martes, 5 de marzo de 2019

Nuevas evidencias sobre la eficacia de fevipiprant en asma grave

Un estudio publicado en ‘Science Translational Medicine’ confirma el valor de este antagonista de los receptores de la prostaglandina D2, sobre la inflamación y su efecto en el remodelado de las vías aéreas.

La sequía que desde hace 20 años se ha instalado en el campo de las opciones por vía oral para el asma parece haber llegado a su fin, tal y como se desprende de los resultados de un ensayo clínico en fase II que confirman la eficacia de un fármaco, fevipiprant, en la disminución de los ataques de asma.

Según Chris Brightling, profesor de Medicina Respiratoria en la Universidad de Leicester (Reino Unido) y uno de los autores de la investigación, ésta demuestra por primera vez que fevipiprant no sólo reduce la inflamación de las vías respiratorias característica del asma, sino que también actúa sobre el engrosamiento del músculo liso que se produce en estas vías.
Como explica Javier Flandes, director de la Unidad de Broncoscopia y Neumología Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), “cuando hay una crisis desencadenada por múltiples causas, el músculo liso de los asmáticos produce una broncoconstricción. Este músculo liso está aumentado en los bronquios, favoreciendo el cierre de las vías aéreas, que está producido, además de por la constricción del músculo liso, por factores como la hipersecreción mucosa o el engrosamiento de la pared por la inflamación. Los síntomas que esto produce en el paciente son tosdisneaaumento del trabajo respiratorio y la aparición de sibilancias respiratorias”.

Un paso más 

Los resultados de esta investigación, publicados en Science Translational Medicine, suponen un paso más y se suman a las evidencias arrojadas por el ensayo que Brightling y su equipo realizaron en 2016 con el objetivo de analizar los efectos de este fármaco sobre la inflamación en las vías respiratorias mediante la medición del recuento de eosinófilos, demostrando su eficacia en la disminución significativa de los ataques de asma, la mejora de la función pulmonar y la reducción de la inflamación.
“Los nuevos hallazgos nos permiten conocer mejor qué mecanismos están detrás de la eficacia del medicamento y sugieren que fevipiprant podría tener efectos positivos a largo plazo en la progresión de la enfermedad a través del remodelado de la vía aérea, además de mejorar los síntomas y reducir los ataques”, explicó Chris Brightling.
Para Ana Gómez-Bastero, neumóloga y vocal del Área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), estos resultados pueden plantear nuevas vías de investigación, ya que el concepto del remodelado de la vía aérea, que se ha considerado “irreversible” tradicionalmente, podría cambiar los tratamientos recientes y futuros para el asma.

Mecanismo de acción

Fevipiprant es un nuevo agente terapéutico que actúa como antagonista de los receptores de la prostaglandina D2 (PGD2), cuyo mecanismo de acción explica Gómez-Bastero: “El DP2 es un receptor acoplado a proteína G que media la activación y migración de células TH2 y eosinófilos, mecanismos efectores presentes en los procesos inflamatorios en el asma.
Debido a que se administra por vía oral, el fevipiprant funciona de forma sistémica, y por eso se cree que puede llegar a todos los compartimentos pulmonares, incluyendo las vías aéreas pequeñas, con mejora de los síntomas del asma, la función pulmonar, la eosinofilia de las vías respiratorias y la integridad epitelial. El eje PGD2/DP2 puede contribuir al aumento de la musculatura lisa bronquial en el asma”, apunta Gómez-Bastero.
Un aspecto peculiar del estudio fue su metodología, basada en la combinación de la información proporcionada por el trabajo de laboratorio y la aplicación de modelos informáticos. Para los autores, esto ha permitido acceder a datos que no hubiera sido posible obtener utilizando estos enfoques de forma aislada, y abre la puerta a la medicina personalizada en los pacientes respiratorios.
Gómez-Bastero comenta este método: “Usando un modelo computacional basado en agentes que representan la vía aérea asmática en humanos, y respaldado por observaciones in vitro, los autores proponen que la reducción de la hipertrofia de la musculatura lisa bronquial observada en las biopsias bronquiales después del tratamiento con fevipiprant puede ser una consecuencia de la inhibición de la inflamación eosinofílica de la vía aérea, junto con la reducción del reclutamiento de miofibroblastos y fibrocitos a nivel de la musculatura lisa bronquial”.
La combinación de información obtenida de ensayos clínicos, observaciones in vitro y modelos informáticos de predicción “puede ser una herramienta que nos ayude a ampliar el conocimiento de la fisiopatología del asma bronquial y de las enfermedades respiratorias en general, pero deben realizarse más estudios para valorar estos resultados”, sostiene el experto.
Respecto a la forma en la que la introducción de este fármaco puede transformar el abordaje de estos pacientes, Flandes señala que está dirigido a los casos de asma grave de difícil control o que precisan altas dosis de corticoesteroides, para los que hay opciones no farmacológicas como la termoplastia endobronquial. “Además de su administración por vía oral, el fármaco ofrece ventajas como la reducción de las crisis, la mejora de la función pulmonar y la reducción de la medicación esteroidea”.
RESEARCH ARTICLEASTHMA

DP2 antagonism reduces airway smooth muscle mass in asthma by decreasing eosinophilia and myofibroblast recruitment

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