Tras su uso durante la pandemia, los especialistas consideran que se debería quedar para telemonotorizar al paciente
Aplicar la telemedicina en los pacientes con asma aporta múltiples beneficios clínicos y asistenciales tanto para pacientes como a profesionales sanitarios. Sin embargo, actualmente en España para poder llevarla acabo existen barreras que dificultan su implementación como son la ausencia de aplicaciones integrales e institucionalizadas o una historia clínica homogénea a nivel nacional y autonómico.
“Hace falta generar infraestructuras institucionalizadas e historias clínicas digitales y homegéneas, que actualmente se carecen de ellas”, comenta Carlos Almonacid Sánchez, jefe de Servicio de Neumología del Hospital de Toledo, durante la mesa ‘Lecciones durante la pandemia Covid-19: Telemedicina práctica aplicada al asma’, celebrada en el 54º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Un acto en el que el neumólogo, junto con el enfermero del Hospital de Bellvitge Héctor Cabrerizo Carreño, han enmarcado que cuestiones de la telemedicina usadas en pacientes con asma durante la pandemia deberían quedarse. “Una primera consulta debe ser presencial, pero en cuestiones como el seguimiento del paciente a través de la telemonotorización o la consulta de resultados debería permanecer”, reivindica Almonacid Sánchez.
Para el especialista, la telemedicina ha demostrado que hace al sistema más rentable y eficiente. “Mejora el control del asma, la técnica de inhalación, la adhesión al tratamiento inhalado, la capacidad de autogestión y la calidad de vida del paciente”, resume el neumólogo.
A pesar de los reconocidos beneficios que aporta el uso de la telemedicina en este tipo de pacientes, su implementación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) encuentra varias limitaciones que dificultan su desarrollo.
Según detalla el especialista, existen inconvenientes que se han de solventar, especialmente jurídicos y técnicos. “La tecnología ya la tenemos, ahora falta implementarla. Falta infraestructura con mayores plataformas digitales institucionalizadas y no externas al sistema, y una historia clínica digital que sea homogénea y no varíe entre los hospitales de la misma comunidad autónoma”, explica Almonacid Sánchez.
Otra de las patas que también genera resistencia es la protección de datos. “Hay ausencia de un marco jurídico, por ejemplo, el paciente podría dar su consentimiento mediante una firma electrónica”, reivindica el neumólogo.
Por su parte, Cabrerizo Carreño ha presentado los resultados preliminares de un pionero estudio que se está llevando a cabo en el Hospital de Bellvitge. Este consiste en espirometrías a domicilio que ayudan a que el paciente se implique de forma activa en la valoración y seguimiento de su enfermedad.
Con el objetivo de ayudar al diagnóstico de la enfermedad, establecer el pronóstico de los pacientes y valorar la efectividad de los tratamientos aplicados, el paciente recibe en préstamo del hospital un espirómetro profesional portátil, así como una formación sobre cómo usarlo para poderse hacer la prueba en casa.
“Estamos en una fase muy temprana del ensayo pero estamos viendo que la calidad de las maniobras es bastante buena (A y B) y que está siendo muy bien acogido por los pacientes. La esperimotría domiciliaria es cada vez más realidad y menos ficción”, detalla Cabrerizo Carreño, quien también apunta a la necesidad de crear una aplicación que integre todo el proceso y a una necesaria mejora de los wearables, es decir, las herramientas de telemonitorización del paciente en casa.
"Necesitamos una historia clínica adaptada y plataformas digitales" |
Un acto en el que el neumólogo, junto con el enfermero del Hospital de Bellvitge Héctor Cabrerizo Carreño, han enmarcado que cuestiones de la telemedicina usadas en pacientes con asma durante la pandemia deberían quedarse. “Una primera consulta debe ser presencial, pero en cuestiones como el seguimiento del paciente a través de la telemonotorización o la consulta de resultados debería permanecer”, reivindica Almonacid Sánchez.
Para el especialista, la telemedicina ha demostrado que hace al sistema más rentable y eficiente. “Mejora el control del asma, la técnica de inhalación, la adhesión al tratamiento inhalado, la capacidad de autogestión y la calidad de vida del paciente”, resume el neumólogo.
¿Cuáles son las limitaciones en telemedicina de pacientes asmáticos?
A pesar de los reconocidos beneficios que aporta el uso de la telemedicina en este tipo de pacientes, su implementación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) encuentra varias limitaciones que dificultan su desarrollo.
Según detalla el especialista, existen inconvenientes que se han de solventar, especialmente jurídicos y técnicos. “La tecnología ya la tenemos, ahora falta implementarla. Falta infraestructura con mayores plataformas digitales institucionalizadas y no externas al sistema, y una historia clínica digital que sea homogénea y no varíe entre los hospitales de la misma comunidad autónoma”, explica Almonacid Sánchez.
Otra de las patas que también genera resistencia es la protección de datos. “Hay ausencia de un marco jurídico, por ejemplo, el paciente podría dar su consentimiento mediante una firma electrónica”, reivindica el neumólogo.
Presentación de la mesa 'Lecciones durante la pandemia Covid-19: Telemedicina práctica aplicada al asma’ |
¿Espirometrías a domicilio?
Por su parte, Cabrerizo Carreño ha presentado los resultados preliminares de un pionero estudio que se está llevando a cabo en el Hospital de Bellvitge. Este consiste en espirometrías a domicilio que ayudan a que el paciente se implique de forma activa en la valoración y seguimiento de su enfermedad.
Con el objetivo de ayudar al diagnóstico de la enfermedad, establecer el pronóstico de los pacientes y valorar la efectividad de los tratamientos aplicados, el paciente recibe en préstamo del hospital un espirómetro profesional portátil, así como una formación sobre cómo usarlo para poderse hacer la prueba en casa.
Héctor Cabrerizo Carreño, Carlos Almonacid Sánchez, Patricia Santos Flores y Vicente Plaza Moral. |
“Estamos en una fase muy temprana del ensayo pero estamos viendo que la calidad de las maniobras es bastante buena (A y B) y que está siendo muy bien acogido por los pacientes. La esperimotría domiciliaria es cada vez más realidad y menos ficción”, detalla Cabrerizo Carreño, quien también apunta a la necesidad de crear una aplicación que integre todo el proceso y a una necesaria mejora de los wearables, es decir, las herramientas de telemonitorización del paciente en casa.
Fuente: https://www.redaccionmedica.com/
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