- Un estudio de Vall d’Hebron Institut de Recerca
Un estudio de Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) demuestra que la contaminación por partículas provocada por los vehículos diésel puede desencadenar alergia a la soja. Concretamente, una determinada cantidad de soja en el ambiente que por sí sola no genera alergia, cuando se administra en combinación con partículas diésel, provoca asma en los animales de experimentación. También se ha descubierto que el mecanismo que desencadena el asma es diferente si ésta es provocada por la alergia pura a la soja o si lo es por la suma de soja y contaminación.
La investigación, publicada en la revista Plos One, ha sido liderada por la jefe del grupo de investigación de Neumología del VHIR, la doctora María Jesús Cruz, y los doctores Xavier Muñoz, Susana Gómez y Daniel Álvarez, del mismo grupo. “Cuando hay más contaminación, las personas alérgicas a la soja pueden sufrir más síntomas, así como las que lo son a otras proteínas que hay en el ambiente”, dijo Cruz.
Aprovechando que desde hace casi 30 años el laboratorio del VHIR medía cada día la concentración de soja en el ambiente en la ciudad de Barcelona, el grupo inició el estudio de la interacción de la contaminación ambiental con esta sustancia y la fisiopatología de la enfermedad.
Concretamente, los investigadores descubrieron que para que un animal desarrollara asma debía inhalar un mínimo 5 miligramos de soja, y que con dosis menores no se producía ningún efecto. En cambio, cuando los animales inhalaban 3 miligramos de soja en combinación con partículas diésel sí que presentaban síntomas de asma, por lo que “sería la combinación de los dos elementos la responsable de que los animales acabaran desarrollando la enfermedad”, concluyó Cruz.
Los investigadores del VHIR también observaron que este patrón se repetía con unas células que se encuentran en los pulmones de personas asmáticas denominadas eosinófilos.
Durante la investigación se descubrió también que en los animales que solamente eran alérgicos a la soja había un tipo de linfocitos implicado, mientras que los tipos son más de uno en los casos en que la soja se combinaba con el diésel. Durante la investigación también se estudió qué mecanismo podía haber detrás de estas reacciones.
Cruz apuntó que los resultados de este estudio son extrapolables a otras proteínas que hay en el ambiente, como el polen, un alérgeno común, y señala que investigaciones previas han demostrado que en días de mucha contaminación el polen puede causar más síntomas a las personas asmáticas. Hasta ahora, sin embargo, no se había analizado la interrelación entre la soja y la contaminación.
El responsable de la unidad de asma del hospital de Vall d’Hebron y adjunto al servicio de Neumología, Xavier Muñoz, afirmó que entre las 24 y 48 horas posteriores a los picos de contaminación, las urgencias por asma aumentan en los centros hospitalarios. En el departamento trabajan con filtros que se exponen al ambiente 24 horas al día y se observa cómo se ennegrecen fruto de la contaminación. Los responsables del estudio subrayan la importancia de tomar conciencia y actuar ante el riesgo que supone la contaminación para la salud.
Fuente: http://www.lavanguardia.com
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