Controlar la diabetes, la hipertensión, el asma o la artritis es más fácil gracias a las diversas apps disponibles para smartphones y tablets. Las enfermedades crónicas son afecciones de larga duración, que tienen una progresión lenta, y que a veces se prolongan durante toda la vida. Los pacientes que las padecen necesitan llevar un control exhaustivo sobre las mismas. Por ello, han surgido múltiples aplicaciones móviles que facilitan el día a día de los enfermos, permitiéndoles una mayor autonomía a la hora de controlar sus síntomas y tratamientos.
Anotar datos, medir niveles, dar información y consejos o establecer alarmas, son las principales funcionalidades que ofrecen las apps destinadas al control de las enfermedades crónicas, que podemos encontrar en las tiendas virtuales de dispositivos como Android o Apple.
“Social Diabetes”, por ejemplo, permite compartir información sobre el tratamiento y las pautas alimenticias a pacientes de diabetes, una de las enfermedades crónicas más comunes en España. Establecer una alarma para no olvidar la medicación o controlar el nivel de insulina que necesita el usuario cada día, son posibilidades que ofrece esta aplicación, que no es la única existente para tratar la diabetes.
También tienen excusas para estar pegados al móvil los enfermos de hipertensión. Aplicaciones como “Presión Arterial”, permiten almacenar y analizar las mediciones de presión arterial de los usuarios. Mediciones que, en el caso de “Insta Heart Rate”, pueden realizarse con solo poner el dedo en la cámara del smartphone.
La artritis es otra enfermedad crónica que también puede monitorizarse, por ejemplo, con la app llamada “ArthCoach”. Además de almacenar los datos, esta aplicación permite al usuario enviarlos directamente a su médico. Además, dispone de un programa de ejercicios desarrollados específicamente para su patología.
Muy útil para los enfermos de asma será también la aplicación “Mi Asma”. Solo con marcar una ubicación determinada, la herramienta ofrecerá información actualizada sobre la temperatura, nivel de humedad y de polen y condiciones meteorológicas del entorno. Algo similar aporta “Mobiceliac”, una aplicación que dispone de una guía de establecimientos (tiendas, hoteles y restaurantes) con productos aptos para celiacos. Además, los alérgicos al gluten también encontrarán en ella una guía de productos en los que no está presente este componente alimenticio.
La finalidad de todas estas aplicaciones móviles no es otra que la de mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas. Ese es el objetivo de “Con la EM”, una aplicación española que pretende ayudar a los enfermos de esclerosis múltiples, una afección degenerativa, mediante juegos y actividades de carácter cognitivo, que fomentan la neuroplasticidad neuronal.
“Icholesterol”, para enfermos de colesterolemia, “Migrapp”, para tratar la migraña, o “Mi Diario de Epilepsia”, para registrar datos de enfermos con epilepsia, son otra herramientas útiles para el control de las enfermedades de larga duración.
“Social Diabetes”, por ejemplo, permite compartir información sobre el tratamiento y las pautas alimenticias a pacientes de diabetes, una de las enfermedades crónicas más comunes en España. Establecer una alarma para no olvidar la medicación o controlar el nivel de insulina que necesita el usuario cada día, son posibilidades que ofrece esta aplicación, que no es la única existente para tratar la diabetes.
También tienen excusas para estar pegados al móvil los enfermos de hipertensión. Aplicaciones como “Presión Arterial”, permiten almacenar y analizar las mediciones de presión arterial de los usuarios. Mediciones que, en el caso de “Insta Heart Rate”, pueden realizarse con solo poner el dedo en la cámara del smartphone.
La artritis es otra enfermedad crónica que también puede monitorizarse, por ejemplo, con la app llamada “ArthCoach”. Además de almacenar los datos, esta aplicación permite al usuario enviarlos directamente a su médico. Además, dispone de un programa de ejercicios desarrollados específicamente para su patología.
Muy útil para los enfermos de asma será también la aplicación “Mi Asma”. Solo con marcar una ubicación determinada, la herramienta ofrecerá información actualizada sobre la temperatura, nivel de humedad y de polen y condiciones meteorológicas del entorno. Algo similar aporta “Mobiceliac”, una aplicación que dispone de una guía de establecimientos (tiendas, hoteles y restaurantes) con productos aptos para celiacos. Además, los alérgicos al gluten también encontrarán en ella una guía de productos en los que no está presente este componente alimenticio.
La finalidad de todas estas aplicaciones móviles no es otra que la de mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas. Ese es el objetivo de “Con la EM”, una aplicación española que pretende ayudar a los enfermos de esclerosis múltiples, una afección degenerativa, mediante juegos y actividades de carácter cognitivo, que fomentan la neuroplasticidad neuronal.
“Icholesterol”, para enfermos de colesterolemia, “Migrapp”, para tratar la migraña, o “Mi Diario de Epilepsia”, para registrar datos de enfermos con epilepsia, son otra herramientas útiles para el control de las enfermedades de larga duración.
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