sábado, 17 de septiembre de 2016

El 10 por ciento de los deportistas de élite sufre asma

En deportes de resistencia, como el ciclismo, la incidencia puede alcanzar el 20 por ciento
Mireia Belmonte muerde la medalla de oro obtenida en la final de los 200 mariposa
Diferentes estudios han concluido que el asma afecta más a los deportistas de élite que al resto de la población. Mientras que la incidencia de esta enfermedad en la sociedad es de alrededor del 7 por ciento, entre los deportistas de élite alcanza el 10 por ciento. La proporción varía en función de la modalidad deportiva que se practique. En especialidades de resistencia, como el ciclismo o los deportes de invierno, se eleva hasta el 20 por ciento, mientras que en deportes considerados de intensidad, como el fútbol o el baloncesto se reduce hasta el 9 por ciento, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirujía Torácica (SEPAR).
Según SEPAR, se trata de una forma específica de la enfermedad, denominada asma inducida por el ejercicio, que se manifiesta por broncoespasmo inducido por el ejercicio (obstrucción de las vías respiratorias en los minutos siguientes a la práctica deportiva). Los expertos de esta organización consideran que las causas de esta elevada prevalencia deben buscarse en las características del entrenamiento de los deportistas de élite que implica una sobre exposición a sustancias irritantes o con capacidad para inducir el asma. Este último podría ser el caso de la nadadora española Mireia Belmonte, que ha sufrido diferentes episodios asmáticos a lo largo de su carrera. Según el Dr. Francisco García Rio, neumólogo, miembro de SEPAR y experto en el estudio de los efectos del ejercicio en la patología respiratoria, las causas de la estrecha relación se debe a las características de los entrenamientos y a la alta intensidad de los mismos. "El entrenamiento muchas veces al aire libre expone al deportista a sustancias irritantes con capacidad de inducir asma, como polen o ácaros, la propia contaminación medioambiental, o el cloro y otras sustancias químicas de la piscinas, y en un momento en que sus pulmones están hiperventilando debido al sobreesfuerzo". Por otra parte, la propia hiperventilación que se origina durante el entrenamiento de alta intensidad puede ser un factor desencadenante de broncoespasmo inducido por el ejercicio. La pérdida de humedad y de temperatura de las vías aéreas que se desencadena por un incremento muy acusado de la ventilación, puede estimular receptores irritantes de las vías respiratorias y desencadenar su constricción. Mientras dura el esfuerzo, la respiración se acelera para aumentar el transporte de oxígeno que el organismo necesita. En estas circunstancias, los atletas entrenando al aire libre, en la piscina o gimnasio con elevada humedad, pueden inhalar sustancias potencialmente nocivas que se encuentran en el aire, que irritan las vías respiratorias y pueden provocar la aparición de síntomas de asma.Para poder competir al más alto nivel, explica SEPAR, los atletas deben cuidar y tratar bien su asma mediante una terapia que controle y module la inflamación de las vías aéreas, eleve el umbral de aparición de las crisis debidas al esfuerzo y permita realizar el ejercicio con mayor seguridad. En la actualidad los deportistas con asma pueden utilizar la medicación antiinflamatoria (corticoides) o broncodilatadora sin miedo al dopaje siempre y cuando se acredite y objetive su condición de asmático y se utilicen los medicamentes autorizados por las autoridades deportivas.

Fuente:http://www.marca.com/

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