Cuando hablamos de contaminación del aire casi nunca nos ponemos a pensar en qué tan viciado puede estar aquel que se encuentra dentro de los espacios cerrados.
De acuerdo con datos proporcionados por la firma Rowenta, en la presentación de su nuevo purificador de aire, Intense Pure Air, los ciudadanos de hoy pasan del 85 al 90% de su tiempo en espacios cerrados en donde el aire es en promedio 5 veces mas contaminado que el externo.
Además según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año más de 4 millones de personas mueren por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire en interiores como consecuencia del uso de combustibles sólidos para cocinar, y más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años son causadas por partículas inhaladas en espacios con aire contaminado.
A pesar de eso, en ocasiones desestimamos lo que puede haber dentro de sitios como escuelas, oficinas, casas u hospitales.
Lo cierto es que lo que hay es real y se llama contaminación intramuros, la cual puede ser igual de peligrosa para nuestra salud que la polución en el exterior, debido a que en espacios cerrados conviven un sinfín de gases y restos que son parte de nuestro día a día.
Estos restos son partículas que son incluso cien veces más pequeñas que el tamaño de un cabello.
Lo que hay en tu ‘hogar, dulce hogar’
La contaminación intramuros tiene consecuencias importantes en la salud, ya que puede provocar enfermedades respiratorias que a largo plazo afectan la calidad de vida de las familias.
El Dr. Carlos León, presidente y director general del Centro de Asma y Alergia en México, indicó cuáles son algunos de los compuestos que respiramos todos los días en lo que creemos “espacios seguros”:
- Contaminantes físicos: fibras, pelo de mascotas, cabello, polvo, partículas finas, restos de cucaracha
- Contaminantes químicos: humo, monóxido de carbono, Compuestos Orgánicos Volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés), y formaldehídos: estos últimos se encuentran en humo de cigarro, velas aromáticas, muebles y pisos de madera, productos de limpieza, pintura, pegamento, barnices, cosméticos, etc.
- Contaminantes biológicos: bacterias, virus, polen, alérgenos, moho, ácaros.
En tanto, el químico Luis Manuel Guerra, presidente y director general del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas, explicó que losformaldehídos son gases que se liberan a través del uso de ciertos productos que tenemos en casa y que en altas concentraciones provocan “pequeños síntomas que pueden volverse crónicos”, como tos, ojos llorosos y asma.
Ambos expertos indicaron que los niños pequeños, las personas mayores o enfermas y quienes están más tiempo dentro de la casa, oficina, un hospital o la escuela son los más vulnerables.
(Pueden presentar) síntomas agudos como irritación de ojos, lagrimeo, ojo rojo, ardor en la nariz, moco, carraspera y tos; sin embargo, algunos síntomas se van presentando lentamente conforme la exposición es prolongada y entonces los pacientes portadores de alguna enfermedad crónica pulmonar o respiratoria, empeorarán hasta que no se puedan controlar”, explicó León.
Asimismo aseveró que cada década, en los últimos 50 años, se incrementa el número de pacientes con este tipo de afecciones.
En nuestro país calculamos que 10% de los niños tienen asma y más o menos 5% de los adultos".
Los expertos ofrecieron algunos consejos para “limpiar” el aire de los espacios intramuros:
- Olvidar los humidificadores
- Ventilar el espacio por la mañana y la tarde
- Evitar fumar en interiores
- Usar pocas sustancias químicas o utilizar aquellas que no contengan formaldehídos
- Realizar limpieza adecuada y sin llegar a los extremos
- Utilizar un purificador de aire
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