestro cerebro las ondas del teléfono. “Me preocupa más un uso sensato en la adolescencia o la infancia del móvil que los posibles efectos adversos de la energía intrínseca que transmite”, concluye Vargas.
Ahora descansarás más tranquilo cuando dejes tu móvil sobre la mesilla de noche a modo de despertador. Eso sí, en silencio y sin vibración para que no turbe tu sueño.
Después de años de especulaciones, así como teorías y leyendas acerca de los posibles efectos adversos de las ondas móviles sobre las personas, ahora puedes pasear sin miedo a que una antena ejerza sobre ti un efecto nocivo o mortal.
El Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) acaba de realizar un informe en el que, tras revisar 350 estudios anteriores sobre el tema, asegura que no hay evidencias científicas de que exista una relación causal entre el riesgo de padecer cáncer cerebral con el uso de los móviles, debido a la baja radiación magnética que emiten. Ya puedes desterrar la idea de que cuando hablas por tu smartphone más minutos de la cuenta, pueda estar “friendo tu cerebro”.
“El estudio revisa los principales efectos sobre la salud que se han atribuido a la radiofrecuencia proveniente de radios, televisiones, antenas de telefonía, WIFI y las de los móviles. Respecto al tema de los tumores y de la hipersensibilidad electromagnética, hemos revisado la información científica publicada desde 2013 hasta junio de 2016 y hemos seleccionado 350 artículos para realizar el informe”, asegura Francisco Vargas Marcos, epidemiólogo, director científico del CCARS y autor del informe.
“El problema ha sido adoptar unos criterios de calidad para filtrar los trabajos, dado que se publican al año gran cantidad sobre el tema”, continúa el experto.
No hay evidencias científicas de que exista una relación causal entre el riesgo de padecer cáncer cerebral con el uso de los móviles, debido a la baja radiación magnética que emiten.
Además afirma que no se ha podido confirmar la clasificación de la IARC (International Agency for Cancer Research), quien puntuó como 2B(clasificación no muy alta en comparación con otras sustancias cancerígenas como el tabaco que es tipo 1) el uso intensivo del teléfono móvil con un aumento de los tumores cerebrales en el 2011.
“Desde entonces se han intentado llevar a cabo muchos estudios clínicos para intentar confirmar esta hipótesis. Pero, después de analizar estos estudios se observa que a nivel global no hay evidencias de esta relación”, señala Vargas.
“Los límites a los que estamos expuestos son muy bajos. Estamos hablando de 0,6 microvatios que no pueden producir efectos. La cantidad de energía que emite una antena es tan extremadamente baja que es imperceptible”, sentencia el experto.
Navegar más rápido y más seguro
Los falsos mitos sobre el 4G y el Wi-Fi, también son cuentos chinos. “El 4G y los siguientes que se implanten representan una mejora de la eficiencia en cuanto a la señal y el uso de la energía. Por ello, podemos quintuplicar la velocidad de transmisión de la información, pero al mismo tiempo reducir la cantidad de energía necesaria. Esto es una buena noticia ya que significa que va a reducir la exposición global”.
Los límites a los que estamos expuestos son muy bajos. Estamos hablando de 0,6 microvatios que no pueden producir efectos. La cantidad de energía que emite una antena es tan extremadamente baja que es imperceptible”
El experto asegura que tanto La Generalitat como el Ministerio de Energía tienen sistemas para vigilar que no se sobrepasen los límites permitidos”. “Nosotros no estamos a favor ni en contra de las antenas, solo pretendemos dar un mensaje tranquilizador a la población en base a unos datos científicos”, afirma Vargas.
¿Alergia al Wi-Fi?
Otro tema candente es la llamada hipersensibilidad electromagnética o lo que algunos llaman “alergia al Wi-Fi”, como el caso de Ricardo de Francisco, quien consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le concediese la invalidez por padecer esta supuesta dolencia.
“Nosotros hablamos de que se produce un efecto nocebo, contrario al placebo, cuando muchas personas por tener una antena cerca y ser conscientes de ello, comienzan a experimentar dolor de cabeza u otro tipo de sintomatología. Además, la mayoría de los que describen son muy amplios y pueden coincidir con muchos tipos de enfermedades. Por ello, la OMS no reconoce esta enfermedad, ya que no hay un diagnóstico claro”, sentencia el epidemiólogo.
“No quiero negar ni desprestigiar lo que dicen o sienten, pero no podemos afirmar que sea cierto por una expectativa ante algo que ellos creen que les hace daño sin una base científica que lo acredite”, continúa
La OMS no reconoce la alergia al Wi-Fi, ya que no hay un diagnóstico claro”
El embarazo y la esterilidad
También hay gran cantidad de historias sobre el embarazo y los peligros para el bebé cuando un móvil está cerca. Sin embargo, el informe no ha podido negar la relación por completo, pues ha incluido menos estudios sobre este punto.
“Anteriores revisiones científicas de otras agencias ni lo confirman ni lo desmienten. Es un tema complicado de demostrar porque debes reunir y hacer un seguimiento de cuándo usan el móvil numerosas mujeres embarazadas durante un tiempo. Aún así, en los que se ha llevado a cabo, no se observa ningún efecto nocivo o causal. Es muy difícil que llegue la radiación al feto de un aparato que, además, se usa en la cabeza”, asegura Vargas.
Y definitivamente es falso que si guardas el teléfono en tu bolsillo del pantalón, te vas a quedar estéril. “Cuando el móvil está inactivo, la cantidad de energía que emite para ponerse en contacto con la antena es extremadamente débil”, señala el autor del informe.
También podemos quedarnos tranquilos cuando nos encontramos en un hospital y no queremos sacar el móvil por si causa interferencias en los aparatos electrónicos, ya que se encuentran en UCIS, UVIS o salas de emergencia donde es más restringido el acceso. El informe establece tomar una distancia de seguridad de un metro entre el paciente monitorizado y el sujeto que habla.
Es muy difícil que llegue la radiación al feto de un aparato que, además, se usa en la cabeza”
Tampoco deben temer aquellos que tengan un marcapasos o algún aparato electrónico relacionado con su salud, pues tendría que estar a menos de 15 centímetros para causar algún problema.
Un uso responsable del móvil
El mensaje que pretende dar el CCARS es que es más peligroso mandar un whatsapp cuando estás al volante, que lo que puedan dañar nuestro cerebro las ondas del teléfono. “Me preocupa más un uso sensato en la adolescencia o la infancia del móvil que los posibles efectos adversos de la energía intrínseca que transmite”, concluye Vargas.
Ahora descansarás más tranquilo cuando dejes tu móvil sobre la mesilla de noche a modo de despertador. Eso sí, en silencio y sin vibración para que no turbe tu sueño.
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