Prof. Dr. Héctor Ratti Jaegli - Su fallecimiento

Con mucho dolor y profunda tristeza cumplo en informar el fallecimiento del Padre de la Alergologia Paraguaya Don Héctor Ratti Jaegli, hombre probo, generoso Maestro de muchas generaciones de médicos, gran y honorable padre de familia, ciudadano honesto y muy consustanciado con la realidad de nuestro país. 

La Alergología Paraguaya y Latinoamericana están de luto. 

Desde la Presidencia y el Comité Ejecutivo de la SLaai, hacemos llegar a la familia Rati-Sisa nuestros más sinceros pésame y deseos de Cristiana resignación.

Descansa en paz querido tío Héctor. Muchas gracias por tu vida ejemplar, 

Dios lo tenga es su Santa Gloria y ocupando un lugar para los grandes Maestros de nuestra querida especialidad.

Juan Carlos Sisul

Presidente SLaai

A modo de homenaje publicamos a continuación una reciente entrevista en donde el Prof. Ratti hace un resumen de su vida académica y profesional.

• Mundo Médico →
• Entrevistas

27 FEBRERO 2014

Dr. Héctor Ratti Jaeggli:

“Ver que un chico se sana y puede llevar una vida normal, es el mejor legado”

Médico alergista con amplia trayectoria profesional y académica, uno de los fundadores y past presidente de la Sociedad Paraguaya de Alergia, y ex-presidente de la Academia de Medicina del Paraguay.

Con las emociones al límite al momento de narrar su experiencia a lo largo de la carrera, comentó que además de dedicar su vida a la práctica médica, también lo hizo a la docencia, fundando en 1958 el departamento de Alergia de la Primera Cátedra de Clínica Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), donde enseñó hasta el año 2006. El profesor doctor Héctor Ratti Jaeggli, recibió a SAVALnet en su consultorio, donde compartió parte de su historia en este camino que lleva recorriendo en la especialidad desde hace 59 años.

Compartió detalles de los inicios de la actual Sociedad Paraguaya de Alergia, Asma e Inmunología, los progresos que fueron experimentando como gremio y sobre el reconocimiento que logró la especialidad con el esfuerzo aunado de varios profesionales.

Con dos hijos médicos alergistas y un nieto siguiendo sus mismos pasos, afirma que el legado más importante que justifica todos sus años de médico, es haber logrado que un chico se sane o mejore y pueda llevar una vida normal.

- Doctor, coméntenos sobre su formación académica… 

Yo me recibí en el año 1955, hace 59 años, tengo ese tiempo de médico. Hice un año de residencia en clínica médica - que cuando eso era lo único que había-, después fui a la Universidad de Buenos Aires (UBA), a hacer la especialidad durante 2 años.

Realmente fui a Buenos Aires con el ánimo de estar un año allí y después ir a EE. UU, tenía en vista una beca allí, luego conocí a un profesor y este hombre resultó ser vicepresidente de la Sociedad Internacional de Alergia e Inmunología y presidente del Comité Internacional de Nomenclatura.

Me recibió tan bien, fue tan protector que me aconsejó que no vaya a EE. UU y que me quede dos años en Buenos Aires, con la condición de que él me prepararía un plan de estudios bien completo, para desarrollarlo allí. Me alentó a que después de esa experiencia, regrese a Asunción y vea cuál es el problema predominante de la alergia en Paraguay.

- Al regresar a Asunción, ¿se dedica directamente a la práctica médica?

Ahí empiezo a ir a congresos, a visitar centros de alergia, recorriendo, aprendiendo. Por ejemplo, fui a Sao Paulo, Brasil, donde estaba el profesor Ernesto Méndez, una figura mundial en el campo de la alergia, quien me recibió como si fuera un gran señor, cuando yo era solo un chiquilín.

Me fui por ejemplo en 1964 a un primer congreso mundial, que fue el 3er Congreso Internacional de Alergia, después en 1985 a Washington, en 1994 a Estocolmo y así a varios otros lugares. Al llegar al país también asumí la jefatura de la Cátedra de Alergia y daba clases. 

Me dediqué a dar clases y conferencias en el interior del país y en ciudades de casi todos los países de América. Fui a  Itapema, Bariloche, Rosario, Santander, Córdoba, Paraná, Antofagasta, Punta del Este, Santiago de Chile y varias otras capitales.

- Como uno de los fundadores de la Sociedad Paraguaya de Alergia, coméntenos sobre sus inicios…

Les puedo contar que éramos tan pocos que para fundar la Sociedad le tuvimos que pedir colaboración a tres profesores de Clínica Médica. Les hablamos al doctor Ramírez Boettner, a Gustavo González y a Luis Carlos Masi, para que firmen el acta de fundación, porque éramos 4 gatos nosotros, y así, con la colaboración de ellos fundamos la Sociedad Paraguaya de Alergia, que hoy día se dio en llamar Sociedad de Alergia, Asma e Inmunología.

Rápidamente conseguimos que nos acepten las demás sociedades latinoamericanas y después las otras internacionales.

La primera vez que fuimos a un congreso internacional como representantes de la Sociedad, fue en Quito, al Congreso Latinoamericano de Alergia. Fuimos Javier Torales, Simón Reimann y yo. Esa era la delegación paraguaya.

- ¿Cuáles eran los principales objetivos de la Sociedad en esos tiempos?

Primero demostrar que no éramos ningunos charlatanes, que teníamos base científica, y después organizar jornadas con invitados extranjeros, traer a grandes expositores.

Y así, fuimos demostrando a la gente lo que realmente era nuestra especialidad.

- También fue presidente de la Academia de Medicina del Paraguay…

SÍ, en el periodo de 2005 a 2007. Nosotros, desde un primer momento tuvimos que hacer un arduo trabajo para que nos reconocieran como especialistas, y que en aquel entonces nombren a un alergista presidente de la Academia, era un reconocimiento alto al que se llegaba.

El gremio estaba bastante desprestigiado al comienzo porque que no había especialistas y sí mucha gente que se autodenominaba alergista.

- ¿Se dedica a alguna otra actividad aparte de la medicina?

Sí, al cooperativismo. Yo soy uno de los fundadores de Coomecipar y me dediqué mucho a eso. Fui presidente del Comité de Educación durante 15 años más o menos y estuve también en la Junta de Vigilancia y en la Electoral.

- ¿Cuáles eran sus funciones en el marco de esas responsabilidades?

Empezamos a enseñar lo que es el cooperativismo, como es el manejo de la cooperativa, y bueno, ya se ve lo que es Coomecipar ahora.

Cuando empezamos, lo hicimos en un altillo, en el local del Círculo Paraguayo de Médicos.

- Después de tantos años de docencia, de contacto con los pacientes, ¿qué es lo más reconfortante que le queda de la profesión?

Dije una vez en un Congreso de Inmunología, “Si este Congreso nos da a nosotros entusiasmo, conocimiento y fuerzas para que muchos chicos salgan de detrás de la ventana, este congreso se habrá justificado”

Yo creo que todo el trabajo se justifica cuando un chico deja de ser asmático. Lo que más me conmueve es ver que un chico se sana o mejora y puede llevar una vida normal, ese es el mejor legado.

Fuente: http://www.savalnet.com.py/